sábado, enero 24, 2009

LEYENDA URBANA Nº 9


Casi todos los líderes de opinión lo cuentan y ha estado en voz de cada una de las autoridades políticas del país. Todos somos Obama. Todos con el recién elegido nuevo presidente de los Estados Unidos de América, Barack Husein Obama. Porque el hombre que despierta tantas esperanzas va camino de ídolo mundial. Ayer, sin la participación de los partidos políticos en lo que a la posible convocatoria de lo sucedido respecta, cientos y cientos de personas, aparentemente impulsados por el boca a boca, salieron a las calles de las ciudades más pobladas para vitorear a Obama y recibir, de este modo, al periodo de la historia que se designa ya “un tiempo de milagros”. No obstante tales manifestaciones pueden ser valoradas, y lo serán, como corresponda, pero sería ingenuo caer en la cuenta y pretender inocente una celebración popular así. Porque, detrás de la expresión ciudadana antes dicha, está una empresa de artículos de fiesta y de disfraces que repartió máscaras, caretas y pancartas cuyo motivo principal era la faz de quien sucede al denostadísimo George W. Bush. Una sociedad mercantil pionera en comercializar el éxito de un adalid y campeón de toda la humanidad, triunfando económicamente al modo y beneficio de pescadores en río revuelto. Genialidad y negocio llevado a cabo gracias a la audacia mediante una operación durante la cual telefonía móvil e Internet desempeñaron papeles protagonistas. Probablemente se hablará y mucho de esta iniciativa, en términos de ejemplaridad y excelencia, por sin parangón, a buen seguro, con las que surjan tras su estela en lo que resta para que se cumplan estos primeros diez años del siglo veintiuno: por lo menos en lo que respecta a España... De todos modos, en la firma a la que hemos aludido se están estudiando ya las previsiones políticas para otros lugares del planeta a fin de repetir el envite. Siempre y cuando esté a punto de surgir un dignatario que concite, regional o localmente, las simpatías y su hipotética victoria suponga también su elección como depositario de las ilusiones de sus seguidores y de los que, al margen de militancias, también le admiren, habrá oportunidad de hacer caja. ¿Quién no querría participar en una fiesta urbana, igual que Carnaval o la fiesta del Orgullo Gay, luciendo una máscara que reproduzca el rostro de Penélope Cruz, sobre todo en el caso de que la actriz fuera premiada con un Óscar? 

miércoles, enero 21, 2009

LEYENDA URBANA Nº 8


Se desconoce cual, pero existe ya una línea habilitada con el propósito de aunar servicio y recreo. Es algo que, si surte los efectos perseguidos, se trasladará al resto de la flota. La empresa concesionaria del servicio de autobuses de la ciudad, a fin de facilitar el uso del transporte público, entendió que lo lúdico debía constituir un servicio adicional al propio del de desplacerse de un punto a otro del perímetro municipal. Hasta ahora la ambientación musical mediante la radio y la incorporación de todo un universo de información y comerciales, proporcionados a través de las pantallas de televisión, conseguían una oferta de distracción a la que acceder de uno en uno. Sin embargo y de cara a contribuir con los esfuerzos de recuperación económica que no solo competen a las administraciones, sino a todos quienes están en disposición de procurar lo que haga falta para superar el quebranto económico que venimos sufriendo, en el caso de que este proyecto siga adelante, a la plantilla de conductores se sumarán profesionales de la animación sociocultural que, considerando las características del espacio donde se han de desarrollar las actividades propias de un concierto de amenidad como el que se pretende, faciliten un entendimiento cívico mejor. Si no se ha facilitado el número de la línea donde van a acontecer las sesiones experimentales correspondientes al propósito antes dicho es porque se prefiere la sorpresa y no perturbar de antemano el funcionamiento del servicio. Una de las alternativas de juego que se sabe desde hace días es la de las sillas musicales. Se acortará el número de asientos en los coches dispuestos para la experiencia y, en vez de ir a los costados como hasta ahora, quedarán dispuestos en dos columnas centrales unidas dejando espacio de pasillo a los costados. Lo demás, ya es de dominio público.      

 

 

 

lunes, enero 19, 2009

LEYENDA URBANA Nº 7


Entre los profesionales de la sicología, cuando se menciona la influencia emocional de los colores en el espíritu humano, negar la evidencia es inaceptable. Algo bien estudiado y de comprobación sencilla, por cierto. Sin embargo, los “hijos” de Wilhem Wundt son nada más un colectivo entre otros igualmente informados y al tanto de las teorías antes dichas. Sin ir más lejos, especialistas de gremios mercantiles, los que intervienen en el mundo del comercio por ir a lo que nos interesa, promocionan con éxito, dentro de la industria del automóvil, una determinada gama de tonalidades en lo que al aspecto exterior del coche se refiere. ¿Por qué? Porque generan apetitos competitivos inmediatos, necesarios, según se dice, para lograr el triunfo en una sociedad de consumo que se aprecia conforme prevalece la igualdad TANTO TIENES TANTO VALES. Ya ocurre con los chicos, alguno de ellos involuntario candidato que se postula como receptor de desafortunadísimas lesiones, consideradas al fin “efecto colateral” del sistema. La semilla del imperativo mercantil así lo exige y las contingencias que vienen aparejadas no son sino la excepción que confirma la regla. Se sabe que muchos de esos chavales, todavía inexpertos porque solo saben de la compra por mediación de sus mayores, entretienen parte del tiempo de obligado tránsito entre los centros escolares y sus domicilios, ocupados en un juego de contacto físico para el que no se necesitan grandes espacios. Es un recreo consistente en elegir un color de entre la gama que triunfa para la pigmentación de chapas de turismos y todoterrenos, y esperar: Cuando circula un auto o aparece estacionado y resulta ser de la irisación que quiso adjudicarse uno cualquiera de de los participantes, éste, se hace acreedor a una lluvia de collejas. Los más listos claman enseguida por hacerse con el blanco o con el gris, los dos matices que predominan como tinte de fábrica para la automoción universal y obran como buenos y avispados consumidores del futuro siempre atentos a lo mejor. Los que pierden esa oportunidad, a veces, son cosidos a hostias y renombrados partícipes de un rito iniciático para el que reclamarán comprensión casi todos los pedagogos modernos y terapeutas emergentes. Vamos, como la vida misma.

 

 

sábado, enero 17, 2009

LEYENDA URABANA Nº 6


Puede engañarse quien quiera, pero no es verdad. Se tilda de falsa y con cordura se desautoriza la opinión general cuando es empecinamiento: no hay más gente por las calles porque nieve. Debe desconfiarse de las imágenes que se nos ofrecen por televisión incluso. Oportunidades como las que se contemplan mediante la sintonización de la tele en cualquiera de los canales que dan servicio, también las ofrecidas en directo, son componendas cuyo logro tiene que ver con el concurso del primer grupo de curiosos ciudadanos que se prestan a las mismas. Individuos convencidos de lo que sea y dispuestos a lo que se les demande con tal de aparecer ante las cámaras. Manipulando que es gerundio, manipulando la manipulación… Si es como cuando llueve. Aumenta el tráfico, cierto, sin embargo es a los efectos de compensar la ausencia de peatones. Éstos, entonces, paraguas en ristre, como cucarachas que galopan para todos lados al verse perseguidas, avanzan buscando un lugar a cubierto porque las humedades, salvo a orillas de la mar o en la piscina, están mal contempladas. Las personas somos seres a los que nos gusta contemplar los toros desde la barrera, aunque parezcan multitud los que desafían al morlaco en encierros y otros eventos también llamados taurinos. Se mueven más esos temerarios de los que digo, hacen más ruido, pero al echar cuentas, negro sobre blanco: habas contadas, como las del roscón de reyes, que con una que haya  escondida vale. Y, especialmente desde que la mayoría de los vivos- de entre la humanidad digo- vivimos en las ciudades, gran parte de los que van y vienen sobre el asfalto o a pie gastando zapatos, son obreros. Asalariados municipales que cumplen una función de extras. Igual que en el cine. Es para dar ambiente. Lo que no se sabe es que pasará de ahora en adelante. Quizás con esto de la crisis y el desplome de la “industria del ladrillo”, suceda un periodo de austeridad que obligue a los ayuntamientos a reducir gastos. Desde luego, si se ve más gente en las oficinas de desempleo es porque muchos de los que hasta ahora mordían el pan ganado tras deambular jornada tras jornada cual si en verdad fueran a algún sitio, tendrán que esperar el regreso de las grandes superproducciones y el cine épico. Si es que ya lo cantaba Luis Eduardo Aute: “… toda la vida es cine y los sueños cine son”.

jueves, enero 15, 2009

LEYENDA URBANA 5


Desde que las cuevas quedaron para los osos como lugar de residencia habitamos todo tipo de espacios o construcciones humanas. Los llamamos casas y las casas, pudiera decirse que las casas se alimentan de hombres mujeres y niños. Y si no es así, lo parece, que es un ir y venir constante de fuera adentro de los edificios o de adentro afuera. Entrañas  que  abandonan gentes ilustres o modestas, gentiles o facinerosas, a las que acuden atravesando, una vez se abren esas fauces a las que llamamos puertas. Y, como no puede asegurarse que de esta suerte perezcan, se aventura, bien fundamentada, la siguiente explicación: cual ganado del que aún se avista por los campos, las personas somos objeto de pastoreo igual por parte de viviendas unifamiliares o escaleras de vecinos. Sentimos confianza al disponer de una propiedad cual quien recibe la dosis que corresponde a una sustancia dopante y, por temor, duelo o cualquier trastorno que de la falta de un techo que nos acoja se deriva, tendemos a regresar al amparo de nuestros domicilios. Así mismo, sea una casa de campo o una torre llamada rascacielos, la degradación triunfa por  perpetuo abandono. Al deshabitarse un edificio, las alimañas se apoderan de los cuartos, la basura prolifera y ya es puro vertedero, y el deterioro llama a extraños seres como nuevos inquilinos. Precisamente esos fenómenos de sonido que dicen son la voz del ladrillo, el hormigón, la madera y el metal, constituyen la grima emponzoñada de unos recintos donde los espectros, las ánimas perdidas y las bestias del averno tienen plaza.   

 

 

 

 

martes, enero 13, 2009

LEYENDA URBANA 4


Proliferan, bien se sabe, las carreras a pie que se disputan al declinar el año. Se trata de competiciones urbanas cuyo nombre responde al más importante, de los que le son propios en el santoral, al día treinta y uno de diciembre. Se denominan SAN SILVESTRES, por lo tanto, y están de moda. Cómo será, que no hay concejalía de festejos ni administración municipal en sí ausente de tales boatos. Todos y casi sin falta, pretenden la contratación de la, más o menos refulgente, estrella del momento y reclamo principal de cualquiera de las convocatorias dichas, propuestas como acto de campanillas de entre los que figuran en los programas de celebración navideña. Además el número de participantes es notoriamente superior al registrado en otras épocas y no solo porque el número de aficionados a hoyar el asfalto con cierta prisa y modos atléticos sea creciente. De hecho, la mayoría de los inscritos en cada una de las pruebas son directores de bancos y cajas de ahorros, hombres y mujeres. ¿Por qué? Es obvio: A mediados de noviembre, comienzan una disciplinada preparación y se ponen a punto físicamente. Pretenden manifestarse plenos, sobresalientemente atléticos- veloces y a la vez resistentes- durante la jornada de la fecha del sorteo del gordo de la lotería nacional, el veintidós de diciembre. Es una ocasión en la que se deben a sus obligaciones profesionales más que nunca y, dispuestos a recorrer la distancia que sea tras los nuevos ricos, millonarios distinguidos por el canto de los Niños de San Ildefonso, realizar un “trabajo de campo” consistente en convencer a los agraciados- secos o empapados de cava, sobrios o no- para que depositen sus recién estrenadas fortunas en las entidades correspondientes. Luego, aún musculosos y a pleno pulmón, fuertes y capaces todavía, cambian la cartera por el dorsal y emulan a ZATOPEC. A sí es la vida. 

sábado, enero 10, 2009

LEYENDA URBANA 3


Más de la mitad de la plantilla de bomberos de la ciudad permanece al margen del servicio por decisión médica. Están de baja por sobresaturación de trabajo, episodios críticos de ansiedad y tensión intolerable. Determinados acontecimientos, aún sin explicar obligan a las distintas dotaciones de los equipos contra incendios a actuar sin descanso. Desde pequeñas combustiones espontáneas en las calles a fuegos de distinta intensidad en casi cualquier lugar. Se teme que una banda de pirómanos, cuyas verdaderas intenciones todavía son una incógnita, esté al frente de tales actos. Sin embargo, hay otras hipótesis todavía sin descartar por los investigadores del caso. Parece ser que existe una clara relación entre el origen de las llamas y el despliegue de ciertas notas que, en cartulinas que semejan billetes de 20 euros, llevan escrita la siguiente leyenda: AVISO A QUIEN LO LEA: ESTA NOTA SE AUTODESTRUIRA AL PRENDERSE, ORIGINÁNDOSE LAS LLAMAS TRAS EL FOGONAZO DE RIGOR. Un ciudadano de quien no se ha dado el nombre, asegura que, en un autobús que ardió hace poco, dos muchachos jóvenes entre extrañas risas escribían algo en un papel que, antes de abandonar el coche, dejaron plegado bajo una de las papeleras del vehículo, aunque a la vista. Es el caso de otras personas que leyeron el billete falso y arrojaron el papel a una papelera, recipiente que se consumió absolutamente calcinado. El caso es que, lo conocido con toda seguridad, de darse crédito al supuesto del “billete ígneo”, como ya se conoce al fenómeno, hace hincapié en la necesidad de un tercero que de lectura a lo redactado como preludio de las circunstancias ardientes ya dichas.

 

viernes, enero 09, 2009

LEYENDA URBANA 2



A la fuerza ahorcan, se dice, y fue, luego de encomienda obligatoria, que  los espacios verdes de las ciudades mermaran para ir dejando su sitio al hormigón, el acero y el ladrillo. Es cierto que los grandes parques conservaron su perímetro a salvo, pero, incluso los dichos pulmones metropolitanos terminaron siendo presa del césped artificial. Se invocó la conservación de la naturaleza y el ahorro de agua para sepultar la tierra viva bajo avenidas asfaltadas y alfombras de prefabricado felpudo sintético. Y los ejecutores de tales desmanes obraron, eso sí, conforme a intereses políticos y económicos fácilmente identificables.

 

Precisamente, la reducción del hábitat vegetal, que se sustanció también en la tala de árboles- enferman, se decía, y no hay modo de socorrerlos- supuso la desaparición de otras muchas criaturas antes habituales de aquellos entretenidos lugares de esparcimiento. Por ejemplo las ardillas.

 

Y es verdad que durante años nadie las vio trepando o descendiendo por tronco alguno, nadie las vio confiadas cerca del paseo de los ociosos, a la carrera o expectantes, porque desaparecieron. Sin embargo ahora si no se las ve, se las intuye y son un verdadero problema.

 

Los que han estudiado el fenómeno explican que, cuando perdieron su sitio, tornaron a resistir entre las basuras y se alojaron en las cloacas. Dieron batalla a las ratas y hasta se cruzaron con estas. Pero, lejos de salir vencidas, han proliferado y, residentes en las tripas de la urbe y a oscuras, salen a devorar toda luz que da servicio durante la noche. Comen las de las farolas, las de los semáforos, los neones, fluorescentes y todo entorchado de comercio o bar: ni los pilotos de aviso de los taxis se libran.

 

De momento se barajan distintas medidas para reducir las molestias que esta nueva plaga viene produciendo, pero, a tal fin, el ayuntamiento ha dispuesto, además, un concurso de ideas que será premiado con la dotación íntegra del presupuesto asignado al Departamento de Neutralización de Proyectos Faraónicos, esas obras enormes e inacabables- muchas sin necesidad o de utilidad aplazable- de las que gustan los Alcaldes para que la historia les recuerde.                              

jueves, enero 08, 2009

LEYENDA URBANA Nº 1


En algunos barrios, incluso nobles, de la ciudad (PÓNGASE LA QUE SE QUIERA) proliferan toda clase de insectos y roedores. Se dice que la introducción de tal fauna en los domicilios particulares es responsabilidad de la empresa adjudicataria del servicio de limpiezas y, en último término, de la concejalía que atiende tales temas. Todo porque hay ciudadanos que se abstienen de pagar las tasas municipales en esa materia y, de este modo, se les presiona para que hagan frente a sus obligaciones. Por lo visto la orden del alcalde es NO MÁS MOROSOS y esta es una de las novedosas prácticas esgrimidas a fin de cumplir con el propósito dicho. El problema, sin embargo, se ha agravado porque los “indóciles animalitos” desconocen el callejero de la villa y lo mismo comparecen en fincas pares que impares. O lo que es igual: como de costumbre, a costa del bolsillo de todos, justos y pecadores.

martes, enero 06, 2009

LA ILUSIÓN DE LOS OTROS


De vez en cuando- y asi ha sido por estos pagos casi siempre- proporcionar una lectura distinta, sea en prosa o en verso, acreditada por forma y contenido, supone algo excelente. He aquí que por eso...


La ilusión de los otros

 

Por José Manuel Ponte

 

La Voz de Galicia 6 de enero de 2009

 

En la vecindad de la casa donde yo resido, hay cuatro niños que todavía creen en los Reyes Magos .Vivieron las vísperas de la llegada de esos seres fabulosos, que vienen de Oriente, con gran ansiedad y no poco nerviosismo. Como es natural, todos los adultos contribuimos a mantener su ilusión con los habituales comentarios sobre la justa compensación al buen comportamiento, al estudio y al respeto a los padres. Yo los interrogué hábilmente en la escalera sobre la honestidad de su conducta a lo largo de año y sobre la tranquilidad de su conciencia. Y todos ellos me respondieron afirmativamente con cara de no haber roto nunca un plato. Yo sé que no es completamente cierto lo que me dicen porque oigo como alborotan y como les riñen de vez en cuando, pero los pecados de la infancia son todos veniales y siempre merecen la recompensa de un regalo. Unas veces para premiar una buena labor, y otras, para estimularla. La lista de lo que piden los niños a los Reyes Magos en su cartas ha cambiado muchísimo desde que yo las redactaba. "Fort Apache", por ejemplo, es un completo desconocido para las nuevas generaciones. Les he preguntado a mis pequeños vecinos sobre el particular y se han encogido de hombros con extrañeza. Es natural. Las películas de indios y vaqueros han perdido adeptos, ya casi no se producen en las factorías de Hollywood, y a ningún niño se le enciende la imaginación con las luchas entre los soldados de la Unión y las tribus de guerreros emplumados que cazaban bisontes en las praderas del oeste norteamericano. A mí me trajeron los Reyes Magos un fuerte hecho con troncos de madera y lo tuve guardado durante varios años, como un objeto de especial valor. Las figuras eran de goma pintada, y tenían un soporte para aguantarse de pie. Y las que iban a caballo podían montarse y desmontarse con facilidad., aunque los indios lo hacían a pelo y los soldados sobre una silla. Intento hacer memoria de a dónde fue a parar aquel fuerte que tanto me gustaba pero ya no me acuerdo. Y me pasa lo mismo con el tren eléctrico, con el futbolín, con el colt 45, con el patinete, con el coche de pedales, con el arco y las flechas, y con el mecano. La mayor parte de aquellos juguetes estarían hoy prohibidos por la Unión Europea como regalos peligrosos para la infancia porque eran de hojalata y los niños podrían cortarse con ellos. De los que se llevan ahora ( Wii, Nintendo DS, PlayStation,Gormiti, Polly Pocket, Hanna Montana, Ben 10 etc) no tengo ni idea, aunque me alegra saber que el Scalextric, en una versión modernizada, ha resistido el paso del tiempo. El fallecido periodista asturiano Manuel Avello escribía todos los años en La Nueva España una carta abierta a los Reyes Magos con una relación de lo que deseaba recibir en el año que comenzaba. Casi todo eran buenos deseos de paz, fraternidad, justicia, salud y alegría para todos. Ni que decir tiene que Melchor, Gaspar y Baltasar nunca le dieron satisfacción completa a sus deseos .Y también es cierto que él tampoco se desanimó. Por ello firmaba "Manolín, siete años". Lo importante es mantener la ilusión. La nuestra o la ajena. Aunque haya que mentir un poco.

 

http://www.farodevigo.es/secciones/noticia.jsp?pRef=2009010600_5_286195__Opinion-ilusion-otros

lunes, enero 05, 2009

DE UNOS MAGOS A OTRAS MAGIAS POSIBLES


Conecto el electrodoméstico cuando son las quince horas y en el canal de televisión al uso nada más activarse el aparato, ofrecen un informativo de “primera edición” a toda pantalla. Enseguida cuentan lo de los precios: que han bajado. Que, sin ser todavía cifras oficiales, es un regalo de sus majestades LOS REYES MAGOS DE ORIENTE y presente por anticipado para combatir la crisis. Mas, no por descreído, sino atento al logro de constancia documental- ya que no estoy subscrito a ninguno de los diarios de pago a través de INTERNET-  leo en el ABC del día de la fecha: “La inflación interanual se redujo 9 décimas en diciembre y se situó en el 1,5 por ciento, 2,8 puntos menos que en el mismo mes de 2007 cuando alcanzó el 4,3 por ciento, y la más baja de los últimos diez años”. Certificado lo cual, todavía en pleno tsunami económico, hemos de alabar los misteriosos y muchas veces inexplicables entresijos del sistema: sabe darnos la de cal sin dejar por ello de enterrarnos en arena. Y si hemos de celebrar tanta buena, lo hacemos. Con gusto porque la fiesta continúa. Y celebramos la celebración, sí. Y, además, la celebramos comprando… Igual que los “treinta y uno de diciembre” tienen su San Silvestre a la carrera y su toma de uvas al galope de los doce badajazos del tiempo, los cinco de enero, cuando en las calles se reúnen monarcas en número mayor que los de rigor por palo de la baraja- ya hay muchos pequeñuelos que observan confusos, por más que se apele a la magia, y sospechan de tanto Melchor, Gaspar y Baltasar por ahí en comandita- proliferan desesperadas las gentes dispuestas a adquirir lo que sea. Incluso, si están apuradas- que lo están-  al precio que se les pida. Que linda todo esto con los episodios de rebajas tan típicos también de esta época del año. Digo de las ventas a mucho menor precio, generalmente obra y señal del atraco consentido que nos hacen en tiendas y grandes almacenes, capaces de vender con márgenes modestos  cuando les conviene, mientras nos someten al escarnio de la carestía durante el resto del año. Porque, en el caso de ser una reducción de precios cabal y no arte- malas artes- de prestidigitador, se nos advierte de otra amenaza… Partamos de algo evidente, arguméntelo en contra Agamenón o su porquero: por más que bajen los precios nunca disminuyen sobrepasando las cifras que costaron el día que se inició la carrera alcista. Así que, bajen o no, la paradoja sienta cátedra: cada día pagamos más por lo que se nos dice que no vale tanto. Sea porque cuestan más o porque los salarios, si aumentan, proporcionan menor poder adquisitivo. Pero esa es la realidad que los que elaboran las estadísticas se empeñan en negar. Y, cuidado si no fuera así: la DEFLACIÓN DE LOS PRECIOS, es otra bestia que aguarda de las que son partícipes en este APOCALÍPSIS de los bolsillos rotos. Se trata de la oportunidad- mala oportunidad- de asistir a una bajada constante de precios como intento de paliar el cese en la demanda de artículos. Un inconveniente originado en los mismos reveses financieros y de los que se derivan las propias dificultades económicas de los consumidores, clientes también prestos a evitar las compras en espera de un descenso mayor de los precios. Los costes serían los mismos o mayores, y la solvencia de las empresas se reduciría hasta la posible quiebra. Es algo que los economistas registran como ocurrido, por ejemplo, en Japón durante la década de los noventa, en el siglo pasado. Así pues, que nos cojan sin confesar pero a bien con la prédica republicana en la MARCA* y en todo el resto de la TIERRA MEDIA**, o las huestes de SAURÓN*** el maligno acabarán por reducirnos a carne de ORCO****. Tanto que de esta no nos salvan ni GANDALF*****, ni Merlín, ni Harry Potter ni siquiera Bambi******. He dicho.

 

 

 

*, **, ***, **** y *****: Personajes del Señor de los Anillos

 

******: Uno de tantos apelativos por los que se conoce a ZP, EL CEJAS, ZAPATERO, EL PRESIDENTE RODRÍGUEZ y secretario general del PSOE JOSÉ LUÍS RODRÍGUEZ ZAPATERO.

domingo, enero 04, 2009

Y, ¿CAMPANADAS APARTE?


Hacemos muchas fiestas. ¿Por qué? Se dirá: “compensar la suma de horas empleadas en atender obligatoriamente labores socialmente aceptadas para asegurar nuestro sustento y… nos permitan salir de fiesta, es indispensable para la buena salud mental de todo bicho viviente: especialmente si ese bicho es una variedad humana”. Bien. Y quedan a salvo, claro está, los que sufren incluso magullaciones en el alma al insinuárseles tan solo lo oportuno de un descanso. Para los dichos, aliviar por unos instantes el frenesí que conlleva la dedicación obsesiva a esas ocupaciones, mejor o peor remuneradas y de nombre trabajo, según conoce hasta el vecino peor instruido, es ocasión para la tragedia. Mas, ya que entran en el balance, figuran en la cuenta con renglón propio… Pero digo que hacemos muchas fiestas. Muchas. Por ejemplo festejamos un ciclo de tiempo de doce meses y salimos a las plazas donde el reloj municipal que dispone de singularidad sonora en lo que a la ordenación del tiempo respecta, entona su rol adocenado. Hacemos énfasis en lo multitudinario desde cada pellejo a fin de experimentar y demostrar alegría y bebemos, y tomamos uvas- dicen que si son del Vinalopó, mejor- y dejamos las calles, después, a cargo de las brigadas de limpieza, otros obreros llamados al tajo para retirar las inmundicias que originamos, siempre en proporción directa al tamaño de la juerga. Exactamente lo mismo que acaba de suceder, como sé desde que recuerdo, hace unos días… Así que somos alegres pero cochinos como nosotros solos. Debe ser que la gloria del buen jamón solo se consigue si es precedida de un abundante rebozado en mierda. Sin embargo, además de expansivos, vociferantes, ultradinámicos, marranetes y con salero, hacemos gala de ocurrentes. Es el momento de empezar, decimos, y tomamos el cajón de las palabras sagradas para distribuirlas sobre el altar de los grandes juramentos. Propósitos, metas, sueños  y toda clase de mapas para llegar a destino. Hacemos la maleta, disponemos el petate y proclamamos nuestra vecindad con senderos no nuevos por impensables o sorprendentes, sino a estrenar desde el día en que, anunciándose su uso, no llegaron a ser transitados por primera vez. Y sí, somos unos bocazas. Unos cacareadores de corral, de los de mucho ruido y pocas nueces, llenos de alboroto y luego nada. Gárrulos del si te he visto no me acuerdo y, al poco, vestidos para quedar como aseados contertulios de cualquier reunión. Nosotros, “ustedas y ustedes también”, incapaces de callar puesto que carecemos del ánimo y el honor para responder a lo públicamente ofertado y, por contra, dados a la imprudencia de disertar acerca de lo trascendente y lo intrascendente asignándonos una autoridad que nos es impropia. “Ustedas, ustedes” y también yo brillantes casi siempre que guardamos silencio. Por todo esto, ahora que la crisis continua, quizás aprendamos a economizar nuestro discurso y emplear las expresiones necesarias, aquellas a las que podemos hacer frente desde la inteligencia, el sentido común o la apacible proporción de lo lúdico. Y así, puesto que hacemos muchas fiestas, tendremos para celebrar algo cierto.  ¿O no?  

 

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