jueves, enero 31, 2008

PURA SETA 100%


PURA SETA 100%


Por Jáime López



Hoy he visto, en el escaparate de una tienda de confecciones regentada por una familia china, un vestido de mujer del que colgaba un cartelito que decía: "Pura seta 100%".
Mi primer pensamiento, lógico supongo, ha sido que se habían equivocado y que realmente querían decir pura seda. Pero luego, he pensado que, tratándose de chinos, el error lógico hubiera sido poner pula seda. Sin embargo, a pesar de que la prenda en cuestión era de corte oriental, y que, como he dicho, los dueños del comercio son chinos, nada en la etiqueta indicaba que la persona que la fabricó fuera china. Se trataba de un simple cartoncito blanco con la inscripción en letra negra de imprenta.


Por lo tanto, el artífice del error podía ser de cualquier nacionalidad. ¿Sería un español, impresor de etiquetas, que, aburrido quizá por la monotonía de su trabajo, prestó poca atención al escribir el texto? Sería lógico pensar esto si hubiera puesto sesa o sefa, que son dos errores sencillos de cometer por la posición de las letras en un teclado, pero seta, hay que escribirlo adrede. Claro que, también podría tratarse de una broma. Y si no, ¿qué nacionalidad debe tener uno para que al hablar español sea un error lógico decir pura seta en lugar de pura seda? ¿Alemán? Podría ser; seda pronunciado por uno de ellos sonaría más bien seta. Además, los Alemanes también fabricaran etiquetas, digo yo.


Pero, ¿y si el cartel estaba bien escrito y realmente había sido confeccionado 100% con seta pura? La cultura y las tradiciones chinas son en gran medida desconocidas para nosotros, al menos para mí. ¿Por qué no va a estar confeccionado un vestido con setas prensadas? ¿No hacen papel con arroz? A lo mejor es una tradición milenaria. Y cuando llueve, las setas crecen y la prenda se hace impermeable. O si se rompe, aplicando humedad a la zona afectada, se regenera sola.


¿Y si el que fabricó la etiqueta, tuviera la nacionalidad que tuviera, dominaba nuestro idioma, pero estaba bajo los efectos de algún tipo hongo alucinógeno de buena calidad y el subconsciente le delató? Pura seta.


¿Y si los artífices del error fueran los propios dueños de la tienda, que lo cometieron a propósito para captar con él la atención del cliente hacia la prenda?


En cualquier caso, mañana entraré a preguntar.


Y, de paso, compraré el vestido



miércoles, enero 30, 2008

DÍA A DÍA


Día a día



Por Arturo Uslar Pietri



Decir que el tiempo es río es decir nada,

ni nace ni termina su corriente,

fluye desde horizontes infinitos

y seguirá, sin duda, hasta el olvido,

nacer nadie lo vio, ni le verá acabar,

en él flotamos por confusos trechos,

el tiempo de surgir y sumergirse

es el de nuestra vida, tan pequeña,

tan torpe, tan voraz, tan impaciente

que apenas nace y a morir empieza.

Feliz llamaban los antiguos vates

al que joven moría, eran los dioses

los que daban el don de no ir más lejos.

El fin siempre es temprano, cada día

es toda la vida en tiempo pleno,

no hay más que el hoy,

que este momento solo

en que conozco que estoy vivo y siento.

Cada día es el día y cada hora

es la única hora de la vida,

todo el ayer se fue en reminiscencia

y el mañana no existe todavía.

No llegamos a viejos, sólo somos

en la invariable vaguedad del ser,

los nombres son equívocos, las fechas

hacen inerte cuenta sin sentido,

no somos el de ayer ni el de mañana,

somos el de hoy apenas,

la vida empieza en cada amanecida

y la conciencia muere en cada noche.

Yo podría contar la historia vana

de una vida que acaso fue la mía,

pero que es tan ajena y tan extraña

ante esta hora en que me nombro y busco.

No se es viejo ni joven, se está vivo

y soy yo, el de hoy, quien hace el mundo

con mi mano segura o temblorosa,

con la errada visión que siempre tuve,

jugando el juego

de ausencias y presencias

que sólo para mí tiene sentido.

Todo está en ti, día que amaneces,

toda mi vida en mí sin sobra y falta,

como fue en cada hora ya contada,

como será en un siempre día a día.

martes, enero 29, 2008

EL SECRETO DEL ESCLAVO


EL SECRETO DEL ESCLAVO




Ayaz era el compañero y esclavo del monarca de Ghazna. Había llegado a la corte como un esclavo mendigo, y el rey le había hecho su consejero y amigo.Los demás cortesanos estaban celosos de Ayaz y observaban todos sus movimientos con la intención de denunciarlo por alguna falta, y así ver su caída. Un día, estos celosos cortesanos, fueron al rey y le dijeron:— Sombra de Alá sobre la tierra. Debes saber que, infatigables siempre a tu servicio, hemos tenido a tu esclavo Ayaz bajo minuciosa vigilancia, y que todos los días, tan pronto como se retira de la corte, Ayaz va a un cuarto donde a nadie se le permite entrar, pasa algún tiempo allí y después se dirige a sus propios aposentos. Tememos que este hábito suyo pueda estar relacionado con un secreto culpable: quizá trama algo para matar a su Majestad.Durante largo tiempo el monarca se negó a oír algo en contra de Ayaz, pero el misterio del cuarto cerrado le inquietaba, hasta que decidió que tenía que preguntarle a Aya. Un día cuando Ayaz salía de su cuarto misterioso, el rey, rodeado por cortesanos, apareció y ordenó que se le enseñara el cuarto.— No –dijo Ayaz.— Si no me permites entrar en el cuarto, desaparecerá toda mi confianza en ti como persona leal y de confianza, y en adelante nunca podremos seguir en los mismos términos.— Escoge –respondió el furioso conquistador.Ayaz lloró, y después abrió la puerta del cuarto dejando que entraran también los cortesanos. El cuarto estaba vacío. Todo lo que había era un gancho en la pared y del gancho colgaban un manto raído con parches, un bastón y un tazón de mendigar.El rey y su corte no pudieron comprender el significado de este descubrimiento. Cuando el rey pidió una explicación, Ayaz dijo:— Majestad, por años he sido tu esclavo, amigo y consejero. He tratado de no olvidar mis orígenes, y por esta razón he venido todos los días a este cuarto a recordar lo que fui. Yo te pertenezco, y todo lo que me pertenece a mí son mis harapos, mi bastón, mi tazón de mendigar y mis travesías por la faz de la tierra.


Popular hindú

lunes, enero 28, 2008

RUEDA DE BAILARINA


Escuché la canción de la que es parte la letra que ahora sigue hace mucho tiempo. Era la recreación que ANA BELÉN y VICTOR MANUEL hacía de una estupenda pieza original de Chico Buarque y Edu Lobo. En estos días me he acordado y, por eso...








RUEDA DE BAILARINA





Edu Lobo - Chico Buarque/1982





Traducción : Victor Manuel San José



BMG ESPAÑA 1986






Si averiguan bien todo el mundo tiene piojos


marca de viruela o vacuna


tiene escarlatina, lombrices o diarrea


en la bailarina no lo ves


No tiene granitos verruga o sabañones


ni falta de sentido, no le ves



Si investigan bien quien no se hace porquerías


no se baña cuando debía


todo el mundo tiene un pariente medio tuerto


en la bailarina no lo ves


Ni las uñas sucias


ni diente con comida


ni rastro de una herida no se ve



Si averiguan bien quien no tiene una legaña


o mas de una por la mañana


Hay enfermedades que nunca se confiesan


que en la bailarina no se ven


Miedo de subir puede


Miedo de Caer puede


Vertigo al vacío ante los pies



Confesando bien todo el mundo hace pecado


en cuanto la misa termina


Todo el mundo tiene un primer enamorado


en la bailarina no lo ves


Sucio tras la oreja, bigote de grosella


braguita un poco vieja no le ves




al padre tambien se le suben los colores


cuando el viento le alza la bata
Si investigan bien cuando hay aires que se escapan


no hay sospecha que ella pueda ser


Medias con tomates, sudor insoportable


pasado inconfesable no le ves


Si averiguan bien todo el mundo tiene piojos


en la bailarina no se ven





BMG ESPAÑA 1986




domingo, enero 27, 2008

AGUAFUERTE


AGUAFUERTE



Por Rubén Darío






De una casa cercana salía un ruido metálico y acompasado. En un recinto estrecho, entre paredes llenas de hollín, negras, muy negras, trabajaban unos hombres en la forja. Uno movía el fuelle que resoplaba, haciendo crepitar el carbón, lanzando torbellinos de chispas y llamas como lenguas pálidas, áureas, azulejas, resplandecientes. Al brillo del fuego en que se enrojecían largas barras de hierro, se miraban los rostros de los obreros con un reflejo trémulo. Tres yunques ensamblados en toscas armazones resistían el batir de los machos que aplastaban el metal candente, haciendo saltar una lluvia enrojecida. Los forjadores vestían camisas de lana de cuellos abiertos y largos delantales de cuero. Acanzábaseles a ver el pescuezo gordo y el principio del pecho velludo, y salían de las mangas holgadas los brazos gigantescos, donde, como en los de Anteo, parecían los músculos redondas piedras de las que deslavan y pulen los torrentes. En aquella negrura de caverna, al resplandor de las llamaradas, tenían tallas de cíclopes. A un lado, una ventanilla dejaba pasar apenas un haz de rayos de sol. A la entrada de la forja, como en un marco oscuro, una muchacha blanca comía uvas. Y sobre aquel fondo de hollín y de carbón, sus hombros delicados y tersos que estaban desnudos hacían resaltar su bello color de lis, con un casi imperceptible tono dorado.

sábado, enero 26, 2008

LOS NARANJOS


Son luz, sol y carne, ornamento y alimento por estas tierras, pero, en la voz del poeta...


LOS NARANJOS



Por Salvador Jacinto Polo de Medina



Pomos de olor son al prado
en el brasero de sol
estos naranjos hermosos,
que ámbar exhala su flor.
Perpetua esmeralda bella,

5

donde, en numerosa voz,
mil parlerías nos canta
el bachiller ruiseñor;
entre cuyas tiernas hojas
las flores que abril formó


10


de estrellas breves de nieve
racimos fragantes son.
Metamorfóseos del tiempo
que, en dulce transformación,
hará topacios mañana


15


los que son diamantes hoy,
a cuyas libreas verdes
dan vistosa guarnición
ramilletes de cristal,
fragantísimo candor.


20


Rico mineral del valle,
adonde franco nos dio
oro el enero encogido;
plata el mayo ostentador.




De ACADEMIAS DEL JARDÍN




viernes, enero 25, 2008

CUENTOS Y CHASCARRILLOS ANDALUCES


Me he adentrado en la biblioteca. En la Biblioteca Virtual Cervantes. Uno de esos lugares en el que la información suma, el conocimiento crece y, como en este caso, hay una oportunidad pàra sonreir. Hace poco tuvimos aquí otra pieza suya y hoy, perteneciente a una colección de textos que ilustran la risa en la literautra española, de DON JUAN VALERA...



CUENTOS Y CHASCARRILLOS ANDALUCES




Milagro de la dialéctica




De vuelta a su lugar, cierto joven estudiante, muy atiborrado de doctrina y con el entendimiento más aguzado que punta de lezna, quiso lucirse mientras almorzaba con su padre y su madre. De un par de huevos pasados por agua que había en un plato escondió uno con ligereza. Luego preguntó a su padre:
-¿Cuántos huevos hay en el plato?
El padre contestó:
-Uno.
El estudiante puso en el plato el otro que tenía en la mano, diciendo:
-Y ahora, ¿cuántos hay?
El padre volvió a contestar:
-Dos.
-Pues entonces -replicó el estudiante-, dos que hay ahora y uno que había antes suman tres. Luego son tres los huevos que hay en el plato.
El padre se maravilló mucho del saber de su hijo, se quedó atortolado y no atinó a desenredarse del sofisma. El sentido de la vista le persuadía de que allí no había más que dos huevos; pero la dialéctica especulativa y profunda le inclinaba a afirmar que había tres.
La madre decidió al fin la cuestión prácticamente. Puso un huevo en el plato de su marido para que se lo comiera; tomó otro huevo para ella, y dijo a su sabio vástago:
-El tercero cómetelo tú.





LAS GAFAS




Como se acercaba el día de San Isidro, multitud de gente rústica había acudido a Madrid desde las pequeñas poblaciones y aldeas de ambas Castillas, y aun de provincias lejanas.
Llenos de curiosidad circulaban los forasteros por calles y plazas e invadían las tiendas y los almacenes para enterarse de todo, contemplarlo y admirarlo.
Uno de estos rústicos entró por acaso en la tienda de un óptico en el punto de hallarse una señora anciana que quería comprar unas gafas. Tenía muchas docenas extendidas sobre el mostrador; se las iba poniendo sucesivamente, miraba luego en un periódico, y decía:
-Con estas no leo.
Siete u ocho veces repitió la operación, hasta que, al cabo, después de ponerse otras gafas, miró en el periódico, y dijo muy contenta:
-Con estas leo perfectamente.
Luego las pagó y se las llevó.
Al ver el rústico lo que había hecho la señora, quiso imitarla, y empezó a ponerse gafas y a mirar en el mismo periódico; pero siempre decía:
-Con estas no leo.
Así se pasó más de media hora; el rústico ensayó tres o cuadro docenas de gafas, y como no lograra leer con ninguna, las desechaba todas, repitiendo siempre:
-No leo con estas.
El tendero entonces le dijo:
-Pero ¿usted sabe leer?
-Pues si yo supiera leer, ¿para qué había de mercar las gafas?




jueves, enero 24, 2008

MEDITERRANÍA


MEDITERRANÍA



Por Ramón García González



Si alguna vez no sintiera
frente a mis ojos el mar.
Si no pudiera soñar
despierto por su ribera.
Si mi tumba no tuviera
tierra de su litoral...
dejaría el manantial
de mis ojos, siempre abierto,
para ser, después de muerto,
cenizas, pero de sal.

miércoles, enero 23, 2008

QUEMAR AL DEMONIO


QUEMAR AL DEMONIO




Guillermo Rothsche



Omolerak se acercó a Umele. Mirando la Luna que ya se mostraba completa, le dijo: —Hagámoslo ahora.


Bajaron la cuesta hacia la cabaña de ramas y hojas. Los guardianes les abrieron la puerta de troncos decorada con pinturas rituales, serpientes y símbolos de poder.


En el interior, una figura sentada en el suelo los miró.


—¿Otra vez...? ¡No, por favor, no, otra vez no!— gritó mientras los guardianes lo arrastraban hacia la luz de la Luna llena. La expresión de su cara era de total desesperación y terror. Subieron la pendiente con él a rastras; debía hacerse en un lugar alto, cerca de los dioses y lejos de los demonios. Demonios como éste, que confundían la mente, que parecían no morir o morir muchas veces. Omolerak tenía la impresión de haber hecho esto antes, no una sino varias veces. La cara de Umele, torcida por el disgusto, parecía mostrar que pensaba lo mismo.


Ataron al demonio a una tarima de troncos que estaba en la cima. En el semicírculo de la otra pendiente del valle, a media altura, la Tribu los miraba.


El demonio que había llegado con fuego moriría por el fuego. El que salió de la nada, en una explosión que mató a la familia de Kot y ahuyentó el ganado, volvería a la nada porque sólo vino a causarles mal. A traer la desgracia y el hambre. Y aunque le temían, el odio era mayor. Si quemaban a éste, los demonios sabrían que estos eran hombres que no se dejaban amedrentar, y no volverían.


Encendieron la hoguera bajo la tarima. Las llamas se elevaron, se colaron entre los troncos. El demonio comenzó a aullar, se diría que de dolor. Pero los demonios, es sabido, no sienten dolor.


La carne prestada con la que se había vestido se quemaba y dejaba los huesos a la vista. El cinturón de metal incrustado de cristales —que nadie se había atrevido a quitarle— comenzó a echar chispas, un halo de luz que no venía de las llamas lo envolvió, la hoguera y la torturada figura empezaron a ondular...Omolerak se acercó a Umele.


—Ya es hora.


Bajaron la cuesta hacia la cabaña de ramas y hojas. Los guardianes les abrieron la puerta de troncos decorada con pinturas rituales, serpientes y demonios grotescos.


En el interior, una figura sentada en el suelo los miró.


—¿Otra vez más...? ¡No, por favor, otra vez no! —gritó, mientras los guardianes lo arrastraban hacia la luz de la Luna llena—. ¡Ya me quemaron! ¿No se acuerdan...? ¡Ya me quemaron!! —La expresión de su cara era de total desesperación y terror.


Mientras lo arrastraban, trató de que le entendieran.


—¡Suéltenme las manos, y me voy! ¡Déjenme cambiar la hora del cronotor, déjenme volver a mi tiempo, por favor! ¡No regresaré nunca!


Los guardianes, como todas las veces anteriores, miraban fijamente adelante. Umele el Cacique y Omolerak el Gran Sacerdote caminaban detrás, pero no le hacían caso. Tampoco entendían lenguajes del siglo XXIV, ni cómo un antropólogo con un cinturón cronotor podía viajar por el tiempo...



G. R. Wölk - Montevideo, Mayo de 2000

http://axxon.com.ar/c-CuentoQuemarAlDemonio.htm

martes, enero 22, 2008

AJEDREZ


Otra vez líricos y, de nuevo, recordando al genio del tablero, AJEDREZ: así, con mayúsculas...



De Omar Khayyám





Porque esta vida no es



-como probaros espero-,



mas que un difuso tablero



de complicado ajedrez.



Los cuadros blancos: los días



los cuadros negros: las noches...



Y ante el tablero, el Destino



acciona allí con los hombres,



como con piezas que mueve



a su capricho y sin orden...



Y uno tras otro al estuche



van, de la nada sin nombre.

lunes, enero 21, 2008

UN CÚMULO DE DISPARATES




El domingo apareció publicado: Juan José Millás se acordaba del poeta fallecido, del gran Ángel González...








UN CÚMULO DE DISPARATES






Por Juan José Millás






INFORMACIÓN DE ALICANTE 20 de enero de 2008








Hace un siglo, cuando estudiaba preuniversitario en el instituto Ramiro Maeztu de Madrid (sección nocturna), nuestro profesor de literatura (Emilio Miró) llevó un día a clase a un poeta llamado Ángel González cuyos versos habíamos leído previamente con asombro. Se trataba de un señor muy serio, de traje y corbata, que se ganaba la vida en el ministerio de Obras Públicas, no recuerdo en calidad de qué. Se expresaba como un poeta y vestía como un funcionario, combinación extraordinaria para quienes veníamos de leer a los malditos. La vida pasó, nos hicimos mayores y volví a coincidir en alguna ocasión, aquí o allá, con Ángel González, para quien los años, increíblemente, discurrían al revés. En cada encuentro parecía menos señor, más joven, hasta el punto de que en ese proceso contradictorio un día dejó de ser funcionario y de vestir trajes oscuros (creo que hasta se quitó un bigote negro). Recuerdo haber imaginado por entonces un relato según el cual todos nacíamos oficinistas, condición de la que se escapaba tras realizar unas oposiciones durísimas. Si atendíamos a su nuevo aspecto, Ángel González había sacado el número uno de su promoción en aquel concurso inverso de méritos. Aunque era veinte años mayor que yo, su loca carrera hacia la juventud obró el milagro de que en unos de nuestros posteriores encuentros tuviéramos los dos la misma edad. Mi fascinación por su poesía comenzó a proyectarse también sobre su persona. En pocos años, y si exceptuamos sus versos, no quedaba en él absolutamente nada de aquel señor tan serio que nos había visitado en el Ramiro de Maeztu. He de añadir que mis contactos con Ángel no eran frecuentes, sino casuales, fruto del hecho de frecuentar, ocasionalmente al menos, los mismo ámbitos.En esas estábamos cuando Juan Cruz (que llegó a joven sin necesidad de pasar, como otros, por una etapa de funcionariado) propuso que montáramos un restaurante mexicano donde reunirnos, comer tacos, beber tequila y cantar rancheras. La idea era lo suficientemente loca como para que nos adhiriéramos a ella un grupo de personas que él fue reuniendo de las distintas vidas paralelas entre las que discurre su existencia. Entre aquellas personas se encontraba (milagrosamente para mí) Ángel González (creo que llegamos a ser en total 15 ó 16 socios -todos raros- cuya presencia en las antesalas de los notarios, donde firmábamos escrituras y ampliaciones de capital, llamaba poderosamente la atención de la gente de orden). Fue, lógicamente, la etapa en la que más lo traté y en la que le escuché cantar. Cantaba con una voz algo queda y llena de matices. A mí me parecía mentira gozar de aquel privilegio. Era un milagro que la vida me permitiera comer, beber y pasar las horas junto a aquel poeta admirable al que había conocido, hacía ya veinte o treinta años, gracias a mi profesor de literatura de preuniversitario.El restaurante, de nombre El Comal, no fue bien desde el punto de vista económico. Muchos sábados (el día, teóricamente, de mayor afluencia) lo cerrábamos para los socios y pasábamos la tarde en él, recibiendo visitas. Juan Cruz nos salvó de un par de suspensión de pagos aportando nuevos socios cuyos dineros nos proporcionaron un poco de oxígeno. Finalmente, con todo, tuvimos que liquidar el supuesto negocio. Todos nos fuimos a casa enormemente ricos de experiencias. Desde ese punto de vista, para el que los libros de contabilidad no disponen increíblemente de ningún apartado, El Comal fue un éxito sin precedentes, digno de figurar en la historia de la restauración española (si no en la de la poesía).La desaparición del restaurante hizo que mis contactos con Ángel González regresaran a la condición casual anterior. Uno de esos encuentros -el último- tuvo lugar hace un par de meses, en Oviedo, cuando ambos fuimos investidos doctores honoris causa por esa universidad. En un momento de la solemne y rara ceremonia, mientras Ángel pronunciaba un poema disfrazado de discurso, pensé que la vida era absurda, disparatada y quizá maravillosa. La vida era un sueño, un sueño en el que yo había soñado que llegaba a ser socio (¡y en un restaurante mexicano!) de un poeta al que admiraba desde la juventud. Y que, pasados los años, me investían junto a ese mismo poeta doctor honoris causa de una universidad especialmente querida. ¿Cabe mayor cúmulo de disparates en tan poco tiempo? Seguramente sí, pues el sueño, pese a la aparente desaparición de Ángel, continúa.

domingo, enero 20, 2008

AJEDREZ: Borges en honor a Bobby Fischer




Hubo un tiempo en el que dos hombres sentados a una mesa manipulando unas figuritas de madera que reposaban sobre un tablero dividido en sesenta y cuatro casillas, suponía una desafío de inteligencias, un deporte, un espectáculo e incluso una conmoción. Luego, cuando el último de aquellos titanes sucumbió derrotado por las modernas máquinas de cálculo, nada fue lo mismo. Ahora, el jueves día diecisiete de enero de este año, ha muerto, cumplidos los 64 años, aquel al que llamaron el más grande: Robert "Bobby" Fischer.




La edición del diario EL PAÍS fecha de 18 de enero, informa... "El mundo del ajedrez está de luto. El que fuese uno de los grandes maestros de la disciplina, el islandés Bobby Fischer, ha fallecido a los 64 años, según ha informado la radio nacional islandesa. Fischer, que fue campeón del mundo de ajedrez de 1972 a 1975, será recordado por los aficionados por la 'partida del siglo', en la que derrotó al soviético Boris Spassky en una intensa disputa que traspasó las fronteras deportivas en el contexto de la Guerra Fría. Fischer, de origen estadounidense y refugiado político, derrotó al contrincante ruso tras veintiún partidas. Según la edición digital del diario islandés Morgunbladid, Fischer falleció en su casa de Reikiavik, adonde regresó el mes pasado tras permanecer ingresado en un hospital de la capital en octubre y noviembre. La carrera de Fischer coincidió con el apogeo de la escuela soviética, que dominó la disciplina desde 1948 hasta 1972. Sin embargo, unos años después de alcanzar la cumbre, el ajedrecista se vio inmerso en una refriega política tras participar en una exhibición en Yugoslavia en 1992 -por entonces bajo control norteamericano-, que hizo que Fischer fuese considerado un traidor para su patria natal e incluyera su nombre en la lista de fugitivos del FBI.
Enfrentado a las autoridades gubernamentales de su país de origen, y todavía encarcelado, Islandia le propuso asilo político. Tras permanecer 8 meses retenido en un centro japonés para inmigrantes ilegales, se trasladó a Islandia, donde se aprobó su nacionalización por un aplastante balance de cuarenta votos a favor y dos abstenciones. Fischer fue detenido en Tokio en julio de 2004 por intentar usar un pasaporte revocado por Estados Unidos, que tenía dictada contra él una orden de busca y captura desde 1992 por violar una prohibición del Gobierno de viajar a la antigua Yugoslavia y desarrollar una actividad económica allí. Durante su cautiverio en la ciudad nipona, el ajedrecista calificó la retención de "secuestro" organizado por Bush y su "títere", el entonces primer ministro nipón, Junichiro Koizumi."




Queden entonces como homenaje al héroe y a todos los demás titanes del ajedrez, los versos que escribiera Jorge Luís Borges...








AJEDREZ



Por Jorge Luis Borges



I






En su grave rincón, los jugadores


rigen las lentas piezas. El tablero


los demora hasta el alba en su severo


ámbito en que se odian dos colores.




Adentro irradian mágicos rigores


las formas: torre homérica, ligero


caballo, armada reina, rey postrero,


oblicuo alfil y peones agresores.




Cuando los jugadores se hayan ido,


cuando el tiempo los haya consumido,


ciertamente no habrá cesado el rito.




En el Oriente se encendió esta guerra


cuyo anfiteatro es hoy toda la tierra.


Como el otro, este juego es infinito.






II






Tenue rey, sesgo alfil, encarnizada


reina, torre directa y peón ladino


sobre lo negro y blanco del camino


buscan y libran su batalla armada.




No saben que la mano señalada


del jugador gobierna su destino,


no saben que un rigor adamantino


sujeta su albedrío y su jornada.




También el jugador es prisionero


(la sentencia es de Omar) de otro tablero


de negras noches y blancos días.




Dios mueve al jugador, y éste, la pieza.


¿Qué Dios detrás de Dios la trama empieza


de polvo y tiempo y sueño y agonías?

viernes, enero 18, 2008

CIFRA


CIFRA



Por Gabriel Ferrater



Versión de José María Valverde




Amor, llevabas en el mundo

siete mil setecientos sesenta y cinco

días, al cerrarse la noche

en que me llamaste desde tu rincón,

voz que se había compadecido

y me recibías, cuerpo bondadoso.

Qué juego perdido, qué rodar

hasta romper un oscuro ramaje,

siete mil setecientos sesenta y cinco

días, antes de que encontrara

dónde te me habías acurrucado,

amor, para crecer lejos de mí.

jueves, enero 17, 2008

A QUIÉN DEBE DARSE CRÉDITO

A QUIÉN DEBE DARSE CRÉDITO



Por Juan Valera.



Llamaron a la puerta. El mismo tío Pedro salió a abrir y se encontró cara a cara con su compadre Vicentico.


Buenos días, compadre. ¿Qué buen viento le trae a usted por aquí? ¿Qué se le ofrece a usted?
-Pues nada... confío en su amistad de usted... y espero...
-Desembuche usted, compadre.
-La verdad, yo he podado los olivos, tengo en mi olivar lo menos cinco cargas de leña que quiero traerme a casa y vengo a que me empreste usted su burro.
-¡Cuánto lo siento, compadre! Parece que el demonio lo hace. ¡Qué maldita casualidad! Esta mañana se fue mi chico a Córdoba, caballero en el burro. Si no fuera por esto podría usted contar con el burro como si fuese suyo propio. Pero, qué diablos, el burro estará ya lo menos a cuatro leguas de aquí.


El pícaro del burro, que estaba en la caballeriza, se puso entonces a rebuznar con grandes bríos.

El que le pedía prestado dijo con enojo:

-No creía yo, tío Pedro, que usted fuese tan cicatero que para no hacerme este pequeño servicio, se valiese de un engaño. El burro está en casa.


-Oiga usted, replicó el tío Pedro. Quien aquí debe enojarse soy yo.
-¿Y por qué el enojo?
-Porque usted me quita el crédito y se lo da al burro.
JUAN VALERA
(España, 1824-1905)
Escritor español nacido en Cabra en el seno de una familia aristocrática venida a menos. Realizó estudios universitarios en Granada y Madrid. Entró en el servicio diplomático como acompañante del duque de Rivas, embajador en Nápoles, donde se dedicó a la lectura y al estudio del griego. Estuvo también en Portugal, Rusia, Brasil, Estados Unidos, Bélgica y Austria. En 1861 ingresó en la Real Academia Española. Escribió artículos periodísticos y ensayos, tales como Sobre el Quijote (1861) y Estudios críticos sobre literatura, política y costumbres de nuestros días (1864). Su talento de novelista, visible en la gracia del estilo, hecho de formas sencillas y de frases cortas, se revela en Pepita Jiménez (1873), Las ilusiones del doctor Faustino (1875), Doña Luz (1879) y Juanita la larga (1895). Valera es un escritor de difícil clasificación; atacó tanto el romanticismo como el realismo y el naturalismo. Consideró que el arte no tiene ningún objetivo, excepto servir a la belleza, crear arte, pero tampoco se adscribió a los movimientos claramente esteticistas de final de siglo como el -arte por el arte- o el simbolismo; elogió la obra de Rubén Darío pero tampoco se le puede considerar modernista. Murió en Madrid en 1905.

miércoles, enero 16, 2008

OFICIO DE DIFUNTOS. PACO UMBRAL




OFICIO DE DIFUNTOS
PACO UMBRAL



Por Joaquín Sabina, cantante y poeta.



Presentado y publicado en la edición de
15 de enero de 2008 del diario El Mundo
coincidiendo con un homenaje a Francisco
Umbral, gran escritor y periodista español
recientemente fallecido.


Dicen que su viuda es otra España
que está viva a pesar de tanto vivo,
con Paco se nos muere un objetivo
tan posesivo que el umbral empaña.

Anti académico, anti telaraña,
anti talante, bota en estribo,
bufanda en mi mayor, alto y altivo
como un emperador de Malasaña.

Tuvo su Magdalena y su Iscariote,
atado a la columna como un Cristo
bradomín que devuelve los azotes.

Su tinta indeleble y caprichosa,
entre culos de vaso yo lo he visto
llorar por un Madrid mortal y rosa.








GLOSARIO para los escasamente familiarizados
Con el personaje…

España: precisamente así se apellida su viuda.
Bufanda: una prenda que supuso parte de la imagen del icono Umbral.
Malasaña: barrio de Madrid, joven, alegre, bohemio…
Bradomín: Personaje creado por don Ramón del Valle Inclán que aparece por primera vez con motivo de la publicación de Sonata de Otoño en LOS LUNES del IMPARCIAL
“Culos de vaso”: así eran también las gafas de Umbral, de “cristales de culo de vaso”
Mortal y Rosa: título de la novela escrita por Umbral de más fama.

martes, enero 15, 2008

EL CABALLERO DE LA MANO EN EL PECHO


Hoy, porque sí, con un poeta en el museo...







Por Manuel Machado



Este desconocido es un cristiano

de serio porte y negra vestidura,

donde brilla no más la empuñadura,

de su admirable estoque toledano.


Severa faz de palidez de lirios

urge de la golilla escarolada,

por la luz interior, iluminada,

de un macilento y religioso cirio.


Aunque sólo de Dios temores sabe,

porque el vitando hervor no le apasione

del mundano placer perecedero,


en un gesto piadoso, y noble, y grave,

la mano abierta sobre el pecho pone,

como una disciplina, el caballero.

lunes, enero 14, 2008

EL ABORTO SE DISPARA


La frase EL ABORTO SE DISPARA sirvió para titular un artículo publicado en el diario El País con fecha de cuatro de enero de este año dos mil ocho en el que Emilio de Benito y Mónica C. Belaza actuaban como notarios de una tendencia alarmante en lo que afecta a la sexualidad de los españoles más jóvenes. Tanto es así que en el arranque de dicha pieza informativa se puede leer: “Una de cada 100 mujeres de 15 a 44 años (el periodo considerado fértil) aborta en España cada año. La cifra no deja de crecer desde la despenalización del aborto en 1985. Casi el 40% son menores de 25 años -y el 14% no llegan a los 19-. Cada vez se interrumpen más embarazos y a una edad más temprana, según los datos de 2006 hechos públicos ayer por el Ministerio de Sanidad en su web. Las interrupciones del embarazo se han duplicado en los últimos 10 años. ¿Se usa el aborto como un método anticonceptivo más? ¿Se ha perdido el miedo a abortar? ¿Por qué los jóvenes de la sociedad de la información no usan anticonceptivos?”… Las autoridades, especialistas y teóricos de turno apenas balbucean algunas disculpas y aducen peregrinas consideraciones para explicar unos números detrás de los cuales hay sucesos particulares y personas seriamente perjudicadas. Como siempre, parches de urgencia que, junto con la promesa de prontas e innovadoras actuaciones vienen constituir una especie de paraguas bajo el que se aguarda a que “escampe el chaparrón” y, una vez suceda así, ya se verá. Sin embargo, en otra parte de la información, se puede leer: “Los expertos atribuyen este aumento desde hace años, sin que las autoridades tomen cartas en el asunto, a varias causas. En primer lugar, que la educación sexual, recibida en la familia, las escuelas, los medios y el entorno, falla estrepitosamente. No es una asignatura propia en los colegios. Se trata de una enseñanza transversal…”… Lo mismo que expone Mikel Resa Ajamil, sexólogo y profesor, en una carta “de las dirigidas al director” y publicada en el diario El País, edición de 7 de enero de 2008: “… Una verdadera educación sexual no ha podido fallar porque jamás ha sido desarrollada coherentemente. Apostemos por la educación sexual reglada en nuestros centros educativos y no tratemos de educar a nuestros/as hijos/as con parches partidarios.”… En definitivas dos llamadas de atención que señalan el verdadero nudo de esta cuerda, madeja enmarañada, lío ignorado por todos. Un embrollo que permanece creciente porque nadie pone los instrumentos necesarios ni toma las iniciativas que correspondan. El señor Resa tiene razón cuando afirma que “una verdadera educación sexual no ha podido fallar porque jamás ha sido desarrollada”. Tiene razón y puesto que abortar es un plato indiscutiblemente amargo para toda mujer que se enfrenta o está en trance de enfrentarse a su padecimiento, sea las que utilizan sus recursos y ventajas para dar tranquilizante final a un problema originado en el cálculo equivocado, sea las que aún deben buscarle las espaldas a la ley para proseguir su vida en las mejores condiciones posibles, hacer de ellas o de los que las ayudan únicos culpables o inculpados principales, cuando las raíces de la perturbación que motiva la redacción de este pensamiento ahondan en muchos otros terrenos de la sociedad, es sobrepasar el cinismo aceptable. ¿Qué habría que hacer pues para evitar un fenómeno adverso como el que tratamos? Nada más claro en un principio. Abandonar las vestiduras de trágico, dejarse de aspavientos y admitir que, desde la familia, tenga esta la forma que tenga, a las distintas instituciones educativas, hay mucho de lo que responsabilizarse y poner en juego. Si un niño cuenta con el respaldo natural de aquellos a quienes corresponde su crianza y educación comprenderá, valorará e incorporará para sí lo que convenga. Para eso hay que estar, estar de verdad, con el niño. Y lo que es preciso para evitar abusos o violencias de todo tipo es mostrar desde muy tempranas horas como natural lo que es natural. El cuerpo humano desnudo lo es y la relación que tenemos con esa parte de nosotros mismos o con la de los demás conforme al entorno, circunstancias y libre consentimiento de las personas cuando adultos llega lastrada por las contradicciones, prejuicios y lagunas informativas de la niñez y adolescencia. Nadie nos explica nada, o lo cuentan a medias, o lo referido es letanía de mal rezo. Porque luego somos de los que
aceptamos apenas dos trocitos de tela como hábito veraniego mientras recibimos ociosos el sol durante un paseo costero cualquiera, o asistimos despreocupados a los excesos eróticos de la publicidad televisiva, para, acto seguido por ejemplo, escandalizarnos ante un conjunto escultórico mas o menos explícito sexualmente hablando sito en un parque, plaza o vía urbana. Naturalmente, enfrentarse con según que cosas requiere información y eso es lo que se necesita toda la información proporcionada por aquellos que deben saber trasmitirla y a quienes corresponde: padres y maestros. Ellos como tutores de la infancia y de la adolescencia sirviéndose de los instrumentos puestos al servicio de todos por el estado. ¿No es así?



domingo, enero 13, 2008

EL SOL


EL SOL



Por: Eduardo Galeano




En algún lugar de Pennsylvania, Anne Mirak trabaja como ayudante del sol. Ella está en el oficio desde que tiene memoria. Al fin de cada noche, Anne alza sus brazos y empuja al sol, para que irrumpa en el cielo; y al fin de cada día, bajando los brazos, acuesta al sol en el horizonte.Era muy chiquita cuando empezó esta tarea y jamás ha faltado a su trabajo, porque ella sabe que el sol la necesita.Hace medio siglo, la declararon loca. Desde entonces, Anne ha pasado por varios manicomios, ha sido tratado por diversos psiquiatras y ha engullido muchísimos psicofármacos. Nunca consiguieron curarla. Menos mal.

sábado, enero 12, 2008

BREVES ACOTACIONES PARA UNA BIOGRAFÍA


Por desgracia la noticia se ha confirmado...


12 de enero de 2008 - 11:23

Fallece el poeta académico y Príncipe de Asturias Ángel González

MADRID (Reuters) - El poeta asturiano Ángel González, académico de la Lengua y Premio Príncipe de Asturias de las Letras en 1985, falleció el viernes en Madrid a los 82 años, según fuentes próximas al escritor citadas por medios.

Sus restos mortales se han trasladado al cementerio de San Isidro donde será incinerado el domingo, según medios.

Ángel González nació en Oviedo, España el 3 de septiembre de 1925. Su infancia se vio fuertemente marcada por la muerte de su padre, fallecido cuando Ángel González apenas contaba con dieciocho meses de edad. La degeneración del seno familiar continuó durante la Guerra Civil Española, donde su hermano Manuel fue asesinado por el bando franquista en 1936. Posteriormente su hermano Pedro se exiliaría durante el mismo proceso.
En 1943 enferma de tuberculosis, por lo que inicia un lento proceso de recuperación en Páramo del Sil. Tras tres años, decide estudiar derecho en la Universidad de Oviedo. Luego en 1950 comienza a estudiar periodismo en la Escuela Oficial de Periodismo de Madrid.
Su experiencia como hijo de la guerra será plasmado en Áspero mundo (1956), su primera publicación y con la que obtendría un accésit del Premio Adonais.
Tras la publicación de su segundo libro, Sin esperanza, con convencimiento (1961), Ángel González pasó a formar parte del grupo de poetas conocido como Generación del 50 o Generación de medio siglo. En 1962 es premiado en Colliure con el Premio Antonio Machado por la publicación de su libro Grado elemental.
El año 1970 es invitado a dar conferencias a la Universidad de Nuevo México en Albuquerque. Posteriormente sería invitado como profesor durante un semestre. En 1973 pasa por las Universidades de Utah, Maryland y Texas bajo la misma condición, regresando en 1974 a la Universidad de Nuevo México como profesor de Literatura Española Contemporánea.
En 1985 le conceden el Premio Príncipe de Asturias de las Letras y en 1991 el Premio Internacional Salerno de Poesía. En enero de 1996 fue elegido miembro de la Real Academia de la Lengua Española. El mismo año además obtuvo el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana. Ángel González en 1992 cesa sus funciones como profesor. En 2001 obtiene el Premio Julián Besteiro de las Artes y las Letras. En 2004 se convierte en el primer ganador del Premio de Poesía Ciudad de Granada-Federico García Lorca.


OBRAS

Áspero mundo, Madrid, Rialp, 1956 (Accésit Premio Adonáis 1955).
Sin esperanza, con convencimiento, Barcelona, Colliure, 1961.
Grado elemental, París, Ruedo Ibérico, 1962 (Premio Antonio Machado).
Palabra sobre palabra, Madrid, Poesía para todos, 1965, 1972 y 1977.
Tratado de urbanismo, Barcelona, Col. El Bardo, 1967.
Palabra sobre palabra, Barcelona, Seix Barral, 1968 (Poesía completa).
Breves acotaciones para una biografía, Las Palmas de Gran Canaria, Inventarios provisionales, 1971.
Procedimientos narrativos, Santander, La isla de los ratones, 1972.
Muestra, corregida y aumentada, de algunos procedimientos narrativos y de las actitudes sentimentales que habitualmente comportan, Madrid, Turner, 1977.
Prosemas o menos, 1984.
Deixis en fantasma, Madrid, Hiperión, 1992.
101 + 19 = 120 poemas, Madrid, Visor, 1999.
Otoños y otras luces, Barcelona, Tusquets, 2001.
Palabra sobre palabra, Barcelona, Seix Barral, 2005 (Poesía completa).
la palabra en el aire, disco junto al cantautor canario pedro guerra
Enlaces Con parte de la obra de Ángel González:

http://www.cervantesvirtual.com/bib_autor/AGonzalez/

http://www.vivir-poesia.com/2003/01/angel-gonzalez/




BREVES ACOTACIONES PARA UNA BIOGRAFÍA



Por Ángel González



Cuando tengas dinero regálame un anillo,

cuando no tengas nada dame una esquina de tu boca,

cuando no sepas qué hacer vente conmigo,

pero luego no digas que no sabes lo que haces.


Haces haces de leña en las mañanas

y se te vuelven flores en los brazos.

Yo te sostengo asida por los pétalos,

como te muevas te arrancaré el aroma.


Pero ya te lo dije:

cuando quieras marcharte ésta es la puerta:

se llama Ángel y conduce al llanto.


viernes, enero 11, 2008

REVELACIÓN


REVELACIÓN



Por Dulce María Loynaz



¿Ves?: Tengo sangre

en las venas...

En estas venas

verdes, frágiles

que se enredan

como ríos de mapa entre la carne.

Tengo sangrefresca,

-¡viva!-en las venas...

¡Tengo esta

sangre que me late

en las sienes, que arde

por bajo de mi quieta

palabra y me la llena

de luz y me la quema

sin decir!.., Tengo sangre: ¿No lo sabes?

Tengo una nueva

Y vieja

Sangre

que no espera

más, que se haceuna sola

ola

gigante,

¡una ola suspensa

que se abre!...

¿Ves?: La tengo; esta aquí... ¿No lo sabías?

¡No lo sabía yo, y era mi sangre!...

jueves, enero 10, 2008

EL SUEÑO


Es tarde, como siempre, pero nunca tanto como para declinar una de esas invitaciones de la vida que se dan sólo cuando se dan. Digo que, atendiendo unos asuntos que me llevan lo suyo en LOSCUENTOS.NET, la compañera MIRIANDIAZ solicita la dirección de este cuaderno. Se la doy, obtengo la del cuaderno de ella y leo un texto magnífico firmado por MAGDALENA. Le pido permiso a MIRIAN para ponerlo aquí y establecer un enlace permanente que comunique a los interesados en explorar otros mundos, sean como son, además, cargados de imágenes sugerentes, eróticas, artísticas sin excesos pero contundentes como corresponde a una de tantas verdades de la vida, y una muy buena prosa. Le pido permiso y lo obtengo. Por eso el sueño que sigue es una pieza mágica, un SUEÑO de los que conviene... A criterio de cada cual queda, por otra parte, ir a EL GOCE... ese peligroso placer... pero lo recomiendo.




EL SUEÑO

Por Magdalena

http://elgoceesepeligrosoplacer.blogspot.com/

Los buenos presagios vienen en colores, en clara oposición a la oscuridad de las malas noticias. Llegan desde el aire, desde los descuidos de la divinidad. Llegan de la mano de los niños. Traen las buenas nuevas sin saber que son buenas, las traen igual que las manos sucias, de modo inevitable y natural. También llegan como polvo en las alas de las mariposas y como aroma en las flores. Están en todas partes, en forma y modo evidente; pero nosotros somos propensos a leer los malos augurios, incluso a inventarlos.

Así ocurrió durante un tiempo. Solo llegaban cuervos por aquí o por lo menos eso creíamos. Los encontrábamos en las sombras de las hojas, en el agua derramada, en la huella de los gatos. Tanto se repitió la costumbre de la mala suerte que terminamos por no distinguirla. Empezamos a vivir días de rutina o sea de nada. Pero el lunes en la noche, todo cambió

Estábamos acostados leyendo y de pronto empezó a caer una gota del techo. Las goteras no son muy frecuentes en los edificios, pero ahí teníamos una y a medianoche. Apenas empezamos a levantarnos para ir a ver al vecino del piso superior, cuando las gotas aumentaron su frecuencia y variaron su color. En pocos minutos el piso se transformó en una paleta con pintor ausente. No salíamos de nuestro estupor que ya teníamos en la habitación una mancha negra. Hormigas en perfecta formación. Subimos a la cama y nos abrazamos. Yo empecé a rezar, pero eso no detuvo ni las gotas ni las hormigas. En pocos segundos miles de pequeñas patas se llevaban un poco de pintura y dibujaban en la pared.

Creo que nos desmayamos. A la mañana no había rastro ni de mancha ni de hormigas; solo una paloma de colores en la pared de la derecha. No mencionamos el tema porque no estábamos seguros de haberlo vivido. Pero una cosa es cierta… los cuervos se han marchado desde la última limpieza

miércoles, enero 09, 2008

PROPÓSITO CERO


Conforme pasan los días de cada año existen fechas y periodos en las que, no solo se repiten actos y actitudes, sino que originan toda clase de sobreentendidos cual letanías o mantras perfectamente identificables por su terca invariabilidad. Por ejemplo, Navidades, Fin de año, Año nuevo, Reyes y…. rebajas.
Un trayecto a pie bajo las luminarias municipales que mueve a las mismas costumbres otra vez ofrecidas como si nunca antes se hubieran mencionado. ¿No? Vean, arte, gracia y salero para quien obre con tino armando una copla o soniquete repetidos eternamente con los términos que siguen, vocablos atribuibles a los antes enunciados como referencia de esa quincena a horcajadas entre dos docenas de meses: hablo de derroche, panzada, francachela, lotería, fraternidad y tirar la casa por la ventana que un día es un día, una noche una noche ya que no nos quitan lo “bailao”. Villancicos, panderetas, belenes, arbolitos, compras, compras, compras y, cuando los Reyes Magos desarman la estrella que cada trescientos sesenta y cinco días les indica la posición exacta del nacimiento viviente a visitar en cada ocasión como quien se guarda la brújula en el bolsillo, saludando la estela aérea de Papá Noel- menos rival del trío de sabios con corona a los que aguardan tantos niños durante la noche y primeras horas del día seis de lo que se dice, puesto que, como los políticos, disfrutan de amenizadísimas tertulia en las cafeterías del planeta sin repartirse coscorrones- una formación de metales semejante a la utilizada por Josué ante los muros de Jericó derriba la opulencia y hace insultantemente accesible lo que solo unas horas antes era nada más abalorio al alcance de desahogados. Son las rebajas. Y con las rebajas llegan los nuevos propósitos. Y se empiezan las colecciones, se acude a las academias y a los gimnasios, hay un orden de cuaderno en el que se escribe como serán las cosas a partir de esta calzada de asfalto de la cuesta de enero. Los propósitos, las iniciativas y, como consecuencia, los desengaños, los abandonos, el fraude. Porque, de tener que añadir algo nuevo a lo cotidiano, algo eficaz o placentero, algo que nos permita enriquecernos en humanidad, mejorar en salud, progresar económica y confortablemente, y, si se trata de proceder al contrario, deshacerse de lo que corresponda para lograr cierto sosiego, mas valdría abstenerse de hacer listas y ponernos en acción ya. Así pues, no tengo ternas, retahílas, catálogos, no hago promesas y me propongo no proponerme nada. Si hay algo de lo que carezca, sin solemnidades, sin convocatorias, haré por incorporarlo. Lo haré mío pero lejos de proclamar que hace frío en invierno, alejado de toda premisa que suponga más de lo mismo y con visos de repetirse sin apenas variaciones en cuanto llegue un momento similar. Nunca, jamás, réplica conocida de vocero ocioso.

martes, enero 08, 2008

ECOSISTEMA


ECOSISTEMA


Por José María Merino



El día de mi cumpleaños, mi sobrina me regaló un bonsái y un libro de instrucciones para cuidarlo. Coloqué el bonsái en la galería, con los demás tiestos, y conseguí que floreciese. En otoño aparecieron entre la tierra unos diminutos insectos blancos, pero no parecían perjudicar al bonsái. En primavera, una mañana, a la hora de regar, me pareció vislumbrar algo que revoloteaba entre las hojitas. Con paciencia y una lupa, acabé descubriendo que se trataba de un pájaro minúsculo. En poco tiempo el bonsái se llenó de pájaros que se alimentaban de los insectos. A finales de verano, escondida entre las raíces del bonsái, encontré una mujercita desnuda. Espiándola con sigilo, supe que comía los huevos de los nidos. Ahora vivo con ella, y hemos ideado el modo de cazar a los pájaros. Al parecer, nadie en casa sabe donde estoy. Mi sobrina, muy triste por mi ausencia, cuida mis plantas como un homenaje al desaparecido. En uno de los otros tiestos, a lo lejos, hoy me ha parecido ver la figura de un mamut.

lunes, enero 07, 2008

MARIPOSA DE ENERO


MARIPOSA DE ENERO



Por Luís García Urbina




Un día de invierno gris y opaco. Tienen,

el jardín pereza, modorra las flores,

cansancio las aguas, que apenas sostienen

erguidos los chorros de los surtidores.


No hay aves que trinen; no hay voces que suenen;

y en la anemia de la luz y los verdores,

dos mariposillas que van y que vienen

sacuden las alas de flavos colores.


¡Buscáis miel, ilusas! La miel ya no existe,

y un tropo me asalta, muy viejo y muy triste:

las dos ilusiones de mi vida entera.


(¡Amar! ¡Ser amado!) son dos mariposas

en un jardín mustio que no tiene rosas....

son dos rezagadas de la primavera.

domingo, enero 06, 2008

GRACIAS POR LA MAGIA


A sus majestades los Reyes Magos de Oriente, allá donde se produzca su descanso, desde Elche, Alicante, a seis de enero de 2008, tras los fastos navideños, por si lograra surtir efecto.

Quizás porque las tareas propias de días como estos, hacen complicado detenerse para contemplar la tele, siquiera nada más con el ánimo de informarse, desconozcan que, Don Juan Carlos I, al cumplirse los treinta años de su reinado, recibe felicitaciones por parte de un escogido grupo de personalidades. Hombres y mujeres- eso sí: la famosa “paridad” que quiso incorporar la izquierda a los usos diarios brilla precisamente porque no se da- personas de reconocido prestigio en el campo profesional al que pertenecen, dicen unas palabras ante las cámaras, las de la televisión estatal, y queda el gesto político-social presente con lazos y papel bonito. Pero, por lo demás, las fiestas han sido un bastante más o menos de lo mismo, de lo de siempre, guste o no. Con ustedes se dio otro episodio de ilusión que, a pesar de la competencia anglosajona, es aún una fuente de emociones inigualable. Y la humanidad desmerece, en general, esos favores que sus majestades nos prestan desde la parte mágica de la vida. Apartado que existe y que no es una ruta para obtener ventajas, disponer de fuerzas que no tiene nadie o asistir a sucesos y fenómenos ante los que la ciencia clama enojada. La magia que yo digo es patente, tiene que ver, con observar, por ejemplo, a Gaspar en el arrebato de una niña que, descubriendo un muñeco de peluche lo abraza y besa con entusiasmo y corazón difíciles de presenciar en el día a día. En encontrarles a ustedes en las vivencias de cada seis de enero, de cada cinco, en los recuerdos… Y si, por imperio y superioridad de una realidad malentendida, se quiere desenmascarar al mago otorgándole solo título de prestidigitador, si al final hay que admitir que los Reyes son LOS PADRES, entonces los padres son LA MAGIA. Al menos, eso me parece y es lo que estoy en disposición de defender. A los padres que ejercen de tales, no ese ejército de sembradores que cosechan criaturas enseguida entregadas a las autoridades educativas para que los guarden, para que se los tengan mientras fermentan y dan o no pan. Porque esos magos persuaden de la maravilla con lo mínimo y son capaces de lo extraordinario a base de presencia, constancia, espíritu lúdico, razón, respeto e inagotable cariño, amor que lo impregna todo. Eso simbolizan ustedes y, a pesar del truco, nunca dejan de asombrarme, Por eso quiero anticiparme y no pedirles nada para el año que viene. Me basta con saber que son durante todo un año en ese lugar ignoto donde se guarda el atrezzo interplanetario de luces galácticas- que las modas de iluminación urbana son artificio cada vez más preocupante por el sesgo ¿estético? que imponen año tras año los equipos de gobierno municipal- y que el trato de ciertos adultos con sus retoños o con los retoños de otros, irá generando la magia, la maravilla, dispuesta para cada principio de enero: Don Gaspar, don Melchor, don Baltasar, feliz año, feliz siglo, feliz vida. Y gracias por la magia.

viernes, enero 04, 2008

LOS TRES REYES MAGOS


Los Tres Reyes Magos



Rubén Darío




-Yo soy Gaspar. Aquí traigo el incienso.

Vengo a decir: La vida es pura y bella.

Existe Dios. El amor es inmenso.

¡Todo lo sé por la divina Estrella!



-Yo soy Melchor. La mirra aroma todo.

Existe Dios. Él es la luz del día.

La blanca flor tiene sus pies en lodo.

¡Y en el placer hay la melancolía!



-Yo soy Baltasar. Traigo el oro.

Aseguroque existe Dios. Él es el grande y fuerte.

Todo lo sé por el lucero puro

que brilla en la diadema de la Muerte.



-Gaspar, Melchor y Baltasar, callaos.

Triunfa el amor, y a su fiesta os convida.

¡Cristo resurge, hace la luz del caos

y tiene la corona de la Vida!

jueves, enero 03, 2008

LA ADORACIÓN DE LOS REYES MAGOS




LA ADORACIÓN DE LOS REYES MAGOS





Manuel Mujica Láinez







Hace buen rato que el pequeño sordomudo anda con sus trapos y su plumero entre las maderas del órgano: A sus pies, la nave de la iglesia de San Juan Bautista yace en penumbra. La luz del alba -el alba del día de los Reyes- titubea en 1as ventanas y luego, lentamente, amorosamente, comienza a bruñir el oro de los altares.



Cristóbal lustra las vetas del gran facistol y alinea con trabajo los libros de coro casi tan voluminosos como él. Detrás está el tapiz, pero Cristóbal prefiere no mirarlo hoy.



De tantas cosas bellas y curiosas como exhibe el templo, ninguna le atrae y seduce como el tapiz de La Adoración de los Reyes; ni siquiera el Nazareno misterioso, ni el San Francisco de Asís de alas de plata, ni el Cristo que el Virrey Ceballos trajo de Colonia del Sacramento y que el Viernes Santo dobla la cabeza, cuando el sacristán tira de un cordel.



El enorme lienzo cubre la ventana que abre sobre la calle de Potosí, y se extiende detrás del órgano al que protege del sol y de la lluvia. Cuando sopla viento y el aire se cuela por los intersticios, muévense las altas figuras que rodean al Niño Dios.



Cristóbal las ha visto moverse en el claroscuro verdoso. Y hoy no osa mirarlas.
Pronto hará tres años que el tapiz ocupa ese lugar. Lo colgaron allí, entre el arrobado aspaviento de las capuchinas, cuando lo obsequió don Pedro Pablo Vidal, el canónigo, quien lo adquirió en pública almoneda por dieciséis onzas peluconas. Tiene el paño una historia romántica. Se sabe que uno de los corsarios argentinos que hostigaban a las embarcaciones españolas en aguas de Cádiz, lo tomó como presa bélica con el cargamento de una goleta adversaria. El señor Fernando VII enviaba el tapiz, tejido según un cartón de Rubens, a su gobernador de Filipinas, testimoniándole el real aprecio. Quiso el destino singular que en vez de adornar el palacio de Manila viniera a Buenos Aires, al templo de las monjas de Santa Clara.



El sordomudo, que es apenas un adolescente, se inclina en el barandal. Allá abajo, en el altar mayor, afánanse los monaguillos encendiendo las velas. Hay mucho viento en la calle. Es el viento quemante del verano, el de la abrasada llanura. Se revuelve en el ángulo de Potosí y Las Piedras y enloquece las manti1las de les devotas. Mañana no descansarán los aguateros, y las lavanderas descubrirán espejismos de incendio en el río cruel. Cristóbal no puede oír el rezongo de las ráfagas a lo largo de la nave, pero siente su tibieza en la cara y en las manos, como el aliento de un animal. No quiere darse vuelta porque el tapiz se estará moviendo y alrededor del Niño se agitarán los turbantes y las plumas de los séquitos orientales.



Ya empezó la primera misa El capellán abre los brazos. y relampaguea la casulla hecha con el traje de una Virreina. Asciende hacia las bóvedas la fragancia del incienso.



Cristóbal entrecierra los ojos. Ora sin despegar los labios. Pero a poco se yergue, porque él, que nada oye, acaba de oír un rumor a sus espaldas. Sí, un rumor, un rumor levísimo, algo que podría compararse con una ondulación ligera producida en el agua de un pozo profundo, inmóvil hace años. El sordomudo está de pie y tiembla. Aguza sus sentidos torpes, desesperadamente, para captar ese balbucir.



Y abajo el sacerdote se doblega sobre el Evangelio, en el esplendor de la seda y de los hilos dorados, y lee el relato de la Epifanía.



Son unas voces, unos cuchicheos,.desatados a sus espaldas. Cristóbal ni oye ni habla desde que la enfermedad le dejó así, aislado, cinco años ha. Le parece que una brisa trémula se le ha entrado por la boca y por el caracol del oído y va despertando viejas imágenes dormidas en su interior.
Se ha aferrado a los balaústres, el plumero en la diestra. A infinita distancia, el oficiante refiere la sorpresa de Herodes ante la llegada de los magos que guiaba la estrella divina.



-Et apertis thesaurus suis -canturrea el capellán- obtulerunt ei munera, aurum, thus et myrrham.


Una presión física más fuerte que su resistencia obliga al muchacho a girar sobre los talones y a enfrentarse con el gran tapiz.



Entonces en el paño se alza el Rey mago que besaba los pies del Salvador y se hace a un lado, arrastrando el oleaje del manto de armiño. Le suceden en la adoración los otros Príncipes, el del bello manto rojo que sostiene un paje caudatario, el Rey negro ataviado de azul. Oscilan las picas y las partesanas. Hiere la luz a los yelmos mitológicos entre el armonioso caracolear de los caballos marciales. Poco a poco el séquito se distribuye detrás de la Virgen María, allí donde la mula, el buey y el perro se acurrucan en medio de los arneses y las cestas de mimbre. Y Cristóbal está de hinojos escuchando esas voces delgadas que son como subterránea música.
Delante del Niño a quien los brazos maternos presentan, hay ahora un ancho espacio desnudo. Pero otras figuras avanzan por la izquierda, desde el horizonte donde se arremolina el polvo de 1as caravanas y cuando se aproximan se ve que son hombres del pueblo, sencillos, y que visten a usanza remota. Alguno trae una aguja en la mano; otro, un pequeño telar; éste lanas y sedas multicolores; aquél desenrosca un dibujo en el cual está el mismo paño de Bruselas diseñado prolijamente bajo una red de cuadriculadas divisiones. Caen de rodillas y brindan su trabajo de artesanos al Niño Jesús. Y luego se ubican entre la comitiva de los magos, mezcladas las ropas dispares, confundidas las armas con los instrumentos de las manufacturas flamencas.
Una vez más queda desierto el espacio frente a la Santa Familia.



En el altar, el sacerdote reza el segundo Evangelio.


Y cuando Cristóbal supone que ya nada puede acontecer, que está colmado su estupor, un personaje aparece delante del establo. Es un hombre muy hermoso, muy viril, de barba rubia. Lleva un magnífico traje negro, sobre el cual fulguran el blancor del cuello de encajes y el metal de la espada. Se quita el sombrero de alas majestuosas, hace una reverencia y de hinojos adora a Dios. Cabrillea el terciopelo, evocador de festines, de vasos de cristal, de orfebrerías, de terrazas de mármol rosado. Junto a la mirra y los cofres, Rubens deja un pincel.



Las voces apagadas, indecisas, crecen en coro. Cristóbal se esfuerza por comprenderlas, mientras todo ese mundo milagroso vibra y espejea en torno del Niño.



Entonces la Madre se vuelve hacia el azorado mozuelo y hace un imperceptible ademán, como invitándolo a sumarse a quienes rinden culto al que nació en Belén.



Cristóbal escala con mil penurias el labrado facistol, pues el Niño está muy alto. Palpa, entre sus dedos, los dedos aristocráticos del gran señor que fue el último en llegar y que le ayuda a izarse para que pose los labios en los pies de Jesús. Como no tiene otra ofrenda, vacila y coloca su plumerillo al lado del pincel y de los tesoros.



Y cuando, de un salto peligroso, el sordomudo desciende a su apostadero de barandal, los murmullos cesan, como si el mundo hubiera muerto súbitamente. El tapiz del corsario ha recobrado su primitiva traza. Apenas ondulan sus pliegues acuáticos cuando el aire lo sacude con tenue estremecimiento.



Cristóbal recoge el plumero y los trapos. Se acaricia las yemas y la boca. Quisiera contar lo que ha visto y oído, pero no le obedece la lengua. Ha regresado a su amurallada soledad donde el asombro se levanta como una lámpara deslumbrante que transforma todo, para siempre.




FIN

miércoles, enero 02, 2008

LA LLEGADA DE LOS REYES MAGOS


LA LLEGADA DE LOS REYES MAGOS



Por Félix Lope de Vega




Reyes que venís por ellas,

no busquéis estrellas ya,

porque donde el sol está

no tienen luz las estrellas.


Reyes que venís de Oriente

al Oriente del sol solo,

que más hermoso que Apolo,

sale del alba excelente.


Mirando sus luces bellas,

no sigáis la vuestra ya,

porque donde el sol está

no tienen luz las estrellas.


No busquéis la estrella ahora,

que su luz ha oscurecido

este sol recién nacido,

en esta Virgen Aurora.


Ya no hallaréis luz en ellas,

el niño os alumbra ya,

porque donde el sol está

no tienen luz las estrellas.


Aunque eclipsarse pretende,

no reparéis en su llanto,

porque nunca llueve tanto

como cuando el sol se enciende.


Aquellas lágrimas bellas,

la estrella oscurece ya,

porque donde el sol está

no tienen luz las estrellas.