domingo, mayo 28, 2006

EL FIN DEL MUNDO O SU REINICIO: profecía apócrifa de Nostradamus.

Medirá con los ojos la distancia que hay entre el crucifijo y el reclinatorio desde el que permanecerá orando de rodillas. Se alzará, no sin cierto esfuerzo y, recordando las palabras de San Lucas, balbuceará:

- No soy*

Luego dando unos muy lentos pasos para retirarse, exclamará de nuevo:
- No soy**

Y, a punto de tocar con la pared contraria, mientras prosigue su retroceso, aún albo en sus hábitos, resplandecerá como una centella que desanda la vida a través de todos los años y edades.

Entonces, el Santo Padre, “de pie, calentándose”***, pues en casa de Caifás habrán preparado un brasero a fin de evitar el frío de la madrugada, al escuchar de parte de uno de los siervos, “¿No te he visto yo en el huerto con Él?”****, desenvainará su espada mientras suena como trueno una colérica afirmación surgida de su garganta:

- ¡¡ Sí, yo soy, yo soy !!

Acometerá entonces a los presentes, cantará el gallo a continuación y, como una castillo de naipes o una escultura de arena azotada por las olas, todo el futuro se precipitará hasta desaparecer. Será como si nunca hubiera ocurrido.

Y la historia comenzará de nuevo...



(* ** *** **** Palabras del Evangelio de San Lucas)

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