jueves, diciembre 30, 2010

PORQUE ÍBAMOS A TOMAR CAFÉ


Al fin una tregua, una tarde de sol… La mar está acostada. Hace la siesta. Apenas un resuello de abismos regurgitados clama en la orilla. Y, de ese apurarse sobre la arena hasta dónde no hay ojo que pueda discernir, una gran sábana de desteñido azul, casi blanco… Una vela escolta la travesía de la aparentemente inmóvil isla de Tabarca y poco más. Tú dices que es un submarino a vela, sumándote a la metáfora naif de la que suelo hacer gala cuando me refiero a dicho promontorio sobre el Mediterráneo, y me preguntas cómo me gusta más el mar, así, desmayado, o colérico como en el Norte… Improviso una respuesta que, sin embargo, sé que voy a escribir ahora: visto, como lo recuerdo durante días imperiales, sea desde tierras cántabras o asturianas, imponente, pleno de audacia orgulloso y soberbio, me estremece hasta la duda: ¿de qué guerras viene o que batallas se apresta a iniciar?... quieto, como hoy, cuando ni siquiera se mece, silente como si fuera un desierto lunar, cunde el asombro en mí e intento averiguar si se trata de una estrategia para que nos confiemos y someternos de pronto. Ni siquiera los peces que en otras ocasiones saltan refulgentes como brazos de eléctrica armadura de plata, se asoman en esta tarde que forma parte de un día seguramente propicio a la hora del ángelus- digo que lo habrá sido- para asolarse cubiertos del mínimo de ropa posible. Callan a esta hora incluso los niños- ¡No me digas Herodes que has sido tú!- y sentarse a mirar- porque en movimiento se ve, sí, se distingue, verdad, pero nada más hasta el punto en que se puede- sentarse a mirar supone un lujo inimaginable para los que sabemos de la escarcha sobre las barbas a seis bajo cero por tierras de Castilla… Creo yo, no sé que te parecerá a ti, que este es un bien sin precio para el que no hace falta gastar dinero, formar parte de ningún club señalado ni amañar con el poder privilegios. Un bien magnífico, disponible a todas horas, cuyo disfrute dependerá de las manifestaciones atmosféricas de la jornada en cuestión: a unos les viene mejor el relumbrón solar que la tormenta, pero incluso cuando desde los cielos tórnanse lanzas las cañas la mar es igual de hermosa. Sí, ya lo sé, impredecible, dueña de sus intenciones e inmisericorde a la hora de serlo. Pero hermosa, amigable, magnífica, como cuando te arrancas a bailar de esa manera tan tuya… No es broma, ese meneíto de coches de choque y algodón de azúcar, me arranca siempre una sonrisa y aprecio en mí una ternura de la que me enorgullezco y que a ti se debe. Es lo que hay. Con leche y que la leche sea templada.




















jueves, diciembre 23, 2010

ANTES DEL BRINDIS


Me vas a perdonar o no, pero seré franco, o mejor, Franco no, porque no son bienvenidos los dictadores fantasma. Seré leal, sincero hasta el punto de la incomodidad, porque mereces conocer lo que de verdad pienso. Incluso si no te gusta… Nunca me verás haciendo gala pública de las excelencias que ocasionalmente puedan atribuírseme ni pensé nunca en proclamas que notifiquen con altavoz lo bueno y magnífico que resulto “los martes jueves y martes de cada semana”. En privado reclamo honores, es cierto, solicito loas, admito romances que inmortalicen mis logros y toda recompensa es recibida por mí como contribución al talento generosamente ofrecido por quien esto redacta. Vale. ¿Por qué? Porque me gusta reafirmarme. ¿Es malo? Creo que no. Conviene estar, en la medida justa de las cosas, contento con uno mismo y sus valores. Por eso, cuando advierto que aquello que pensé o sostuve es refrendado por acciones o discursos de terceros, sobre todo si esos a los que aludo son personas de acreditada reputación, digo para mí: “vaya, este soy yo; estoy en mi camino y no es malo”… Así es que, cuando me has contado hoy y he sabido de ese instante de verdadero amor, de fraternidad íntegra que tuviste con quien fue tu alumna- y sigue reclamándote como su maestra a pesar del paso de los años y el progreso que le ha llevado a superarte, seguramente por la extraordinaria labor que desarrollaste en su día, como después y ahora con otros- cuando terminabas de hacerlo y recibías mi abrazo para romper a llorar, emocionada como los que sienten que todo merece la pena porque se llega tocar el cielo de los afectos, verifiqué lo acertado que estoy cada vez que digo tu nombre y lo emparejo con el significado de excelencia: “superior calidad o bondad que hace digno de singular aprecio y estimación algo”. Porque eres una mujer excelente, una profesional digna de figurar entre los mejores y, en lo que pueda suponer ser y efecto de enseñanza, maestra. Lo demuestra que acaeció lo que compartiste conmigo, que hubo y hay entre vosotras ley de bien, lealtad y amor como el que saben demostrarse los amigos. Y al conocer esta prueba, una más de las que “ilustran” la opinión que manifesté y sigo teniendo como propia al contemplar tus razones personales, triunfo. Pero triunfo, además, porque sé que te quieren. Que te quieren como consecuencia de tanta lucidez como bondad y me place como no te das idea que sea así, que consideren con la fuerza de los hechos que te aprecian, que eres respetada y valorada hasta el extremo. Porque decir el extremo no es apelar a la exageración, no contigo, es referirse a lo sublime por cierto y merecido… Luego ya me invitarás a una cervecita de esas que te gustan tanto y menos a mí que ya me ocupo yo del cava.


miércoles, diciembre 15, 2010

DE LA TERNURA


Desde que descubrí su emisión, me desconecto o estoy fuera de servicio para el resto del mundo de diez y media de la noche en adelante, los miércoles. Hablo de la serie de televisión BOSTON LEGAL… Sin embargo, recuerdo el martes. En verdad porque no tenía otra cosa que hacer y ya que aposentarme sobre el sofá constituía una opción de desmayo bastante aceptable, lo hice, consentí que mi humanidad reposara y ante la tele. En la pantalla el más borde de todos los médicos imaginados y bla, bla, bla, bla, bla… Terminaba, tiempo después, uno de los capítulos protagonizados por el doctor House y, con él actor que encarnaba a tal personaje, su amigo el doctor Wilson más los padres del paciente que trató durante la ficción dicha y el aludido mismo en escena, me “desamodorré”. El puntillosísimo galeno se dirigió al colega mencionado mientras la familia iba saliendo del hospital diciendo: “El primer beso con lengua que damos es un diez; salvar a un hijo de la muerte es un diez; estos dos- se refería a los padres pensando que la satisfacción por los buenos resultados de salud de su hijo eran de calibre menor a causa de la pesada carga que suponía responsabilizarse de un niño autista- estos dos dan un seis”. Entonces, el niño, que soportó parte de su estancia entre batas de matasanos entretenido con una videoconsola, se acerca a quien le curó y le entrega la máquina de jugar… “Eso es un diez”, dice cuando al fin se van padre, madre e hijo, “Eso si que es un diez”… Sí, me levanté a continuación, sí. Sí porque, incluso en el transcurso de la vida verdadera, la que supera a cualquier cuento, la que contiene lo sublime y abunda en la miseria, en el transcurso de la vida verdadera la ternura es un diez. Hace falta, eso sí, que no confundamos la ternura con cualquier mojiganga ñoña, con balbuceo blandengues o buenismos sin perspectiva. Porque la ternura de verdad es siempre un diez y, a veces, un diez amargo… Y ahora les dejo, son las diez y media y comienza mi serie favorita.

viernes, diciembre 03, 2010

EL AFORTUNADO


Debe ser que todos somos magníficos cuando ha lugar y nos encomendamos a la conquista. Queremos ser aceptados y ofrecemos al otro la versión propia que fascina, el hábito de quien pretende seducir… Luego hay quienes se sirven de tales galas para ejercer una dominación no solicitada, de la misma manera que existen los interesados, nada más, en compartir los detalles de la excelencia que se sabe a ellos atribuibles con las personas a las que se atiende con tanto derroche. Y debe ser que, una vez admitidos indefinidamente- cuando queremos a alguien siempre decimos que es hasta el final que se produce cuando la parca viene a proponernos un viaje no querido pero del todo natural- aprovechamos para relajarnos y vestir en pijama. Claro que no dejamos de ser quienes somos, no desaparecen nuestras virtudes por ese mismo hecho, aunque las taras o defectos afloran cual se aprecia la basura debajo de la alfombra estupenda. Pero, sea que un día nos levantamos ocurrentes para festejar la vida, desempolvando del armario de nuestra conducta el deslumbrante terno con el que logramos persuadir a quien soporta de nuestra parte pereza, egoísmo, orgullo e incuria por ejemplo- porque no sentimos bien, como entonces, como ayer, y repetimos aquellas ganas en honor a lo que fue y merece seguir siendo- o a causa de la toma de conciencia que supone admitir lo mucho que se nos tolera a cambio de bien poco, repetimos el cenit de la magnificencia una vez alcanzada, y conquistamos, seducimos, y logramos que los compromisos, las complicidades, el tiempo, las emociones, el empeño por ser y tener juntos, retorne a experimentarse. Acaso por ir en traje de dormir jornada tras jornada, trasmitimos rendición, decadencia o acomodaticio imperio y oficiar una llamada de atención como tal vez se nos demande o nos apetezca obliga a tales conformidades… Lo digo porque te quiero. No sé si te das cuenta pero es algo que, si silencio cada media hora, es porque a mi mismo me resultaría cargante. Seguro que a ti no, ya lo sé. Vosotras sois distintas- algunas- y tenéis otras necesidades… Pero te quiero y cuando descubro en ti esas cosas que haces, me refiero a esas danzas de adorable payasa- por mencionar algo mínimo y a la vez gigante- lloro interiormente de felicidad. Me encanta ser un tipo con suerte y contar con tu inacabable paciencia… Ya sabes, a pesar de lo que digan mis “ex novias” el afortunado soy yo.

miércoles, diciembre 01, 2010

¿ES UN SUEÑO?


Lo que importa es la persona y que el galardón es merecido de verdad… Se ha concedido el Premio Cervantes 2010 y Ana María Matute, veterana y reconocidísima escritora, con sillón propio en la Real Academia es la autora que suma otra gala a las muchas que le son conocidas. Yo me descubro y el homenaje que quiero dedicarle es su propia palabra. Por eso anoto aquí la parte final del discurso* que pronunció al iniciar su andadura como académica de la lengua.


“… Escribir es un descubrimiento diario a través de la palabra, y la palabra es lo más bello que se ha creado, es lo más importante de todo lo que tenemos los seres humanos. La palabra es lo que nos salva. Pero no la poseemos sin más, para utilizarla como un instrumento; si la tenemos es porque la consagramos a la búsqueda sin fin de una palabra distinta, no común, laboriosa y exaltadamente perseguida, pero que tan simple, tan sencilla resulta cuando la hemos hallado. Como la reconstrucción del instante en que alguien lloró por primera vez: un momento doloroso y difícil. Qué extraño e insólito, qué asombroso parece, y también, que sencillo y verdadero.

Porque todos y cada uno de nosotros llevamos dentro una palabra, una palabra extraordinaria que todavía no hemos logrado pronunciar. Escribir es para mí la persecución de esa palabra mágica, de la palabra que nos ayude a alcanzar la plenitud; ella es la cifra de mi anhelo: que esa palabra pueda llegar a alguien que la reciba como recibiría el viento un velero en calma sorda y desolada, una palabra que acaso le conduzca hacia la playa, una playa que a veces puede llamarse infancia desaparecida, que puede llamarse vida, o futuro, o recuerdo. Que puede llamarse «tú» o «yo». (...)

La palabra «hermano», la palabra «miedo», la palabra «amor», son palabras muy simples, pero llevan el mundo dentro de sí. No siempre es fácil, ni sencillo, descubrirlo. Hay que intentar alcanzar el oculto resplandor de esas palabras, de todas las palabras, o de una sola que todavía nadie oyó nunca pronunciar.

Toda mi vida ha sido una constante búsqueda de esa palabra capaz de iluminar con su luz el país de las maravillas que tanto nuestro mundo como, sobre todo, nuestro lenguaje albergan, y que no siempre nosotros sabemos indagar. Porque las palabras –lo diré, para terminar, con los versos que cierran el poema de «Alicia»–: «Invaden un País de Maravillas... / Es como ir por un caudal corriendo, / Ligero y tan fugaz como un destello...»
Porque «La vida, dime: ¿es algo más que un sueño?»”


*En la dirección que sigue se puede encontrar la alocución completa…
http://www.aragonesasi.com/casal/matute/matute01.htm

domingo, noviembre 28, 2010

EL TESTIGO



Yo estuve allí. Era un hombre sólo vestido de fiesta. Traje oscuro a rayas y pañuelo rojo. Un hombre cuya paradero temporal encontrábase en algún lugar del archipiélago de mesas y sillas de taberna, a la vista desde mi atalaya. Un hombre con mil gargantas. Con la potestad de acariciar el aire con su voz o tronar cual malhumorada deidad olímpica. Un hombre por duplicado, que se multiplicaba para ser tantos y tan distintos, sin embargo, como cupieran en sí. Un hombre capaz de extender el brazo sin los alardes del prestidigitador y oficiar la encarnación del barro allí donde imperaban las sombras: en pie, acostada la presencia, tambaleante, al compás, tomando asiento… Un hombre generoso, locuaz, dueño para bien de las palabras que fueron verbo de otro y cuyo origen servía para que nadie nos llamásemos a engaño- al César lo que es del César- pero ya suyas puesto que, desde la mentira que todos aceptamos se iba a producir dentro de esa caja de luces, era más verdad que la verdad misma. Un hombre que narró la existencia en otros tiempos de tal manera que parecieran los de ahora, para llegar a decirnos, entre bromas y requiebros que lo auténtico, en algunos casos, porque la vida y sus misterios nos llevan por caminos que no se pueden desandar, ha desaparecido. Se daba en lugares que ya no existen, entre seres que ya no existen y de los que conviene saber- para eso estaba él allí- a fin de verter en lo que ahora surja el influjo del pasado, o el alma, o el duende: ese no sé qué al que se pretende nombrar y es inaprensible de todo modo… Un hombre que hizo y deshizo, que guardaba una daga de emoción, proponía un tajo de humanidad trascendente, entre fuegos de artificio e hilaridad incuestionable. Un hombre sostenido en gestos armoniosos, midiendo siempre igual la distancia entre la rotundidad de su asiento, con el brazo extendido y tocando una esquina, y la mesa, tal vez altar de Baco y, en todo caso, centro del universo en esa noche. Un hombre que nos habló de Miguel Pantalón, trasunto por ejemplo, de ese trompetista del El PERSEGUIDOR de Julio Cortázar. Johnny, preocupado por el tiempo: /Y justamente en ese momento, cuando Johnny estaba como perdido en su alegría, de golpe dejó de tocar y soltándole un puñetazo a no sé quién dijo: "Esto lo estoy tocando mañana", y los muchachos se quedaron cortados, apenas dos o tres siguieron unos compases, como un tren que tarda en frenar, y Johnny se golpeaba la frente y repetía: "Esto ya lo toqué mañana, es horrible, Miles, esto ya lo toqué mañana", y no lo podían hacer salir de eso, y a partir de entonces todo anduvo mal, Johnny tocaba sin ganas y deseando irse (a drogarse otra vez, dijo el técnico de sonido muerto de rabia), y cuando lo vi salir, tambaleándose y con la cara cenicienta, me pregunté si eso iba a durar todavía mucho tiempo/…Miguel por apresar esa masa que veía y era el cante para el que decía no tener voz, él, “el ídolo”… Un hombre, al fin, actor de profesión y de vida, de nombre Rafael Álvarez, conocido como EL BRUJO, solista y orquesta de una antología del flamenco de verdad y de los seres que lo hicieron y lo hacen posible, abierto al público, en esta ocasión, ocupando localidades del Teatro Principal de Alicante. No hubo nadie antes, nadie vino después. Se sabía, pero, como relataba el guitarrista Raimundo Amador en una entrevista con motivo de la salida a la venta de su nuevo disco, Medio hombre, medio guitarra, el fin de una juerga flamenca se acababa justo “cuando nadie se atreve a tocar después de Paco de Lucía… ¿Quién se sube al escenario después, el mismo día que lo hace este hombre?
A modo de coda… 27 de noviembre de 2010. 21 horas. Teatro Principal de Alicante. Representación de EL TESTIGO, dramaturgia a partir de un cuento de Fernando Quiñones por Rafael Álvarez, “El Brujo”.

domingo, noviembre 21, 2010

AFORISMOS DE ANÓNIMO 7


La sensualidad puede ser, la voluptuosidad, el deseo con mayúsculas, la secuencia de un encuentro humano cuyas imágenes muestran a hombre y una mujer que se susurran palabras de gratitud y afecto, que están tan cerca, tan próximos como para romper la distancia que separa la cotidianidad formal del beso inolvidable y, tras un amable sello de amor, ofrece la medida separación de los dos seres y la combustión interior del que se queda, aparentemente impertérrito, mientras contempla como la otra persona camina alejándose. A los ojos de ese observador, el que mira y es protagonista de la ordenada sucesión de imágenes, todo el arte presente y anterior, toda la imaginería conocida, incluso la ortodoxa, se contiene en ese breve e interminable final.

Imaginación al poder, dicen que se dijo, y, creo que la creatividad es todo un valor. Y también se dijo: “¿Quién le pone el cascabel al gato?”… Porque de responsabilidad, creatividad e ingenio, se trata: ha de haber un modo de persuadir a quienes nos representan políticamente, a todos, una manera de hacerles considerar de una vez por todas que es urgente y necesario, que deben apartar de sí tanta mierda o, como se conoce también a ese tipo de excrementos humanos, corrupción.

El poder, hoy en día, quizás siempre, consiste, al menos en parte, en imponer la realidad que, quien desea detentar ese imperio considera favorable a sus intereses.

Algunas veces lo pienso así: las nubes solas, fragmentadas como solemos verlas sin que haya peligro de precipitación alguna, y cuando son una uniformidad amenazante de chubascos, son un bien de la naturaleza, al menos un estado entre apacible y vivificador. Sin embargo cuando el exceso condiciona a las segundas, la Madre es atroz.

Término es final, pero puede ser principio: la división entre dos tiempos, a veces, es tan pequeña cual pueda parecer inexistente, por eso se inventó la continuidad…

jueves, noviembre 11, 2010

AFORISMOS DE ANÓNIMO 6


Según el parecer del economista Jean Tirole, las empresas necesitan incentivos para la creación de puestos de trabajo de duración indefinida. Una iniciativa al respecto podría ser, digo conforme al pensamiento de este señor, un impuesto por despido. De esta forma los empresarios confeccionarían sus plantillas de otra forma. Además, lo recaudado por ese impuesto iría aun fondo para el sustento de los desempleados mientras vuelven al mercado laboral… Algo discutible y, tal vez materia de prueba, pero, desde el punto de vista de la reinserción y el reciclaje, a los trabajadores les conviene acceder a cursos de formación profesional cuyo fin sea siempre el de incorporarles a ocupaciones para las que exista demanda. Por ejemplo, amenazar a un parado con retirarle las prestaciones si se niega a seguir un curso de albañil, cuando se está diciendo que miles de trabajadores de la construcción no se emplearán de nuevo en esas lides, francamente, es un abuso intolerable.

Para lograr cierta seguridad imponemos o nos damos un orden perfectamente discutible. Es el caso de etiquetar lo que nos rodea. Y, ahora que acabo de regresar de los escusados o servicios propios de las oficinas en las que trabajo- la naturaleza es exigente y los esfínteres, con la edad, ofrecen menos resistencia- me doy cuenta: puede clasificarse la humanidad occidental en dos tipos de personas. Los que acuden a satisfacer sus necesidades corporales con impecables intenciones, casi siempre abocados a reparar los descuidos de la otra parte pues, si hacen turno tras uno de ellos o de ellas, de obviar las miserias y rastros asquerosos con los que fueron recibidos, corren el riesgo de entrar en desgracia y recibir el sambenito de guarro o guarra, y los que acuden a dicho sitio como cerdo al establo en tiempos de lodazal. Éstos últimos son partidarios de ciscarse donde caiga y el que venga detrás que arree... Así es la vida.

La paz de los templos existe, pero sometida al imperio conspiratorio de las sacristías.

El viaje ajeno, bien contado, rezumante de belleza y sentimiento, pródigo en atractivos y propiedades por experimentar, despierta la curiosidad y empuja hacia toda encrucijada.

Mienten los que recrean el paisaje. Subliman una oportunidad, un instante que, luego, apenas se corresponde con la realidad. Pero mienten tan bien...

miércoles, octubre 27, 2010

AFORISMOS DE ANÓNIMO 5


Proponerse una meta es, a menudo, como aproximarse al horizonte, en tanto nos acercamos se aleja.

La meta es el final, la muerte.

Toda consecución humana es admisible e incluso recomendable si no es para el mal. Mas, hacer de la vida, en cualquiera de sus aspectos, una competición, trae como consecuencia la victoria de uno y la derrota de casi todos los demás.

Tener una meta no mata, como no lo hacen los cigarrillos. La muerte viene dada por el hábito de fumar.

Mejor que tener metas, experimentar la satisfacción de la coherencia tras un trabajo bien hecho.


sábado, octubre 23, 2010

ALICE SUPERSTAR


Atravesaba Caperucita la dehesa y en, la fronda de un bosque, Blancanieves encontró refugio. Pero Alicia, en Manhatan, diminuta al pie de los rascacielos, desorientada entre la espesura de acero y cristal, sacudida por la marabunta yankee y sin las observaciones del de Cheshire, temía las garras de King Kong y peor suerte que la de Jessica* en el 76. Fue cuando pasó Dany de Vito consultando un reloj…

- No llego, no llego…

- ¡Oiga, yo le conozco!- dijo ella

Y siguió tras él sin sospecharlo: hacia el horizonte de taxis amarillos, protagonista y estrella junto a Jhonny Deep.**




* Jessica Lange, actriz estadounidense protagonista de King Kong en 1976


** Jhonny Deep, actor estadounidense que interpreta al Sombrerero Loco en Alice in Wonderland de Tim Burton

miércoles, octubre 06, 2010

LA VOZ DE LOS BALCONES


Desde hace un par de años, las ventanas y balcones de muchas localidades acogen, durante las fiestas de Navidad y Reyes, réplicas manufacturadas de Papá Noel o Santa, de Melchor, Gaspar y Baltasar, pendientes de rejas y barandillas. Otros se deciden por el árbol adornado con luces de colores, si no son de los que prefieren el festival casi discotequero o profusión de guirnaldas luminiscentes. Son la prueba de lo que dicen los habitantes de esas casas y vecinos de las mismas en cuanto a sus inclinaciones festivas. Pero no es esta la única ocasión en la que las casas hablan. La bandera de España, otrora flameante cuando se cubría el techo de un edificio en obras, gala para ocasiones religiosas cuando circulan por las calles imágenes patronales y pasos de Semana Santa o señal patriótica generalmente atribuible a los ciudadanos que simpatizan con el conservadurismo, es santo y seña actual de triunfo deportivo. “La roja” ganó el mundial de fútbol y los forofos muestran así su orgullo desde los exteriores de sus viviendas… También el gusto por la naturaleza de muchos- quizás muchas- es notorio en ventanas y balcones. Sobre todo pájaros, palomas, perdices, periquitos y loros enjaulados, de vez en cuando gatos o perros durmientes al sol y, abundando como en un patio cordobés, macetas con plantas y flores diversas. Conviven con las palmas del Domingo de Ramos, o los lienzos y tapices que tiene su razón de ser cuando acontece una celebración espiritual o se ha hecho una promesa. Aparecen de luto con crespones cuando una tragedia conmueve a la comunidad y se hace eco con telas de otros colores en el momento u oportunidad de acompañar, de solidarizarse con un requerimiento social justo. Allí se ven retratos de famosos, artistas, políticos, enseñas de partidos y sindicatos, logotipos de profesionales… La vertiente económica es un expresión de compra venta- la mayoría de las veces- que incluye nombres empresariales, teléfonos y otros datos. Están los toldos y sus estampados, está la ropa de cama aireándose e, incluso, el tendedero más o menos improvisado aunque las normas municipales lo prohíban… Voces y verbos que dicen, advierten, testifican, mencionan, se enorgullecen, toman partido o se divierten y a las que se unen otros clamores casi siempre de origen imperial: el de las gentes que creen que, disponer de las fachadas ajenas para ofender al buen gusto y dañar a los otros es un derecho. Algunos tienen por arte una práctica así. Pudiera ser, pero confunden las formas de las firmas, con hacer la rúbrica donde nadie se lo pidió. Una forma de violencia que se justifica apelando a otras violencias que se dicen recibidas, como siempre: yo soy malo porque este, que es peor que yo me perjudica… A pesar de todo, de cornisas que se caen, de fachadas que se resquebrajan, de paredes sucias y materiales viejos, de arquitecturas indignas y, sin embargo, palacios, en el balcón, hermosa y enamorada como la concibió Shakespeare Julieta, y admirándola e ignorando aún la inmortal tragedia que van a protagonizar a mayor gloria de la vida, abajo, Romeo.

domingo, octubre 03, 2010

QUE LO DIGA EL POETA



Que lo diga el poeta, mi niña, que lo diga el poeta que sabe conjurar las palabras y hacer que el verbo se encarne, no como divina presencia sino cual verdadero latido de un ser con límites. Porque somos humanos y tenemos un solo recorrido, antes de que espire toda dignidad a mí atribuible te sello el corazón y dejo en ti un rastro que no es condena, ni cancela, ni marca de rebaño. Son las inmortales palabras de quien supo amar y dejar dicho el amor…





martes, septiembre 28, 2010

EULOGIO DE LA HUELGA


Asistido por las cuadrillas de muy amables y respetuosos convecinos, honorables informantes y abnegados operarios de gremios diversos, he decidido someterme a los dictados del más fuerte y participar en la huelga.

Por lo tanto, hoy, en vez de gruñidos, entonaré aleluyas cuando me cruce con mi suegra por el pasillo de casa.

Dejaré por fin de fumar y lo haré prendiendo un cigarrillo. Una vez consumida la oportunidad, a la experiencia de hacer lo prohibido sumaré la corrección sanitaria que impera en estos días.
Saldré vociferante y en las plazas gritaré mis proclamas acerca del mundo y las circunstancias del mismo que exijo.

A imagen y semejanza de los que me representan patearé alguna papelera- que luego pudiera servir como elemento de una barricada si se diera el caso de iniciar una trifulca, y me liberaré al modo de esos funcionarios que se han pedido como “moscoso*” el día de la fecha para ausentarse del trabajo y no dejar de percibir por la jornada lo que corresponda.

Apedrearé los semáforos como acto disuasorio que ejemplifique la necesidad de parar.

Me inventaré las noticias escribiéndolas en unas servilletas de cafetería que previamente robé en previsión de la epidemia de silicona en las cerraduras que abren o cierran comercios.
Invertiré en ocio municipal paseando por las plazas a ver si, como dicen que trae suerte hacerlo, piso la mierda de algún perro.

Con todo esto no creo que haya alguien aún que se queje. Decir que no se respeta el derecho de los que quieren ir a trabajar es antidemocrático, aparte de falso… ¿no?

Los servicios mínimos de las fuerzas de seguridad se van a respetar precisamente para verificar que los servicios mínimos de las fuerzas de seguridad se cumplan.

Y, al acabar todo, asistiré a la ceremonia del recuento mediante los servicios ofrecidos por el “señor GOOGLE”. Un resultado, sin embargo, que puedo anticipar ya: fue un éxito y un fracaso.


*moscoso
1. m. En algunos empleos, especialmente en organismos públicos, día libre destinado a resolver asuntos propios:

lunes, septiembre 27, 2010

AFORISMOS DE ANÓNIMO 4


Dice una madre, amiga mía, que su hijo considera igual de respetuoso, si se tiene respeto, dirigirse de tú a otro, incluso desconocido, porque tal requisito, el de otorgar consideración, viene dado por lo sustancial, no por la forma, o así me explico yo lo que me cuenta la mujer a la que cito. Y, aunque estoy de acuerdo, debiéramos coincidir en apelar a los demás tratándoles de usted, si no se ha establecido una confianza tal que reduzca las distancias.

Prestigio es una palabra que se rifa en cualquier mercadillo y suele confundirse con notoriedad. Pero lo simplemente conocido, por más que origine acólitos, no garantiza la excelencia.
Viene el otoño y, como en el resto de las estaciones climatológicas, el tópico genera ventas. Periodo de melancolía dicen, con menos luz solar, los inconvenientes de las previsibles lluvias y un ejército de terapeutas y sanadores a la espera de que haya calado la consigna y las gentes acudan en busca de una solución al mal que les han dicho que sufren.

Discrepo en muchísimas cosas con ese gran bufón que es El Gran Wayoming, pero le reconozco maestría a la hora de expresarse mediante el humor, celebro sus ocurrencias y le respeto. Más, no porque sea cosa sólo suya, advierto al contemplar alguna de sus intervenciones televisivas, lo acerado que puede ser un chiste… acerado, no de viga- propósito constructivo- sino de daga.

Maestra: a veces me emociona verla caminar, pero no tengo la virtud de los poetas para decirlo. Sin embargo, precisamente por su trabajo, cuando me cuenta que la quieren y que se siente satisfechísima, encuentro la función exacta de mi amor: alegrarme de que sea así.

jueves, septiembre 23, 2010

AFORISMOS DE ANÓNIMO 3


Cuando los representantes sindicales convocan a la huelga general manifiestan suspendido el derecho al trabajo como valor predominante. Pero, ¿y la libertad? ¿No es una razón superior? La libertad, por ejemplo, de ir a trabajar…

Durante la huelga general, dicen los líderes sindicales, hay que cerrar los bancos, paralizar el transporte, constreñir, si es necesario por debajo de la mínima, toda actividad laboral, sí o sí…
En la práctica, la huelga es la dictadura del proletariado ejercitada, si es necesario, en contra de la propia clase trabajadora.

Se actúa con la violencia que haga falta para lograr el éxito de la huelga. Los trabajadores no saben lo que les conviene y los representantes de los trabajadores desconfían de sus representados. El fin justifica los medios y no debe resultar indecoroso para los responsables de ejercitar tal principio, revestirse de blanco y llevar palomas en exigencia de una paz cualquiera en otras ocasiones.

¿A que no hay ovarios ni testículos para saber llamar a la legítima movilización obrera y observando después, democráticamente, quienes son los que responden a la llamada?

miércoles, septiembre 22, 2010

AFORISMOS DE ANÓNIMO 2


Entre las edificaciones más altas los termiteros, las catedrales y las fortalezas del odio, alturas de hosco adobe desde las cuales se combate al vecino hasta su exterminio aunque se disfrace el lance de puro intercambio de pareceres.

Antagonistas ideológicos o espirituales carne que se quiere mejor abrasada.

Los que manifiestan indudables deseos de cambiar el mundo suelen tener por indiscutible su concepción del mismo.

El empeño de las dictaduras a la hora de manifestarse de muy distinto y más amable signo, es irrelevante. Sin embargo, merece más atención el lodo, la zafiedad violenta del barro que reside en todo títere humano servidor de tan aborrecibles especímenes.

A la tercera va la vencida, se dice, ¿y luego?

lunes, septiembre 20, 2010

AFORISMOS DE ANÓNIMO 1


La libertad es una de esas creaciones humanas identificada conforme a infinidad de pareceres cuya realidad responde a la pura conveniencia de quienes dicen manifestarse en ella.

La publicidad supera en eficacia y espíritu lúdico a la política. Es una actividad perversa destinada a incentivar las más bajas pasiones del ser humano que suele tener éxito incluso en las más adversas condiciones. Sin embargo, la política es un galimatías privado, por más que se diga público, que concierne a una “BELLACOCRACIA” a turnos convocante de sus mesnadas o seguidores acérrimos, incapaces como ellos de admitir que el vecino también acierta.

La salud es el bienestar orgánico que perdemos, como a menudo la cartera, por descuidos propios.

Si, viajando en un transporte público, notas la presencia táctil de alguien a quien no se le requirió tales devaneos, probablemente es que el número de pasajeros excede lo razonable.

Todo rigor aplicable es inversamente proporcional al que deseamos para nosotros mismos, siempre y cuando dependa de nosotros actuar a ese conforme.

miércoles, septiembre 15, 2010

DE UNA TARDE DE DOMINGO CUANDO AÚN ERA VERANO.



Me lo decía un camarero, ocioso como yo, aunque durante su horario de trabajo. Mirábamos el algo revuelto horizonte marino, la arena, sin prisas a esas horas de la tarde del domingo.. “Ya se nota que marchó la parroquia de julio y agosto, pero no hay problema: por fortuna somos autosuficientes… Sí, porque hay que diversificar el negocio.” Nosotros sembramos poriuletano todas las noches, lo regamos bien y, a la mañana siguiente, ya tenemos una nueva cosecha de sillas y mesas de terraza. Las empleamos ese día y, de segunda mano pero con sólo una jornada de uso, las vendemos a otros establecimientos por un precio mucho más barato. Ni los de Ikea nos ganan…”

Luego descubrí que las olivas del aperitivo debían estar bañadas en algún aceite alucinógeno porque sino no se explica que marchara a pie, como Jesucristo sobre las aguas del Tiberiades, hasta la próxima isla de Tabarca.

Ahí, en la isla, tomé una lancha- taxi y quedé a la buena de Dios, apeado seco y con las mismas barbas de siempre, junto a la parada de autobús donde se estaciona el de servicio que tiene parada junto a la puerta de mi lugar de trabajo y estrenar así la temporada.

Como no creo en el síndrome postvacacional ni en otras muchas zarandajas, por eso, por descreído, decline la farsa de manifestarme sicológicamente perjudicado. Así que aguardé dos o tres días a que pasara el vehículo letra “H” correspondiente y para redundar en mi infortunio, los niños, escolares de diverso tamaño e imperio cuya medida se expresa en ruido explosivo, los niños, sí, habían regresado.

Muera Herodes- ya sé que lo está- que no supo acabar su trabajo, muera el Flautista que se llevó a las ratas al abismo, craso error, muera, muera, muera.

Porque es que yo no los soporto. Sí, son encantadores de uno en uno y durante los primeros cinco minutos. Incluso mis sobrinos. Y no te digo nada de los tuyos. Luego crecen y antes de reproducirse ocupan el espacio y maltratan toda oportunidad de existir en paz.

¿Qué no pueden ser amordazados o ir sujetos?

¿Para cuando una ley de sedación de la infancia?

Y los adolescentes. ¿Los adolescentes no podrían llegar a la edad adulta confinados en Marte?

No les soporto en las calles, en los cines, en los bares, en los hipermercados, en los autobuses…
Y lo peor es que, un día cualquiera, absorto en tus somnolencias porque dormiste poco la noche anterior y te crees liberado al circular en el transporte público de turno con pocos seres vivos- lo de humanos ya va será para considerar grados y jerarquías en otra ocasión- o viajeros, sube una madre que tutela a un rubio angelical y simpático, de esos que te cautivan con los ojos y logran que babees.

Pues no, en vez de ensalivar por efectos de la gula caníbal te emocionas, piensas en las cosas hermosas de la vida y cuando te apeas, un hijo puta subido a un ruido- así llamaba un insigne bebedor que conocí a los que deambulan por las calles sobre un vehículo de dos ruedas atronando impunemente- te devuelve al lugar del que nunca debiste partir.

Sea pues que deporten a los niños a las lunas de Saturno y vengan a mí más aceitunas sicodélicas como aquellas de una tarde de domingo cuando todavía era verano.

sábado, agosto 14, 2010

FALSA NOTICIA


Stanley estaba convencido de encontrar a Livingston en las inmediaciones del río Lualaba, como se denomina al curso alto del Congo, y, ya cerca, mandó parar.

Refinado como era, decidió servirse una infusión a la china, con agua de lluvia. Sin embargo hacía días que caminaban sin que se produjeran chubascos.

Entonces, hombre de recursos, procedió a la española…

Tomó la reliquia de San Jorge* que siempre llevó consigo y entonó salmos.

Ahora bien, relacionar la consiguiente tempestad con la crecida del río que Livingston confundiera con el Nilo y la marcha de éste hacia el lago Tanganica…


*Patrón de los exploradores.

jueves, agosto 12, 2010

ESCENAS DE PLAYA 2


Hace tiempo inicié una colección imposible y eso me hace recordar aquel cuento de Mark Twain… Fue el afán de reunir todos los vientos, los notorios y los domésticos, a partir de las noticias que tuve de una vaharada local o movimiento modestísimo de aire, de nombre EL REGAÑAO y cuyo origen olvidé, que hice tratos con la locura. No recuerdo desde dónde soplaba ni sus intenciones a la hora de apresurarse, pero quizás un día solicite un molinillo, tal vez una vela latina, quien sabe si la presencia del mismísimo Eolo y pretenda concluir lo ahora mismo pendiente. El caso es que finalizando la tarde, mientras intentaba recordar los nombres de las galernas, cerca de las rocas de la costa soplaba el Levante. Viento de mar a tierra que suele mostrar su pujanza en cuanto se presenta. Ella mencionó el nombre de la isla de nuestro amor y primer conflicto sentimental, saludándome acto seguido para que prestara atención a otra cosa. Quiso que retirara mi vista del no muy lejano reducto rodeado por el Mare Nostrun, proponiéndome otro objetivo… Se trataba de un navegante sin embarcación, probablemente un joven que, de pie sobre una tabla de madera- de esas con los que algunos dicen “cabalgar” las olas, y remando, dirigíase de derecha a izquierda según nuestra posición de cara a la mar, hacia quién sabe qué puerto o playa. Después, ella, me interrogó acerca del suceso, tan extraño, con ese viento y tan cerca de ser la hora que sería pronto. Yo, respiré el magnífico olor a maravilla azul, y contesté:


- Puede que sea un enamorado, un amante urgido por la oportunidad. Quizás es el último día y la hora se acerca. Esa en la que las sirenas emergen desde los palacios de Plutón y, durante unos segundos, refulgen en busca de marido. Muchos son los pescadores que, observando ese solsticio, esa aproximación de luz procedente de lo más íntimo del misterio, sienten perdida la razón y lo dejan todo para, al fin, perecer ahogados. Las nobles hijas de Neptuno conceden ese gesto de amor nada más durante el breve instante que se muestran fuera del agua y jamás se lo ofrecen a hombres con esposa. Muy pobre respuesta cuando el precio si sobreviene el fracaso es la vida y del azar dependen los detalles del envite… Quizás, un día contempló el fenómeno y algo le dice que mañana ya no se repetirá el sueño. A lo mejor, los bríos de galeote que son de su propio ser obligado, justifican una premura indudablemente lógica: pueden obrar a beneficio de esperanza si la ola que ha de encararse concuerda exactamente con la que anticipa el júbilo: durante la fracción de tiempo exacta en la que la luz lo abandona todo a favor de la oscuridad, cumple la vez, es cuando ellas emulan a Venus y Botticelli sonríe desde Florencia.


Luego, confortablemente sentados, ella al volante, tras haber ignorado mis ínfulas de narrador y disfrutando de lo serpenteante del camino, y yo, mirando al mar soñé, que estabas junto a mí… proseguimos.


Tanto o tan poco como para llegar sin apartarnos de la costa y acercarnos a la mar gracias a una plataforma de madera que salvaba los arenales. La mar seguía hermosa, las luces del ocaso disminuían, podía especularse con la posibilidad de una nueva tormenta y la humanidad, digo de los usuarios de ese día y de antes y después, de los que disfrutan de vacaciones y de los que no, también allí con destino para su ocio, son en su mayoría unos guarros. Unos cerdos que parecen incapaces de dejar sus inmundicias en una papelera o llevarlas consigo cuando agotan el préstamo que Madre Natura les concede. Se les llenará, más tarde, la boca de ecologismo, exigirán se retiren las antenas de telefonía que presumen cancerígenas, o bramarán contra el maltrato de animales sin mencionar que dejaron abandonado a su propio perro…


Del “patinador” a remo, o de las sirenas, por cierto, nada de nada.


Como es lógico.

jueves, agosto 05, 2010

ESCENAS DE PLAYA


La línea de arena más próxima a aquel otro pedazo terrestre que se confunde con los dominios de la mar, es un recuerdo a determinadas horas del día, el testimonio ruinoso de esa afición o propósito arquitectónico cuyo origen está en la parte medieval de los cuentos de hadas. Pero, si por esa vereda sin lindes camina un joven retoño con muelles en las piernas, tras unos cuantos saltos sobre la nobleza de lo que fue, resulta abandono de feo barro: como nadie protesta, que no se le exija inocencia ni romanticismo al mocito cuando ya de mayor grite gol por esos campos de campeonato.

Una ley de costas nunca vista por escrito reza: “Todo lugar para sacudir una toalla que se depositara sobre la arena, tras una jornada completa de idas y venidas, jaleos de comidas y desperdicios varios, se hallará sito lejos de la superficie que se ha ocupado y, a poder ser, más o menos próximo al enclave donde descanse otro ciudadano cualquiera. Así, con la brisa…”

Además de las gaviotas, las hormigas y los peces- medusas y tiburones incluidos- en las playas hay perros. No que residan de natural allí, sino en virtud de mascota: compañía y disfrute de algunos ciudadanos que los traen para pasar el día o la ocasión de asueto. Todo bien. Son simpáticos. Van, regresan, ladran, chapotean, se sacuden y, como no entienden, corretean posando sus pezuñas sobre lo que sea, toalla, cráneo o barriga humana también. Además hacen sus necesidades- nunca en un extremo alejado de propios y extraños- cuando toca. Magnífico, ¿verdad?

Como sucede en todas partes, las playas están llenas de personas distintas. Hay quienes hacen uso de sus efectos personales y se llevan lo que reste porque es material a conservar o supone un inmediato depósito en el contenedor de basura más cercano. Y esos mismos u otros más escandalosos abandonan el lugar no sin una buena siembra de inmundicias. Es- los adultos dichos piensan lo mismo pero se manifiestan socialmente hipócritas- a la par de lo que sostienen muchos niños y adolescentes: “¿Ensuciamos? Que limpien ellos- los trabajadores y servicios de limpieza- para eso reciben un salario, ¿no?”

Si se compara porcentualmente, de bandera verde a amarilla y roja, la zona de baño de una playa crece en “humanidad” para pasmo de observadores y agentes de salvamento y socorrismo. A esos efectos, algunas ancianitas frágiles y venerables en tierra trocan su ser por el de sirenas indomables que parten olas con la espalda. Palabrita del niño Jesús, por éstas que son cruces…

El biquini es una prenda de baño… bueno, dos, para cuyo vestido se exige precisión. Es tan poca la tela que no puede quedar así como así, sobre todo después de la sucesión de chapuzones que correspondan. Prácticamente es un atavío falso, porque, total, debiera dar lo mismo si se aprecian unos centímetros más o menos de piel. Sin embargo, el proceder minucioso de las usuarias que lo lucen es riguroso: un tironcito de aquí, otro de allá, hueco, justeza, las maniobras que convengan para lograr su sitio sobre la piel y no otro…

Se oculta el sol y vienen los pescadores: la playa también hoy trasnocha.






lunes, agosto 02, 2010

PROHIBIR


Tiempo ha, cuando mejor iban las cosas, nada más inaugurarse el Edén, sucedió: “Tomó, pues, Yahveh Dios al hombre y le dejó en el jardín de Edén, para que lo labrase y cuidase. Y Dios impuso al hombre este mandamiento: «De cualquier árbol del jardín puedes comer, mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás porque el día que comieres de él, morirás sin remedio.»*”… Fue cuando se prohibió la fruta y que aún hoy nos alimentemos de peras y manzanas refrenda el auge de la aconfesionalidad y el laicismo. Por otra parte, morir no morimos salvo que la Organización Mundial de la Salud nos diga que sí, que los aficionados a la fruta son costosísimos enfermos, contribuyentes a la masificación que se da en los cementerios de todo el mundo. No siempre se está al tanto de todo. Un día comer huevos es peligrosísimo y al día siguiente una bendición gastronómica sin par… Pero prohibieron la fruta, prohibieron el conocimiento, prohibieron la disensión espiritual o su rechazo, prohibieron el tabaco y prohibirán a Cabrera Infante, a Bogart, prohibirán Cuba y prohibirán a Fidel, “matusalénico” y siempre elegante vestido de Adidas… Prohibieron las corridas de toros y los toros se extinguirán, los toreros quedan sin biografía y se prohibirá a Goya, a Dalí, a Picasso, a Miró y prohibirán a Lorca, y a Miguel Hernández, y a Hemingway, y a Alberti. Porque no conviene ninguna violencia contra los animales y en aras de evitar atrocidades vistas o no vistas, se prohibirán los chuchos, los lindos gatitos, los canarios “Piolín”, y dejarán de ser legales los mataderos. Tampoco se podrá cercenar la vida de plantas, al fin seres vivos como bien se sabe, y las huertas y la gastronomía quedarán prohibidas: la alimentación, eso sí, será un trámite resuelto por los alquimistas y masones. Prohibirán Arzak, Arguiñano, Adría y Carlos Herrera, el periodista, y, prohibidos, los pacifistas militantes, incapaces de prohibir la guerra, prohibirán la pólvora y dejarán de celebrarse las Fallas y las Hogueras, como dejará de celebrarse San Fermín, San Isidro y se cerrará La Maestranza. Y, puestos a prohibir, se prohibirán los automóviles, las ciudades y el fútbol. Se prohibirán los libros, como ya adelantara Ray Bradbury que será prohibido a su vez. Prohibidos los chiringuitos y las edificaciones costeras, como se prohibirán los bosques a fi de evitar, a imagen y semejanza literal de lo manifestado G. W. Bush, los incendios. Se prohibirán los baños marinos, los baños fluviales y las piscinas: derrochar el agua, también por riegos ornamentales, o molestar a los pececitos se considerará una práctica intolerable. Se prohibirá la caza y se prohibirá a Delibes. Se prohibirá la pesca comercial y recreativa y la cría en cautividad de palomas mensajeras. Por intolerancia con la piratería se prohibirá Internet y la SGAE gobernará hasta el fin de los tiempos. No obstante se tolerará el cotilleo y se declarará día de fiesta la onomástica de Belén Esteban, objeto de museo y peregrinaje extinguida la televisión. Amén.



*Génesis 2: 15, 16 y 17


A modo de coda: dos artículos a leer que recomiendo:

http://xlsemanal.finanzas.com/web/firma.php?id_edicion=3067&id_firma=6090

http://www.elpais.com/articulo/andalucia/Toros/literatura/elpepiespand/20100417elpand_7/Tes

lunes, julio 19, 2010

CORRESPONDENCIA BREVE 1


1

Válida desde el primer día en que se lea hasta su olvido.

Podría ser que nos llegara la hora y el techo que nos hemos dado dejara de ser cobijo mutuo. Podría ser… Indudablemente, cuando a la muerte convenga, expiraremos, y es raro que lo hagamos a la vez. Pero, podría ser que la fecha de la divergencia fuera lectura de un recuerdo aciago mencionado por ambos como propio. No lo quiero y, sin embargo, podría ser. A ti te parece que mi desdén por el imperio de la carantoña es prueba cierta de un latido que descarto cobre pulso. Que quizás me aburro de ti. Y debo reconocer que he de mejorar mi caligrafía. Mis besos, los que te deparo pletóricos de ternura, los que van más allá de la conciliación o el deseo, deben a la contrariedad con la que recibo esa necesidad femenina- a veces exigencia- de salmodiar el afecto, debo, una emulsión espesa. Por eso escribo aquí y ahora que te quiero y que este amor, aunque llegara la hora, no de la muerte, de renunciar a nosotros dos juntos, es inquebrantable porque te elegí y me elegiste.

Es lo que cuenta.

sábado, julio 10, 2010

ESPAÑA 1 ALEMANIA 0


Hay cosas más importantes para mí que ver un partido de fútbol. Sin embargo, de no mediar algo sustancioso, me siento ante el televisor y contemplo, por ejemplo, las ocasiones deportivas en las que interviene la selección española. Disfruto con los lances deportivos de calidad, me alegro con las victorias y procuro no culpar al árbitro de los errores propios de los atletas, en este caso, vestidos de rojo y azul cuando las derrotas se producen. Sé gritar gol y me conduzco tan de natural manera que, si entusiasmado, procuro que las manifestaciones de tal contento sucedan sin imponer o arrastrar a los demás a algo que no deseen. Dicho esto, acordarse de la patria cual si el orgullo de ser de donde se nace consistiera en saludar al mundo por la vía del estruendo, simplemente porque un grupo de deportistas progresan en un torneo, linda con lo demencial. No comprendo como tanta gente se da a la violencia de acometer con su ensordecedora felicidad lo que puede ser el sosegado desinterés de otros muchos. Y no comprendo que esta “religión” la de los fanáticos y asimilados de un club, deportista, equipo nacional- ya que con el deporte hemos topado- que se da también en el mundo de la música popular o a favor de los “héroes de la fama”, tan del “becerro de oro”, insana cuan se denuncian insanas otras, pase por suceso normal y ocupe la casi totalidad del tiempo de duración de un telediario cuyos hacedores se recrean en mostrar modos energúmenos, expresiones sin sustancia y fondos equiparables a los de una secta. Porque, digo yo, nadie hace mal alguno divirtiéndose, es verdad, pero hasta en eso hace falta cerebro. Cerebro y, por lo tanto, inteligencia, educación, civismo, ausencia de desprecio para lo ajeno y de bravatas empleadas para imponer lo considerado unilateralmente como único... Oigan, que yo he asistido a magníficos espectáculos teatrales o recitales de música, durante los cuales la excelencia y el arte han predominado. Y, más allá de el aplauso sincero y los vítores aislados sin es que la cosa ha dado para tanto, muestra de la satisfacción de los asistentes, nadie se ha tirado dos horas circulando con su coche por la vía publica, llamando la atención con sonidos y velocidad, y enarbolando retratos, pongamos por caso, de Plácido Domingo tras una sublime interpretación de Otelo... Además, luego, si, como todavía puede suceder, las expectativas de victoria quedan reducidas a cenizas, viene la depresión fulminante cuando no el insensato impulso de arramblar con bienes públicos y particulares en clave ni mío ni de nadie. Por eso, el pulpo adivino, pulpo Paul, pronto con sitio entre sus colegas del tarot de la tele de madrugada, podría también ser engullido por una cuadrilla de forofos de la roja que festejaron el resultado que eliminó a Alemania sin reparar en la mejor humanidad de los teutones antes del enfrentamiento y después cuando su mal fario se consumó. Y esta posibilidad es algo que me malicio porque estos exaltados a los que me vengo refiriendo, me temo, no saben perder.

sábado, julio 03, 2010

NOTICIAS


Le reconoció. Dijeron su nombre durante la crónica de sucesos del telediario. Nombre y apellidos, tal y como podía leerse en el buzón. Al parecer sicario de una banda de delincuentes especialistas en el asalto a casas de campo…


- ¡Qué sorpresa!... Bueno, una persona normal. Y aquí mismo, puerta con puerta. Cinco años en el edificio y nada, sin problemas.


Se hubiera cruzado con él por la calle sin advertir su presencia, pero…
- Si dicen que era, debe serlo.


Luego continuó el almuerzo pensando en lo que iba a responder de presentarse los de la tele preguntando.

martes, junio 29, 2010

HORIZONTE TRANSPARENTE


A esas horas del día el alumbrado público es plenitud artificial. Del sol queda la luna, casi llena, nada más y, por, lo que respecta a esta calle, desde ventanas o balcones, apenas algún destello de televisión conectada para garantizar el sueño de los vecinos sino insomnes. Suenan los camiones de la basura a lo lejos y ronquidos de distinta tonalidad: de no ser por lo alargado de la emisión, de permanecer absorto en la escucha, podría dar fe de un paraje similar a esas lagunas pródigas en ranas y sapos como los de cuento. Es lo que percibo en medio de la calzada, sentado sobre la vieja silla de enea que he conservado conmigo. La tengo aún a pesar de haber acudido dos veces a comisaría, sin intención de hacerlo por mi parte, y tras ser atendido en urgencias, no fuera que la configuración de mi cerebro pasara por un momento crítico. Ya lamento que esté prohibido detenerse en medio de la vía pública y me hago cargo de que es cosa reprochable, pero fui sometido y autoricé- a la fuerza ahorcan- un reconocimiento médico a cuenta de lo acontecido y de la sospecha de que padeciera algún trastorno mental. Incapacidad cuya explicación consistente en aludir al empecinamiento- como lo llamaron- de sentarme interrumpiendo el tráfico, con el único propósito de observar el horizonte, sigue pareciéndome del todo incorrecto. Dicen que es una imprudencia actuar como lo hice, que si soy un suicida, que, por el contrario, participo de un entramado cuyo único propósito es estorbar el orden e inducir, por contagio, al caos y, salvado el complot al fin, observan en mí la encarnación de la tontería. Pero no, ni mucho menos. Seguramente en unos veinte minutos, cuando la ciudad comience a desperezarse, la primera “hornada” de automóviles, cual si aguardaran al principio de la avenida un banderazo de salida, avanzará al unísono y ocurrirá como esta tarde. Motocicletas, furgones, camiones, autobuses y turismos, sorteaban mi presencia cual la bestia evita al cadáver. “Olisqueaban” mi pellejo y continuaban quejándose a todo motor en busca de otra pieza con la que saciar su hambre. Sólo los peatones se agolpaban a uno y otro lado de la calle comentando mi presencia y valorando la oportunidad de unirse a mí, como no se cansaron de postular unos, o, los otros, satisfechos con que la policía llegara y además de retirarme del sitio dónde ahora estoy, descargara la ira de todos contra mis costillas....

El caso es que, este es mi lugar, lo tengo decidido. Disfruto del silencio, respiro conforme con el descanso de las multitudes, me mantengo sereno ante sus desgracias, atiendo lo que conviene en solidaridad con sus mejores propósitos, abandero sus alegrías y, sin asomo de intranquilidad, ahora cumplo con lo que pretendí. Ahora que el asfalto se refrescó. Ahora que la suave brisa no ha de sortear mil obstáculos antes de proporcionarme liviandad.

Cumplo porque puedo, sin originar protestas, partícipe de todo el horizonte y sus intereses. Contento de registrar lo que ocurre a través de los edificios, de los accidentes geográficos que correspondan y regalado por las expectativas que se derivan de apreciar, al fin, la naturaleza que intermedia hasta la orilla del mar y al pescador... Estará a punto de cobrar una pieza. La depositará en el cesto y puede que sea ese “pescaito” la fiesta en nuestro plato cuando el sol del día de hoy esté a mitad de su camino. Lo digo porque me reconozco en él. Porque conozco al pescador, que soy yo mismo, y nunca me he dejado en la estacada. De hecho carezco de intenciones contra mi persona.

Porque, de todos modos, bien acomodado como estoy y desde esta atalaya, si se mira, si se observa detenidamente y durante el tiempo necesario, de verdad que se ven prodigios.

sábado, junio 26, 2010

DRAGÓN


Se comerá el queso. Los ratones ponen un cascabel al gato y eso lleva su tiempo. Viene con otras orugas, seguramente en vías de perecer envenenadas con el insecticida que protege a los rosales del jardín. Sin embargo, a este gusano listo le irá mejor. Sabe que otros comen de lo que suele ponerse en las ratoneras, o eso dicen… Pero con tan buena mesa y mejor apetito acabará transformándose, además, en culebra. Y esto nada más que para empezar: de arrastrase por los suelos a reptil con alas que escupe fuego.

sábado, junio 19, 2010

¿Y QUIÉN MATÓ AL REY?


Dijo el sastrecillo homicida, “mato siete como mato al rey”. Y siete moscas menos. Eso ocasionó la muerte del sastrecillo, poco después, fulminado al pincharse con una de sus agujas, envenenada por un familiar ecologista y presidente de la Liga a Favor de la Conservación de los Insectos. Lamentable caso cuyo tóxico resultado tuvo que ver con el horror que supuso el aplastamiento de los siete dípteros a ojos vista del defensor de la naturaleza. Precisamente, otro que se fue con las Parcas apenas unos días después… Fue durante una multitudinaria fiesta en Palacio. Las confidencias de su amiga, también amante del naturalista por aquellas fechas, provocaron la rabia y el descontento asesino de quien fue alumna del sastre y se casara más tarde con un célebre director de periódico. Así pues, la diseñadora, buscó al defensor de la naturaleza y le empujó, aprovechando el mucho alcohol trasegado por los presentes y que el interfecto permanecía cerca de la barandilla de una terraza.

El periodista obró como procede para ensuciar el aire dando la noticia del asesinato del botánico y atribuyendo su mal fario a la cólera de un prestigioso banquero. Relacionar al que pereció desde tanta altura con el acaudalado prohombre, carecía de complicaciones. Bastaba con difundir el exabrupto que se escucho el mismo día de autos en voz de quien se deseaba en entredicho… Preguntado el capitalista por su elegancia y comentando lo que convenía tras la muerte del sastre, dijo:”Siete veces siete de de mi mismo puño firmado el encargo de que

Luego, como quiera que a partir de las noticias que surgieron, las tertulias en las que se hablaba de las mismas, las condenas populares- muchas- y las pocas absoluciones, mientras la policía investigaba y los jueces acudían a que se les plancharan las túnicas, la idea o propósito contaminante con la que el taimado jefe de plumillas medró a fin de exculpar a su famosa modista y popular consorte, se consolidó. Las bolsas bajaron, la economía se hizo añicos, cayó el gobierno y, ante todo esto, el rey, enterado de lo sucedido por algunos amigos con los que se trataba en la red social de aristócratas MAGESTYC, después de dejar escrito, “por siete que murieron me doy garrote”, al grito de “viva el prêt- à- porter”, se lanzó contra las puntiagudas aristas de su escritorio y se desnucó.

domingo, junio 06, 2010

INSUMISIÓN FRUSTRADA


Se hizo apóstata y lo manifestó públicamente poco antes de recibir la noticia de la boda de su hermana. Fecha hora y lugar: la catedral de la Almudena, Madrid… Un revés inesperado… Precisamente, para ser uno de los de la cuadrilla, le exigieron, ya que provenía de una familia católica apostólica y romana de toda la vida, negar la existencia de Dios y oponerse a todo trato con los curas. Y ahora, “seguramente por obra y gracia de mi familia, reaccionarios donde los haya”, podía quedar en entredicho su voto. Al fin y al cabo, ausentarse de la ceremonia era tanto como decir adiós a la asignación paterna- ¡oh querido dinerito!- y, después de todo, “da igual cuento te alejes: Él está en todas partes, ¿no?”…

domingo, mayo 30, 2010

ÉXITO CON ÁRNICA*


Mencionaron su nombre entre los diez autores distinguidos con sobresaliente tras ser evaluados los proyectos fin de carrera. Hubo un aplauso general en el aula y, a la salida, además de recibir numerosas palmaditas en la espalda, escuchó la palabra felicidades como un empalagoso mantra...

Luego, ya en el hospital, le fueron extraídos de la parte posterior del tronco, dagas, cuchillos y venablos, algunos de ellos envenenados...


*
http://www.saludparati.com/arnica.htm

sábado, mayo 22, 2010

SUCEDIÓ EN SÁBADO


Viéndoles al sol, con que sean mayores- quizás jubilados- y todo, es imposible que los imagine protagonizando disputas propias de los deportes multitudinarios, de los que dicen mueven masas… Juegan a la petanca y, aunque discutirán, que el ser humano se inclina sin esfuerzos por contrarrestar esa deriva en la mayoría de los casos, la sangre al río e incluso velatorio, son consecuencias que no puedo contemplar como reales en un colectivo así. Luego pienso que habrá otras actividades deportivas libres de altercados entre los propios participantes y ausentes de vandalismo- existente igual para las celebraciones como cuando sujetos a la contrariedad, la derrota ha sido noticia- digo, entonces, sin escándalos por parte de los seguidores o forofos. Por ejemplo, esa cosa precisa y tan leve que pudiera tomarse por cursi, consistente en empujar una especie de bola achatada “por los polos” hasta la apariencia de una rueda, que se desliza por la superficie de un pasillo “barrido” al paso del artefacto, puesto que conviene a fin de lograr una fricción menor, cuyo éxito se da por obtenido en el momento que la dicha pieza queda lo más cerca posible a una diana pintada en esa misma zona. Creo que le llaman CURLING, se juega sobre hielo, la bola que no es tal es una piedra de granito, y fue un invento de los escoceses según se cree… Pues bien, tampoco ahí, por mucha pasión que se ponga, encaja la suerte de trompadas tumultuosas, como en el Hockey, santo y seña de los que practican o contemplan tan singulares lances. En definitiva una visión de paz mediterránea y una evocación de estoicismo al final de un paseo feliz. La jornada había sido de mar avistado entre ese despropósito de cemento en el que se ha convertido la franja más cercana a las aguas del Mare Nostrum por el levante alicantino. Unas veces más cerca otras más lejos, pero impagable el olor, el color, la luz, el amable céfiro, el brioso romper de las olas y la compañía: encantadora al volante y generosa llevándome por el entramado sinuoso y a veces imprevisible de unas calles para cuyo tránsito se necesita mapa y brújula, para mi especial recreo: ¡cómo sabe ella de mis ganas de mar constantes y me premia, seguramente sin merecerlo- como lo hizo- con un paseo tan hermoso! Hubiera podido tomar la autovía cancelando así todo atisbo de dificultad en la circulación. Pero no. Persuadida de latir con bien cuando un bien me habita, y de ese mismo modo ungida, se da y yo, me alegro tanto de que me eligiera. Porque lo sabe y yo sé que es así, menciono sus galas sin nombrarla y le tengo reservados los abrazos que nadie recibirá y los besos que es imposible logren otros labios. No porque los destinados a ella, compañera de todos los días, sean físicamente distintos, tal vez sí en cuanto al ceremonial, sino porque lo que pongo en ellos cuando ha lugar a que sucedan, no lo ha recibido nadie antes ni lo recibirá nadie. Tampoco la querida amiga que venía a visitarnos, que ya había enamorado a las aguas temprano y que sedujo igual al sol: tan espléndida se veía. Fueron unas horas magníficas, conversando, recordando, compartiendo y prometiéndonoslas de futuro. La cita se produjo en un intervalo libre entre compromiso y compromiso de nuestra invitada y, cuando se fue, el oficio de las aguas continuó como si no se hubiera marchado porque la mar es muy suya. Las buenas gentes a las que aludí al principio, sin embargo, absorbían la rabia del sol, encorajinado por el ineludible adiós de esta Alicia nuestra, hasta multiplicarse en grados… Y, al fin, lo diré: hay tipos que tiene suerte con las mujeres y no por sus conquistas precisamente, que, casi siempre, consiguen ellas poner a sus pies a “donjuanes y casanovas”, sino porque son seres humanos que cuentan y ceden, ofrecen y permiten. Son de una amistad a prueba de bombas, de una lealtad inquebrantable, y generosas como sólo ellas lo son al natural. Hay tipos que tiene esa suerte, insisto, y yo soy uno de ellos. Porque las mujeres que me admiten en su galaxia, son buenas, pacíficas, inteligentes y guapas. Esto es lo que hay y ya hace horas que es domingo.

miércoles, mayo 19, 2010

EN EL REVERSO DE LA VIDA


Dice el locutor de televisión dando lectura a la parte verbal de una noticia ilustrada con imágenes a propósito:

-“En un cementerio se pueden hacer dos cosas: llorar o recordar…”

Y me pregunto, ¿sólo dos cosas?

Porque, se puede fumar, ir de paseo, meditar, tomar el sol, leer un libro, escuchar los trinos de los pajarillos, tararear una cancioncilla, aprenderse los epitafios, tener una cita, besarse, asistir a un parto, bromear, intercambiar teléfonos, cerrar un negocio, conceder un deseo, autorizar una fiesta, denunciar a un maleante, mascar chicle, bendecir la lluvia, saludar a los conocidos y como todo buen cadáver, jugar al mus- o al póker- con los demás espectros del lugar.

sábado, mayo 15, 2010

BOTELLÓN FINO Y RECORDATORIOS DE BAUTIZOS, COMUNIÓN Y BODA


Muchos de ellos, no sé cuantos, regresarán a los templos cuando de ceremonias de esponsales o pompas fúnebres se trate. Y, ¿pasa algo? No, que va, otros asuntos son los que de verdad importan. Pero, en estos días, jornadas propicias para la venta de flores y agosto de fotógrafos y operadores de vídeo- es temporada de bautizos, comuniones y bodas- los dichos llenarán los bancos corridos, saludarán al oficiante tras los altares, e incluso tragarán la sagrada forma. Todo vale y nada tiene valor. Y si lo tiene, es relativo, según se mire. ¿Por qué? Los motivos, todos de índole social y tendencia a la representación, son variados pero coincidentes. Al final se bautiza a los niños, reciben la comunión y se casan por la iglesia en edad de avizorar lo que luego será divorcio, porque qué dirán, y, si van a decir, que sea a causa del asombro: ¡cuantos invitados, qué lujo, vaya banquete…! Cuenta la notoriedad y la opulencia a favor de tales supuestos y se mancilla algo tan respetable como la religión. Un compromiso trascendente, para unos más que para otros, asumible o no- por suerte ya no es obligado- que, conlleva unos ritos y el trasfondo de los mismos, defraudados mediante comportamientos y fines propios de quienes se acreditan como profanadores de unas creencias así al servicio de un negocio. Y, lo más triste, es el engaño, la mentira de la que son víctimas los niños. Porque los adultos, por ejemplo, cuando se casan ante uno de esos curas de los que luego se dirán todo tipo de maledicencias añadiéndolos al saco de los pederastas- pues somos tan dados a atribuir podredumbre a todo el cesto de las manzanas cuando por una de ellas, o más, asoma el gusano- digo que, si añade otra impostura a la suma de malos tratos con la vida de los que nos hacemos protagonistas, allá películas. Mas, servirse de la inocencia de una criatura, adiestrada en la fe, que da su palabra al comprometerse, y luego, después del sarao, en tanto se hace balance y recuento de provechos, olvidado de todo lo que al inculcársele fuera santo y seña y a la merced de su propia voluntad, como si el trecho acometido no fuera más que pantomima necesaria, deja de cumplir los preceptos que prometió y no regresa a la casa donde se le recibiera como fiel excepto para el propio casamiento o las oraciones de cuerpo presente, supone parte de la medida de lo que es hoy en día ser padres. Algo abominable a mi juicio. Pero no importa, todo lo que digo no importa. Incluso alguno lo reconoce en privado y se excusa en determinados compromisos ineludibles: la familia, el trabajo, nuestra posición social, qué dirán los vecinos, no vamos a ser nosotros menos, viva la fiesta, etc. No sé siquiera si ponen la X en la declaración de la renta a fin de financiar a la iglesia tan responsable de todo esto como quienes visten a sus niñitos de Almirante y a sus niñas de novia. Porque en las parroquias se sabe que los niños comulgarán una vez y otra el día que den el sí y se pongan los anillos. Lo saben y lo consienten, no sea que sus actividades se resientan, registre un bajón estadístico más el crédito con el que cuentan y definitivamente otros tan santos o tan pecadores como ellos ocupen la atención del ser humano que necesita de Dios como de Santa Bárbara: cuando truena o cuando las Bolsas se desploman… No lo sé, y hay cosas más importantes, pero puesto que hemos hecho de la vida un circo, no el bueno de Ángel Cristo domador con sus leones, sino la opereta de callejón sucia y complicada como lo fue la vida privada de quien llamándose como se llamó derivó en demonio, ¡viva y muera el espectáculo! ¡Acabe la juerga que ya vendrán los barrenderos! Como en todo buen botellón.


EL ÚLTIMO AMOR


Acababa de besarla y llovía. Se sintió como Gen Kelly y danzó asombrado de sí mismo bajo el torrencial aguacero:

- Yo que venía preparándome para asumir el resto de mi vida sin romances, y, de pronto, un día cualquiera de una semana cualquiera de un mes cualquiera, una mujer me demuestra que, en verdad Cupido existe. ¡¡Oh San Valentín!!

Luego, por exaltación y ausencia de condiciones físicas, al pisar en una parte de la calzada donde el aceite de algún auto se resistía al imperio de las aguas, otro impredecible arrebato, esta vez con resultado de muerte por impacto en la nuca, puso fin a las inesperadas galas del amor.

Y es que, como se escucha durante los coros de la canción Pedro Navaja*…



*”… La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida, ¡ay Dios!”