Sostienen quienes dicen pertenecer a la tropa de los apolíticos, las verdades, sus verdades, del barquero: “Nos luce el pelo igual antes que después de una convocatoria electoral”. Pues sí, tal vez, sobre todo en el caso de ser cierto que existan seres verdaderamente desinteresados por las actividades de las personas en las que delegamos la administración de los asuntos públicos. Mas, nunca llueve a gusto de todos y no vale decir que este cura no es el padre de uno, pues, como cantaba en Pedro Navajas RUBÉN BLADES, la vida te da sorpresas. O, dicho de otra forma: al final, tanto los gobiernos como el resto de autoridades actúan más allá de lo que cabe en una mosca cojonera y resuelven tocarnos los testículos: a ellas, los ovarios. Con preocupaciones o no derivadas de todo aquello a lo que se puede llamar POLÍTICA… El caso es que el reciente triunfador de las elecciones generales de nueve de marzo, José Luís Rodríguez “cejatero”- recuerden el gesto de la “c” hecha con los dedos a imagen y semejanza de la gestualidad que es propia en el lenguaje de los sordos y resultó uno de los iconos más celebrados de la pasada campaña- obtuvo el respaldo de la mayoría simple del Parlamento para repetir como jefe del gobierno, prometió su cargo y ha notificado los nombres propios de ministros y ministras que lo serán en su próximo gabinete. Y, pues todo empieza por enésima vez- nunca serán demasiadas- cabría hacerse eco de algo indeseado pero, me temo, aún vigente. Lo digo porque quien fue presidente del Tribunal Constitucional, don Manuel Jiménez de Parga ha escrito sus memorias- VIVIR ES ARRIESGARSE- y de la publicación de las mismas se hacía eco el diario ABC en su separata dominical de fecha seis de abril de dos mil ocho. Concretamente ofrecieron la reproducción de un capítulo en el que se hacía referencia a los inicios del magistrado en el Ejecutivo de 1977, gobierno presidido por Adolfo Suárez. Pues bien, durante el relato de lo que fueron negociaciones con el “viejo profesor”, don Enrique Tierno Galván, para lograr apoyos a favor de la candidatura de Álvarez de Miranda como presidente del Congreso de los Diputados, Jiménez de Parga afirma: “A primera hora del día señalado tuvo lugar un breve consejo de ministros. Al terminar la reunión el presidente Suárez nos dijo: lunes, abril 14, 2008
POLÍTICA, SIEMPORE POLÍTICA, PERO, ¿POLÍTICA EN PAZ?
Sostienen quienes dicen pertenecer a la tropa de los apolíticos, las verdades, sus verdades, del barquero: “Nos luce el pelo igual antes que después de una convocatoria electoral”. Pues sí, tal vez, sobre todo en el caso de ser cierto que existan seres verdaderamente desinteresados por las actividades de las personas en las que delegamos la administración de los asuntos públicos. Mas, nunca llueve a gusto de todos y no vale decir que este cura no es el padre de uno, pues, como cantaba en Pedro Navajas RUBÉN BLADES, la vida te da sorpresas. O, dicho de otra forma: al final, tanto los gobiernos como el resto de autoridades actúan más allá de lo que cabe en una mosca cojonera y resuelven tocarnos los testículos: a ellas, los ovarios. Con preocupaciones o no derivadas de todo aquello a lo que se puede llamar POLÍTICA… El caso es que el reciente triunfador de las elecciones generales de nueve de marzo, José Luís Rodríguez “cejatero”- recuerden el gesto de la “c” hecha con los dedos a imagen y semejanza de la gestualidad que es propia en el lenguaje de los sordos y resultó uno de los iconos más celebrados de la pasada campaña- obtuvo el respaldo de la mayoría simple del Parlamento para repetir como jefe del gobierno, prometió su cargo y ha notificado los nombres propios de ministros y ministras que lo serán en su próximo gabinete. Y, pues todo empieza por enésima vez- nunca serán demasiadas- cabría hacerse eco de algo indeseado pero, me temo, aún vigente. Lo digo porque quien fue presidente del Tribunal Constitucional, don Manuel Jiménez de Parga ha escrito sus memorias- VIVIR ES ARRIESGARSE- y de la publicación de las mismas se hacía eco el diario ABC en su separata dominical de fecha seis de abril de dos mil ocho. Concretamente ofrecieron la reproducción de un capítulo en el que se hacía referencia a los inicios del magistrado en el Ejecutivo de 1977, gobierno presidido por Adolfo Suárez. Pues bien, durante el relato de lo que fueron negociaciones con el “viejo profesor”, don Enrique Tierno Galván, para lograr apoyos a favor de la candidatura de Álvarez de Miranda como presidente del Congreso de los Diputados, Jiménez de Parga afirma: “A primera hora del día señalado tuvo lugar un breve consejo de ministros. Al terminar la reunión el presidente Suárez nos dijo:
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