sábado, febrero 19, 2011

PARADE OF BEAUTY DEAD


Muchas veces pienso, no sé si con razón, que las mujeres visten sus mejores galas, primero por gusto consigo mismas y, preferentemente, en vez de deslumbrar a los varones, para eclipsar a otras féminas. Seguro que los motivos de cada una, ellas sólo lo saben y, al final, todos disfrutamos de lo elegante y ponderado. Mas, cuando veo, como estos días en la tele, a esas muchachas- por lo jóvenes- tal vez señoras- por lo maduras- paseando vestidas con ropas de distintos modistos o diseñadores, porque se celebra lo que antes se llamaba PASARELA CIBELES, hoy MADRID FASHION WEEK- me entero gracias a la Rigalt que lo escribe así en el diario El Mundo- no puedo evitar considerarlo con otro nombre: MADRID FASHION WALKING DEAD… Caminantes muertos, muertas, cuadrilla de zombis bien aseaditos y propulsados por la combustión de los miles de dólares que quedan ingresados en sus cuentas bancarias al salir del ataúd y caminar ante los forofos de la moda. Me temo, incluso, que la leve superficie de piel que cubre sus huesos sea un tejido anti corruptivo elaborado gracias a algún recurso tecnológico, originado en la carrera espacial y ahora de aplicación sobre la osamenta de las damas aludidas. Muertas y satisfechas, porque luego conceden entrevistas, aparecen en actos sociales como madrinas o pregoneras, protagonizan episodios de fama en la televisión y disfrutan de un muy bien pagado futuro. Pero, que tengan cuidado esas chicas lindas. Demuestran tener el mismo salero que los maniquíes a la vista tras los vidrios comerciales y, es muy probable, que, mediando poco tiempo, algún genio oriental, consiga aunar mecánica, hardware y software, hasta lograr un robot capaz de generar las mismas emociones que las heroínas de tanto negocio textil digno de aquella legendaria PARADA DE LOS MONSTRUOS de Tod Browning, concluyendo así sus días de gloria… De todos modos, como habrá quienes adoren el paso y la persona de estas “perchas de a pie”, por si sólo se tratara de amor, proclamo como único y verdadero aquel que cantaba hace tantos años Joan Manuel Serrat*… “Era la Gloria vestida de tul/ con la mirada lejana y azul/ que sonreía en un escaparate/ con la boquita menuda y granate, / y unos zapatos de falso charol/ que chispeaban al roce del sol. / Limpia y bonita. Siempre iba a la moda. / Arregladita como pa' ir de boda. / Y yo, a todas horas la iba a ver/ porque yo amaba a esa mujer/ de cartón piedra, / que de San Esteban a Navidades, / entre saldos y novedades, /hacía más tierna mi acera”... Que yo sepa, sólo otro maestro igualó la marca. Decía Joaquín Sabina**… “Llegó/ con su espada de madera/ y zapatos de payaso/ a comerse la ciudad. / Compró/ suerte en Doña/ Manolita/ y al pasar por la Cibeles/ quiso sacarla a bailar/ un vals/ como dos/ enamorados/ y dormirse acurrucados/ a la sombra de un león. / "¿Qué tal?/ estoy solo y sin marido/ gracias por haber venido/ a abrigarme el corazón."… De modo que, ¿qué poeta liberará a las yacentes revividas, hasta su sosegado y eterno descanso?



* DE CARTÓN PIEDRA, por J. M. Serrat.


** A LA SOMBRA DE UN LEÓN, por J. Sabina.

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