domingo, agosto 27, 2006

PLUTÓN


Lo que algunos nos estábamos temiendo se ha consumado. Plutón, noveno planeta del sistema solar cual muchos aprendimos que era durante nuestros años de colegio, ha sido degradado. ¿Y todo por qué? Pues porque la disciplina con la que se emplea la comunidad científica ha debido topar con un cierto propósito de marear la perdiz. Se explica al apreciar que, los astrónomos son personas capaces de escrutar los cielos sin descanso hasta descubrir lo ignoto. Algo beneficioso para la humanidad y siempre de agradecer. Pero con el espacio exterior nunca se sabe y dónde éramos nueve ha resultado con el paso del tiempo que somos, en verdad siempre fuimos, bastantes más. Los recién llegados, a pesar ya digo de haber tenido plaza inmemorialmente, exigen sus derechos y, lo que no había sido necesario hasta la fecha, resulta imperioso al parecer. Es cuando intervienen los empecinados en que predomine lo superfluo, ejemplares que también se dan entre los sesudos hombres y mujeres de ciencia. Toca redefinirse para saber quien es quien- como la organización del estado en España- puesto que no lo teníamos del todo claro y, la solución, consiste en hacer dos categorías... No, no naciones y realidades nacionales, sino planetas y planetas enanos. Los primeros, Mercurio, Venus, La Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno, clásicos de siempre, y Ceres- situado entre Marte y Júpiter- el exonerado Plutón y UB313, también llamado Xena, como planetas enanos. Ocurre, sin embargo, que las definiciones correspondientes a cada una de las citadas divisiones entorpece más si cabe la comprensión de la medida que se ha tomado. Según lo establecido, no por unaminidad, durante los actos de deliberación que la Asamblea de la Unión Astronómica Internacional (UAI) desarrolló en la ciudad de Praga, un planeta es “un cuerpo celeste que orbita alrededor del Sol, tiene suficiente masa para que su propia fuerza de gravedad venza a la rigidez del cuerpo y éste adopte una forma de equilibrio hidrostático( forma casi redonda) y, además, haya limpiado otros cuerpos alrededor de su órbita”. Y un planeta enano, “un cuerpo celeste que orbita alrededor del sol, tiene suficiente masa para que su propia fuerza de gravedad venza la rigidez del cuerpo y este adopte una forma de equilibrio hidrostática, que no ha despejado las inmediaciones de su órbita y que no es un satélite”. Al menos esto es lo que se lee en la información ofrecida por el diario El Mundo de veinticinco de agosto... Así pues, la diferencia es una cuestión de limpieza de órbitas, ni tamaño, ni masa ni ninguna otra sustanciosa cosa. Y yo no sé que es eso de limpieza de órbitas, he aquí una muestra más de mi ignorancia, pero me niego a admitir que una cuestión diríamos de higiene- porque si hablamos de aspecto inmaculado tal vez la Tierra también ha de ser degradada- sea motivo suficiente como para suspender los derechos adquiridos por un astro con el que simpatiza más de uno. Y tanta es esa simpatía que, comprobando el desbarajuste propio de la humanidad, quien esto redacta pensaba solicitar asilo político allí, en Plutón, el más alejado de los planetas, menos próximo a las candentes trifulcas que se producen en las inmediaciones de la élite Tierra- Marte, Júpiter- Saturnal, y destino perfecto- al menos hasta ahora- para quienes preferimos la tranquilidad consecuencia del olvido de fanfarrias por ausencia del eco de las mismas. Pero no, ahora, empequeñecido y vilipendiado Plutón no se sabe que ocurrirá. No es exageración temer venganzas divinas, puesto que, el dios romano del inframundo del que toma nombre, debe estar igualmente insatisfecho con este desaire. Así que atentos a desastres volcanes, terremotos y tsunamis. Además, como dicen los futbolistas, los títulos se ganan en el campo, no en los despachos, y Plutón cuenta con siglos y siglos girando sin desmayo lo que le avala como uno de la misma estimación entre los que son como lo que eran. Por lo tanto pudiera generarse un malestar sindical que deje en mantillas la huelga salvaje del personal de tierra a principio de agosto en el aeropuerto de El Prat Es un aviso, no una amenaza... Aún....

1 comentario:

Anónimo dijo...

a Xena me iría yo a vivir... Dicen que la Tierra no pertenece al sistema solar, si no a Sirio, asíq ue cualquier día también nos echan.
Saludos