lunes, marzo 09, 2009

DESAYUNO


Es la llamada de la sangre. El imperio de la urgencia. No hubo timbres ni habrá retrasos. En pie y determinado a satisfacerse sacude sus ropas. La tierra obliga, es el único amparo para los que emigran. Estira sus músculos y se concentra. Queman los cuchillos en la boca y le tiemblan las arterias. El hambre produce convulsiones que nada más pueden interrumpirse de un modo. Será en la calle y es mejor de carnes blandas. Un niño a estas horas no. Mejor adolescente, muchacha en edad de merecer. Más sabrosa su pulpa: es la llamada de la sangre.

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