sábado, octubre 14, 2006

U MING


El que sigue es uno de los CUENTOS QUE PUDIERON SER CHINOS escritos por Wilfredo Carrizales y que leí por primera vez en la revista Letralia...

U Ming

U Ming, el emperador sin nombre, arribó a su reino de lo denso. "Aquí está mi lugar visto en el sueño", murmuró. Allí la niebla fijaba su permanente morada y las gargantas del río extenso mantenían alertas con su ulular a los navegantes. Habían sido desalojados los árboles, los pájaros, los peces. Sólo la bruma y el miedo cierto de naufragio habitaban este retazo de territorio.
El emperador quiso apropiarse de su reino, valiéndose de sus ojos. La niebla se lo impidió y bajó su cortina espesa, de gris sopor. El emperador cerró los ojos. Durmió y soñó una vez más.
Una resplandeciente doncella se le acercó desnuda y olorosa a flor de loto. Ella le acarició la barba y le pidió ser su concubina favorita. El emperador le besó sus senos de manzana sureña. Le prometió darle la mitad de su imperio si accedía a yacer con él de inmediato. La doncella le respondió que antes debía hacer desaparecer por completo la niebla. Así, ambos podrían disfrutar del inigualable paisaje oculto tras el caliginoso obstáculo. El emperador pretendió contestar con una ingeniosa frase, pero sus ojos se abrieron y la doncella se reabsorbió en la bruma.

El emperador se sentó a llorar sobre su pequeña barca. Sólo un séquito de sombras le acompañaba. Mientras rumiaba acerca de la paradoja del poder y la niebla, lo abatió la saeta que provoca el sueño.

Se incrementó la corriente del río y zafó la barca amarrada. Flotando sobre el agua turbia la barca se dejó arrastrar. El emperador dormido llevaba el rostro contrito y la certeza de que iba en pos de la disolución en el reino de bruma y ceguera que hace tiempo conquistó.


http://www.letralia.com/47/cr02-047.htm

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