TELEGRAMAS DE VERANO 8
Desde la playa. Cuatro
En ocasiones la ausencia de luz, el ocaso, e incluso la manifestación lumínica originada por la mano del hombre- o de la hombra, ministra Aido- embellece o confiere atractivo a todo lo evidentemente horroroso visto en cuanto el sol despunta. Es el caso del conglomerado al que llaman urbanización y es espanto de ladrillo encalado alzado a la derecha o a la izquierda según entramos o salimos de la villa. Esos diamantes ambarinos sembrados por calles y domicilios hacen leve el malestar que ha de monopolizar el ánimo de cualquier sensibilidad justo cuando el amanecer descubra sus verdades. Ahora he de contar cinco noches antes de obtener un beso nuevo. Tal vez sea lo que cuento parte del verano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario