sábado, marzo 01, 2008

EL CONGRESO GENERAL DEL CEPILLADO DE DIENTES




EL CONGRESO GENERAL DEL CEPILLADO DE DIENTES






Por Marcos Winocur







En el Congreso General del Cepillado de Dientes, reunido este año en Las Vegas, hubo posiciones encontradas. Un ala retomó con fuerza la tesitura tradicional: comer y cepillarse los dientes. Esto para algunos parecerá una verdad de Perogrullo. Sin embargo, hubo en el congreso quienes se manifestaron abiertamente en desacuerdo, sosteniendo la posición contraria: comer y no cepillarse los dientes. No es necesario –argumentaron– las otras especies de mamíferos no lo hacen ni van al dentista. ¿Por qué entonces el hombre...? En cuanto al mal aliento –agregaron–, no hay de qué preocuparse: si todos dejáramos de cepillarnos los dientes, el mal aliento pasaría desapercibido, como ocurre en algunos pueblos donde los ciudadanos se bañan una vez a la semana, y conviven como si nada. Seguidamente y a voz de cuello, estos subversivos, iracundos e iconoclastas lanzaron su consigna: ¡Abajo el cepillo de dientes, creación de los enemigos del pueblo para hacer ganancias a sus costillas! Pidieron, en consecuencia y por obsoleto, la disolución inmediata y sin más trámite del Congreso General, moción que fue rechazada entre abucheos e insultos.



Así las cosas, mientras los ánimos se caldeaban, hubo otras iniciativas extremas: no comer y no cepillarse los dientes, o bien no comer y cepillarse los dientes. La diferencia entre ambas propuestas reside en lo siguiente: en una se muere con mejor aliento que en la otra. El Congreso General acabó en aquelarre general, quedando finalmente divididos los asistentes en dos grandes e irreconciliables tendencias: unos marcharon a las salas de juego, los otros a los shows. Para algo se hacía en Las Vegas ¿no?

No hay comentarios: