domingo, febrero 07, 2010

ROL DE CENIZA


Pasa. Deja, si quieres, en ese cuenco tus lágrimas. La habitación tiene rincones de sobra, lo digo por si quieres acurrucarte en cualquiera de ellos: hay sitio para todos. Yo voy a preparar unos abrazos tibios... sí, por la temperatura, no por la intensidad. Tengo ganas de darte a entender, de una vez y para siempre, que no soy hostil a tu presencia. Elijo vivir todos los días y la satisfacción de que sea así trae aparejado cierto lugar, cierto tiempo, molestias y ecos amargos que no por indeseables dejan de ser parte de la misma existencia. Por eso te acepto. Te acepto siempre y cuando evites reprocharme la sal... Sabes que no uso colorete, que preciso de poca luz- digo la necesaria- para casi todos mis actos y que seguirán igual de acaudalados o no los dueños de la pirotecnia respecto de lo que pueda demandarles en el caso de darse la celebración misma. Así que, bendita mi casa que es de vosotras dos también: salgo a la ventana y veo que se acerca mi novia. Podéis quedaros porque, da igual con qué clase de luna se den, los besos serán tan inevitables como que un día habremos de morir.

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