jueves, febrero 21, 2008

LA ORACIÓN DE LA ROSA


LA ORACIÓN DE LA ROSA

Por Dulce María Loynaz

Padre nuestro que estás en la tierra, en la fuerte

y hermosa tierra;

en la tierra buena:

Santificado sea el nombre tuyo

que nadie sabe; que en ninguna forma

se atrevió a pronunciar este silencio

pequeño y delicado... este

silencio que en el mundo

somos nosotras

las rosas...

Venga también a nos, las pequeñitas

y dulces flores de la tierra,

el tu Reino prometido...

Hágase tu voluntad, aunque ella

sea que nuestra vida sólo dure

lo que dura una tarde...

El sol nuestro de cada día, dánoslo

para el único día nuestro...

Perdona nuestras deudas-la de la espina,

la del perfume cada vez más débil,

la de la miel que no alcanzó para la sed de dos abejas...

-así como nosotras perdonamos

a nuestros deudores los hombres,

que nos cortan, nos venden y nos llevan

a sus mentiras fúnebres,

a sus torpes e insulsas fiestas...

No nos dejes caer

nunca en la tentación de desear

la palabra vacía, -¡el cascabelde las palabras!...

-,ni el moverse de pies

apresurados,

ni el corazón oscuro de

los animales que se pudre...

Más líbranos de todo mal.

Amén.

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