sábado, febrero 21, 2009

TRILOGÍA SOY,,, En prosa y en verso.


SOY

Soy. Una palabra entre cien. Y después contaré justo noventa. Pero soy tantas cosas y son tantas cosas las que no soy... ¿Retratarme o alumbrar los aledaños que me contienen? Sombra allí, sombra allá y no seguiré por Mecano ni celebraré el Óscar que puede le concedan a Penélope. Por lo menos, cual opiné de Meryl Streep, hasta que la reconozca como la primera actriz que debe ser. Aún me parece que se interpreta, y no sirve para el teatro. Es mi caso. Sin embargo, en la vida civil, soy actor sin escenario y no ejerzo: soy lo que soy.



SOY y 1

Claro que lo soy, debo admitirlo. Además es absurda la impostura: no engañaré al tipo en mí que mira por mis propios ojos. Como el actor que sale a un escenario en el que solo los telones negros arman el espacio, he de asumir mis distancias y comprender hasta dónde puedo llegar para lograr la empatía ajena. Mi verdad ha de resultar emoción, como ha de ser divisa del actor dicho, y nombre que me distinga. Por eso, que lo sea, es nada más signo y parte de una identidad para cuyo relato hacen falta más de cien palabras.



SOY

Quieren que inmortalice
este día de ventura,
a fe de verdad segura,
si soy cual de mí se dice, 
falso lo que digo hice
o cierto, cabal y noble.
Así, de ley cual el roble,
cuento que soy de mediana
edad: a ciencia humana
cien será, si vivo doble.

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