TELEGRAMAS DE VERANO 11
Desde la playa. Siete
Es la víspera. O está a punto de finalizar. En horas las 49 edades de ALASALAMAR. Probablemente con la alegría aparejada de otra derrota jugando al INTELECT- ella cada vez más Nadal yo cada vez más Federer, o eso quisiera- pero con campanillas de felicitación cuando el día se haga jornada completa. Sonará el móvil aunque no como atronaba la banda del KARAOKE, anoche, antes de recibir toda la pus originada en la garganta de un individuo que no podía dormir. Cierto, no faltaba más, que certera pulsión de ira contra quienes se creyeron los cuarenta y tres tenores a pura saturación de decibelios... Sonará mientras me reafirmo en la idea tantas veces comentada. A la mala educación de la gente se le une la creencia de que por alquilar una vivienda en verano, en un lugar turístico, se acaba de adquirir la totalidad de la plaza. Piensan los dichos cafres que, como pagan, tiene derecho sobre todo y a todas horas. Lo peor, me temo, es que llegará el día de las cincuenta edades de ALASALAMAR y todo habrá cambiado para que siga igual… El mar por lo menos sigue igual de apasionante que desde los inicios del mundo. Y los besos de ella, aunque con pullitas valoradas en triple tanto de palabra, inmejorables. He dicho
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