domingo, diciembre 31, 2006

ESTAMPAS DE NAVIDAD


Una plaza de cuyo valor urbano habría mucho que decir a pesar de los edificios que se alzan en la misma. Una plaza sin alarde ornamental de luces en lo concerniente a la festividad que de cada veinticuatro de diciembre a seis de enero, persuadidos por la fe o sin atender a otra cosa distinta del gusto por la francachela, celebramos: ¿es escenario navideño o puede serlo en igual medida que aquellos otros lugares a menudo revestidos del empaque usual en estas fechas?

¿Son ciertos esos “alpinistas” rollizos de casaca roja que trepan por las paredes de tantos edificios? ¿Cada uno de ellos encarna al verdadero Papá Noel o, consecuentemente con la oleada de rateros interesados en los hitos de suntuosidad que han surgido con la proliferación de urbanizaciones sitas en no importa qué lugar, lo que se espera de regreso a casa por Navidad es, no el familiar añorado, ni el amor preferido, ni el turrón EL ALMENDRO, sino una “simpática” brigada de albano- cosovares dispuestos a dar el golpe caiga quien caiga?

Queman un “nacimiento” hasta hoy a la vista sin necesidad de barreras de seguridad ni guardias, instalado a las puertas de una de las iglesias más céntricas de la ciudad año tras año durante estas fechas, y no pasa nada. Total, o son jovenzuelos poseídos por el mal de la hamburguesa o caballeros “antisistema”, celebrados artífices del bien siempre que se circunscriba a las pautas de identidad y programa por ellos postuladas.

Con la llegada del Euro se encarecieron los productos a la venta y los servicios, sin que los salarios recibieran idéntico impulso. Es algo que todo el mundo está dispuesto a declarar frente a una cámara de televisión en el mercado que fuere. Sin embargo, ni se dejan de comprar las carísimas viviendas ofertadas por la “industria del ladrillo” , ni el precio de los combustibles disuade de su uso a los propietarios de automóviles, ni el alza de los precios que como cada año se producen a uno de enero, sirve para moderar el consumo en este agosto de diciembre. ¿Será el influjo de lo entrañable?

A veinticuatro de diciembre constato que lo mejor de una noche en la que se pregona el valor de la familia, cuando el pretexto de la reunión anual sirve para otra réplica de las bacanales de toda la vida, es advertir que soy un individuo dado a “espatarrarse” cual fémina espatarrada, certeza que observa mi sobrino Daniel y al que rindo homenaje en estas líneas, y no me parece mal.

No he hecho acopio de ninguno de esos brebajes afrodisíacos tan repetidos durante las emisiones de publicidad en televisión. Ni oleré cual ha de hacerlo el distinguido, ni el seductor, ni el moderno, ni el progresista, ni lograré el deseado triunfo proporcionando generosamente alguna de esas pócimas a quienes frecuento o desearía frecuentar. Ser refractario a los anuncios me relega a la impopularidad.

Observo la ciudad desde la distancia. Un grupo de ciclistas avanzan alejándose y uno de ellos, seguramente el más extrovertido, no digo yo que víctima de estimulante prohibido alguno, luce una peluca de esas tan propias a la venta en casetas de feria. Es una nota de color, un distintivo amable, de los que invita a la sonrisa. ¿Hace falta que nieve cuando el día es brumoso y apacible?
Me dicen que me esperan unos buenos Reyes Magos. Es que recibiré una visita queridísima. Mas, cuando respondo que he de hacerme monárquico, ¿no hago mal teniendo en cuenta lo mucho que se lleva ser republicano?

ETA pone una bomba en los estacionamientos de la Terminal T4 del aeropuerto de Madrid Barajas el día treinta de diciembre y las sonrisas festivas de quienes son dignos y visten su inteligencia y su sensibilidad por donde se debe se congela. Se congela la de los optimistas como el presidente Zapatero. Se congela la de los que alertaban de la insensatez que supone conceder crédito alguno a una banda de asesinos incapaces de otra ocupación en la vida cual no sea la de matar. Se congela el reloj de la Puerta del Sol: ¿quién prestará su aliento para ofrecer calor a la cansada maquinaria del tiempo?

Pero mañana a la hora de comer los saltos de esquí que dan en la 2 nos reconcilian con lo cotidiano.


NOTA ADICIONAL: A veces las peladillas que se toman en Navidad, salen amargas.

sábado, diciembre 30, 2006

PÁGINA 22



Leía la prensa al tiempo de endulzarse con la “carne” fresca de una manzana. La página veintidós, par e izquierda del diario en esos momentos ante sus ojos, mostraba uno de los tradicionales resúmenes del año. Reportaje dedicado a la actualidad internacional en el que figuraban acontecimientos de indiscutible relevancia, análisis y valoración del liderazgo político en cada uno de los países, encuestas, imágenes, gráficos, y una llamada de atención acerca del ensayo nuclear realizado en Corea del Norte, suceso de máxima repercusión según un sondeo de la cadena France 24... Precisamente, el titular que daba cuenta de tal resultado, aparecía dispuesto justo encima de una instantánea en la que tres soldados al servicio de la nación asiática antes dicha, desde la orilla del Río Yalu, en la ciudad de Siniju, fronteriza con China, miran a la cámara. El militar sentado entre los otros dos observa además, apunta, a través de la mirilla de su fusil.

Poco después la manzana rueda por el suelo, quien la hubiera comido yace sin vida a causa de un disparo que le agujereó la cabeza, y uno de los soldados comenta en voz alta dirigiéndose al compañero que, finalmente, apretó el gatillo de su arma: “Ya te lo dije: emular a Guillermo Tell desde esta posición es malgastar un tiro”.

jueves, diciembre 28, 2006

EN LOS BOSQUES DE PENNSYLVANIA


EN LOS BOSQUES DE PENNSYLVANIA

Cuando un árbol gigante se suicida,
harto de estar ya seco y no dar pájaros,
sin esperar al hombre que le tale,
sin esperar al viento,
lanza su última música sin hojas
—sinfónica explosión donde hubo nidos—,
crujen todos sus huecos de madera,
caen dos gotas de savia todavía
cuando estalla su tallo por el aire,
ruedan sus toneladas por el monte,
lloran los lobos y los ciervos tiemblan,
van a su encuentro las ardillas todas,
presintiendo que es algo de belleza que muere.
Gloria Fuertes

miércoles, diciembre 27, 2006

TOLERANCIA CERO


Una expresión de moda, tolerancia cero. Pero, ¿qué es, de qué se trata? ¿La tolerancia que precede a tolerancia uno?... Es la voz- ya se sabe, según los emisores de la misma- repetida con insistencia cada vez que un responsable político- cualquiera- pretende dar a entender ausencia de beneplácito acerca de usos o comportamientos propios o ajenos. Por lo tanto, deben haber olvidado la existencia de INTOLERANCIA, palabra que designa el obstáculo, la desaprobación que conlleva lo que disgusta o es inadmisible. Pero doña Magdalena Álvarez ministra de Fomento del gobierno de España, dice en el Parlamento que se tendrá tolerancia cero con toda compañía aérea incapaz de atenerse a las medidas de seguridad que, en el caso de Air Madrid, han motivado la suspensión de sus actividades comerciales. Mas, si es cierto lo que cuenta “Lady Aviaco”- como se conoce a la titular de la cartera de transportes tras un asunto “gratis total”: 444 pasajes de avión que no pagó aprovechando su condición de consejera de la empresa que apellida su “mote”- pronto se conocerán medidas de su parte y de la del gobierno a fin de perseguir a los inspectores que callaron las irregularidades en las que la defenestrada Air Madrid incurriera, o anunciaron cuando podía ser muy tarde, y sirvan para descubrir cuantos pilotos admitieron volar con riesgo para sus vidas y las de los viajeros. Y si no es así, ¿habrá que pensar en la incompetencia de la ministra?... Eso sin olvidar que, la seguridad de los ciudadanos, digan lo que digan más tarde los tribunales acerca de lo que en todo esto acontece, tiene también que ver con evitar la indefensión y abandono en situaciones de extrema necesidad de aquellos que se pretende proteger… No está siendo así, sin embargo, y como, en España se desconoce la tolerancia cero para quienes defraudan la confianza prestada, la señora Álvarez, continuará feliz en su sillón. Ella y la reina de la hamburguesa, señora Salgado, ministra de Sanidad y Consumo. Aquí nadie dimite, es algo que tienen claro los políticos- todos- con o sin cargos en las administraciones, porque permanecer en el “sillón de sus entretelas”, parafraseando una letra del legendario disco FORGES SOUND, es vitola de caciquismo que infunde carisma. Eso es lo que parece y luego tenemos lo que tenemos. Tanto, que tenemos partidos de fútbol para la Paz. Sí, en el estadio Olímpico Sevilla. Una apuesta por la paz consistente en la disputa deportiva entre las selecciones de Andalucía y un combinado de israelíes y palestinos. Algo loable seguramente relacionado con la famosa Alianza de Civilizaciones que patrocina, entre otros, ZP. Un envite bien pensado, al que se debiera atender al tiempo o más tarde de esos otros favorables a la Alianza de Regiones y Comunidades Autónomas del Estado Español, por ejemplo… ¿Se imaginan una “liga a favor del agua” en la que se enfrentarían los combinados de Castilla la Mancha y Murcia al de Cataluña- Valencia.? ¿Madrid- Barcelona contra Andalucía- Euskadi? Sí, desenfrenado optimismo, tal vez relacionado con el paso de la Navidad. Pero es igual, tolerancia cero para con el sentido común. Es lo contrario de lo que se hace habitualmente. Preocuparse por la limpieza y salubridad del patio ajeno cuando el nuestro permanece lleno de mierda es algo que se nos da de perlas. Y, ya se sabe lo que se dice: el sentido común es el menos común de los sentidos. Nos va a sí.

CODOS


CODOS

Por Minnie Bruce Pratt

Cúbrete los brazos.
No dejes que tus codos
se vean.

Eso es lo que mis vecinos
allá en Alabama dicen
a sus hijas
para que ningún codo
relleno o delgado
moreno o rosado
incite a otros a la pasión.

Pero si pensara
que mis flacos, bicolores
codos fueran a atraerte

si pensara
que mis enjutos, huesudos
codos pudieran retenerte

agitaría los brazos
como un pollo
como un pavo real
como una gallina de guinea

cuando volviera a verte
tesoro
me subiría
las mangas y
pecaría
pecaría
pecaría.


Elbows

Cover your arms.
Don't let your elbows
show.

That's what my neighbors
down in Alabama tell
their daughters
so no elbow
plump or thin
tan or pink
will entice others
to passion.

But if I thought
my scrawny, two-toned
elbows would lure you

if I thought
my skinny, sharp-boned
elbows could secure you

I'd flap my armas
like a chicken
like a pea-fowl
like a guinea hen

when next I saw you
honey
I'd rollup
my sleeves and
sin
sin
sin.


Traducción de Joaquín Ibarburu y Walter Ch. Viegas


http://www.zapatosrojos.com.ar/pdg/Poesia/Poesia%20-%20Minnie%20Bruce%20Pratt.htm

martes, diciembre 26, 2006

MÁS DE MARÍA


Es su autora, si es que tras el apelativo de "guerra" no hay disparidad de identidades, alguien a quien no conozco personalmente y que acabo de descubir en el apartado para RELATOS CORTOS de los Foros ABABOLIA. Me gustó el cuento y por eso viene a este lugar.



MÁS DE MARÍA

Se llamaba María, y todavía se llama. Cualquier día de estos vuelve a ponerse ese vestido gastado que tanto tiempo brilló, como su pelo azul. Eso le decían las señoras -"tienes pelo azul"- y ella las miraba con ojos de alguien que sabe mucho más. Y sabía más, porque había sumado y restado menos que ellas, que se lo pasaban revisando el vuelto y calculando medidas de las cortinas. María era la única en pensar que era una mala educación contar el vuelto, por eso jamás lo contó, siempre se fue a su casa masticando un pan y mirando el mismo pino por más de 20 años. Hasta que un día alguien se bajó del bus por equivocación y llegó a ese pueblo abandonado. Un tal Juan, que para pasar las horas fue a comprar 10 calugones y se encontró con esta niña de vestido rosado y desgastado masticando un pan, mirando un pino y sin contar el vuelto que le dan. Y él no supo de nada al verla, se olvidó del bus, del calugón atragantado y de todo lo demás. Solo cabía en su espacio el olor a detergente de María. No me acuerdo mucho más por el momento, pero ella tampoco le dijo que no, por si es que fuese mala educación. Y así y así pasaba el día de María, demasiado simple según el mismo vendedor de pan.

IreneAdler

lunes, diciembre 25, 2006

¿DE QUÉ SE HACE UN HÉROE?


Nosotros
sentimos ganas de llorar.
¿De qué se hace un héroe?
De la fragilidad de la pureza
De la fe en otros mundos.
Del dolor de respirar.
De la ceniza última
y de una cucharilla de café
para poner cada trozo en su sitio.
Julia Uceda

sábado, diciembre 23, 2006

LA NOCHE QUE VENDRÁ.


La noche que vendrá


La vieja secoya, con su copa abierta al cielo, bebe a diario sorbos de sol. El abeto, con su sabiduría de árbol boreal, se prepara en silencio para la noche eterna, mientras los jóvenes sauces, despreocupados y juguetones brindan con entusiasmo por el repentino frescor matinal.

Flor Marina Yánez Lezama


http://www.letralia.com/110/letras04.htm

viernes, diciembre 22, 2006

EN PAZ


En Paz

Artifex vitae, artifex sui.

Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, Vida,
porque nunca me diste ni esperanza fallida
ni trabajos injustos ni pena inmerecida;

Porque veo al final de mi rudo camino
que yo fui el arquitecto de mi propio destino;
que si extraje las mieles o la hiel de las cosas,
fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas;
cuando planté rosales coseché siempre rosas.

. . . Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno;
mas tú no me dijiste que mayo fuese eterno!

Hallé sin duda largas las noches de mis penas;
mas no me prometiste tú sólo noches buenas,
y en cambio tuve algunas santamente serenas . . .

Amé, fui amado, el sol acarició mi faz. Vida, nada me debes!
¡Vida, estamos en paz!

Amado Nervo

miércoles, diciembre 20, 2006

TELÉFONO


Teléfono

Por Julia Otxoa

Todo el mundo se queja de que nunca cojo el teléfono, ¡si ellos supieran! Pero claro, no saben, ignoran por completo las dimensiones de mi casa, la distancia que he de recorrer, los peligros que he de sortear para lograr descolgar el teléfono antes de que la llamada termine. En primer lugar, debido al clima de la isla, las baldosas del largo corredor están siempre húmedas, más de una vez he resbalado sobre ellas y he quedado con el cuerpo magullado durante semanas. Luego está el tema de la luz cegadora que atraviesa los altísimos ventanales dejándome totalmente ciega corriendo desesperadamente cual posesa para capturar a tiempo la llamada, y para colmo los perros, esos extraños perros que siempre andan nerviosos, excitados con esa blanquecina mancha en la mirada, como de otro mundo, que de pronto se cruzan ante mí, y aúllan, aúllan lastimeramente y todo el corredor es un eco multiplicado de sombras frías envolviéndome cual tela de araña, para que no llegue, para que nunca llegue, pero todo eso la gente lo ignora y llama y llama y cuanto más llama más peligra mi vida.

martes, diciembre 19, 2006

LA MUÑECA LEONOR



LA MUÑECA LEONOR

A la venta, desde Alicante para el mundo, la muñeca Leonor. Un juguete que obtendrá, como decían Les Luthiers en sus muy reconocidas Cartas de Color, “el éxito y el aplauso inmediato”. Un triunfo comercial seguro gracias al carácter “clónico” del juguete. Clónico por razones de publicidad y ventas, como sucede con toda otra pieza manufacturada que se pone en el mercado, y atendiendo a su condición de réplica. Porque es una copia. Dicen los fabricantes que fue casual, pero el hecho no deja lugar a dudas: la muñeca Leonor es un calco de la primogénita bautizada con idéntico nombre, hija de los Príncipes de Asturias. Una versión casi idéntica a la que se conoció retratada y en televisión, cuando los padres la presentaron por primera vez en público. Por lo tanto, remedo de ser humano y muñeca fea… Aunque pueda suponer descortesía, todo recién nacido, por definición, es bastante abominable. Y el caso de la infanta y posible heredera del trono de su abuelo el rey Juan Carlos, no es distinto al del de los demás niños. Cuando crezca, probablemente, se apreciarán en ella facciones que inviten a celebrar la belleza y se dirá así. Mas, de pequeñina, fea. Y el clon que se entrega mediante el abono de unos muchos dineros, muchísimos, parecerá a cualquiera todavía menos agraciada. Buscando reproducir con exactitud los rasgos de la niña Borbón, los mercaderes han privado de encanto a la doble, pronto en las casas de la chiquillería española. Y que sea fea, o se discuta la lucrativa oportunidad de generar beneficios económicos a costa de la imagen privada- aunque imagen de todos- cual en este caso lo es la de la Familia Real, termina por ser asunto pueril como tantos si se compara con el hecho mismo del “pelotazo” a punto de consumarse. Mueve a más vergüenza apreciar el número de personas dispuestas a gastarse la suma que corresponda para regalar en estas fechas- “entrañables”- de mucha juerga e inevitable inversión en dádivas, regalar la muñeca Leonor. ¿Acaso regresamos a tiempos de reliquias ahora que “la superioridad” es partidaria del “ultralaicismo” y se evitan, por las buenas o por las malas, los belenes y otras tradiciones navideñas en los colegios, o es que el deterioro mental de los ciudadanos ha acabado por ser irreversible?... Al contarlo me preguntan que si se mueve o hace caquitas. Y no. Permanece cual estaba en aquella imagen que tuvimos primera de ella sin añadidos de voz o porquerías infantiles varias. Pero, eso sí, se entrega con certificado de autenticidad y con varios vestiditos. Para que las copias posibles sean duplicado de menor rango que la imitación primera, que es la muñeca en sí, y a fin- por lo de la ropita digo- de lograr una versión de la persona regia con ropero acorde: que a la realeza se le supone mucho y variado y a los clientes les gusta ver más y mejor por el mismo precio. Desde naranjito, la muñeca chochona, toby y el otro famoso perro, el perrito piloto de las tómbolas, no recuerdo cosa igual y tan rancia. Si no salimos de treinta y tres…

lunes, diciembre 18, 2006

LA FLOR DE LIROLAY


La flor del lirolay

Este era un rey ciego que tenía tres hijos. Una enfermedad desconocida le había quitado la vista y ningún remedio de cuantos le aplicaron pudo curarlo. Inútilmente habían sido consultados los sabios más famosos.

Un día llegó al palacio, desde un país remoto, un viejo mago conocedor de la desventura del soberano. Lo observó, y dijo que sólo la flor del lirolay, aplicada a sus ojos, obraría el milagro. La flor del lirolay se abría en tierras muy lejanas y eran tantas y tales las dificultades del viaje y de la búsqueda que resultaba casi imposible conseguirla.

Los tres hijos del rey se ofrecieron para realizar la hazaña. El padre prometió legar la corona del reino al que conquistara la flor del lirolay.

Los tres hermanos partieron juntos. Llegaron a un lugar en el que se abrían tres caminos y se separaron, tomando cada cual por el suyo. Se marcharon con el compromiso de reunirse allí mismo el día en que se cumpliera un año, cualquiera fuese el resultado de la empresa.

Los tres llegaron a las puertas de las tierras de la flor del lirolay, que daban sobre rumbos distintos, y los tres se sometieron, como correspondía a normas idénticas.

Fueron tantas y tan terribles las pruebas exigidas, que ninguno de los dos hermanos mayores la resistió, y regresaron sin haber conseguido la flor.

El menor, que era mucho más valeroso que ellos, y amaba entrañablemente a su padre, mediante continuos sacrificios y con grande riesgo de la vida, consiguió apoderarse de la flor extraordinaria, casi al término del año estipulado.

El día de la cita, los tres hermanos se reunieron en la encrucijada de los tres caminos.
los hermanos mayores vieron llegar al menor con la flor de lirolay, se sintieron humillados. La conquista no sólo daría al joven fama de héroe, sino que también le aseguraría la corona. La envidia les mordió el corazón y se pusieron de acuerdo para quitarlo de en medio.

Poco antes de llegar al palacio, se apartaron del camino y cavaron un pozo profundo. Allí arrojaron al hermano menor, después de quitarle la flor milagrosa, y lo cubrieron con tierra.

Llegaron los impostores alardeando de su proeza ante el padre ciego, quien recuperó la vista al momento de haber pasado por los ojos la flor de lirolay. Pero la alegría se transformó en nueva pena al saber que su hijo había muerto en aquella aventura.

De la cabellera del príncipe enterrado brotó un lozano cañaveral.

Al pasar por allí un pastor con su rebaño, le pareció espléndida ocasión para hacerse una flauta y cortó una caña.

Cuando el pastor probó modular en el flamante instrumento un aire de la tierra, la flauta dijo estas palabras:No me toques, pastorcito,ni me dejes tocar;mis hermanos me mataronpor la flor de lirolay.La fama de la flauta mágica llegó a oídos del Rey que la quiso probar por sí mismo; sopló en la flauta, y oyó estas palabras:

No me toques, padre mío,
ni me dejes tocar;
mis hermanos me mataron
por la flor de lirolay.

Mandó entonces a sus hijos que tocaran la flauta, y esta vez el canto fue así:

No me toquen, hermanitos,
ni me dejen tocar;
porque ustedes me mataron
por la flor de lirolay.

Llevado el pastor al lugar donde había cortado la caña de su flauta, mostró el lozano cañaveral. Cavaron al pie y el príncipe, que aún vivía, salió desprendiéndose de las raíces.

Descubierta toda la verdad, el Rey condenó a muerte a sus hijos mayores.

El joven príncipe, no sólo los perdonó sino que, con sus ruegos, consiguió que el Rey también los perdonara.

El conquistador de la flor de lirolay fue rey, y su familia y su reino vivieron largos años de paz y de abundancia.



Nota

Este cuento es conocido en la región norteña, en la región andina y en la región central. En Salta se lo llama "la flor lirolay"; en Jujuy "La flor del ilolay"; en Tucumán "La flor del lirolá" y también "del lilolá" y en Córdoba, La Rioja y San Luis "La flor de la Deidad".

Consultamos las versiones recogidas por los siguientes maestros: Sra. Carmen A. Prado de Carrillo, Carmen de Canarraze, de Jujuy; Srta. Angélica D´Errico, de Salta; Sra. Elena S. de Aguirre y Sr. Adrián Cancela, Srtas. María Isabel Chiggia, Esther López Güemes y Sra. Elena S. de Aguirre, de Tucumán; Srta. Tránsita Caneón, de La Rioja y Srta. María E. O. González Elizalde, de Córdoba; Srta. Dolores Sosa ("La flor de lilolay"), Sra. Emma Pallejá, de Entre Ríos; Sra. María Luisa C. de Rivero, Alda C. de Suárez, de San Luis; Srtas. Urbana E. Romero, Aldea A. Nuñez e Irma Carbaux, de Santa Fe.

El tema ha sido puesto en verso por Juan Carlos Dávalos.

http://presencias.net/indpdm.html?http://presencias.net/miscel/ht4039.html

domingo, diciembre 17, 2006

EL SONETO DE RIGOR


El soneto de rigor
Por Mario Benedetti.

Tal vez haya un rigor para encontrarte
el corazón de rosa rigurosa
ya que hablando en rigor no es poca cosa
que tu rigor de rosa no te harte.
Rosa que estás aquí o en cualquier parte
con tu rigor de pétalos, qué sosa
es tu fórmula intacta, tan hermosa
que ya es de rigor desprestigiarte.
Así que abandonándote en tus ramos
o dejándote al borde del camino
aplicarte el rigor es lo mejor.
Y el rigor no permite que te hagamos
liras ni odas cual floreros, sino
apenas el soneto de rigor.
//

sábado, diciembre 16, 2006

JARDÍN EN INVIERNO


JARDÍN DE INVIERNO
Por Pablo Neruda
Llega el invierno. Espléndido dictado
me dan las lentas hojas
vestidas de silencio y amarillo.
Soy un libro de nieve,
una espaciosa mano, una pradera,
un círculo que espera,
pertenezco a la tierra y a su invierno.
Creció el rumor del mundo en el follaje,
ardió después el trigo constelado
por flores rojas como quemaduras,
luego llegó el otoño a establecer
la escritura del vino:
todo pasó, fue cielo pasajero la copa del estío,
y se apagó la nube navegante.
Yo esperé en el balcón tan enlutado,
como ayer con las yedras de mi infancia,
que la tierra extendiera
sus alas en mi amor deshabitado.
Yo supe que la rosa caería
y el hueso del durazno transitorio
volvería a dormir y a germinar:
y me embriagué con la copa del aire
hasta que todo el mar se hizo nocturno
y el arrebol se convirtió en ceniza.
La tierra vive ahora
tranquilizando su interrogatorio,
extendida la piel de su silencio.
Yo vuelvo a ser ahora
el taciturno que llegó de lejos
envuelto en lluvia fría y en campanas:
debo a la muerte pura de la tierra
la voluntad de mis gerruinaciones.

viernes, diciembre 15, 2006

UN CUENTO DE AMOR Y AMISTAD


Un cuento de amor y amistad



Pablo, el que hacía caca en un establo, le dijo a Inés, la de la caca al revés, que si quería jugar con él y con Rubén, que hacía caca en un tren. Inés estaba con Sofía, la que hacía caca todo el día, y le contestó que no. Pablo, el de la caca para el diablo, se enojó. Justo pasaba por ahí la maestra Teresa, que hacía caca con frambuesa, y le dijo:
—Pablo, el que hace caca cuando le hablo, no le digas así a Inés, la de la caca de pez. Mejor andáte a jugar con Luis, el de la caca y el pis, o con Gustavo, el de la caca por centavo.
Pablo le contestó:
—Señorita Teresa, que hace caca con destreza, lo que pasa es que ellas, que hacen la caca tan bella, nunca quieren jugar con nosotros, que hacemos caca con otros.
La maestra Teresa, que hacía caca en una mesa, lo miró con mucho cariño a Pablo, el que hacía caca en un vocablo, y le dijo:
—¡Ay tesoro, el de la caca de loro! ¿no será que estás enamorado de ellas, que hacen caca con estrellas?
Justo llegaba Tomás, el de la caca das, y cuando oyó eso le dijo a la señorita, que hacía caca tan finita:
—Es verdad maestra, la que la caca le cuesta, él está muy enamorado de Sofía, la que hace caca en las vías.
Pablo se puso colorado de enojo y les contestó:
—¡No es cierto! Y vos, Tomás tomalosa, que hacés la caca en Formosa, vos gustás de Inés, que hace una caca por vez.
—¡Mentiroso! mirá, Pablo pableta, que hace la caca en bicicleta, mejor te callás.
Entonces la señorita Teresa, que tenía caca en la cabeza, los miró y les dijo:
—Pablo Pablito, caca de pajarito, y Tomás Tomasito, caca de perrito, ustedes son amigos y no tienen que pelearse ni por la caca enojarse. Por ahora vayan a jugar entre ustedes, que ya va a llegar el día en que esas niñas, con la caca en trensiñas, los buscarán para jugar.
Pablo y Tomás, salieron corriendo abrazados, haciendo caca de parados, y se olvidaron de preguntar si trensiñas quiere decir algo o nada más lo inventó la señorita haciendo caca con palabritas.


© Luis Pescetti

jueves, diciembre 14, 2006

LA PALABRA ES UN JARRO DE FRESAS


LA PALABRA ES UN JARRO DE FRESAS...

la palabra es un jarro de fresas,
muerdes y sale sangre.
La palabra es una cucharada de miel,
tiene los párpados en flor.
La palabra es una pavesa de vaho
con su vestido de lunares.
La palabra es de vino duro
de piedra de sol.
La palabra está en el cuarto
y se desnuda toda y me posee
cae rendida
y ya no se puede pronunciar.

AGUSTÍN DELGADO
España, 1941

miércoles, diciembre 13, 2006

EL ARIA DE LA LISONJA


"Recuerdo un titular de una envergadura
que nunca antes ni después he visto:
SILVIO ES MEJOR QUE DYLAN. Por poco
me desintegra aquel amor exagerado".
Silvio Rodriguez.
Ser profeta en tierra propia, muchacho, triunfar en casa, salvo si se recibió el abrazo de La Escolanía, es como pretender virilidad en un eunuco. Y te apuesto doble contra sencillo, óyeme. No hay sala de conciertos cuya programación responda a criterios de negocio distintos de los impuestos por Don Director, tú lo sabes. Las orquestas, bandas y solistas de renombre próximos a encontrar plaza en El Corredor de la Clásica, nunca dan un paso sin ponerse al habla con quien ellos saben pues, de lo contrario, incluso un ruiseñor afónico lograría contratarse con derecho a prórroga. Las galas se reparten de este modo y, como no faltan los audaces e insensatos dispuestos a dar la batalla sin reparar en la talla del enemigo, al final los lamentos truenan. La leyenda de David y Goliat confunde todavía a muchos, mas, basta una declaración de la Soprano, así llaman a la diva preferida del Don, y, limpiamente, sin amenazas ni puños de acero, actuaciones clausuradas. Plácido Sabatino y los advenedizos de "La Bajada" supieron de su ponzoñosa e implacable "Aria de la Lisonja", marca registrada de la Soprano, cuando el tenor iniciaba su carrera. ¿Te acuerdas? ¿Te acuerdas de aquel finísimo recitado? Ella intervino en la radio local unas fechas antes del primero de los recitales de Sabatino, con motivo de una tertulia, y dijo: "Plácido Sabatino hace olvidar, con cada gorgorito de los empleados mientras calienta la voz, lo que supuso para la historia de la ópera Caruzzo"... ¡Es desintegrante! Nadie puede resistirse a un elogio así. Nadie. Y de inmediato cancelaron las audiciones previstas.

martes, diciembre 12, 2006

ENCANTAMIENTO


ENCANTAMIENTO
Paul Valéry
Vierte la luna débil sus albores sagrados
como una basquiña ,de vaporoso argento
sobre moles de mármol que cruza el soñoliento
paso de alguna virgen en velos nacarados.
A los cisnes sedeños que abren los juncales
con su quilla de pluma donde la luz reposa
les deshoja su mano la más nevada rosa,
y en el agua los pétalos difunden espirales.
Soledad extasiada, dulcificante duna,
cuando el agua hervorosa bruñida por la luna
sus voces cristalinas sin término propaga,
-¿qué alma padeciera la magia inexorable
de la rútila noche con su cielo implacable
sin exhalar un grito puro como una daga?
Versión de Carlos López Narváez

lunes, diciembre 11, 2006

EL MAR DE LAS TORMENTAS



El mar de las tormentas


Lo vieron navegando por el vello negro, denso y sedoso, que de repente se convirtió en irritado y crespo, en ondulante geografía de torres líquidas y páramos de espuma. Continuó su singladura, cuentan, con el velamen resecado y la proa erguida, peligrosamente inclinado a babor. Era, según cuentan los navegantes veteranos, todo juventud y audacia; lucidez total al dejarse engullir por el negro remolino.

Blas Belmonte (español) & Liu Sai Yam (chino) Brasil

http://www.escritores.cl/microcuentos/textos/tormentas.htm

domingo, diciembre 10, 2006

DESPERDICIO DE NEÓN


Aguardar la llegada de un autobús, aunque sólo sea por el hecho de entretener el tiempo, supone cavilaciones a menudo entre lo providencial y lo absurdo. Es en una de estas, cuando la bombilla esa que pintan sobre la cabeza y al lado de un personaje de tebeo, el símbolo para dar a entender la manifestación de una idea que surge, prendió sus filamentos al registrarse vida dentro de mi mente. Eso o algo parecido. El caso es que observé el parpadeo de neón del reclamo luminoso de una farmacia reflejado una y otra vez contra los cristales de la estancia de una vivienda cercana y pensé. Pensé en el derroche de energía producto de todas las actividades que se realizaban sin propósito práctico alguno, puesto que, a esas horas ya- ni siquiera la media noche- incluso los gatos reposaban bajo los autos estacionados al relente. Vamos que “la muchachada” ya se recogió y punto. En la calle solo extraviados, y forzados por las contingencias del transporte público como el que aquí redacta. Por lo tanto, sin público al que enterar de la ubicación y posibles excelencias del negocio ya dicho, caía el anzuelo en aguas sin patos, una manera como otra cualquiera de querer hacer un guisado contando con el maná del que se nutrió el Pueblo Elegido según narra la Biblia. Es lo mismo de escaparates, luces ornamentales, como las que supuestamente engalanan las ciudades en estos días por la Navidad- también las exhibidas en plazas cuyos ediles son más próximos al laicismo galopante y hacen hincapié en el diseño para celebrar las fechas que se avecinan- y otras antorchas más o menos comerciales. Permanecen incandescentes durante horas sin que exista pájaro de cuenta corriente al que alumbrar. Mas, no sólo se trata del gasto injustificado y la contaminación- ya se sabe que contemplar las estrellas bajo el cielo insomne de luz en las ciudades, es imposible- sino de verdadera agresión todavía sin réplica. Sin ir más lejos, la ventana de mi cuarto da a una calle donde tiene lugar la oficina de una entidad de ahorro. Por suerte no todos los días- ahora no recuerdo si las “fiestas” quedan interrumpidas los fines de semana- pero los letreros con los que se distingue desde bastante distancia la presencia de tal establecimiento, refulgen en todo su esplendor aún cuando, como antes di a entender, a las horas que esto sigue sucediendo el beneficio posible a instancia de destacar y publicitarse sean nulos. Así pues, cuando uno confía su descanso a la natural oscuridad de la noche, o baja las persianas hasta que encajen en el mismísimo infierno o se provee de algún artefacto con el que evitar el imperio de la artificial luminiscencia. Que se consienta el alumbrado público, “a todas luces” necesario, debiera ser suficiente y, sin embargo, toca pechar con los fogonazos inacabables de esta artillería silenciosa, verdadero frente de tormento una y otra vez en pie de guerra. Y se me dirá que es uno de los precios del confort, que si se comparan trastornos y carencias, en occidente se vive cual en el paraíso; que pruebe a recordar, según informan en la prensa, las condiciones diarias de tantos seres presa de la miseria y el subdesarrollo y quizás reconsidere mis quejas. Con razón. Es algo a lo que he de responder aseverativamente, porque no es discurso infundado. Y será así, a su pesar- del de los que me hagan las observaciones que acaban de leerse- sin por ello desdecirme de las circunstancias que vengo enumerando. La desgracia de unos no ha de suponer conformismo, ni con su mal, ni con los términos de un orden perjudicial para todos. Indeseable y, sino posible por el descalabro ajeno, seguramente responsable de un quebranto menor en el caso de atenderse a las rectificaciones que fueran menester. En fin, las personas residentes en el piso al que aludía al principio habrán tenido que prescindir de los signos externos de la farmacia para su salud porque, como en tantas ocasiones, es peor el remedio que la enfermedad. ¡Las persianas bajadas contra la “medicina” para lograr el sueño! Como cantaría Bisbal: “quién lo iba a decir”.

sábado, diciembre 09, 2006

HOY ES PUENTE, LUEGO VOY DE COMPRAS


No recibirá tres cuartos el pregonero si vocea la noticia: “Se hace saber, por boca de la Eufrasia, la panadera, que su horno es horno de los de antes y no cueva automática y para hacer panes de diseño de los que se ponen a la venta en las llamadas grandes superficies, centros comerciales y otros lugares de esparcimiento familiar”… Con su soniquete y arrastre silábico, claro. Y se irá sin propina porque son cosas ya sabidas y de interés interesado las que acaban de leerse. Uno de los signos de nuestro tiempo, del progreso y la modernidad- la réplica de productos para su mayor e inmediata difusión y el peregrinaje a los templos del bien comprar y todo lo que se pueda- es visible mucho más explícitamente si cabe, en fechas de ociosidad intermitente. Estas que figuran en el calendario con rojo para una sola jornada y se convierten, por obra y gracia de la conveniencia laboral, en dos, tres, o las que sean necesarias. Sucede que la gente, aunque salga de su entorno para un destino turístico, busca los “mercados” antes dichos a fin de entretener su tiempo con aquello que más gusta: comprar. Ir de compras, también para hombres- pensaba no obstante en un capítulo de la serie Ally McBeal durante el cual, tras producirse un malentendido que una de las protagonistas considera extremadamente ofensivo para sí, al no encontrar apoyo de parte de las personas que conocen los hechos, decide resolver la cuestión marchando a las tiendas de ropa más cercanas- ir de compras, solventa momentos alegres como trágicos aconteceres. La cuestión es conseguir aquello de lo que uno se encapriche tenga o no utilidad, e incluso, si la tuviere, tan similar a lo ya almacenado que parece broma advertir esa circunstancia sólo cuando se ordena la mercancía adquirida en el propio domicilio. Comprar, ese es el objetivo y, si es posible, hacer notorio el hecho de la compra puesto que si no tiene repercusión social aprovecha mucho menos. Cuenta a fin de procurarse momentos de creciente excitación a la hora de abarrotar los estacionamientos dispuestos por las empresas que explotan estas plazas de reunión y feria, cuenta, ser reconocido e interpelado por familiares, vecinos o conocidos acerca de lo que se consiguió y no de cualquier modo. Ha de parecer que el trámite comercial devenga en aventura de las culminadas con la apertura del arcón enterrado donde se guarda el tesoro, la pieza única y distintiva. Naturalmente, en estos tiempos en los que hasta las piezas etiquetadas como de elaboración artesana son obvio producto industrial, sólo si se cumpliera la fantasía aquella sugerida por una marca de telefonía en la que Bisbal cantaba para una sola persona, una muchacha ferviente seguidora, estaríamos en disposición de obtener algo único a cambio de lo poco que vale nuestro dinero… Así pues, hay puente, luego voy de comparas. A primera hora o desde primera hora, no sea que más tarde las estanterías aparezcan con el infortunado hueco de la ausencia, señal de la anticipación ajena. Porque ahora, cuando la “arquitectura temporal” origina estos oasis de fiesta sí y no, las tiendas abren. Por cierto que voy a salir a ver si consigo una docena de versos de Neruda para la cena y quedo como un “pimpollo” romanticón y deliciOso con la pecosa linda prometida a la que me he prometido, cuando la luna de la mesa de este día entrechoque tenedores expectante ante el primer bocado. He dicho.

jueves, diciembre 07, 2006

LA ALMORRANA NACIONAL o SARNA CON GUSTO NO PICA


Estoy seguro pero puedo equivocarme. Obrar con tanta abnegación, salvo en el caso de lo a uno afecto, es raro por no decir improbable. Y sálvese quien pueda, pero me refiero al empleo de la inteligencia, conocimientos y habilidades adquiridas para realizar aquellas tareas propias de la actividad laboral mediante las cuales conseguimos- o lo intentamos- llegar a fin de mes. Por cierto, empresa titánica a la que, paradójicamente, se enfrenta también la presidenta de la Comunidad Autónoma de Madrid, Esperanza Aguirre… Pues bien, bobadas emitidas desde una de las “poltronas” relevantes de la administración aparte, apuesto a que son pocos y pocas los que se obstinan en hacer bien lo que saben hacer bien, suceso digno de ser noticia si llegara a acontecer de manera general. Antes y después mal, por vocación o por imposibilidades ajenas al trabajador, muchos se reservan, regulan su proceder o utilizan los resortes que la ley permite para juntar lo indispensable a fin de evitar el colapso social si no es que se ausentan. No vayamos a trabajar mucho y demasiados días, igual el vecino se beneficia de lo por cada uno de nosotros hecho cuando se debía y conforme a la calidad pertinente. Porque, de solidarios nada. Más bien somos partidarios de ese dicho tan viejo, “el que venga detrás, que arree”… El barrendero que lucha como un coloso contra la muchedumbre en tromba- ciudadanos que no piden paso, atropellan- por una de las calles "desventradas" de Madrid- a mayor gloria de don Alberto Ruiz Gallardón- y se enfrenta a la marea empecinado en apartar de la vía unos papeles adheridos al asfalto por la grasa, el caucho, los combustibles y demás porquerías producto de la actividad humana, éste que digo, es menos héroe de lo apreciable. Resulta uno de tantos a destiempo enfebrecidos por recurrir al estricto cumplimiento de lo que les compete. Alguien que estorba, como los motoristas demandantes de una seguridad que han necesitado siempre en las carreteras y hacen su protesta un día de tráfico caótico. Otros, claro, no estorban, otros no están porque hacen huelga, o se desentienden cuando es el momento, y los papeles, las hojas de los árboles, las bolsas de papel y todas las guarrerías que arrojamos al suelo- “solidaria e higiénicamente”- pueden ser recogidas. Por lo tanto es asunto de los que administran, organizan, mandan y ejecutamos, que esto que se llama sociedad funcione. Lo milagroso es que, con tanto pícaro, "a fuer" de desentenderse y desentenderse, “plácemes” con el esperpento de los “puentes”- qué sería de los hosteleros y el turismo sin los “puentes”- cuando el trabajo de dos lo hace solo uno “y ya se apañará” o no lo hace nadie- “que tampoco pasa nada porque dos, tres, cuatro, siete días, deje de hacerse lo que a todas luces es imprescindible de lunes a viernes, por lo menos, cuatro semanas por mes”- lo milagroso, digo, es que funcione o parezca funcionar esto de la vida. Será que la chapuza todo lo puede. La chapuza o que nos da igual, supuesto más a mi parecer correcto: “dé por culo, pero si es a turnos no pasa nada, la almorrana nacional no se resiente o, si lo hace, a todos pica”. He dicho.

miércoles, diciembre 06, 2006

LA ÚLTIMA MUJER


La última mujer


Por Eduardo Berti.

Ella sentía tanto pudor que evitaba desvestirse en su presencia. Un pudor desmedido, observó él. Un pudor que ocultaba, se diría, algún misterio. Por fin le dio la espalda, se quitó la blusa y volteó enseñándole unos senos puntiagudos, aunque cruzando los brazos a la altura del abdomen. "¿Ves?", le dijo sin mirarlo. "Ningún hombre vio antes esto", y le mostró en consecuencia su asombroso cuerpo sin ombligo.
"Cuando nací -contó-, no hizo falta cortar el cordón umbilical. Tiraron de él y mi ombligo se arrancó, limpio y entero, del vientre. Mi padre me puso Eva, como la primera mujer que, al nacer de la costilla de Adán, también carecía de un ombligo. Mi madre se sobresaltó y, en un arranque de superstición, exclamó que si la primera mujer había nacido sin ombligo, ahora yo podía muy bien ser la última. Los médicos rieron de buena gana;aun así, hasta que en el ala contraria no nació la siguiente niña, una incertidumbre (no sé si exagerada) reinó en aquel hospital".
El escuchó en silencio su relato y se rió de la misma forma que los médicos parteros. Luego recorrió con la lengua el vientre liso. Y la amó como si en efecto fuera la última mujer en la tierra.

lunes, diciembre 04, 2006

OJOS VERDES



Parece ser que el día ocho de este mes de diciembre se cumplen cien años desde el nacimiento de doña Concha Piquer. Y habrá disco nuevo en el que se escucharán dúos con su hija, Conchita Márquez Piquer. Por eso, por recordar a la "más larga", está más que bien reproducir estos versos de Rafael de León...





OJOS VERDES
Apoyá en er quisio de la mansebía
miraba ensenderse la noche de mayo;
pasaban los hombres y yo sonreía
hasta que a mi puerta paraste el caballo.
«Serrana, ¿me das candela?»
Y yo te dije: «Gaché,
ven y tómala en mis labios
que yo fuego te daré».
Dejaste er caballo
y lumbre te di,
y fueron dos verdes luceros de mayo
tus ojos pa mí.

Ojos verdes, verdes como la albahaca.
Verdes como el trigo verde
y el verde, verde limón.
Ojos verdes, verdes, con brillo de faca,
que están clavaítos en mi corazón.
Pa mí ya no hay soles, luceros ni luna,
no hay más que unos ojos que mi vía son.
Ojos verdes, verdes como la albahaca.
Verdes como el trigo verde
y el verde, verde limón.

II

Vimos desde el cuarto despertar el día
y sonar el alba en la Torre la Vela.
Dejaste mis brazos cuando amanecía
y en mi boca un gusto de menta y canela.
«Serrana, para un vestío
yo te quiero regalá».
Yo te dije: «Estás cumplío,
no me tienes que dar na».
Subiste ar caballo,
te fuiste de mí
y nunca una noche
más bella de mayo
he vuelto a viví.

Ojos verdes, verdes como la albahaca.
Verdes como el trigo verde
y el verde, verde limón.
Ojos verdes, verdes, con brillo de faca,
que están clavaítos en mi corazón.
Pa mí ya no hay soles, luceros ni luna,
no hay más que unos ojos que mi vía son.
Ojos verdes, verdes como la albahaca.
Verdes como el trigo verde
y el verde, verde limón.

SONETO



Soneto

Fresca, lozana, pura y olorosa,
gala y adorno del pensil florido,
gallarda puesta sobre el ramo erguido,
fragancia esparce la naciente rosa.

Mas si el ardiente sol lumbre enojosa
vibra, del can en llamas encendido,
el dulce aroma y el color perdido,
sus hojas lleva el aura presurosa.

Así brilló un momento mi ventura
en alas del amor, y hermosa nube
fingí tal vez de gloria y de alegría.

Mas ¡ay! que el bien trocóse en amargura,
y deshojada por los aires sube
la dulce flor de la esperanza mía.

José de Espronceda.

domingo, diciembre 03, 2006

AMOR DE DRAGÓN


Amor de Dragón

Cuando los dragones se aman se desatan los maremotos, los volcanes lanzan un fuego endemoniado y los huracanes largan una furia que hace pensar que ha llegado el fin del mundo. Por eso a veces, para amarse sin molestar a nadie, vuelan hasta el cielo más alto, donde las estrellas casi están al alcance de la mano.
Y los dragones creen que el mundo queda en calma. pero se equivocan. Entonces caen rayos y centellas, el cielo parece desplomarse con truenos aterradores, las estrellas fugaces y los cometas de largas colas luminosas corren de un lado para el otro sembrando el pavor, y los tornados enfurecidos se tragan medio mundo.
O la luna o el sol parecen borrarse lentamente en el cielo y todos dicen que hay un eclipse, dando minuciosas explicaciones de cómo la tierra se coloca entre el sol y la luna o la luna delante del sol y etcétera etcétera.
Vanas explicaciones. Las dicen los que nunca miran bien. Si mirasen bien verían claramente la figura de dos dragones que se aman y que van tapando la luz de los astros según se acerquen o se alejen.
Cada vez que alguien piense que está llegando el fin del mundo sólo tiene que abrir los ojos de mirar bien. Los ojos grandes de mirar lejos. Y no creer en tonteras. Pero eso no es nada fácil.


Gustavo Roldán de su libro DRAGÓN

http://www.educared.org.ar/imaginaria/02/3/roldan4.htm

viernes, diciembre 01, 2006

DE MI CATARRO, MI TÍO POLO, ZP Y JB


DE MI CATARRO, MI TÍO POLO, ZP Y JB

Era campechano, amable, cariñoso, atento, por lo menos en lo que se refiere a la relación que tuvo conmigo, no demasiada por cierto. Pero ya falleció mi tío Polo. Sin embargo estoy preocupado... Seguramente cualquier lector de prensa- o lectora para no irritar a la feminista de turno- persona atenta a la actualidad a través de los periódicos, internet, televisión o radio, conocerá la muerte, el pasado jueves día veintitrés, de un ex espía ruso llamado Alexander Litvinenko. Falleció envenenado por un isótopo radiactivo cuyo nombre es “polonio 210”. Inmediatamente se tuvo noticia de unos documentos o testamento político del fallecido, en los que se acusaba al presidente de Rusia, señor Putin, de ser el responsable de tan luctuoso y criminal desenlace. Luego, el jueves día treinta, la compañía de aviación British Airways, informó del hallazgo de rastros radiactivos en aviones con destino a Madrid y Barcelona. Bien. Pues ocurre que, aunque no he utilizado ningún servicio de la mencionada línea aérea, ni de ninguna otra, y, por lo tanto, las afecciones propias de una exposición dañina no se darán en mí por esas circunstancias- me he enterado de los efectos y una dosis de polonio 210, incluso en cantidades ínfimas, es pasaporte suficiente para acudir al otro barrio de ingerirse, respirarse o entrar en contacto con la sustancia a través de una herida- es imposible que un servidor remonte el vuelo, nunca mejor dicho, de su salud. Las pociones que corresponde utilizar en estos casos y los protocolos de sanación que se conocen, están dando resultado negativo. Y tanto es así, que sospecho de mi buen tío... Resulta que Apolonio, “A- POLONIO”, quien no vivió hasta los doscientos diez años pero tuvo veintiuno, debió desarrollar defensas contra este mal. Lo padecería, sí, como su mismo patronímico indica, y solo como portador. De ahí que, pues era cariñoso como dije, quizás con las babitas intercambiadas en un beso, esas que uno se relame sin darse cuenta, incapaz él de contener los efectos del veneno desde su organismo, bastara para producir algún tipo de contagio: el causante del ahora muy difícil restablecimiento al que me veo abocado. Cuando los de Wolswagen sacaron el modelo Polo nada me hizo pensar que la calidad de los transportes que desde ese momento utilizara fuera a ser cual el antojo de mí tío, es cierto. Mas, en esta ocasión, ya que el polonio es soluble y el Polo, me refiero al coche, no al helado ni a mi familiar, si se disuelve pierde toda utilidad, se comprenderán mis inquietudes... En fin, dicho esto, urge evitar la venta de otras partículas radioactivas en droguerías y demás establecimientos del ramo, como se expende el mata ratas. Y para lograr el éxito y el aplauso inmediato, nada mejor que la intervención profesional de 007, todavía jugándose los euros en un casino de la cadena ROYAL. Precisamente en estas lides se verá la auténtica dimensión diplomática de ZP, amiguísimo como es de Tony Blair. Tal vez, gracias a los oficios del “premier británico”, en contacto con “M” o con “Monypenny”, conseguir los servicios de JB cueste menos de lo que parece. Eso sí, como unos intrépidos cómicos y faranduleros que se llamaron COMANDO TEATRAL decían, JB ON THE ROCKS: porque unos traguitos tal y como está el mundo, diga lo que diga la ministra de sanidad, en zonas reservadas para el botellón o en locales de consumo de toda la vida, nunca vienen mal.