lunes, diciembre 31, 2007

POSTAL PARA EL CESANTE 2007 Y SALUDO AL INMINENTE 2008


POSTAL PARA EL CESANTE 2007 Y SALUDO AL INMINENTE 2008


Lado Impreso


Vista de la calle Vicente Blasco Ibáñez de Elche tras instantánea conseguida al utilizar GOOGLE EARTH considerando su máxima capacidad de aproximación. Se trata de una vía de tres carriles que reserva el exterior, el más alejado de la acera izquierda según el sentido de la marcha, con una única dirección de tráfico, para el autobús y los taxis. Calle comercial y de mucho tránsito dispone a ambos lados de cafeterías, agencias de viajes, comercio cultural, alimenticio etc… Al ser atravesada por varias otras calles es común que se produzcan choques entre automóviles cuyo origen está en las imprudencias propias del exceso de velocidad y la falta de respeto a las señales.



Lado Para Redactar


Nos convulsiona el último segundo. Ese que es idéntico a todos los anteriores. El mismo que viene, clon de todos los pendientes por llegar. Nos convulsiona y celebramos el espacio que hay entre su extinción y el nacimiento del siguiente, cual si adquiriéramos la certeza de haber salvado la vida una vez más. Porque de eso parece que se trate, de permanecer vivos, estado al que no debemos conceder mucho crédito cuando, al fin, se consumen los trescientos sesenta y cinco días de cada año… o trescientos sesenta y seis que traen los bisiestos como 2008. Hacemos una fiesta antes y la continuamos con redobladas muestras de alegría en el momento en el que verificamos que Cronos no nos ha devorado. Por eso, porque ese segundo preciado se aproxima y, aunque la vida sigue igual y nada es lo mismo con la barriga a punto de reventar, el gaznate rezumante de toda clase de vinos y licores, pintados y vestidos como durante la más loca de las ceremonias, convocaremos a los mejores, a los más queridos, a los que merecen la gloria, para darles las gracias: gracias por dejarnos participar de sus vidas, gracias por permitirnos aprender de ellos, gracias por confiarnos su paz y su derrota. Somos en ellos y con ellos, en las lágrimas y en la risa y, si solos sabemos sobrevivir, es contando con su presencia cuando verdaderamente podemos hablar de vida. Así pues, antes de cerrar el libro de un año que se va y abrir las páginas de otro cuyo contenido desconocemos, brindemos por la ventura y el deseo.

He dicho.

Posdata: quienes sintieran alusión en lo bueno de entre los que leyeran este propósito escrito, sepan que también para con ellos va el envite de placer aunque todavía seamos recíprocamente anónimos.

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