jueves, marzo 25, 2010

NO SERÍA


Si yo tuviera alas… no, no sería yo. Ni pájaro, ni mariposa abeja o langosta, ni ardilla planeadora, ni pétalo, ni semilla, ni ángel, ni fantasma, ni proyectil, ni ente o presencia alienígena, soy ni lo sería. No soy una alegoría ni una metáfora símil o toda otra figura que impera al condensarse la palabra original. No soy la lluvia, ni parto como el rayo de la nube al suelo o de la tierra al cielo. Evito la tinta del poeta no sea que vayan a confundirme. No soy la voz, ni el eco, ni la saeta o la daga midiendo la distancia exacta entre la vida y su conclusión. No soy una pajarita de papel a punto de desplegarse porque quisiera ser velero. No soy un alegre delfín, ni pez espada, ni orca. No soy la incógnita abisal ni el promedio épico del Himalaya. Y, si quiero volar, basta con que me lo proponga: no necesito alas… Algún día contaré mis aventuras por el endemoniado terreno de lo imposible recorriendo parajes que no recuerdo a horcajadas de una ola orgullo de todos los mares. Me las inventaré y se sabrá que, después de cualquiera de tus besos, un arrobo eólíco y atemperado de calor cual la fuerza succionadora de un tornado me pone a flote mientras abajo, el pavimento se queda frío. Frío como yo con alas, congelado, irreconocible.

1 comentario:

Sandrajtem dijo...

Muy grato leer este texto y por supuesto que no se necesitan alas para volar.