jueves, noviembre 30, 2006

DÍA


"Epitafio para Joaquín Pasos" se llama la última canción que canta Serrat en su disco PIEL DE MANZANA y me pareció interesante leer algo suyo, de Joaquín Pasos. Fruto de tal peripecia, como muestra valga una breve voz, es el poema que sigue. Y si se quiere saber más de este escritor nicaragüense, al final, dejo una dirección


DÍA

Para hacer un día tan lleno de raíces
bastó un árbol.
Para empaparlo en miel dorada y embriagante
bastó una abeja.

Vengo acumulando piedras por si acaso
falta una en la construcción de la torre,
vengo guardando cántaros para cuando
logre derramarse el líquido.

Para hacer un vuelo de nidos viajeros
hoy basta un solo pájaro,
para fabricar un pez
hoy basta el agua.

Gran día de edificios y de montaje de puentes,
de fecundo mugir de vacas
y señales de lluvia.
Día moreno y brillante que me recuerda
mi obligación de cantar.



LA PRENSA LITERARIA
SUPLEMENTO SEMANAL DEL DIARIO LA PRENSA / VIERNES 28 DE ENERO DE 2005

http://www-ni.laprensa.com.ni/archivo/2005/enero/29/literaria/comentario/

miércoles, noviembre 29, 2006

EL REGRESO DEL NODO


Menos aguardentoso en la voz Sabina por aquellos tiempos, se postulaba como chica Almodóvar en una de sus canciones. Irónico, descreído, crítico con una tropa emergente quizás demasiado valorada para el gusto del trovador “colchonero”, pero por esas cosas de la vida y el arte, decidido a lograr tan codiciado estado de pertenencia. Y a fe mía que hasta el mismísimo Almodóvar querría ser Almodóvar ahora que noviembre se termina. ¿Por qué? Pues a la proliferación de documentos cinematográficos llamados “videos” me remito. Llegó el nuevo cine y muchos van decantarse por una forma de estrellato propia de quienes se creen elegidos por algo o para algo. La iniciativa hay que agradecérsela a la clase política, padres y madres de un género fácil de entender si se estima la exaltación de las flaquezas ajenas cuando no al ensañamiento con el rival y aireado de sus miserias. Razones de partido, puesto que eso es lo que son, generadoras hasta el momento de tres o cuatro títulos, aunque no es tarde para algún otro antes del fin de diciembre. No extrañará por tanto que, teniendo en cuenta las próximas citas electorales, dos mil siete resulte el año propicio para contemplar el ascenso de una industria pródiga en luminarias y generosa en euros. Tendremos la pieza correspondiente como aperitivo de cualquier película de estreno para regocijo de ZP. Será así efectiva la conocida pretensión del presidente: revisar la historia a su manera... Porque el Nodo ha vuelto, no se olvide. En una versión distinta según socialistas, populares o convergentes, productores de este retorno al pasado, pero regresó. Véanse si no las prisas con las que los responsables del filón propagandístico al que vengo haciendo alusión se conducirán de ahora en adelante. Justos seguidores de las enseñanzas franquistas y, con la salvedad de preferir las sombras a la luz- el General aparecía como conseguidor de grandes hitos en todas las actuaciones que registró la célebre revista en blanco y negro- triunfantes por enmerdamiento de los contrarios. ¿Los ciudadanos? Acostumbrados como tenemos el paladar a los usos televisivos de “grandes hermanos” y “profusión rosa”, no nos quedará otra que ir coleccionando los “debedes” que la prensa dominical vaya poniendo a la venta igual que reunimos la música de “la movida” o las recetas de Arguiñano. Seleccionará El País magníficos cortometrajes con las andanzas corruptas de los alcaldes y concejales del PP y El Mundo, además de la “peli” que ya ha producido, GAL, ofertará, con el regalo adicional de cuatro chicles y una barra de labios, las grandes cotas de fraude de los “fondos reservados”, Roldan, Filesa, etc. Más aún, presumo de la inmediata adopción de una costumbre que paliará en bautizos, comuniones, bodas y divorcios, las consecuencias que la ley antitabaco continua produciendo. En vez de cigarrillos y puros, se obsequiará a los invitados con el vídeo de la semana. Ya lo estoy viendo. “No sé por qué decidirme. ¿Voy a la boda de paquita o al bautiza de los gemelos de Rodríguez?... Los del matrimonio regalarán un video de las maldades que intercambian Esperanza Aguirre y Ruiz Gallardón, y para la fiesta de los niños se prepara la vida secreta de la ministra Trujillo”… En todo caso, tranquilos, queda tiempo para editar lo que sea y emitirlo antes de las doce campanadas a fin de este dos mil seis. Que se sepa.

martes, noviembre 28, 2006

YA ESTÁN AQUÍ...

De vez en cuando la humanidad escruta los cielos no sea el amanecer de una civilización procedente de cualquier otro lugar del universo. Conocer si somos la única especie de las de inteligencia equiparable, interesa desde que las fronteras terrestres quedaron superadas. Interesan la Luna, Marte, la galaxia: puertos, ocasiones de exploración, nuevas conquistas y el ademán alerta por si, al contrario, la irrupción de no se sabe qué criaturas, muchas veces hostiles según la literatura y el cine las recrearon, pudiera acontecer. Entonces, dudas y certezas aparte, satisfacer las demandas que se originan a partir de las inquietudes enumeradas, consiste en prestar atención a lo indudablemente próximo. En su día, autores literarios y cinematográficos propusieron la colonización de nuestro planeta, la presencia disimulada de seres llegados de estrellas lejanas que convivirían con ciudadanos y contribuyentes sin haberse expuesto a las penalidades de una travesía marítima suicida o a los ejércitos centinelas de los pasos fronterizos, y nunca puestos en el brete de rendir cuentas a las autoridades. Tanto es así que citarnos a nosotros mismos a imagen y semejanza de los supuestamente venidos de más allá de los confines de la Tierra, debiera ser motivo de escaso asombro. Sobre todo porque la prueba de lo dicho reside en la propia expresión de lo cotidiano, si a la vida social de nuestros semejantes nos referimos… Y es que no puedo decirlo de otro modo. Son extraterrestres, desde luego seres ajenos por completo a lo que yo soy- y viceversa- aquellos cuyos actos, labores, ilusiones, emociones, pensamientos y futuro, distan de lo que tiene que ver conmigo, años luz. Es lo que me parece percibir cuando, como hace poco en el metro de Madrid, dos adolescentes modernas, con sus ropas a medio vestir, sus colorines en el indescriptible corte de pelo, y sus engarfiados de metal en el rostro, conversan. Esto no es lo importante- que hablaran- sin embargo, se dijeron todo lo concerniente a estudios, compras, proyectos y cuidados estéticos. La imagen, los cosméticos, el maquillaje y su desempeño profesional, fueron materia de interminable plática, sucedida delante de mis narices, dada la numerosa coincidencia de viajeros a esa hora de la mañana. Y supe que no sabía nada. Pero nada de nada. Mi ignorancia de lo atribuible a ese mundo surtía los efectos de tornar en muy raritas a las dos muchachas y, seguramente, tres cuartos de lo mismo les hubiera sucedido a ellas conmigo de enterarse como yo supe de sus vidas. Pensé que no eran de verdad, que no eran de aquí; quizás nacidas en el hace poco degradado Plutón a lo sumo, aunque no advertí rigidez en los dedos meñiques de ambas: tal contingencia era signo de la naturaleza impostora y cualidad cierta de marciano en una serie televisiva de los años sesenta. Mas, aunque no pude certificar si eran o no las tramposas que yo estaba temiéndome por estas señales que digo, quedé conforme a mis sospechas: lo escuchado era más que suficiente para creerlo así. Es lo que es y, por lo tanto, doy noticia de las invasoras. Se aceptará incuestionablemente, se dirá sin rubor alguno, al igual que suena GOMAESPUMA de lunes a viernes a las cuatro de la tarde en Onda Cero y avisaba la rubita que secuestran los espíritus en Poltersgeist: “Ya están aquí”… Y son o somos tan diferentes, tan diametralmente opuestos- humanos o extraterrestres- como para considerar milagro celestial la paz y el pan nuestro de cada día. El caso de no emprender una guerra vecinal, de barrio o ciudad cada vez que salimos a la calle, es un milagro. Que nos inhibamos o hagamos uso de la inteligencia que se nos supone para conducirnos con respeto y conciliar lo que merezca la pena vivir en armonía, debe ser un dispositivo de seguridad de la raza- o un milagro- porque, de chifladura muy grave y no de otro modo debe entenderse lo que fuere que da lugar a la inacabable profusión de tragedias violentas anunciadas con o sin repercusión mediática fecha tras fecha. Somos raros, peligrosos y nada cándidos cual lo eran los alienígenas de ENCUENTROS EN LA TERCERA FASE o ET. Somos conflictivos, inextricables, egoístas, temerarios… pero, probablemente, en esto no tenga responsabilidad alguna ZP y su Alianza de Civilizaciones. Es un alivio.

domingo, noviembre 26, 2006

ROMANCE DE CIUDAD Y LLUVIA


ROMANCE DE CIUDAD Y LLUVIA

Por Patricia Iriarte

Ahora es la una y veinte de la tarde y llueve con ganas,

como casi nunca llueve en Bogotá. Me gustaría estar contigo,

aquí o enfrente de cualquier ventana, mirando esta persiana

de agua que se descuelga sobre la ciudad. Me gustaría mirarla abrazada a ti,

para conjurar esta nostalgia y el frío que viene siempre con las tardes lluviosas.

Llueve con ganas, y mientras la ciudad se deja querer

por el agua, yo me muero de ganas de quererte y de cubrirte

de besos húmedos. De miles y miles de besos que caigan

sobre ti, como aguacero.

sábado, noviembre 25, 2006

DE COMO EL OSO HORMIGUERO ENSEÑÓ A BAILAR A LOS INDIOS


Navegando navegando, encuentro, en la BIBLIOTECA IMAGINARIA de EDUCARED una leyenda misionera- la acción sucede en el norte de Argentina- recopilada por GRACIELA REPÚN, simpática y alegre. Es estupenda, creo, para contraste con este lluvioso sábado...

DE COMO EL OSO HORMIGUERO ENSEÑÓ A BAILAR A LOS INDIOS

Según una leyenda de los indios que habitan la selva misionera, Kadjurukré no fue solamente el fundador de la tribu, sino que también brotaron de él todos los animales que viven en la espesura. El dios hacía esta labor creativa durante la noche, a la luz de las lejanas estrellas. Pero un amanecer, la claridad lo encontró dándole todavía forma al oso hormiguero, que los indios llaman tamanduá. Apurado por terminar esa criatura antes que el sol se elevara sobre el horizonte, tomó una ramita larga y delgada y la metió en su boca, diciendo: “Ya es tarde para hacerte dientes, así que usa esta larga lengua para capturar hormigas.”
Y fue gracias al tamanduá comedor de hormigas que los hombres aprendieron a bailar.
Ocurrió así. Cierto día, un indio volvió a su aldea muy asombrado por una aventura que le había sucedido. Contó a sus amigos que, andando solo por la selva, se le apareció en sentido contrario un tamanduá, que venía con la cabeza gacha olisqueando la tierra.
Casi se atropellan. El oso hormiguero, al ver ocupado el camino, se paró sobre sus patas traseras y levantó el hocico amenazadoramente. El indio, que estaba sin armas, temió que quisiera atacarlo con esas zarpas larguísimas y tomando un palo, se preparó para defenderse. Ninguno de los dos parecía dispuesto a ceder terreno.
El indio trató de asustarlo con unos golpes. Pero el oso hormiguero resultó ser muy rápido. Cuando lo vio venir, esquivó el golpe saltando a la derecha, y el palo azotó ruidosamente la tierra. El indio volvió a golpear allí donde estaba el animal, y el tamanduá lo esquivó de nuevo saltando rápidamente a la izquierda. Y así siguieron un rato, el indio golpeando a derecha e izquierda, y el tamanduá saltando a izquierda y derecha. Hasta que el oso hormiguero comenzó a cansarse de tanto salto y con un gruñido decidió perderse en la espesura.
El indio contaba la historia, y mientras contaba, trataba de imitar los movimientos del animal. Los amigos que lo escuchaban querían parecer serios, pero acabaron doblados de la risa. Uno de ellos se puso a imitarlo, y pronto se le unieron los demás. Descubrieron que era muy divertido dar aquellos saltos de tamanduá.
Así comenzaron a danzar los hombres en aquella tribu. Primero saltando como tamanduá, después imitando a otros animales y finalmente inventando sus propios pasos, acompañados del ritmo de los tambores y de otros instrumentos que crearon.

http://www.educared.org.ar/imaginaria/biblioteca/?p=35



TAMANDUÁ.- En la página electrónica de AMBIENTE ECOLÓGICO, Lucía Torres, editora de "Curiosos por Naturaleza", dice así: "Esta es la especie de mayor tamaño dentro de los osos hormigueros. Se distingue por su pelaje duro, largo y cerdoso, que forma en el cuello una crin de hasta 24 cm de longitud y se prolonga en una extensa cola, poblada de pelos de hasta 40 cm de extensión, los cuales les otorgan el aspecto de un abanico o "bandera".

http://www.ambiente-ecologico.com/ediciones/2003/087_02.2003/087_Publicaciones_CuriososPorNaturaleza.php3

jueves, noviembre 23, 2006

ABURRIDOS O MAJADEROS


A menudo sospecho lo que, más tarde, la auscultación del día a día creo me confirma: entre los responsables de la administración, de todas las administraciones, procedan de formaciones políticas o intervengan en la misma con la vitola de independientes, cunde el aburrimiento. Eso, o existe un naciente prurito de “originalidad”. ¿Por qué? La respuesta tiene que ver con una apreciación reiterada. En vez de atender a cuestiones, soluciones e iniciativas que resuelvan los apuros y preocupaciones de los ciudadanos- digo los más acuciantes- surgen como ofertas prioritarias medidas que pudieran ser razonables, precisamente, cuando lo esencial está salvaguardado. Ocurrió con el problema del agua y la sugerencia ministerial de gravar el consumo a partir de unos mínimos sumamente irrisorios. En vez de garantizar una distribución justa y acertada de los caudales para consumo humano, riego, actividades comerciales e industriales y recreo, antes de realizar las actuaciones que correspondan para evitar las muchas pérdidas que se producen por las conducciones- en tanto por cierto desmesurado- es decir, presentarse con la tarea, con los deberes hechos, a los responsables dichos no se les ocurre otro invento mejor que el de solventar la escasez de reservas demandando al consumidor un precio que le disuada o haga que se contenga en el gasto. Como suele decirse comenzar la casa por el tejado. Lo mismo que la promoción aquella de las zapatillas regaladas para buscar pisito que “parieron” las luminarias del ministerio de la vivienda, tan torpe como el vídeo testigo de los descuidos del gobierno socialista en materia de orden público que acaba de presentar el Partido Popular- tan burdo que ofrece imágenes de los desaguisados en ese apartado cuando gobernaron e incluso sucesos ocurridos en Colombia- o eso tan mono que va a resultar de información y festejo para los habitantes de Fuenlabrada, en Madrid. Me refiero a las señales de circulación que incluyen o van a incluir símbolos también manifiestamente femeninos: muñequitas que se deduce que lo son por la falda y coleta apreciadas en el dibujo de la misma, aparecidas ya en los indicadores de paso para peatones. Ahora bien, seguro que los fabricantes de este tipo de “mobiliario urbano” estarán proponiendo a los ediles o funcionarios que entienden del asunto, modelos con iconos representativos de homosexuales, transexuales, minusválidos, gordos, flacos, peritos agrícolas, directoras de oficina bancaria... Porque ahí hay un filón... En fin. La majadería no es patrimonio de nadie y en todos los hogares cuecen habas. De acuerdo, Sin embargo, el menú del día en muchos de los despachos del poder, a parte de la ya muy conocida “sopa de ladrillo”, debe consistir en un potaje de idioteces o una estricta dieta de imbecilidad. Quizás, cuando las cosas que de verdad importan o deben importarnos a todos en cuanto a lo que a las mujeres respecta y atañe, justicia, igualdad efectiva que no de número y erradicación de la violencia que se realiza contra ellas, es cuando puedan atenderse estas cosas, cositas tan cucas. O eso, que son majaderos los administradores nuestros, si no se aburren. He dicho.

miércoles, noviembre 22, 2006

DOLIENTE DISTINCIÓN


Conversamos y lo define de una manera insospechada, al menos para mí. Tanto que casi sano de golpe. Afirma con soltura y erudición: “... lo que se dice una afección de las vías altas”. Y mi vulgar, engorroso e inoportuno catarro, se convierte como por ensalmo, en una manifestación de diseño que alcanza sus más altas cotas de refinamiento a la par que añado por mi parte: “... afección de las vías superiores”... Me recreo en la enunciación y comprendo que ni muchísimo menos es lo mismo. Las cosas cambian al comprender. Gemir o tronar con la nariz medio licuada y un atontamiento general nada más puesto en razón si se cede a los embozos de las sábanas, dista, cual de la noche al día, de lo que es la tolerable y simpática indisposición consistente en periodos de pluviosidad nasal refrendados con operísticos y vibrátiles estruendos de garganta. Lo segundo es presentable, diverso e incluso aristocrático. Es verdad que tengo una paliza en el cuerpo como para reclamar la excedencia del mundo por una buena temporada, pero, si se me concediera, dictar conferencias e intervenir en seminarios que podrían anunciarse como, “AFECCIONES DE LAS VÍAS SUPERIORES: LA DOLIENTE DISTINCIÓN”, sería una opción interesante para entretener la consiguiente ociosidad... Bien es verdad que me pongo a la altura de Felipe González, Aznar, Al Gore y otros “ex” que por el mundo van en itinerante derrama de conocimiento perfectamente remunerado, desde que tengo conciencia de la verdadera naturaleza de mi padecimiento. Y eso sólo ha sido posible gracias a la oportuna intervención de mi mentora, persona muy de madrugar- no al estilo de Carlos Herrera, campeón y exegeta de las obligaciones laborales- quien gusta del paseo por las calles de la ciudad levantina donde reside cual el Correcaminos perseguido o no por el Coyote: vamos, que no es paseo sino acontecimiento atlético. Ella, a la que denominaremos Micmic, me ha enseñado, de forma gratuita además, no como los de la “industria de la autoayuda”, que basta llamar a las cosas como conviene para lograr una inmediata recuperación de los valores propios y el crédito general. Es como ZP, reparte naciones y realidades nacionales como si se tratara de paraísos del bien y solidario proyecto de futuro. Sí, es verdad, algo habrán hecho los sobrecillos de espolvoreada poción que recetan los druidas de la Seguridad Social- a lo mío de los achaques me refiero, no se confunda con la florida reorganización del estado aún llamado España- pero no puede negarse la fiabilidad de un oportuno “chute” de autoestima sobre todo cuando las consecuencias son las que ya he explicado antes. En fin, que, dispuesto como estoy a ocupar la plaza que me corresponde en el mundo como novísimo icono del moderno desfallecer, parto a Francia y luego al resto de Europa, a fin de solicitar el reconocimiento que merecen mis iniciativas por parte de los líderes internacionales: Mariano- a Rajoy le digo- ¡entérate!: el señor Chirác va a apoyarme como ya ha proclamado su sintonía con nuestro presidente de gobierno- homenaje a una reciente viñeta de Ricardo- que lo sepas.

martes, noviembre 21, 2006

“BE” ME INVITA A “PINCAR”


Observo su rostro de benjamina y comprendo mi equivocación. Ella manifiesta su madurez aunque a mis ojos parezca de tierna porcelana. Insisto en ensimismarme con su infancia cuando muchos de sus actos y de sus gestos, a la vez que su palabra y sus intereses, me dicen a voces: “estoy lista”. La creo aún en lo admisible como lado seguro de la vida, al abrigo del nido familiar y, seguramente emprendió ya algún esbozo de viaje en solitario o está a punto de embarcarse para participar en el descenso de los rápidos fluviales de la adolescencia. Su edad es todavía un alivio, pero las circunstancias actuales de la vida hacen que todo se precipite. Todavía nos reímos, cuando salmodian en la televisión el enésimo caso de violencia en las aulas de los institutos, o fuera de ellas, y me pregunto si teme algo… Hemos llegado al acuerdo de proponer un único significado para la “palabra” PINCAR. De muy chiquita utilizó este “verbo” para expresar una ocupación cualquiera. “¿Qué haces Belén? Estoy pincando”. Y pincando podía ser una acción, un pensamiento o nada. Pero recordó que pincaba, ahora, unas horas hace, y alborotó risueña al escuchar mi cuento: “Figúrate que eres Madonna y te hacen una entrevista. Te dicen: ¿Qué es lo que más le gusta hacer? Y respondes: Pincar. Entonces, el desconcertado periodista balbucea: ¿Pin- car?. Sí- respondes tú- ¿no sabes qué es pincar? Pues pincar es hacer nada, descansar tumbada en el sofá… Como Madonna es americana- afirmo- vale si decimos que hace “pinquing”: ¿Qué harás hoy?, nos preguntarán. Y responderemos: Nada, hoy sólo pinquing”… No sabe que reconozco lo absurdo de la situación o así me lo parece. Absurdo no por la gracieta de atribuir a la “reina del pop” caprichos como el que propuse, sino porque apostaría mi pellejo- sí, mamá, ya sé que tu madre te dijo que porfiar porfiarás, pero que apostar no apostaras- a la posibilidad ganadora de lo absurdo. Pues es absurda, claro, y sin embargo cierta, toda ocasión de necedad por moda o convencimiento de entusiasta cuales las demostradas al hacer nuestro un hábito, objeto o consigna. Y no me refiero a esa inclinación tan conocida producto de inacabables monerías que brota con el éxito de un cómico. Digo de la sacralización de la tontería. Que Madonna, por ejemplo, pinca, todos a pincar de inmediato no sea que se haga tarde. Y que nadie se atreva a poner en tela de juicio las opiniones de la celebradísima artista. Ni su pensamiento, ni sus costumbres… Pero no, Madonna no sabe pincar y no sabe qué significa pincar. Para eso hace falta mucha imaginación y talento, y si he de admitir que parte o más de lo atesorado por esta niña lista e inteligente que es mi sobrina, podría irse quedando en el camino, la miro y me voy contento. Es la hora de pincar, sea lo que demonios sea, y puedo ejercitarme tranquilo convencido del bagaje vital con el que cada día amanece “Be”.

lunes, noviembre 20, 2006

NOTICIA DEL DESTIERRO DE ROMEO


NOTICIA DEL DESTIERRO DE ROMEO

A modo de centón en prosa compuesto a partir de las dos últimas intervenciones de la AMA y de JULIETA, cuando acaba la segunda escena del acto tercero de Romeo y Julieta, original de William Shakespeare según versión de Marcelino Menéndez y Pelayo

Centón: (Del lat. cento, -ōnis).
1. m. Manta hecha de gran número de piezaspequeñas de paño o tela de diversos colores.
2. m. Manta grosera con que antiguamente se cubrían las máquinas militares.
3. m. Obra literaria, en verso o prosa, compuesta enteramente, o en la mayor parte, de sentencias y expresiones ajenas.

DICCIONARIO DE LA LENGUA ESPAÑOLAVigésima segunda edición.




AMA

¿Cómo puedes disculpar al que mató a tu primo?


JULIETA

Y, ¿cómo he de decir mal de quien es mi esposo? ¡Ay de mí! Antes querría que me pusieran pronto bajo tierra y sembraran berzas encima. Ahora acaba de irse de aquí con ceño muy torvo. Pues si vierais cómo se lamenta de aquello se os partiría el corazón. Vive mi esposo, a quien querían dar muerte, y su matador yace por tierra. ¿Qué puerta quedará segura cuando de todos los puntos de la rosa soplen los vientos? Ni una vez podrá conciliar el sueño. Su vida será la del condenado, y las tormentas agitarán sin cesar su nave. ¡Dios mío, y en mi casa! ¡No bastaba con la muerte de Teobaldo, o es que las penas se deleitan con la compañía y nunca vienen solas! ¿Por qué cuando dijiste: “Ha muerto Teobaldo”, no añadiste: “tu padre o tu madre o los dos”? Aún entonces no hubiera sido mayor mi pena. ¡Pero decir: “Romeo desterrado”! Esta palabra basta para causar la muerte a mi padre y a mi madre y a Romeo y a Julieta. ¡Oh que noble pensamiento trastornado! ¡Del cortesano, del soldado, del estudioso, tenía la agudeza, la espada, la lengua! La esperanza y la flor de esta hermosa nación, el espejo de la gentileza, el modelo de las buenas formas, aquel a quien todos miraban e imitaban, ¡perdido, destruido! Y yo, la más desolada e infeliz de las mujeres, que libé la miel de sus promesas melodiosas, tengo que ver ahora a aquel noble y soberano entendimiento, desacordado como el son de una armoniosa campana que se quiebra; y aquella apostura inigualable, y la florida juventud de su semblante, descompuestas por el delirio. ¡Triste de mí! ¡Haber visto lo que vi y ver ahora lo que veo. ¿Dónde están mi padre y mi madre? Dímelo


AMA

Llorando sobre el cadáver de Teobaldo. Juntemos las manos, hagamos una rueda, como hermanas enviadas del cielo y de la tierra. Tres ruedas por ti, tres por ti, tres por mi...


JULIETA

Más de una y más de veinte: tantas, que bastaría para llenar un mundo. Ellos con su llanto enjugarán las heridas. Yo, entre tanto lloraré por el destierro de Romeo. Tentada estoy casi de armar quimera a mi propia honradez. Seguramente me tendré yo misma en el concepto que tendría de mí quien ignorase completamente lo que soy... ¿Qué puede la sabiduría humana para devolverle la razón que le faltaba? Quien logre darle algún auxilio, disponga cuanto poseo. Pero yo moriré virgen y casada. ¡Adiós, escala de cuerda! ¡Adiós, nodriza! Me espera el tálamo de la muerte.
_______________________________ ______________________________________

Diálogo original:


AMA

¿Cómo puedes disculpar al que mató a tu primo?JULIETAY, ¿cómo he de decir mal de quien es mi esposo? Mató a mi primo porque, si no, mi primo le hubiera matado a él. ¡Atrás lágrimas mías, tributo que erradamente ofrecí al dolor, en vez de ofrecerlo al gozo! Vive mi esposo, a quien querían dar muerte, y su matador yace por tierra. ¿A qué ese llanto? Pero creo haberte oído otra palabra que me angustia mucho más que la muerte de Teobaldo. En vano me esfuerzo por olvidarla. Ella pesa sobre mi conciencia como puede pesar en el alma de un culpable el remordimiento. Tú dijiste que Teobaldo había sido muerto y Romeo desterrado. Esta palabra desterrado me pesa más que la muerte de diez mil Teobaldos. ¡No bastaba con la muerte de Teobaldo, o es que las penas se deleitan con la compañía y nunca vienen solas! ¿Por qué cuando dijiste: “Ha muerto Teobaldo”, no añadiste: “tu padre o tu madre o los dos”? Aún entonces no hubiera sido mayor mi pena. ¡Pero decir: “Romeo desterrado”! Esta palabra basta para causar la muerte a mi padre y a mi madre y a Romeo y a Julieta. “¡Desterrado Romeo!” Dime, ¿podrá encontrarse término o límite a la profundidad de este abismo? ¿Dónde están mi padre y mi madre? Dímelo

AMALlorando sobre el cadáver de Teobaldo. ¿Quieres que te acompañe allí?

JULIETA

Ellos con su llanto enjugarán las heridas. Yo, entre tanto lloraré por el destierro de romeo. Toma tú esa escalera, a quien su ausencia priva de su dulce objeto. Ella debía haber sido camino para mi lecho nupcial. Pero yo moriré virgen y casada. ¡Adiós, escala de cuerda! ¡Adiós, nodriza! Me espera el tálamo de la muerte.

------------------------------------------------------------- ---------------------------------------------------

Se emplearon a fin del recreo que se leyó, los siguientes textos para ...

AMA:

Su propio parlamento en el original.


JULIETA:

Se suprime parte del original y se añaden, por orden de lectura...

- De LAS ALEGRES COMADRES DE WINDSOR, según versión de José A. Márquez, escena cuarta, acto tercero:

ANA.- “¡Ay de mí! Antes querría que me pusieran pronto bajo tierra y sembraran berzas encima.”


- De OTELO, según versión de Marcelino Menéndez y Pelayo, escena cuarta, acto tercero:

EMILIA.- “Ahora acaba de irse de aquí con ceño muy torvo.”


- De LAS ALEGRES COMADRES DE WINDSOR, según versión de José A. Márquez, escena cuarta, acto tercero

APRISA:- “Pues si vierais cómo se lamenta de aquello se os partiría el corazón.”


- De MACBETH, según versión de Marcelino Menéndez y Pelayo, escena segunda, acto primero

Bruja 1ª.- “... ¿Qué puerta quedará segura cuando de todos los puntos de la rosa soplen los vientos? Ni una vez podrá conciliar el sueño. Su vida será la del condenado, y las tormentas agitarán sin cesar su nave.”


- De MACBETH, según versión de Marcelino Menéndez y Pelayo, escena cuarta, acto segundo

Lady Macbeth.- “¡Dios mío, y en mi casa!”


- De HAMLET, según versión de Antonio Buero Vallejo, escena primera, acto tercero

Ofelia.- “¡Oh que noble pensamiento trastornado! ¡Del cortesano, del soldado, del estudioso, tenía la agudeza, la espada, la lengua! La esperanza y la flor de esta hermosa nación, el espejo de la gentileza, el modelo de las buenas formas, aquel a quien todos miraban e imitaban, ¡perdido, destruido! Y yo, la más desolada e infeliz de las mujeres, que libé la miel de sus promesas melodiosas, tengo que ver ahora a aquel noble y soberano entendimiento, desacordado como el son de una armoniosa campana que se quiebra; y aquella apostura inigualable, y la florida juventud de su semblante, descompuestas por el delirio. ¡Triste de mí! ¡Haber visto lo que vi y ver ahora lo que veo.”



AMA

Se añade...

- De MACBETH, según versión de Marcelino Menéndez y Pelayo, escena segunda, acto primero

LAS TRES BRUJAS.- “Juntemos las manos, hagamos una rueda, como hermanas enviadas del cielo y de la tierra. Tres ruedas por ti, tres por ti, tres por mi...”



JULIETA

Se añade..

- De OTELO, según versión de Marcelino Menéndez y Pelayo, escena tercera acto cuarto

Emilia.- “Más de una y más de veinte: tantas, que bastaría para llenar un mundo”


- De LAS ALEGRES COMADRES DE WINDSOR, según versión de José A. Márquez, escena primera, acto segundo

Señora Page.- “... Tentada estoy casi de armar quimera a mi propia honradez. Seguramente me tendré yo misma en el concepto que tendría de mí quien ignorase completamente lo que soy...”


- De EL REY LEAR, según versión de Blanco Prieto, escena cuarta, acto cuarto

Cordelia.- “... ¿Qué puede la sabiduría humana para devolverle la razón que le faltaba? Quien logre darle algún auxilio, disponga cuanto poseo.”

domingo, noviembre 19, 2006

NOCTURNO


Como el vaso y la botella.
Una palma interpuesta
o una planta de plomo.
La extrema extremidad
tendida protectoramente
o la suela del calzado
que se cierne en amenaza.
La mano amiga
o el pie apisonador.
Medio llena o media vacía.
Pero solo delirio, cielo,
sombras entre las sombras.
Es de noche, hay borrasca,
Nada más el fuego de los gitanos,
animado por el jaleo,
por las bulerías,
resiste…
Camino conmigo
y con todo lo que me rodea.
Me prefiero sosegado,
ya lo sabes.
Y la medida de mi vida
supone un entonces
con muecas
y un mañana de terciopelo.
Esa refrescante alegría tuya
es un abrazo y un abrigo.
A pie dejo las huellas
de tu nombre.
Será la frente alta.
Será la noche que a ti te debo:
una luna en tus labios.

sábado, noviembre 18, 2006

UN VIOLÍN NO ES UN CHELO, PERO IGUAL SIRVE


Cuando se accede a las páginas escritas por quien goza de buena pluma participar de la excelencia es simple. Uno lee, disfruta, imagina, piensa, se emociona y conluye que fue un placer intenso y feliz. Es el caso tratándose de una pieza firmada por PEDROMARCA, W. Pedro Rivera Márquez. El caso, y la ventura. Por tal motivo, tras solicitar a don Pedro la autorización correspondiente para que se lea aquí lo que a continuación redacto, manifiesto que, al igual que la naturaleza ofrecer sus dones no sin haber invertido en tiempo y esfuerzo como convenga por más que su deleite pueda resultar de simple confirmación, la buena literatura se hace con palabras propuestas sin intervención del azar aunque parezca obra de niños, cuadra tal y como es luego de un adecuada asignación en inteligencia y talento, y en la obra que merece estar aquí a disposición de todos, pretexto de esta introducción, hace honor a tal membrete.

Dicho lo cual...



Un violín no es un chelo, pero igual sirve

Esto que le cuento sucedió hace unos tres o cuatro años, cuando yo tocaba el chelo, porque ahora, como usted ve, toco el violín. Sucedió en Santa Ana, allá vivíamos con mi madre y mis cuatro hermanos, porque mi padre siempre anda por otros lugares trabajando y llega de tiempo en tiempo, trae dinero y algo de víveres, pero eso a mi madre no le alcanza, así que ella trabaja ayudando en las casas de la gente rica. Ella es muy buena, cuando perdí el chelo, igual me compro un violín nuevo porque sabe que la música me gusta mucho y que yo si no toco me pongo mal y mi cabeza me da vueltas, me desespero; con la música vuelvo a vivir. Y lo que le cuento fue también a raíz de lo mucho que a mí me gusta tocar. Porque entre la gente del pueblo hay muchas personas malas y hay una familia que estaba envidiosa por lo que yo tocaba en la orquesta de la iglesia y por eso decidieron ponerme un mal. Si, la pérdida de mi chelo no fue porque yo sea un descuidado o me ande olvidando las cosas, y mucho menos mis instrumentos que siempre me gusta llevarlos conmigo, como usted puede ver. Lo que pasó es que estábamos ensayando el Agnus Dei en la orilla de la laguna y cuando terminamos nos acercamos a un muelle y ahí me salió al encuentro una serpiente y, mire usted mi brazo, aquí me mordió, esta es la marca de aquella mordedura. Pero felizmente no me asusté, y el veneno no hizo su acción; además, porque agarré a la serpiente y la maté, le saqué los dientes y le quité el cuero; me fui a mi casa y le conté a mi madre lo que me había pasado y preparé unas hojas de tabaco con otras yerbas que hay en el monte y todo eso, con el diente de la serpiente, me lo puse en la herida y lo envolví con el mismo cuero de la serpiente. Así fue que no me paso nada. Pero mi chelo cayó en la laguna y no pude recuperarlo. Por eso ahora tengo un violín. Pero aquella familia, más propiamente una mujer llamada Esmerita, pagó por lo que me hizo, y por lo que hizo a muchas otras personas. La quemaron por bruja en la plaza del pueblo. Y cuando ella estaba ardiendo, un remolino de fuego salió hacia el cielo y toda la plaza, incluida la iglesia, se hundió en la tierra y fue como si una gran explosión sucediera en el pueblo. Luego vino una calma muy grande, no se oía nada ni nada se movía y cuando abrimos los ojos la plaza y la iglesia volvieron a su lugar. Pero la bruja estaba ya muerta y las gentes se fueron a sus casas sin decir nada a nadie, como si nada hubiera pasado. Nadie quería hablar sobre eso, ni nadie nunca habló. Yo ahora le cuento por lo del chelo, que me dio mucha pena perderlo. Pero felizmente ahora tengo un violín.

viernes, noviembre 17, 2006

EL MALDITO VIENTO


Después, la furia confundió a los transeúntes y arrebatados por la fuerza de los mismos aires que doblegaron fatalmente mi paraguas, comenzaron a detenerse perplejos. Resultó lo inopinado: pensar era posible e incluso tomar decisiones generalmente delegadas en quienes “del pueblo” decían revestirse como autoridades. Y siguió soplando el vendaval. Sacudiéronse de hojas los árboles cual si el otoño acabara de declararse. Las gentes al coincidir en las oficinas, comprando el pan, en el centro sanitario o bajo las marquesinas de las paradas de autobús, en contra de lo tantas veces silenciado, daban voz a las calles y se saludaban de verdad cordialmente. Lo razonable transcurrió como obra a carta cabal asombrosamente aceptada por todos, y las inevitables diferencias o problemas que se originan en el día a día contaban con la buena voluntad de los intérpretes interesados en la contienda. Concebí, mientras el rebelde céfiro mordía las cinturillas de las adolescentes, el triunfo de la ALIANZA DE CIVILIZACIONES, el encauzamiento y no lejana conclusión del PROCESO, el abrazo de las AGUIRRE y SALGADO contentas y pitillitos a la mar porque el ahumado de los peces es defendido al abrigo de los mejores manteles, y el retorno del “calvo de la Lotería Nacional”- única realidad contante, sonante y celebrada con cava- por aclamación de todos los grupos políticos en el Parlamento. Era como el principio del final de un cuento de hadas cuya continuación se relataba por primera vez. La señal inequívoca de un sortilegio efectuado con éxito por el duende universal e invisible en aquellos instantes cabalgando a lomos de la avasalladora presencia del remolino menos dócil, uno de los que escoltaban al temporal de lluvia. Enseguida, sin embargo, me di cuenta. Lejos de lo que sucede en las viejas historias de encantamiento, las perdices de toda esta felicidad que narro, volaron de mi plato: no sólo mi paraguas padecía una rotura de varilla para la que difícilmente iba a encontrar cirujano, sino que, anunciados mis progresos natatorios a la persona que entiende, conoce y manifiesta su interés por estas menudencias mías, no logré otra cosa que incredulidad y nada más que risitas. Es decir, fuente yo y consintiendo la impostura, porque la ilusión de un mundo Bambi es cuento y salmo de los que rezan la ceremonia feliz de lo que trae o se espera cuando llegue el año nuevo, recibo la peor parte de la parte contratante. Pues no. No, no y no, en palabras de don Mariano. Como alguno que quiso su parte en las componendas corruptas del ayuntamiento de Marbella y, al denegársele lo convenido se “arrancó” por “judiciales” a la policía- al menos es lo que me malicio- entoné yo mi pena, “ay pena penita pena” y “sanseacabó”. EL MALDITO VIENTO, también melodía del trío LA UNIÓN, dio lugar a un espejismo. Así que, ni fueron felices y, a riesgo de hacerme acreedor a la culpa del que muestra su egoísmo- si no es para mí que no se para nadie- Ferrán Adriá tampoco cocinaba ese día. Que lo sepan.

miércoles, noviembre 15, 2006

LOS BOMBEROS




Los bomberos

Mario Benedetti


Olegario no sólo fue un as del presentimiento, sino que además siempre estuvo muy orgulloso de su poder. A veces se quedaba absorto por un instante, y luego decía: "Mañana va a llover". Y llovía. Otras veces se rascaba la nuca y anunciaba: "El martes saldrá el 57 a la cabeza". Y el martes salía el 57 a la cabeza. Entre sus amigos gozaba de una admiración sin límites.
Algunos de ellos recuerdan el más famoso de sus aciertos. Caminaban con él frente a la Universidad, cuando de pronto el aire matutino fue atravesado por el sonido y la furia de los bomberos. Olegario sonrió de modo casi imperceptible, y dijo: "Es posible que mi casa se esté quemando".
Llamaron un taxi y encargaron al chofer que siguiera de cerca a los bomberos. Éstos tomaron por Rivera, y Olegario dijo: "Es casi seguro que mi casa se esté quemando". Los amigos guardaron un respetuoso y afable silencio; tanto lo admiraban.
Los bomberos siguieron por Pereyra y la nerviosidad llegó a su colmo. Cuando doblaron por la calle en que vivía Olegario, los amigos se pusieron tiesos de expectativa. Por fin, frente mismo a la llameante casa de Olegario, el carro de bomberos se detuvo y los hombres comenzaron rápida y serenamente los preparativos de rigor. De vez en cuando, desde las ventanas de la planta alta, alguna astilla volaba por los aires.
Con toda parsimonia, Olegario bajó del taxi. Se acomodó el nudo de la corbata, y luego, con un aire de humilde vencedor, se aprestó a recibir las felicitaciones y los abrazos de sus buenos amigos.

martes, noviembre 14, 2006

MOSQUITO FEROZ

La escritora argentina Cecilia Pisos escribe poesía infantil, "rara avis" en el mundo de las letras, pero esta pieza merece simpatía y honores...

MOSQUITO FEROZ

Caperucita tiene

un lobo

apretado

en su puño cerrado.

Un lobo

como un mosquito

que pica y muerde

y que araña,

aunque sea en chiquito.

Caperucita

lo encierra

en un hoyo

bajo tierra.

Pero igual teme,

está inquieta

y se pregunta

con su voz secreta:

"Si yo tengo encerrado

a este lobito,

¿habrá asustando nenas

por el bosque

del tamaño del lobo,

algún mosquito?"

lunes, noviembre 13, 2006

NOTICIA DE UNA TRIBU


El que sigue es uno de los CUENTOS EXTRAORDINARIOS DE LA CHINA MEDIEVAL que la editorial LENGUA DE TRAPO ofrece para su compra y lectura. El autor de tales narraciones es GAN BAO y...


NOTICIA DE UNA TRIBU

En tiempos de la dinastía Qin, existió en el sur del Imperio la tribu de los cabezas posadas, unos hombres cuyas cabezas podían volar. Su nombre deriva de una expresión, «posar insectos», con la que se referían a uno de sus rituales. Pues bien, ya en tiempos del reino de Wu se dio el caso de un general llamado Zhu que tenía una sirvienta cuya cabeza, en cuanto caía dormida por la noche, echaba a volar; y ya fuera por la gatera o por cualquier alto ventanillo abierto, salía y entraba de la casa usando las orejas a modo de alas, para regresar siempre justo antes del amanecer. Creyéndolo anormal, prendieron teas cierta noche ya bien tarde, entraron a observarla en su aposento y lo que vieron en la cama fue un cuerpo sin cabeza, ligeramente frío y que mantenía una levísima respiración; lo envolvieron en una manta y se quedaron a esperar. Y ocurrió entonces que, cuando la cabeza regresó justo antes del amanecer, como solía, y fue a acoplarse con el cuerpo, chocó contra la manta y cayó por tierra, donde la vieron rodar lanzando hondos suspiros de impotencia y desesperanza, mientras el cuerpo respiraba con tan creciente rapidez y parecía ya tanto ir a morir, que retiraron la manta; la cabeza se elevó entonces del suelo y fue a posarse sobre su cuello, y enseguida el cuerpo entero empezó a respirar con calma y paz. Tan anormal le pareció a Zhu todo aquello y tanto se asustó de la sirvienta, que la despidió. Tiempo después, sin embargo, examinado bien el caso, comprendió que nada había antinatural en ella. De hecho, no era infrecuente que los militares destinados a las provincias del sur topasen personas de esta especie, personas a las que veían morir irremisiblemente por no poder juntarse sus cabezas con sus cuellos, aunque el único impedimento fuera un cacillo de cobre interpuesto.

sábado, noviembre 11, 2006

PETER PAN



Exigí, no, solicité archivos en verde a "mister Google" y llegué hasta Alicante: en la Biblioteca Virtual Cervantes se pueden leer, además del que sigue, varios POECUENTOS originales de Reinaldo Jiménez



Petter Pan

(Un mundo verde)
Hojas verdes hojas
vuela gorro verde
cielos y ventanas
chimeneas verdes
y dos verdes niños
con sonrisa verde
y un pirata cojo
con la pata verde
con el garfio verde
con el parche verde
Petter verde verde
y verde Pan verde
dulce campanilla
de alas transpaverdes
y hadas muchas hadas
de color muy verde
y los cocodrilos
al banquete verde
hojas verdes hojas
vuela gorro verde
sonreíd pequeños
con sonrisa verde.

jueves, noviembre 09, 2006

AMO, AMAS


Sin más preámbulos, hoy, de Rubén Darío...
AMO, AMAS

Amar, amar, amar, amar siempre, con todo
el ser y con la tierra y con el cielo,
con lo claro del sol y lo obscuro del lodo.
Amar por toda ciencia y amar por todo anhelo.

Y cuando la montaña de la vida
nos sea dura y larga y alta y llena de abismos,
amar la inmensidad que es de amor encendida
¡y arder en la fusión de nuestros pechos mismos!

miércoles, noviembre 08, 2006

UNA TARDE FUERA DE LA VIDA

A pesar del paso de los días, no deja de ser noviembre un mes de cementerios y de sustos, entre otras cosas...


UNA TARDE FUERA DE LA VIDA

Eduardo Olivares

Aquella tarde en el cementerio, Carmela paseaba distraída. Estaba allí por casualidad. Sin nada más qué hacer, se había topado con esa extraña puerta que daba hacia un pequeño y exquisito jardín, mismo que al ser traspasado daba con unas tumbas. Atraída por sensaciones confusas e inexplicablemente magnéticas, estaba allí. De hecho, a ella siempre le había repugnado cualquier cosa relacionada con la muerte y con los panteones. Estaba allí, sin saber el por qué. Hasta que lo supo de golpe: frente a ella se levantaba un mausoleo de delicados contornos tallado en mármol. Atrapada por su encanto se acercó. Súbitamente, la atracción hacia la piedra fría se transformó en horror infinito. En la lápida de la tumba majestuosa podía leerse en perfecto español Carmela Díaz Vélez 1889 - 1933 y, un poco más arriba coronando las palabras de fulgor ancestral y algo deteriorada por el polvo, pudo ver una foto suya que apenas se había tomado días atrás...
Con un zumbido seco subiéndole por el espinazo, sus pies se transformaron en ágiles animales que la sacaron aullando del lugar.

http://www.ficticia.com/cuentos/unatardefuerade.html

martes, noviembre 07, 2006

UNA ESTROFA....


Hoy, una estrofa del poeta Tomás Segovia...
La ciudad amanece entre los brazos de la niebla
apenas insinúa en un difuso ahogo
el día su remota fuerza
duerme aún entre roces de pálidas caricias
se agita bajo el soplo de besos fatigados
la lluvia a ratos con secreto acento
desciende en la tibieza unida
o se queda en suspenso absorta en brumas.

lunes, noviembre 06, 2006

MONIGOTE EN LA ARENA



Es un relato escrito para infantes, niños y niñas, que pueden leer con delectación los adultos. Por eso...



Monigote en la arena

Extraído, con autorización de su autora y sus editores, del libro Monigote en la arena (Buenos Aires, Ediciones Colihue, 1984. Colección Libros del Malabarista).

En... http://www.educared.org.ar/imaginaria/02/1/devetach3.htm

La arena estaba tibia y jugaba a cambiar de colores cuando la soplaba el viento. Laurita apoyó la cara sobre un montoncito y le dijo:
—Por ser tan linda y amarilla te voy a dejar un regalo —y con la punta del dedo dibujó un monigote de seda y se fue.
Monigote quedó solo, muy sorprendido. Oyó como cantaban el agua y el viento. Vio las nubes acomodándose una al lado de la otra para formar cuadros pintados. Vio las mariposas azules que cerraban las alas y se ponían a dormir sobre los caracoles.
—Hola —dijo monigote, y su voz sonó como una castañuela de arena.
El agua lo oyó y se puso a mirarlo encantada.
—Glubi glubi, monigote en la arena es cosa que dura poco —dijo preocupada y dio dos pasos hacia atrás para no mojarlo—. ¡Qué monigote más lindo, tenemos que cuidarte!
—¿Qué? ¿Es que puede pasarme algo malo? —preguntó monigote tirándose de los botones como hacía cuando se ponía nervioso.
—Glubi glubi, monigote en la arena es cosa que dura poco —repitió el agua, y se fue a a avisar a las nubes que había un nuevo amigo pero que se podía borrar.
—Flu flu —cantaron las nubes—, monigote en la arena es cosa que dura poco. Vamos a preguntar a las hojas voladoras cómo podemos cuidarlo.
Monigote seguía tirándose los botones y estaba tan preocupado que ni siquiera probó los caramelitos de flor de durazno que le ofrecieron las hormigas.
—Crucri crucri —cantaron las hojas voladoras—. Monigote en la arena es cosa que dura poco. ¿Qué podemos hacer para que no se borre?
El agua tendió lejos su cama de burbujas para no mojarlo. Las nubes se fueron hasta la esquina para no rozarlo. Las hojas no hicieron ronda. La lluvia no llovió. Las hormigas hicieron otros caminos.
Monigote se sintió solo solo solo.
—No puede ser —decía con su vocecita de castañuela de arena—, todos me quieren pero porque me quieren se van. Así no me gusta.
Hizo "cla cla cla" para llamar a las hojas voladoras.
—No quiero estar solo —les dijo—, no puedo vivir lejos de los demás, con tanto miedo. Soy un monigote de arena. Juguemos, y si me borro, por lo menos me borraré jugando.
—Crucri crucri —dijeron las hojas voladoras sin saber qué hacer.
Pero en eso llegó el viento y armó un remolino.
—¿Un monigote de arena? —silbó con alegría—. Monigote en la arena es cosa que dura poco. Tenemos que hacerlo jugar.
"Cla cla cla", hizo monigote porque el remolino era como una calesita.
Las hojas voladoras se colgaron del viento para dar vueltas.
El agua se acercó tocando su piano de burbujas.
Las nubes bajaron un poquito, enhebradas en rayos de sol.
Monigote jugó y jugó en medio de la ronda dorada, y rió hasta el cielo con su voz de castañuela.
Y mientras se borraba siguió riendo, hasta que toda la arena fue una risa que juega a cambiar de colores cuando la sopla el viento.

Laura Devetach

domingo, noviembre 05, 2006

AL MAR


Me apetecía una composición breve pero intensa y he encontrado una estrofa de mar: la décima que sigue es de Francisco Matos Paoli, poeta portorriqueño...


Al mar
¿Tu azul sereno no piensa?
¿Olvidar es tu camino?
¿No estás solo, sin destino,
libre, errátil, como ofensa
contra la roca? ¿Se adensa
la noche en tu luminar:
testigo que va a volar
sin rumbo, con sombra airada?
Agua esclava de la nada:
¿existe el mar en el mar?

sábado, noviembre 04, 2006

UNA VERDAD INCÓMODA


Parece ser que, UNA VERDAD INCÓMODA, el documental dirigido por Davis Guggenheim que tiene como valedor principal al ex vicepresidente de los Estados Unidos durante la administración Clinton, AL GORE- luego derrotado por George Bush hijo y, por ese descalabro, apartado voluntariamente de la política- podrá verse a partir de este primer fin de semana de noviembre. La película es una nueva llamada de atención, o así se anuncia, al extremo cuidado de la naturaleza si lo que se quiere es mantener un entorno diverso y enriquecido, no sólo tolerable para la humanidad, sino afín a todo el resto de la vida. Aún estamos a tiempo, se nos dice, y, seguramente llevan razón. No está demostrado que la actividad del ser humano sea determinante para acelerar el cambio climático que se está produciendo, aunque hay muchos indicios que apuntan a tal veredicto. Ni se sabe si lo que vemos como principio de la catástrofe se produciría igual de no darse los inconvenientes tóxicos atribuibles a las sociedades industriales desarrolladas o en proceso de desarrollo: todo es discutible. Sin embargo, es verdad que algo ocurre y nos cuadra exigir a las administraciones, políticas inequívocamente encaminadas a satisfacer un estado del bienestar que, hoy por hoy, lejos de todo bien, insiste en la confrontación y el deterioro de la Tierra. Esto, es evidente, sin olvidar lo que a cada uno de nosotros toca. Somos los beneficiarios de un orden social que no escatima obras, aún las más perniciosas, siempre y cuando exista un beneficio. Y, por desgracia, conforme a la premisa que acaba de leerse, casi puede decirse que, progresar, es cancelar el futuro... Dicho esto, también se hace mal concediendo crédito a quienes aparecen ungidos por la luz de los profetas del Apocalipsis, y engrosan sus cuentas corrientes- sobre todo cuando como el ahora conferenciante, señor Gore, tras sentarse en uno de los sillones de más poder del planeta, sin pestañear siquiera a favor de la solución de estos problemas, se postula cual estrella rediviva- o a aquellos que, desde alguna poltrona, alzan su voz a favor de unos intereses ideológicos no del todo claros. Y en este caso me refiero a la actual ministra de Medio Ambiente, alguacililla del agua, la señora Narbona. La reina de las desaladoras y reciente “Paca”, por “Paco que viene con las rebajas de los sesenta litros por barba y si gastas más tarifazo”, en la presentación del “film” ya mencionado, abundó, “más papista que el Papa”, en la denuncia de quebrantamiento que puede avecinarse. Porque lo increíble, la cínica actitud que asombra, es la que se dio cuando, doña Cristina, ministra de un gobierno que va a comprar derechos de contaminación a países solventes en lo que respecta a los compromisos de Kyoto, sin recato ninguno en el momento de hablar antes las cámaras, hizo todo lo posible para erigirse adalid de unos valores que no sé si serán los suyos en la práctica: es el ejemplo de los que no saben descubrir la viga en el ojo propio... España ya era con los gobiernos de Aznar uno de los estados más cochinos del orbe, es cierto. Mas, bastante tiempo después, investidos de ecologismo gracias al talante de Zapatero, las estadísticas, datos y documentos internacionales, aseguran que no hay cambios en la plaga si no es que se ha empeorado. Y estas si que son verdades incómodas. Verdades que no terminan de asumir los políticos y a las que los ciudadanos contribuimos sin poner mucho de nuestro coleto. Desde luego no hasta que nos amenazan, nos multan o nos encarcelan. Y si es incierto lo que digo, compruébese qué trato tenemos con el hábitat, sin engañarnos. Sobre todo en las ciudades, origen mayoritario de la actividad humana, y también en los abandonados campos y territorios rurales: cualquiera con un poco de interés y curiosidad verá, desde las inmediaciones de su casa, los jardines llenos de basura, el lugar donde se deposita la misma utilizado sin orden ni concierto, el descuido de los automovilistas a la hora de revisar sus autos a fin de evitar la difusión de más y peligrosísimos humos “fumados” por todos. Y, a más o menos distancia, los parques naturales, las riveras de los ríos, los caminos y senderos de montaña y las costas, enclaves turísticos por excelencia, sucios, dañados o a punto de supresión... Esto es lo que hay, y no solo el retroceso de los glaciales, el ocaso de los hielos en los polos o las brechas en la capa de ozono, por supuesto sucesos muy importantes. Es en lo “doméstico” donde podemos. Ahí nos toca a los de a pie y quien no quiera verlo, allá películas..

viernes, noviembre 03, 2006

CARACOLA


Llueve. Es un temporal de notas musicales. O es un sueño. O una caracola como la de Federico...
CARACOLA
A Natalia Jiménez
Me han traído una caracola.
Dentro le canta
un mar de mapa.
Mi corazón
se llena de agua
con pececillos
de sombra y plata.
Me han traído una caracola.
Federico García Lorca.

jueves, noviembre 02, 2006

DE PESOS Y MEDIDAS PARA EL CINE


Aparece, poco antes del telediario, conectada la televisión con LA PRIMERA, Mar Flores: antes empleada en el negocio de la exhibición de ropa. Dice que ya no es modelo. Lo fue, pero ya no se mide ni se pesa. Por lo tanto, reflexiono durante unos instantes, para ser modelo es necesario medirse y pesarse con cierta frecuencia. Pero, ¿cuántos días han de transcurrir sin el uso de la báscula y de la cinta métrica a fin de hacer verificable que un o una modelo cesaron en su cometido? Lo desconozco. Sí se sabe que, conforme a determinadas proporciones, las que enumeran la masa corporal de cada ser humano, la participación de algunas personas que se pesan y se miden con la frecuencia necesaria en estilismos al trote percherón sobre pasillos entarimados, queda autorizada o se hace imposible. Luego, me he enterado también que, en un escalón inferior, el denominado de ropa industrial, en serie, de marca pero sin exclusivas, la compra de un pantalón vaquero ha dejado de ser traumática para un gran porcentaje de mujeres. Lo prueban las cifras que dan razón a esta noticia y la aparición de unas señoritas fotografiadas como modelos en la publicación donde se cuenta todo lo que sigue, atestiguando su veracidad. Pero, ¿lo cierto de qué? Pues, gracias a la iniciativa de los fabricantes de prendas tan liberadoras, se obtienen unos tejidos capaces de obrar el milagro: el ajuste y perfecto modelado del culo de las usuarias antes estigmatizadas. Entonces, una modelo se pesa y se mide frecuentemente, la dejen o no trabajar, y viste pantalones que reducen sus cuitas y resaltan sus nalgas, al menos durante la vida laboral de cada una. Y es como digo, a no ser que, previamente, hubieran elegido solicitar la asistencia de algún cirujano plástico. Una alternativa muy popular, según se puede leer en las hojas del NEW YORK TIMES que viene con el diario EL PAÍS, las de 16 de marzo de este 2006, e inclinación de un total de 2361 mujeres estadounidenses: el cuádruple que en el año 2002. Algo natural si se contempla la preponderancia del cuerpo como objeto de culto. Se enseña el trasero, cosa que los interesados, los que tienen posaderas, hacen sin protesta alguna salvo afección, o gusto por el oprobio. Y, como es lógico, quienes se miden y pesan tantas veces como es necesario para ser modelo, tienden a la excelencia glútea. ¿Cómo? Valiéndose de los servicios médicos para lograr el “pómpis” más bonito: los que tiene forma de “A”, como corazones invertidos con la parte inferior más ancha que la superior, así se consideran. Claro que esto es cierto según las etnias. Por ejemplo las damas asiáticas prefieren que sus volúmenes en esa parte del cuerpo sean más bien pequeños y curvos; las blancas oscilan entre manifestarse afines a la voluptuosidad de las chicas Playboy o declararse partidarias de la masa atlética pero mesurada; las hispanas ven su ideal en el redondeado de sus carnes y las afro americanas solicitan dimensiones esféricas mayores. Incluso, por razones que tienen que ver con el ajuste o trasparencia de algunos diseños, hay empleadas o autónomas en el sector del textil creativo decididas a hacerse una vaginoplastia: intervención quirúrgica que consiste en tensar los músculos de la vagina. Ellos también se operan el parachoques posterior y visitan al galeno para que les haga una faloplastia de urgencia. Por supuesto, esto de pesarse y medirse cuantas veces convenga sin intrusismos, es asunto propio tanto de hembras como de varones y los “pollos pera” de la actualidad tienen que marcar paquete, ofrecer un bulto sexual con el peso y medidas adecuadas. De modo que, los que ya no se operan, ellas y ellos, dejaron de pesarse casi todos los días y no se miden, incumplen los requisitos necesarios para que se les reconozca como modelos. Mas, sin acudir a pruebas de las convocadas para seleccionar artistas, harán bien en postularse como estrellas de cine: al final la digitalización y la informática lo resuelven todo. Es lo que la despampanante beldad, ex percha suntuosa, señora Mar Flores, reclamó para sí tras anunciar su despedida del mundo de la moda... Considerado lo cual, yo, atento a verificar mi peso de vez en cuando e indispuesto para tomar medidas conmigo mismo, a salvo de intervenciones médicas ya que la dentista del seguro depuso sus tenazas a la hora de extraerme un diente, también puedo ser protagonista. Escuchen, don Gonzalo Suárez, señor Eastwood, “mister” Tarantino: si me leen o se enteran de la voz que les doy, sepan de mi predilección por ustedes. Llamen por favor. De noche o de día, no importa He dicho.

miércoles, noviembre 01, 2006

CAMPOSANTO DEL PUEBLO


Como es hoy el día que es, a pesar de lo poco que coincido con las manifestaciones puntuales de pasión, puesto que si hay que celebrar a los muertos no vale hacerlo efectivo, como ocurre con tantas otras costumbres, ni siquiera socialmente, una vez al año cual lo señala el almanaque, sea. Y con el respeto que merecen los que profesan otras creencias o quienes no nos confesamos con ninguna, por raiz cultural y por calidad literaria, ya sin más preámbulos ni justificaciones...


CAMPOSANTO DEL PUEBLO

por Antonio Burgos

ABC 1 de Noviembre de 2006

LOS crisantemos nuevos, los nichos encalados, el ciprés de silencio y el pájaro que canta, un albero regado de luto y de mantones, los nombres conocidos en lápidas de musgo, apellidos notables de la villa campera en grandes panteones de ladrillo y de mármol, quizás una escultura del ángel de la vida remata el templo griego de la entrada a la muerte: peristilo de novios caídos en la guerra, de muchachas hermosas que murieron del pecho, incógnitos difuntos de los años del hambre, los párvulos que vuelan en nubes a la gloria, ángeles del retablo, camposanto de pueblo.Descansan muchas cosas en este cementerio. Descansan los recuerdos, descansa casi un siglo que me sé de memoria. En la ciudad me llego a la inmensa metrópolis, los cipreses marcando las grandes avenidas, emes treintas que llenan los coches funerarios, y recorro las calles con sus nombres de santos. Son tan desconocidos como todos los nombres del mármol de estas flores que ha traído noviembre. Quizá los encontraste un día por la calle a éstos que ahora yacen, iguales, ignorados, en la ciudad inmensa del ciprés adosado. Fueron los trajes grises de invierno y de semáforo, peatones oscuros que esperaban luz verde, clientes de la bulla de enero en las rebajas, o las blancas camisas del verano en la playa, sombrillas ya sombrías, bajamar de la vida, con la arena mojada por lágrimas ya secas, desconocidos muertos, ciudad de los difuntos.Apenas un torero que mató un toro entonces: los gitanos lo llevan en hombros a la gloria, el bronce de un entierro que el tiempo hace más sepia. (Dicen que las columnas de Hércules entonces vistieron lutos negros de cante y de duquelas.) Eso apenas conoces en la inmensa metrópolis, la ciudad de los muertos se ha hecho inhabitable, aproximadamente igual que con los vivos. Del panteón del rico no has visto sus haciendas, ni la angustia del hombre que en esta tumba yace. Aunque saque la muerte mayoría absoluta, en este cementerio no conoces a nadie, la ciudad difumina al hombre hasta difunto.En cambio vas al pueblo, a rezar por los tuyos, al pájaro que canta, al solano que llega barruntando la lluvia, a la cal que enjalbega los nichos comunales y es vieja conocida cada muerte en su tumba. Recuerdas aquel año en que esta vieja dama, dueña de medio pueblo, fue campana en la torre doblando todo el día su misa de tres capas, y conoces los nombres de sus fincas, su escudo coronando balcones de herrajes dieciochescos, el salón de damascos y espejos de su casa, el marido lejano que mataron los rojos y el niño que jugaba contigo a la pelota, que todos proclamaban la estampa de su padre, sin que tú por entonces supieras lo que es póstumo. Ahora sí que lo sabes: es póstuma la vida que recuerdan tus muertos, camposanto de pueblo. De este viejo difunto evoco su caballo, sus cuatro mulas tordas enganchadas al carro las tardes que volvía de aventar en la era cosechas de costales con su hierro en la lona. Este párvulo muerto en el año cincuenta, cuando aquella epidemia que diezmó las escuelas, lo recuerdas, tan rubio, con su babi azulina: su mármol es el espejo en que ahora te miras, de milagro no fuiste compañero de banca en la triste primaria de aprender a morirse. Y aquel tan de la tierra, de escopeta y de perro, de tratos en la feria y cantes en un cuarto, de coche hasta Sevilla para ver a un torero, de la silla galápago en su jaca alazana, mil novias imposibles suspirando en la reja y el amor prohibido de la hija de un casero, aquí ahora contemplas: no lleva botas altas, ni lleva ropa inglesa con sombrero de ala ancha, pero su nombre alza su estampa de zahones, con acoso y derribo de hembras olvidadas, quizás enamoradas más allá de la vida.Y bajo unos latines que hablan de San Pedro, miro ahora este nombre: el señor cura párroco que oficiaba novenas y confesaba escrúpulos, y daba el panegírico de agosto a la Patrona, y enterraba recuerdos rezando un gorigori. El mismo que resuena, ciprés, pájaro, fuente, en este camposanto del pueblo de noviembre en donde conocemos los nombres de la muerte.