sábado, marzo 31, 2007

18 DE FEBRERO


Suponiendo mejor una imagen que todos los discursos, algodones de azúcar para las nubes a la entrada de la casa que San Pedro guarda, a trazo firme dentro de una viñeta. Es lo tradicional, la ternura en trazo fino, limpio, discreto, deseándole el cielo a la persona que se ha ido para siempre. Porque importa poco, salvo que la espiritualidad sea determinante de todo acontecer en la vida, si el que se marcha cree o no, si el que se queda agitando su bobo pañuelo de amargura, piensa en la Vida que vendrá. Es el bien, el descanso, la oportunidad balsámica de transmitir de manera modesta parte del mucho amor que hubo. Lo dibujan, cuando las personas alcanzaron prestigio, artistas que bromean con la actualidad a sueldo en un periódico, y lo intentamos, también con la palabra, los que alguna vez, desde los andenes de la estación término hemos de despedirnos de alguien queridísimo… Pero me pregunto si te pondrán las alas al llegar dónde los ángeles y surtirán en ti los efectos que correspondan con toda naturalidad: ¡anda que si resultan de quita y pon!... Quisiera saberlo porque lo de volar no te hacía mucha gracia y cada vez que te entristecías, que te disgustabas, que desaparecía de tu rostro ese amplio ventanal de luz que era tu sonrisa, cesaba la dorada bendición del sol. Eran sombras en Zaragoza y cenicienta tez para el resto del mundo. Y no me gusta la idea de considerar los días de lluvia como efecto de un nuevo dolor tuyo. Uno de tantos de los que te acompañaron, de los que yo no te supe aliviar. Porque nunca te convencí de tu inocencia, nunca de lo que no era culpa tuya. Fuiste siempre tan exigente contigo, llevaste tan lejos tu generosidad, que no te bastó la compañía que diste, el buen humor, la ternura, la dedicación, no te bastaba amar sin límites. En todo suceso que te tuvo como participante, al final, por unas cosas o por otras, siempre quisiste ver la paja y la viga en tu propio ojo. A mí me diste tanto que habré de vivir varias veces para tener la posibilidad de compensarte. Un día quise ser tu compañero y siempre fui tu amigo. Tu amigo y tú mi amiga, Margarita. Margarita que fue a París un día y regreso con los Campos Elíseos en los ojos. Margarita que hizo su jardín del mar en una cajita reuniendo las arenas y conchas que le traje de mi Cantábrico. Margarita a carcajadas, Margarita alegre por las flores, Margarita en un solo beso y en mil. Y, Margarita, ahora que ya no te abrazaré más, ahora, sólo puedo hacer lo que creo resulta más brillante de entre lo que sé hacer. Y lo hago. Y me sabe a poco. Muy poco para lo que tú mereces. Muy poco para lo que te hubiera gustado oír que te contara y no te conté. Muy poco para las oportunidades de que me contaras y yo dejé pasar… ¿Ves? Al final todos somos iguales. También estoy inconforme con la parte que me toca de nuestra relación. También creo que, igual que a ti te sucedió con otras personas, pude haberte dado más, mucho más. Porque era de ley, de humanidad en el mejor sentido de la palabra, que así fuera… Que te fuiste, que te has ido, aunque sea noticia que me dan a las puertas de abril, no me choca porque durante todos estos días llamé a tu puerta y solo el eco electrónico de la indisponibilidad respondía. Lo temí y acabo de recibir confirmación de ese viaje que nadie queríamos y del que no regresarás. No obstante, como el poeta dijo, rezo ante ti allí donde te hayas sentado para leerme: “A las ladas almas de las rosas/del almendro de nata te requiero,/ que tenemos que hablar de muchas cosas,/ compañero del alma, compañero”… Compañera, Margarita, amiga mía, AMIGA

VIOLETA




Ha llegado el final de la siesta y las dudas del clima se han resuelto. Llueve sin contemplaciones. Llovió por etapas durante la mañana y el principio de la tarde, pero ya es un hecho. Llueve con calma, sin agobios, pero llueve sin ánimo de poner fin a la humedad que se precipita... No está mal, sobre todo cuando la temperatura del cuarto es acogedora, la radio "informa y entretiene" y escribo pensando en tí. Por cierto, para los lectores todos, como es primavera, encontré este soneto...




VIOLETA




Por Antonia Álvarez Álvarez



Aromada de amor, dulce y discreta,


escondida en la hierba y vergonzosa,


nace al sol de febrero que la esposa,


semioculta al abrigo de una grieta.



Eremita sin dueño y sin maceta,


humildemente bella y olorosa,


viene envuelta en verdor y es mariposa


que aletea en los versos del poeta.



Ramillete de añil, flor de lo umbrío,


pincelada de cielo y de dulzura


sin aderezos casi, ni atavío.



Hoy puse en un jarrón tu esencia pura


para empaparme en toda tu hermosura


y soñarte alhajada de rocío.




viernes, marzo 30, 2007

LOS DE LA TABERNA DEL NUEVE


Según cuentan los cronistas del barrio, al ser demolida la Taberna de El Nueve durante los bombardeos de la guerra, cuatro tipos que frecuentaban el local, adoradores del tinto y tahúres como ellos solos, salieron de entre los escombros dando gracias a Dios y a la Virgen, que se les había aparecido. Años después, con la reconstrucción y el ensanche, levantaron sobre aquellas ruinas una iglesia que se alzó en honor de Nuestra Señora Madre del Número Nueve. Encargaron a un artista local recreara en una tela la imagen sagrada, pieza de culto que se expuso desde entonces en sitio destacado tras el altar mayor, y la fecha del día del milagro fue declarada fiesta de la patrona del barrio. Sin embargo, de aquellos santos varones se perdió la pista...

Treinta años después, con menos feligreses que nunca, la parroquia estaba abierta un jueves como otro cualquiera: niños de catequesis e incluso jóvenes de un grupo de teatro aficionado…

- - -

Ellos eran cuatro. Los mismos de siempre… Bueno, los mismos, cuarenta años juntos y puntuales a la cita.

-Mus… así que es cosa del cura. Pues él verá, nos expulsan de todos los bares…

-Dios no nos quiere arriba…

-Y el diablo prefiere otra carne para las calderas...

-Mus hasta mi compañero.

-Mus...

-No hay mus...

- - -

Tocaban a misa de siete y media y las cigüeñas regresaban a sus nidos desde el campo…

-Entonces, ¿la mistela?... dos a grande

-Queremos

-¡Bah! ¿Y cómo vamos a regar el gaznate?... paso a chica.

- - -

El cura- párroco de Santamaría del Número Nueve, accedió de mala gana.

-Pero chico, aquí no hay nadie. No es hora de confesar y no hay nadie.

-Señor cura yo le juro… le prometo que les escuché aquí, y gritaban, ¡órdago a pares!

-Pues ya lo estás viendo, majete: el vino de consagrar se lo pimplarán otros.

-Pero yo no, señor cura…

-Vamos, anda, anda…

- - -

En el templo, a esa hora, sólo las luces del sagrario iluminaban el silencio

-Ya se marchan…

-Dos de envite a grande, la chica en paso…

-¡Y se lleva la garrafilla el condenado ministro!

-Peor para él porque vamos a mearle la casulla… y tres de treinta y una…

-¿Podemos hacer eso?

-¡Coño, si podemos meterlo, podemos sacarlo!

- - -

Otro jueves, de una semana cualquiera, se cerraban las puertas del Centro Comercial Número Nueve. Si fue culpa del Obispado que cedió por una muy buena suma de dinero el edificio y los terrenos de la vieja iglesia, o imposición municipal, poco importaba. Al fin y al cabo, desde lo de “la meada de media semana”, acudían a la parroquia tres o cuatro familias tan solo: la noticia de los orines misteriosos sobre las ropas de la sacristía del templo surtió los efectos de preocupación, desconfianza y abandono que terminaron de liquidar lo que era una feligresía de siempre pobre en número… Lo cierto es que en aquella nueva “catedral” antes de escucharse, procedentes de alguno de los campanarios que quedaban en la ciudad, los toques de la misa de siete y media, cuatro desarrapados venidos de no se sabe dónde, quizás dispuestos, como los gitanos custodian las obras, a guardar a su modo aquel basto recinto, aparecieron sin dejarse ver: les convenía templar sin dar susto alguno. Además, se trataba de un trabajo nocturno, ideal para borrachos que piensan serlo durante toda la vida.

-Y para toda la muerte… envido nueve…
-Queremos…

jueves, marzo 29, 2007


Ser conscientes de lo que somos y de lo que podemos es algo que se consigue con cierto sosiego. Firmes ante el horizonte por más que la línea avistada sea destino imposible. Llegar es producto de seguir en marcha...


LA PALABRA (2001)


Por José María Muñoz Quirós


Venturoso

quien pueda sentir en el camino

el paso sosegado

de quienes precedieron

su andadura en el tiempo,

de quienes

en el vaso del amor antes fueron

pasión y yugo, noche,

llama ardorosa y fruto.

Venturoso quien sepa

dónde se esconde el día

tras la noche y sus goces,

tras el silencio del cristal

que augura

transparencias más hondas.

Y siempre venturoso sea

quien reconozca en el vivir

el florecer del labio

al pronunciar palabras

nunca dichas.


(De Las palabras del tiempo, 2001).

miércoles, marzo 28, 2007

TIEMPOS MODERNOS


QUIEBRA

Llovía. Llovía. Llovía. Escampó. Llovía. Y, de pronto, llegó el cambio climático: la fábrica de paraguas tuvo que cerrar


PROGRESO.

Llovía. Llovía. Llovía. Escampó. Llovía. Y, de pronto, llegó el cambio climático. En la fábrica, conforme a lo previsto, se dispuso lo necesario para el inicio de la transformación de paraguas en sombrillas.


DESLOCALIZACIÓN

Llovía. Llovía. Llovía. Escampó. Llovía. Y, de pronto, llegó el cambio climático. En la fábrica, conforme a lo previsto, se dispuso lo necesario para el inicio de la transformación de paraguas en sombrillas. Pero fue al tiempo de recibirse un estudio confirmando la disminución de costes si se trasladaba el emplazamiento fabril a determinado país asiático. Como quiera que el estado elegido comprendía un territorio de clima muy lluvioso, los paraguas continuaron paraguas a pesar del cambio climático: “¡Viva la exportación, se clamó en el comité de empresa!”


OPA

Llovía. Llovía. Llovía. Escampó. Llovía. Y, de pronto, llegó el cambio climático. En la fábrica, conforme a lo previsto se exportaban paraguas al extranjero, allí donde los temporales hacían imprescindible su uso. Fue cuando una empresa del sector alimenticio, en pleno proceso de diversificación de capitales hizo una Oferta Pública de Adquisición sobre la fábrica, y los accionistas, al cabo del tiempo, sufrieron la crítica del ministerio de la salud por sentarse a la mesa del gran capital con intenciones de exclusiva opulencia: devorar hamburguesas hasta reventar: ¡¿Y los costes sanitarios de la obesidad?!

martes, marzo 27, 2007

CUANDO GOBIERNE EL PAR CON UN PAR


Cuando gobierne el PAR, Partido de todos los Románticos, se registrará la auténtica paridad y no será una parida de ley. El amor lo solucionará todo. El amor verdadero, el de los que salen a la calle con la bandera de San Valentín y se licuan axilas abajo recitando versos de anónimo, ese prolífico autor de infumables cuya poética se desconoce. Corín Tellado ocupará el sitio que merece elevada a los altares y encabezará las listas de éxitos literarios. Las telenovelas se contemplarán con la misma devoción que un Sevilla- Betis de fútbol y los espacios de corazón incidirán en el romance desde su misma consecución a la boda, sucesos natalicios, aniversarios y demás etapas de la carrera comercial a la que se seguirá llamando matrimonio. Unión denominada igualmente como hasta ahora para homosexuales y lesbianas, dado que lo amoroso es para todos o para ninguno: o sea, a lo hecho pecho; sin silicona a ser posible. El color rosa chicle predominará en las colecciones de moda de todas las pasarelas del país. Maria Teresa Fernández de la Vega, además de indiscutible trabajadora, resultará simpática y Mariano Rajoy se entregará en cuerpo y alma a la consecución de la “maglia rosa” disputando el Giro, pues es conocida su afición ciclista. Zapatero y Jiménez Losantos se buscarán las partes blandas como cuando salieron al encuentro de los revolucionarios los agentes del orden- bien es verdad que drogados- en CONGRESO DE FUTUROLOGÍA de Stanislaw Lem: “¡Por el amor de Dios, detente! ¡Te quiero!... Las OPAS serán sapo, ranita que recibirá besos de parte de las Compañías casaderas convirtiéndose en príncipe de los accionistas pronto a dar el sí. Los jueces y fiscales se sucederán majestuosos en las exhibiciones a las que de lugar, “Pero Mira Quien Dicta Sentencia” a la vez que los diputados que fueron Nacionalistas o de Izquierda Unida, arrepentidos, acudirán a las plazas y jardines para reconciliarse con la urbanidad y la decencia proclamando al modo “pancartero”: “¡INSULTADNOS, SOMOS UNOS PROVOCADORES!*”. En eso se parecerán a ZP y el líder de la COPE. Otegui se dedicará a viajar de aeropuerto en aeropuerto comisionado por el Estado para saber lo que se siente al acudir a las citaciones judiciales sabiendo de antemano que extraviarán su equipaje. Ibarretxe repudiará la patada en los cojones de la que fueran partidarios sus seguidores y compañeros de partido como método de diálogo, sobre todo si la ha de recibir un militante socialista del Foro de Ermua, para asumir la corona de laurel a la hora de cocinar los nuevos acontecimientos políticos: “Dad al Lehendakari lo que es del Lehendakari”, repetirá, eso sí, con una encantadora sonrisa de cariñosísimo pedigüeño. Polanco aparecerá con unos tirantes a lo Manuel Fraga- verdaderamente rojigualdos y sin trazas de republicanismo alguno- a fin de reconciliarse con los falangistas del PP. Todo el mundo querrá casarse con todo el mundo y la ministra de Medio Ambiente- de la mitad- se las ingeniará con ingenieros para conseguir agua que alimente las naranjas: sin naranjas no hay amor porque el público, los ciudadanos y ciudadanos, y más si son románticos, buscan su media naranja constantemente. El llamado Proceso de Paz amén de la Alianza de Civilizaciones, serán defendidos por Moratinos, Aceves y Zaplana, interpretando a cuatro en Tele Cinco con Rubalcaba “La luna de miel”: " Nunca sabré cómo tu alma ha encendido mi noche,/nunca sabré cómo vino esta luna de miel./La luna brilla en tus ojos y con mi desvelo;/besa tu suelo, reza en tu cielo, late en tu sien./Nunca sabré por qué siento tu pulso en mis venas,/nunca sabré en qué viento llegó este querer./Mi vida llama tu vida y busca tus ojos;/besa tu suelo, reza en tu cielo, late en tu sien./Ya siempre unidos, por siempre, mi corazón con tu amor./Yo sé que el tiempo es la brisa que dice a tu alma:/ven hacia mí, así el día vendrá y amanece por ti./La luna de miel**”… Cuando gobierne el PAR, Almudena Grandes, la escritora, habrá reconocido que, decir- como ella ha afirmado- “cada mañana fusilaría a dos o tres voces de la derecha española” es digno de alguien que debiera lavarse la boca con estropajo y el IMPAR, Iniciativa Por el Antiromanticismo, pretenderá el poder sin reparar en medios. Se descartan, bien es cierto, los que la Grandes atribuye al PP, la “gracia divina”, porque el triunfo de los solteros es bueno, deseable y agnóstico. Y, si se dijo, “Creced y multiplicaos”, nunca falta un Bart Simpsom dispuesto a proponer que sea por cero- uno menos uno- cifra resultante del divorcio. Así que sin contratos evitaremos vivir contritos y con ellos: ¿no es excelente el muchacho?

* De Congreso de Futurología por Stanislaw Lem
** Letra de Rafael de Penagos





REINA POR UN DÍA


La belleza es un supuesto de bondad atribuible a los seres, los objetos y la naturaleza en el que las modas tienen voz y voto. Luego cada observador identifica lo hermoso según el concepto que tiene de sí, las conveniencias sociales y el talante cultural forjado a lo largo de su vida. Por lo tanto, se discute en la barra del bar igual que en los cenáculos del arte, el valor de lo precioso y su enunciación. Tanto como para reclamar atención televisiva en función del gran cambio. El de los desafortunados “patitos feos” que nunca llegarán a cisne y, sin embargo, lo desean. Lo desean o alguien les convenció de una necesidad así… El caso es que, desde la noche del domingo veinticinco de este mes de marzo se puede ver en ANTENA 3 TELEVISIÓN, Cambio Radical, espacio presentado por la periodista Teresa Viejo. Un programa que, conforme a lo declarado al periódico 20 MINUTOS por quien fuera, entre otros cargos profesionales, directora de la revista Interviú, constituye “… una adaptación del formato estadounidense Extreme makeover, en el que quienes necesitan un cambio de imagen, bien por motivos físicos o psicológicos, lo obtienen con ayuda de un equipo de especialistas. Pero incorporamos el momento feliz del reencuentro de estas personas, ya transformadas, con su familia. Es una lectura feliz de ese instante”… De modo que la democratización e imperio de los guapos, está al alcance de una lotería: premio a los capaces de superar el filtro de selección correspondiente. Seguro, digo yo, un cedazo cuyos agujeros de criba serán de una dimensión equivalente al deterioro objetivo del aspirante, en combinación con el juego que pueda dar en pantalla su biografía y las de familiares y amigos. Por otra parte, entretenimiento, espectáculo, morbo y sentimental reportaje humano, para los que entiendan que una cosa así está muy bien y, objeto contratante del negocio de traficar con la propia vida, a la vista de los que pensamos en esta nueva diversión, lejos de lo que podría denominarse divulgación sanitaria, como en una variante de “telemercado” en la que se vende a precio de vivencia lo que ni siquiera en el dominio de la ficción es cierto. Porque, al margen de toda valoración moral: ¿les explicarán a los “participantes”, como llama la periodista Viejo a quienes aspiran a transformar sus vidas por este medio, que ser como los bellos y bellas de turno, cuesta dinero, mucho, mucho dinero? ¿Y que lo conseguido hoy, si no se mantiene recurriendo a los mismos especialistas u a otros, no solo esteticistas cirujanos, sino dermatólogos, cosméticos, peluqueros, sastres o diseñadores, como ahora se dice, no vale nada? ¿Sabrán que sin mantenimiento este teatro, en el más repugnante sentido de la palabra teatro, es como esperar a que den las doce para salir en busca del carro que se convertirá en calabaza? Un fraude para el que no sé si estarán preparados estos títeres de la golosina insustancial a no ser que, como sus gemelos de la nueva “telerealidad” enseguida paseados por toda cloaca de la cosa rosa, esperen un destino así o el de ser elevados a la categoría de comunicadores y periodistas en las mismas ratoneras. Pero esto es cual se anuncia y se preocuparán lo justo: a la postre lo que cuenta es el número de primos que consuman el tiempo de su ocio, la audiencia, que, de ser número suficiente, dará para nuevas y lacrimógenas versiones neumáticas de aquel viejo programa que se llamó REINA POR UN DÍA.

lunes, marzo 26, 2007

TE LEVANTAS Y ES LA GUERRA


El lunes tiene de imposibilidad en lo que respecta a un pausado retorno a lo cotidiano, tanto como para generar animadversión... O no...



Te levantas de la cama y es la guerra


Por Roger Wolfe


Suena el teléfono. Manolo. Me comunica
que le han dejado un ojo como un plato.
En una fiesta —cosas que ocurren, me dice,
cuando uno se divierte. Algo
que, como ya se sabe, no gusta demasiado
a la mayoría de la gente.
Que si salgo, me pregunta.
Estoy trabajando. Escribo este poema,
fumo, escucho a la vecina, que otra vez
se ha puesto en pie de guerra con el crío,
la merienda, los tebeos, la leche. Pienso
que no me importaría nada ser el personaje
de ese libro que hay sobre la mesa.
Podría al menos
conocer New York, coger el metro, disparar
la Browning, romper todos los dedos de las manos
a aquellos que más odio.
Le digo que no puedo. Me atenazan
el alquiler, las moscas, el verano,
la ciudad, la gente, los semáforos.
Pero que si quiere puede pasarse por mi casa.
Bajaré a por unas latas, hay tabaco.
Charlaremos.


domingo, marzo 25, 2007

PEDRO EL CHULO


Pedro, el chulo


Por Zalín de Luis


Son las siete de la mañana. El bar está lleno. La hora del desayuno es el momento del día de más trabajo. Todos los clientes tienen prisa. Se han despertado con las sábanas pegadas, queriendo hacer sangre a la almohada. Acuden al bar con la hora justa, pero suficiente, para tomar un café. Los camareros saludan, comentan a vuela pluma la última noticia sobre el fútbol, dan órdenes a la cocina para que preparen panes tostados, bollería, salsa de tomate, mantequilla y mermelada para untar, también gritan raciones de churros, muchos churros, porras, y alguna que otra pieza de fruta, qué raro, ¡¡¡una pieza de fruta!!! Debe ser la comanda de alguna de las chicas de la peluquería. Una comanda de dieta, sana, sin duda alguna. Está claro que para esta batalla de detalles, tazas, vasos, idas y venidas, hay que valer, y en hostelería, quien para esto sirve, quizás no sirve para otras funciones, aunque sean más simples. Pedro es ágil, rápido, solícito y tiene una memoria capaz de retener todas las combinaciones posibles para servir el café. No es labor pequeña. Es el empleado idóneo que, además, sabe mantener las distancias con el cliente, pues conversa y anima, pero pasando por encima de las cosas, levemente, sin ofender. Sin ofender conversando, que quede claro, porque Pedro ofende con el silencio y luego da la puntilla con una frase, como los chulos auténticos, como quien torea. Ofende con gestos y frases cortantes, ofende cuando le viene en gana, pues el albedrío de un chuleta es muy complicado. Esa es la única pega que se le puede hacer a Pedro, que es un chulo complicado, no le basta con la chulería ordinaria, la del común cuando nos salimos de tono. Había que haberle visto el pasado lunes, día aciago debió de ser. La barra estaba llena. Los clientes con prisa. Entró Mariano, policía, cliente habitual, correcto, educado y discreto. Buscó un hueco en la barra donde poder acodarse. Pidió su café. Pedro ya sabía como lo tomaba. Su petición se confundió en el aire con otras frases, otras peticiones, saludos, comentarios, en fin, no debió de oírle, pues Pedro pasó de largo hacia el otro extremo de la barra, sin fijarse en nada ni nadie. Pasó de nuevo, y Mariano le volvió a pedir el café, sin más, sin dar importancia al olvido, dadas las circunstancias. Regresó Pedro al cabo del rato, aun sin saludar, sin fijarse en él, regresó, digo, y le sirvió dos cafés. ¿Para que traes dos cafés? Yo sólo quiero uno, dijo Mariano, sin acritud, pero extrañado. De ninguna manera, Mariano, tu me has pedido dos cafés, que lo que escuchado perfectamente, y ahora te los vas a tomar. Dijo Pedro, el camarero chuleta, más o menos el día antes de dejar de trabajar en el bar.


sábado, marzo 24, 2007

ESTUDIO DE PIANO EN RONDA


Pintan oros y el firmamento está de acuerdo: la última pulsión invernal se olvida y la primavera ejerce. Es sábado. Durante la madrugada, primeras horas del domingo, se cambia la hora. Y la vida sigue...


Estudio de Piano en Ronda


de Andrés Trapiello



Un mundo empieza a retornar

por la reja abierta.

Aplazados sonidos, yunques

de platero por el claro

callejón de luna.

Aún imperfectos, la noche

de vosotros se llena,

haciéndose más honda.

Poco a poco, el tableteo

de un lejano simón

va alcanzando notas.

Cuando se han perdido

los pasos del caballo,

suena la tapa del piano,

cerrando un empedrado

que alguien riega.

viernes, marzo 23, 2007

LA ESPERANZA SÓLO SE PIERDE AL FINAL


La esperanza sólo se pierde al final


Por Jaime López


La corriente les arrastró hasta un diminuto islote mientras flotaban en el único resto del accidente; una caja de madera en la que, según sus elucubraciones, había botellas de dulce bourbon.Una vez en tierra, entre los dos consiguieron forzar la tapa, con la esperanza de encontrar un medio de enviar mensajes, y de paso, otro de embriagar la espera.Pero en la caja sólo había boomerangs.


jueves, marzo 22, 2007

EL HOMBRE Y EL AGUA


Aún está por terminar el día cuando escribo lo que se lee y es fecha para recordar el agua en todo el mundo. El agua que da la vida, que la amenaza, que resulta objeto de disputa y origina odios. El agua...



EL HOMBRE Y EL AGUA


Por Joan Manuel Serrat


Si el hombre es un gesto

el agua es la historia.

Si el hombre es un sueño

el agua es el rumbo.

Si el hombre es un pueblo

el agua es el mundo.

Si el hombre es recuerdo

el agua es memoria.

Si el hombre está vivo

el agua es la vida.

Si el hombre es un niño

el agua es París.

Si el hombre la pisa

el agua salpica.

Cuídala

como cuida ella de ti.

Brinca, moja, vuela, lava,

agua que vienes y vas.

Río, espuma, lluvia, niebla,

nube, fuente, hielo, mar.

Agua, barro en el camino,

agua que esculpes paisajes,

agua que mueves molinos.

¡Ay agua!, que me da sed nombrarte,

agua que le puedes al fuego,

agua que agujereas la piedra,

agua que estás en los cielos

como en la tierra.

Brinca, moja, vuela, lava,

agua que vienes y vas.

Río, espuma, lluvia, niebla,

nube, fuente, hielo, mar...



Letra de la canción del mismo nombre incluída en el disco UTOPÍA

miércoles, marzo 21, 2007

ESA HORMIGA


Sin otro propósito que no fuera el de empujar y empujar, topa la ola contra el acantilado y, al cabo del tiempo que sea necesario, triunfa. Es una fuerza natural. Tan repleta de futuro como la que despierta en este tesoro breve de Max Aub...




Esa hormiga


Por Max Aub

Esa hormiga odiaba al león. Tardó diez mil años pero se lo comió todo, poco a poco, sin que él se diera cuenta.

martes, marzo 20, 2007

HORIZONTE


Martes de temporal, de chubascos de nieve, incluso de nostalgia. ¿una buena chimenea? Regresemos a los clásicos con una propuesta de horizonte con otro rigor y otra luz...


Horizonte


de Antonio Machado



En una tarde clara y amplia como el hastío,

cuando su lanza blande el tórrido verano,

copiaban el fantasma de un grave sueño mío

mil sombras en teoría, enhiestas sobre el llano.


La gloria del ocaso era un purpúreo espejo,

era un cristal de llamas, que al infinito viejo

iba arrojando el grave soñar en la llanura...

Y yo sentí la espuela sonora de mi paso

repercutir lejana en el sangriento ocaso,

y más allá, la alegre canción de un alba pura.


lunes, marzo 19, 2007

LA RANA SABIA




LA RANA SABIA




Por Miguel Ibáñez de la Cuesta




Durante mucho tiempo me dediqué a la observación con paciencia de pescador. Anotaba, registraba, medía, comparaba. Mi intención era la de llegar a confirmar o modificar, según el más escrupuloso método científico, la hipótesis inicial.
La institución que me subvencionaba estaba muy interesada en el resultado final de mis trabajos. Ellos venían cada poco tiempo a preguntarme, yo les enviaba informes con regularidad y ellos me los devolvían con nuevas cuestiones que yo a mi vez integraba en mi investigación.
A diferencia de otras instituciones, ellos nunca me negaron recursos, dinero ni apoyo material. Mis colegas me envidiaban. Yo mismo me daba envidia, si me veía a mí mismo con cierta distancia, como si yo fuera otro (eso no es problema para mí: soy un científico).
Mi único problema apareció con el tiempo, y estaba muy relacionado con el tiempo, precisamente, si entendemos que el tiempo es como una flecha bien dirigida que debe ir a parar a algún sitio (eso tampoco es problema para mí: soy un científico bien orientado).
La perplejidad —que no me molesta mientras sea una sobria costumbre, un moderado hábito de asombrarse, y no un vicio— me empezó a inquietar cuando me di cuenta de que a cada nuevo descubrimiento mío ellos respondían con una nueva pregunta. Cada vez que yo, honradamente, daba por terminada mi investigación, ellos la reiniciaban con nuevos objetivos, nuevas metas, a veces absurdas o infantiles, como si quisieran prolongar mi estudio indefinidamente, y sólo por gusto, porque sí, porque no querían que se acabara aquel amor eterno entre el científico y su institución protectora.
Poco a poco —lo confieso— me fui percatando de que el objeto de la investigación era yo: mis reacciones, mis entusiasmos, mis decepciones.
Cada vez que yo les comunicaba mis avances, que yo creía importantes, ellos anotaban sus observaciones sobre mis estados de ánimo. Es posible que ellos mismos me hayan facilitado los descubrimientos que llegué a hacer, así como me han impedido que llegara a hacer otros, sólo con el fin de estudiar mi frágil psicología.
¿Qué debo hacer ahora? ¿Renunciar? ¿Denunciar?
Durante mucho tiempo lo estuve dudando. Por una parte me vencía la indignación. Por otra parte vivía bien, tenía dinero y no me faltaba prestigio.
Ahora ya sé lo que voy a hacer. Seguiré observando. Seguiré anotando (soy un científico que no sabe ser otra cosa).
Por una parte, soy consciente de no ser más que una rana para ellos. Por otra parte, una rana que se sabe manipulada ya es algo más que una rana.
A partir de ahora, mi campo de estudio es infinito: además de mis viejos objetos de investigación me incluye a mí, incluye a los que me estudian a mí, e incluirá algún día —no puedo pensarlo sin sentir un frisson d´horreur— un punto central desde el que todos los observadores son observados por alguien que a su vez es observado...


sábado, marzo 17, 2007

DESDE DÓNDE DESDE CUANDO


Sin música pero con letra, no de la que es preciso inculcar con sangre, letra de la buena, fetén, letra de Sabina... de Joaquín.



DESDE DÓNDE DESDE CUANDO


Desde el acantilado de la página en blanco,

desde el malabarista, desde el escalofrío,

desde los pensionistas de la cola del banco,

desde el canto del cisne de un número vacío.


Desde las ecuaciones que no piden permiso,

desde las ambiciones que no ambicionan nada,

desde las tentaciones, desde los compromisos,

desde los barbitúricos, desde las almohadas.

Desde un espejo insomne con lengua de lagarto,

desde el sello de Franco del novio de Fabiola,

desde el zumo de anfetas con peligro de infarto,

desde el solo de humo de una trompeta sola.


Desde el culo de vaso de un corazón miope,

desde el aniversario del gato de mi gata,

desde el agua bendita de limón con sirope,

desde un diente de oro con caries de hojalata.


Desde el pan con aceite del mantel de fulano,

desde el damnificado por el fado de Oporto,

desde las escaleras de incendios del verano,

desde un confesionario con pantalones cortos.


Desde los olivares de la oración del huerto,

desde las despedidas a la hora de acostarse,

desde un paraguas cojo varado en el desierto,

desde el ayer más lejos que pueda recordarse


viernes, marzo 16, 2007

LOS NADIES


LOS NADIES


Por Eduardo Galeano


Sueñan las pulgas con comprarse un perro y sueñan los nadies con salir de pobres, que algún mágico día llueva de pronto la buena suerte, que llueva a cántaros la buena suerte; pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy, ni mañana, ni nunca, ni en lloviznita cae del cielo la buena suerte, por mucho que los nadies la llamen y aunque les pique la mano izquierda, o se levanten con el pié derecho, o empiecen el año cambiando de escoba.

Los nadies: los hijos de los nadies, los dueños de nada.

Los nadies: los ningunos, los ninguneados, corriendo la liebre, muriendo la vida, jodidos, rejodidos:

Que no son, aunque sean.

Que no hablan idiomas, sino dialectos.

Que no profesan religiones, sino supersticiones.

Que no hacen arte, sino artesanía.

Que no practican cultura, sino folklore.

Que no son seres humanos, sino recursos humanos.

Que no tienen cara, sino brazos. Que no tienen nombre, sino número.

Que no figuran en la historia universal, sino en la crónica roja de la prensa local.

Los nadies, que cuestan menos que la bala que los mata.

jueves, marzo 15, 2007

EXPERIENCIA




La experiencia exige. Y, a veces, tanto...




EXPERIENCIA




La experiencia


consiste


en intentar que el pájaro regrese


desde el extremo opuesto de la noche


y pose su cansancio


sobre tu abierto pecho adolescente.


Lo tomas en las manos,


lo acaricias,


extraes de sus alas todo el viento


y mientras él se entrega


a lo innombrable,


tú te dejas volar.


Es fácil la experiencia.


Lo difíciles dar con el momento


que te permita asesinar al pájaro


sin morir a su ladode tristeza.




OSVALDO POL (Argentina)

martes, marzo 13, 2007

CIRUELOS EN CASTILLA LO ANUNCIAN


Me entero que se llama ciruelo. Ciruelo mirobolán, en español, y en latín prunus cerasifera o prunus myrobolana. Es un árbol originario de Asia Central y los Balcanes, de hoja caduca. Tiene las flores blancas, de cinco pétalos, antes en las ramas que las hojas, durante los meses de marzo y abril. Y ofrece frutos rojos y amarillos, más gruesos que las cerezas, de sabor dulce. Quedé al corriente, cómo no, tras intensa consulta con el señor GOOGLE. Un tiempo de búsqueda que resultó rentable hasta el punto de proporcionarme el verdadero nombre de la primavera. Porque “ella”- la estación climatológica- oficialmente o no si se consideran fechas y solsticio, tomó las calles de mi barrio, por lo menos a mis ojos, felizmente alba cuando la tarde del martes y trece de este mes de marzo estaba en todo su esplendor: entonces un desfile de leñosos abanderados saludaban con la encalada corola de sus flores al tráfico de chóferes y peatones propio de la Avenida del Ejército a esas horas. Una eclosión festiva que invitaba a desligarse de compromisos y obligaciones, a clausurar la jornada de trabajo y ralentizar todo actividad para contemplar con sosegado gozo el triunfo de la naturaleza. No fue así y la ciudad continuó con su pulsión de todos los días puesto que sólo la violencia indeseable es capaz de suspender lo previsto de lunes a viernes. Impresionará superlativamente la floración de los cerezos en Extremadura y tal vez diera lugar a alguna conmoción, pero no nos concedemos privilegios cuales los dichos a pesar de lo mucho que se requiere de compromiso y conservación ecologista al ciudadano. Merecemos un planeta mejor y tiempo para alegrarnos de la maravilla. De la cercana y de la lejana, sobre todo si se piensa que la globalización puede traernos bondad e inteligencia… Me refiero a la costumbre japonesa de ver las flores. Ellos, como los paisanos del valle del Jerte, celebran, desde finales de marzo a primeros de abril, “la puesta de largo” de los árboles dichos y llaman a esa fiesta HANAMI*: ver las flores. Una excusa para “hacerse natural” siquiera por las horas que se le consiga hurtar a los engranajes de producción que constituyen nuestra muy moderna vida… El caso es que esos voluntarios de la belleza me reconciliaron con el tiempo y sólo una cierta amargura, un mal sabor de boca resultante de la insatisfacción que me producía reconocerme ignorante, hizo las veces de pequeñísima piedra molestamente alojada en el zapato. Valía lo percibido por todos los festejos invernales que quedaron atrás y era confirmación de la proximidad de las lilas, de las margaritas, de las amapolas en los campos y de la pasarela del amor de las rosas en la Rosaleda. Pero heme allí sin voz con la que designar el privilegiado anticipo de luz y color que será necesario aprovechar antes de que los fuegos del estío rindan calcinándolo, todo atisbo de poesía. Luego, ya al anochecer, concluida la “empresa” de la que daba cuenta al inicio de este aserto, Puedo decirlo otra vez. La primavera llegó. Llegó, lo proclamo como los ciruelos: disfrútese y no se dejen pasar los días sin una oportunidad para detenerse y respirar al mismo ritmo que lo hace La Tierra.

VEN EN EL VIENTO


Ir o venir, será lo mejor marchar. Que hacía ya mucho tiempo, tú lo sabes. Y como este camino es fiesta, a dos días vista, lo celebro ya. Quien debe tiene que estar al tanto lo estará al leer esto, pero el poema es mejor...


VEN EN EL VIENTO


Por Julia Uceda


En el lagar pequeño de mi mano

zumo de esquilas y naranjos tengo.

La vida se derrama por mis brazos.

Ven en el viento.


En el ala sombría de mi nuca rumor

de algas y de voces dejo.

Te abrirán los caminos de mi alma.

Ven en el viento.


Largos suspiros pasan. Me sacuden.

Y mis hojas son pájaros huyendo.

El tiempo va de huida y pisa y tala.

Ven en el viento.

lunes, marzo 12, 2007

¿POR QUÉ EL BUHO SÓLO SALE DE NOCHE?


Comenzamos una nueva semana y, en vez de pisar el acelerador a fondo, optamos por la prudencia... Sigue un relato tranquilo originario de la tradición japonesa...

¿POR QUÉ EL BUHO SÓLO SALE DE NOCHE?

Hace mucho, mucho tiempo, había un búho que trabajaba de tintorero. Todos los pájaros acudían a él para que tiñera sus plumas de los colores más inverosímiles. El búho era tan bueno en su trabajo, que todos los pájaros estaban encantados con él. Todos excepto el cuervo, que estaba tan orgulloso de su plumaje blanco inmaculado que despreciaba su trabajo.Pero un día, cansado de tanto blancor, el cuervo se acercó al búho y le dijo:- Tiñe también mis plumas, pero de un color único, nunca visto en un ave.El búho pensó mucho antes de decidir qué color usar y, finalmente, se decidió por el negro. - Ahora tus plumas son de un color como no se ha visto antes en el cielo - dijo el búho después de haber terminado su trabajo.Cuando el cuervo se dio cuenta de que sus plumas eran totalmente negras, como si estuviera cubierto de hollín de la cabeza a los pies, se enfadó muchísimo. Pero ya no podía hacer nada, así que se tuvo que resignar. Y a partir de entonces todos los cuervos son negros.Pero aunque se resignaron, nunca perdonaron al búho. Cada vez que le ven, se le echan encima y, si pudieran, acabarían con él. Es por eso que los búhos decidieron dormir de día y salir a cazar de noche, cuando los cuervos están durmiendo y no corren peligro de ser atacados.


http://www.casaasia.es/GestorPeticiones?aplicacion=infantil&origen=cuentos&destino=ficha_cuentos&codigo=88


http://www.casaasia.es/GestorPeticiones?aplicacion=infantil&origen=home_infantil&destino=cuentos

domingo, marzo 11, 2007

CASIDA DE LA ALTA MADRUGADA


A veces uno se levanta de la siesta con el regusto ansioso de una noche de verano. Luego se da cuenta que ni siquiera llegó la primavera pero el deseo no sabe nada de almanaques...


Casida de la alta madrugada


de Félix Grande



Cuando te acuerdes de mi cuerpo

y no puedas dormir

y te levantes medio desnuda

y camines a tientas por tus habitaciones

borracha de estupor y de rabia

en algún lugar de la Tierra

yo andaré insomne por algún pasillo

careciendo de ti toda la noche

oyéndote ulular muy lejos y escribiendo

estos versos degenerados.

sábado, marzo 10, 2007

SUPERAGENTE 86


Célebre por sus desatinos, y a pesar de ellos, Smart contiene a Kaos desde Control. Son los años de la Guerra Fría y, terminada la misión, calza su “zapatófono” de nuevo: la conferencia ha sido imposible porque el número al que llamaba resultó ocupado, sin cobertura o fuera de servicio. Perplejo el Jefe y arrobada Noventa y Nueve, la espía deseada por otro insigne colega, Mortadelo- harto de correr esquivando los porrazos, berrinches y caprichos de la siempre excesiva Ofelia- contemplaban el adiós de Maxwel quien concluye los treinta minutos de cada capítulo de su vida a pie por los pasillos de la salida secreta más famosa de la tele en blanco y negro: cabina de teléfonos afuera y una sucesión de puertas que van cerrándose a su espalda, máximo dos hojas, cual si la forma de caminar del Superagente constituyera el dispositivo que las activara para impedir todo paso. Naturalmente unas suben, otras bajan, aparecen como cortina de izquierda a derecha y de derecha a izquierda o, sujetas a ambos lados, coinciden en el centro. Y, precisamente una de esas, de las dichas, la última, se obstina en desobedecer. La música suena triunfante y el héroe ha de retroceder convencido de su gesto. Basta con ir- “si se tiene que ir se va, que no es por no ir”*- para resolver el contratiempo tecnológico. Pero acudir supone exponerse y si se avanza así puede ocurrir lo no por desconocido más hilarante. ..

Sea como fuere, con la perspectiva de hoy mismo, en pleno debate acerca del cambio climático, es bueno que se sepa: Don Adams, el actor, y no otro es quien sufre la presa de sus narices con la puerta.


*”Muletilla” cómica del dúo Cruz y Raya

viernes, marzo 09, 2007

CALMA


Regresan las nubes. Se habían ido con la tempestad y están aquí, de nuevo, nada novedosas pero tranquilas. Y eso es importante también para iniciar un fin de semana: estar en un entorno apacible...


CALMA


A Luis Buñuel


¿Dónde se acaba el mar?

¿Dónde comienza el cielo?

Los barcos van flotando.

o remontan el vuelo?


Se perdió el horizonte,

en el juego mimético

del cielo y de las aguas.


Se fundió el movimiento,

en un solo color

azul, el azul quieto.


Se funden los colores;

se apaga el movimiento.


Un solo color queda;

no existe barlovento.


¿Dónde se acaba el mar?

¿Dónde comienza el cielo?



Por José María Hinojosa.

jueves, marzo 08, 2007

MARZO Y LA AUTÉNTICA PARIDAD


Gracias a Lewis Carroll y a Antonio Gala

El Sombrerero fue el primero en romper el silencio.
--¿Qué día del mes es hoy?—preguntó. Dirigiéndose a Alicia
Se había sacado el reloj del bolsillo, y lo miraba con ansiedad, propinándole violentas sacudidas y llevándoselo una y otra vez al oído.
Alicia reflexionó unos instantes.
--Es día cuatro, dijo por fin.
--¡Dos días de error!—se lamentó el Sombrerero, y, dirigiéndose amargamente a la Liebre de Marzo, añadió--: ¡Ya te dije que la mantequilla no le sentaría bien a la maquinaria!
--Era mantequilla de la mejor –replicó la Liebre muy compungida
--Si, pero se habrán metido también algunas migajas –gruñó el Sombrerero—No debiste utilizar el cuchillo del pan.
La Liebre de Marzo cogió el reloj y lo miró con aire melancólico: después lo sumergió en su taza de té, y lo miró de nuevo. Pero no se le ocurrió nada mejor que decir y repitió su primera observación.
--Era mantequilla de la mejor, sabes.

Luego, la Liebre de Marzo recordó el viejo dicho: “Febrero loco y marzo otro poco”. Lo que confirmaba la locura del Sombrerero, calidad de ser y oficio que no por nada rimaba con el segundo mes del año. Se miró el ombligo y empezó a repetir como una letanía: “marzo trae las hojas y noviembre las despoja; marzo, los almendros en flor y los mozos en amor; en marzo la veleta, ni dos horas se está quieta; el viento marzal, implica fuerte temporal”... Claro, fue terminar la frase y comenzar el huracán: se cayeron los balcones en Salamanca, cerraron el Retiro de Madrid por derrumbe de los árboles que la Baronesa Thyssen no quiso se talaran frente a su museo, prendiéronse fuegos en Castellón y el ferry PRYDE OF BILBAO tuvo que esperar en alta mar una noche antes de atracar en el puerto de Santurtzi con más de seiscientos pasajeros a bordo.

- Era mantequilla de la mejor- dijo la Liebre de Marzo

Y el Sombrerero: “El 6 de marzo de 1927 nace el escritor colombiano Gabriel García Márquez, premio Nobel de Literatura en 1982; El 22 de marzo de 1832 muere el escritor alemán Johann Wolfgang Goethe, autor de Fausto (1819), de la novela Los sufrimientos del joven Wherther (1774), Poesía y verdad (1811-1833), entre otras obras; el 22 de marzo de 1842 muere el escritor francés Henry Beyle, llamado Stendhal; el 23 de marzo de 1547 nace el escritor español Miguel de Cervantes Saavedra, considerado el creador de la novela moderna; el 26 de marzo de 1892 fallece el poeta estadounidense Walt Whitman, autor de Hojas de Hierbae; el 29 de marzo de 1892 nace la poetisa argentina; el 31 de marzo de 1914 nace el poeta y escritor mexicano Octavio Paz, premio Cervantes en 1981 y Nobel de Literatura en 1990.

Entonces, Alicia, enojada, exclamo: “¡¿Y el ocho de Marzo?!”

-A eso respondo yo- dijo Antonio Gala asomando desde la Tronera que instalaron en El Mundo para él: “... Hay individuos (hombres y mujeres) superiores a otros. La comunidad tiene obligación de utilizar los mejores. Siempre que se dejen. Y quien dice sexo, dice religión, raza u otra minoría. Quien rige es la razón.”







miércoles, marzo 07, 2007

DE LA CARPA A LA CELDA


Anuncian el Circo Mundial para este fin de semana y regresa Miss Aurori triunfante. La reina del “más difícil todavía” se impondrá como protagonista estelar de un espectáculo ecuestre- “cuestre lo que cuestre”, que dirían Les Luthiers, estos días haciendo reír al público madrileño- si es que el indiscutible monarca al que temen domadores y payasos, emperador de la selva, y sus hermanos, lo permiten. Porque en los carteles que se han distribuido por la ciudad a modo de propaganda se lee: LEONES MOTORISTAS. Y una función así, pensando en el grado de fiereza de las fieras más feroces, más aún que los Hayden, Jorge Lorenzo, Álvaro Bautista, Pedrosa y Rossi, a punto también de iniciar su brutal disputa como centauros contemporáneos girando por los circuitos de su propio circo, y de la destreza de la que sean capaces a pesar de su condición animal- los leones- es primer plato en toda mesa popular. Cual si se convocara a un Madrid- Barcelona de fútbol a la vez que comienza un campeonato de patinaje artístico. Y me pregunto si el número de los felinos terminará por ser tan predecible como las artes curativas de esa Bruja que ha sido absuelta de un delito de estafa del que se la acusó tras asegurar que sanaría a un enfermo terminal, desahuciado por la medicina, Cobró a tales efectos, claro, y puesto que al fin finalizó el finado, sus deudos reclamaron a la autoridad al creerse objeto de fraude. Pero, igual que no se pueden pedir peras al olmo, exigir a la magia lo que está fuera de su alcance es como invertir en macetas pensando que, con la oportuna simiente de por medio, acontecerá uno de esos espectaculares “pelotazos” en el negocio inmobiliario. Claro que de la justicia se puede esperar todo, como bien se sabe en estos días. La última es la pena menor que el fiscal pide se imponga a un pederasta al que se puede contemplar- filmación mediante- monstruoso e indecente satisfaciéndose al vejar a niños de pecho, casi lactantes. Se alega la falta de resistencia por parte de los niños, abominación que parece atenerse a la ley y, aunque se considerarían ganas de llevar al límite de sus exactos términos la norma, no se debe ocultar que la culpa es del legislador. Pues, si los parlamentarios de uno y otro color atendieran a lo que realmente importa, en vez de conducirse como chavales en patio de colegio en multitud de ocasiones, las consecuencias de tanto desastre seguramente se minimizarían. De modo que se espera lo que no se oculta es plausible aguardar de un reclamo publicitario circense, nada asombra el fracaso de lo triunfante sólo cuando el Santo de turno obra milagros, y el desentendimiento de otra cosa que no sea su propio interés al que nos tienen acostumbrados los políticos, es bastante predecible. Predecible, en fin, como empieza a serlo el ser humano. Como lo es cada día más en tanto en cuanto la ciencia progresa, avanza con paso firme en su afán de explicar nuestro cerebro: además de haberse detectado sin error el pensamiento de un ser humano cualquiera, ya, conocer la decisión a tomar antes de que ese mismo individuo, hombre o mujer, la tome tampoco es dificultad. Es como adelantó el escritor P. K. Dyck en uno de sus cuentos y luego Spielberg en la película basada en la obra del mismo nombre: MINORITY REPORT. En el relato, la policía, mediante unos videntes, averiguaban con razonable margen de tiempo, dónde, cuándo y por quien se iba a cometer un crimen… ¿Hay que pensar que somos entonces predecibles, controlables, prisioneros? ¿Cómo los leones motoristas?

martes, marzo 06, 2007

LA PRÓXIMA SEMANA HABLAREMOS DEL GOBIERNO


A la memoria de José Luís Coll.



Algo se quiebra dentro del ser, al menos a mí me sucede, cuando la emoción aflora. Late el sentimiento y el lagrimal, duela o alivie, mana cual afluente que se sorprenderá siendo río al poco. Yo digo que la belleza en grados de intensidad sin cuantificación, pues a cada uno incumben los propios límites y medidas, hace daño. Todo lo llena, hace rebosar los sentidos y la grieta es desgarro. Mas, cual obra tantas veces la naturaleza, el llanto es un arco iris que nos reconcilia con lo más humano de la humanidad, en el mejor sentido de las palabras. Y sostengo que los payasos, los cómicos, la gente capaz de zarandearnos porque saben que en algún lugar de nosotros mismos se aloja una mariposa de humor que habrá de escaparse por entre nuestros labios, quienes nos hacen reír, merecen respeto, admiración y gloria. Mejor en vida, pero si se fueron, esperemos que no porque sería admitir el olvido, para preservar su compañía, el nombre y la virtud de sus actos, nunca puede dejar de rememorarse lo que supusieron en la historia de los nacidos de vientre de mujer. Éstos como los prestidigitadores, conocen el camino que han de transitar para hallarnos desprevenidos y nunca declararán su secreto. Incluso conocen como repetir el sortilegio para resultar igual de hilarantes y felices: tanto como para amenazarnos con ello y rendirnos muertos de risa a sus pies. Por eso les amamos. No con el agobio quinceañero que se nutre de la histeria, sino con la pública inclinación de cabeza, saludo que pudiendo interpretarse como de pleitesía es honor a uno de los que promueven la bondad también tras su deceso… Sé que gestos así ya no se llevan, pero es que quien redacta es muy antiguo… El caso es que, pueden tanto, que, algunos no se ciñen a una especialidad determinada. Su arte es magnífico sea por escrito, mediante el lápiz de dibujo, de viva voz en la radio, de medio cuerpo o de cuerpo entero filmados para aparecer en la pantalla grande o universales estrellas popularizadas por la televisión. Pueden tanto que, pintados o no los rostros, basta que cambien el gesto para que nos entristezcamos con ellos o, siempre, nos detengamos a reflexionar pensando que además lograremos el premio de una nueva enseñanza. Pueden tanto que, aunque murieron los Marx, Cantinflas, Bob Hope, Jack Lemmon, Mihura, Jardiel Poncela, Charlie Rivel, Fofó, Tono, Gila y Tip, Luís Sánchez Polack, su compañero de tantos años, ahora, desde alguna tribuna en esa otra vida que no se sabe pero que podemos imaginarnos, José Luís Coll hará una demostración para demonios y tropas celestiales reproduciendo cualquiera de las carambolas de las que gustó sobre las mesas de billar y sujetará con sus manos una jarra y un vaso presto a traducir del francés “macarrónico” tan habitual en los discursos del genial Tip, las instrucciones para llenar el recipiente pequeño con el agua contenida en el grande. Todo antes de salmodiar a una con el “enorme” valenciano: LA PRÓXIMA SEMANA HABLAREMOS DEL GOBIERNO.

lunes, marzo 05, 2007

EL VOLADOR




EL VOLADOR

Marcial Fernández

Apagó el televisor y la guerra contra el mal estaba declarada. Pedrito iba a ser el primer niño Superhéroe. No obstante, para ello tenía que volverse diestro en el arte de volar, acción que en realidad no presentaba mayor problema, pues tan sólo consistía en saltar al vacío desde el séptimo piso de donde vivía y extender los brazos como Clark Kent cuando se convierte en Supermán. Así que Pedrito abrió la ventana de su habitación. Miró a la banqueta. Padeció vértigo. Dudó un instante; lo pensó dos veces. Sin embargo, valerosamente se arrojó al precipicio. Y "voló al cielo", según dice su epitafio.

http://www.ficticia.com/cuentos/elvolador.html

domingo, marzo 04, 2007

LOS HE VISTO EN EL CINE


Primer domingo de marzo. Aquí día de sol antes de que el sol clausure el periodo de luz correspondiente. Sopla el viento, las nubes empiezan a arropar los cielos y el poeta declama...


LOS HE VISTO EN EL CINE


Por Jaime Sabines


Los he visto en el cine,

frente a los teatros,

en los tranvías y en los parques,

los dedos y los ojos apretados.

Las muchachas ofrecen en las salas oscuras

sus senos a las manos

y abren la boca a la caricia húmeda

y separan los muslos para invisibles sátiros.

Los he visto quererse anticipadamente, adivinando

el goce que los vestidos cubren, el engaño

de la palabra tierna que desea,

el uno al otro extraño.

Es la flor que florece

en el día más largo,

el corazón que espera,

el que tiembla lo mismo que un ciego en un presagio.

Esa niña que hoy vi tenía catorce años,

a su lado los padres le miraban la risa

igual que si ella se la hubiera robado.

Los he visto a menudo

-a ellos, a los enamorados-

en las aceras, sobre la yerba, bajo un árbol,

encontrarse en la carne,

sellarse con los labios.

Y he visto el cielo negro

en el que no hay ni pájaros,

y estructuras de acero

y casa pobres, patios,

lugares olvidados.

Y ellos, constantes, tiemblan,

se ponen en sus manos,

y el amor se sonríe, los mueve, les enseña,

igual que un viejo abuelo desengañado.

sábado, marzo 03, 2007

BANDERAS


Pocos son, pero todavía se engalanan balcones los días de fiesta. Digo que se hacía más con pendones, y, no sé si es que cambian las costumbres o existe el temor de la coincidencia, así te vistes, luego eres así, pero empieza a ser complicado advertir tal manifestación en las fachadas de los edificios urbanos y rurales. Sí, y debe ser porque se ha agudizado el axioma según el cual quienes portan una bandera constitucional, una bandera de España, es simpatizante o fiel ejecutor de las ideas de derechas. Tanto que, conforme a esa razón, el arquitecto, quizás el aparejador, el jefe de obra o demás encargados de las labores que viene haciendo posible el edificio de Bienestar Social que se construye cerca de mi domicilio, deben ser partidarios de don Mariano Rajoy. ¿Por qué? Pues, lo explican al admitir que se enarbola una enseña española cuando sucede lo que en términos de albañilería se llama “cubrir aguas”. Se enarbola o se enarbolaba, que, como la celebración de las balaustradas a la que aludía al principio, ya extraña comprobar los usos dichos. De modo que, si un edificio está del todo techado y por tradición flamea el blasón “rojigualdo” la fiesta del ladrillo es del PP. Quienes simpatizan con la izquierda preferirían la utilización oficial de la bandera republicana y la “otra” es sólo atribuible a las hordas conservadoras que el Forges pinta en sus dibujos con aspecto de señor calvo, orondo y gafas de sol negrísimas. Pero que nadie se engañe. Las banderas son instrumentos carentes por sí mismos de todo otro predicamento que no sea atribuible, en realidad, a quienes hacen uso de ellas. Es en función de lo comúnmente decidido, de aquello en lo que un grupo está de acuerdo, que sirven las banderas como símbolo. “Nosotros somos de una condición, de un sentimiento, afines a esta idea y, todos a una, hacemos camino distinguiéndonos así”, se dice. Sin embargo, es patente que no hay razones, ni estandartes bajo los que permanecer en paz y persuadidos de trabajar por un bien común. Legales sí, pero, en España, nada que nos aglutine ciertamente. Es verdad que ante las cámaras de televisión, durante un partido de la selección nacional- o estatal- de fútbol, se ven agitados multitud de pabellones y da la impresión de haberse suspendido el encono por obra y gracia de los “galácticos” del momento. Luego, terminado el festejo, se olvida lo que fue ilusión de noventa minutos o unas pocas jornadas en el caso de haber sido el resultado del encuentro favorable a los intereses del balompié patrio. Lo demás son cuentos en el peor sentido de la palabra, como en aquel poema de León Felipe. Incluso el “amigo español”- seguramente por ello estigmatizado cuantas veces tuvo que escuchar este trato- el independentista Carod Rovira, cual fue denominado durante su reciente visita a la India, prescindió de toda divisa a fin de evitar incidentes diplomáticos. Así que no está bien portar un guión o ser usuario de gallardetes en actos o manifestaciones públicas. Los de la izquierda te tomarán por facha monopolizador de un emblema que es de todos- ellos, precisamente por ser de todos la tienen a buen recaudo no sea que se desgaste- y los de la derecha, si no la vistes de ropa interior- o la llevas impresa en los tirantes como Fraga- lo tienen claro: eres un rojo indeseable que persigue sin cesar el regreso de la República. El caso es que con las banderas también se juega y se manipula, y bajo ellas se cobijan acontecimientos atroces. En los cines estos días puede comprobarse mediante dos películas extraordinarias dirigidas por Clint Eastwood: BANDERAS DE NUESTROS PADRES y CARTAS DE IWO JIMA son los títulos. Asunto de dos bandos. Como dos bandos hay aún en España.

jueves, marzo 01, 2007

1 DE MARZO DE 2007: OTRO DÍA DE LA VERGÜENZA


No deseo la muerte de nadie. Nunca la deseé. Sin embargo la clausura de cierto tipo de existencia, su cese, sobre todo si es voluntario acontecer o inevitable ley de vida, tampoco provocará mi luto. Por lo tanto, el criminal confeso, justamente condenado y, a punto de concluir la pena que se le impuso, sin trazas de haberse arrepentido de las atrocidades que le llevaron a prisión, determinado a poner fin a su vida si no se cumplen las exigencias personales que correspondan, podría, por mi parte, ir solicitando la presencia de la Parca mejor ahora que luego. Es el caso de esa broma macabra con aspecto humano que fue bautizado Ignacio De Juana. Alguien de quien uno se reiría a gusto sino fuera porque el absurdo de su presencia en este mundo ha creado tanto dolor. Y, probablemente no seré alguien partidario de la vida, como afirma que sí lo es ese campeón de la infamia y farsante que se llama Alfredo Pérez Rubalcaba, portavoz que fue del gobierno de los GAL. No lo seré porque la vida de un asesino que se reafirma en el desprecio por la sangre cobardemente derramada me importa un pito. No lo seré porque creo que bestias como la nombrada sólo merecen un calabozo insalubre hasta el fin de sus días: justo lo que no sólo no va a tener, sino que ni siquiera cumplirá la condena a la que ha sido condenado en su totalidad. Y no lo seré porque no me creí aquello de exigir un “gobierno que no nos mienta”- como si existiera un gobierno de pulcritud ética digna de exposición- igual que no me creo ahora a un gobierno opaco informativamente y nada más operativo cuando los vientos soplan según su propio interés. Y no me creo a un gobierno que cede a la extorsión. Un gobierno que se reviste de humanitarismo por empecinamiento en unas negociaciones, en un proceso que hace poco se cobró dos muertos. Un gobierno que cede a las exigencias de un militante de aquello que precisamente más aborrece: ¿o acaso no es este cabrón- como lo denominó Rodríguez Ibarra- un exponente de lo más alejado de la paz, de lo opuesto a la legalidad internacional?... Así que, considerando además que los familiares de los asesinos empiezan a tener el mismo peso que las victimas o sus allegados, ya que me repugna tal exaltación, declaro ser un irredento fascista incapaz de la piedad y sus valores. Ser un tipo que, como no comulga con las ruedas de molino sobre las que se desliza el entramado gubernamental, como no admito su intervencionismo, ni la constante exhibición de valores que critica en los que no se arrodillan a su paso, me rapo la cabeza de martes a martes y canto el Cara al Sol en la intimidad. Al fin y al cabo, bíblicos los de ZP a pesar de su anticlericalismo, son de los que aseguran que o se está con ellos o contra ellos y los que disienten no merecen- no merecemos- el agua, como el enemigo. Digo que un presidente de gobierno como el actual, a todas luces responsable de una ignominia que viene a coronar los Cien Años de Honradez que ya se desgajaron por tantas cosas durante los gobiernos de Felipe González, solo será refrendado en las urnas si triunfan los que vienen tras cada metedura de pata de Rodríguez y su pandilla pregonando la mierda ajena para justificar la defecada por el actual ocupante del Palacio de la Moncloa. Y si eso supone que se diga de mí que bebo en las barbas del señor Rajoy, dígase. Y si se aduce que le pongo velas a Aznar, que santifico a Bush, que no sé decir NUNCA MAIS ni NO A LA GUERRA, allá los que, de todas formas, por no concluir de acuerdo a las consignas de los que mandan, mantendrán que crispo. Dígase, y luego, cada cual que se quede con su propia imagen ante el espejo. Igual muchos no pueden sostenerse la mirada de vergüenza.

ACEDIA


ACEDÍA


Después del quinto martini, en la espléndida terraza del penthouse de Jack Nicholson, una joven pareja con la que me he cruzado cerca de veinte veces en la última hora me ofreció un más que interesante cóctel de anfetaminas. No pude negarme ante tan generosa invitación, sobre todo, si se considera la inminencia del amanecer y mi creciente vacío de viudo y abandonado. ¿Viudo y abandonado, o viudo o abandonado? Ambos planteamientos son correctos, pero el primero es más preciso. Dramático, no cabe duda, aunque esto no cuente con mayor explicación, pues a esa hora sólo interesa hallar un buen rincón para dormir o copular bajo la Luna. Bien, después del quinto martini, llegó el supercóctel y luego mi sexto martini. Faltaba tan poco para que amaneciera y todo fuera distinto –desde mi última noche de excesos–, que no me quedó más remedio que pedirle a Jack, mi mejor amigo estadounidense, que me prestara sus anteojos oscuros. Y no sólo me los prestó, sino que además me los puso (y antes los limpió con una punta de su camisa que olvidó esconder debajo del pantalón). El amanecer, el cóctel dejando mi cuerpo como Hiroshima tras el bombazo, y los anteojos de Jack, el gran Jack, viejísimo amigo. Hasta que el amanecer fue lo que es para nosotros, los noctámbulos empedernidos: una abstracción, el símbolo del comienzo, el interruptor del ascensor, la esperanza que nos sugiere un psicoanalista de ciento veinte dólares por cincuenta minutos sin bostezar. Luego miré hacia el este algo fortalecido, di tres pasos y me encontré por vigésima segunda vez con la pareja simpática. Ella reía como Ronald MacDonald mientras me regalaba la semidesnudez de su glorioso cuerpo (ágil, claro, impasible y sutil) y él celebraba obsequiosamente mis gestos lúbricos con más grageas tipo M&M. Seguí caminando hacia la baranda de la espléndida terraza que sólo un tipazo como Jack puede tener y recordé súbitamente un filme de Roger Corman. En éste, Jack, que hacía de húsar o algo parecido, descubre un terrible secreto del personaje que yo interpreto. Luego él va cabalgando a un acantilado y… Desgraciadamente, mi memoria falla en los detalles, pero hay algo que él me dice, que él me dijo al entregarme los anteojos. La película se borra, el guión se diluye en el babélico diálogo de la fiesta exclusiva del extraordinario Jack Nicholson. Quiero llegar al borde y acabar con el maldito día. El Sol me derrite, mientras todo me fastidia. Lleno mi boca con las grageas de M&M y soy nuevamente un gran monstruo innominable que los sobrevivientes de la fiesta van reconociendo. Nada menos que Boris Karloff, el genial Karloff, quien solía sembrar pesadillas en blanco y negro con sus caracterizaciones y ahora vomita su olvido en technicolor y tiene demasiada flojera para volver a ver el fondo de la calle.


©José Donayre