Hace escasos días se cumplieron quinientos años de la muerte de Cristobal Colón en Valladolid. Por eso me parece oportuno escribir aquí este poema de Rubén Darío...
"A COLON"
Desgraciado Almirante! Tu pobre America,
tu india virgen y hermosa de sangre cálida,
la perla de tus sueños,
es una histérica Un desastroso espíritu posee tu tierra;
donde la tribu unida blandió sus mazas,
hoy se enciende entre hermanos perpetua guerra,
se hieren y destrozan las mismas razas.
Al ídolo de piedra remplaza ahora
el ídolo de carne que se entroniza,
y cada dia alumbra la blanca aurora
en los campos fraternos sangre y ceniza.
Desdeñando a los reyes nos dimos leyes
al son de los cañones y los clarines,
y hoy el favor siniestro de negros bueyes
fraternizan los Judas con los Caínes.
Bebiendo la esparcida savia francesa
con nuestra boca indigena semi-española,
dia a dia cantamos la Marsellesa
para acabar danzando la Carmañola.
Las ambiciones pérfidas no tienen diques,
soñadas libertades yacen deshechas.
Eso no hicieron nunca nuestros Caciques,
a quienes las montañas daban las flechas!
Ellos eran soberbios,
leales y francos,
ceñidas las cabezas de raras plumas;
Ojala hubieran sido los hombres blancos
como los Atahualpas y Moctezumas !
Cuando en vientre de América cayó semilla
de la raza de hierro que fue de España,
mezcló su fuerza heroica la gran Castilla
con la fuerza del indio de la montaña.
Pluguiera a Dios las aguas antes intactas
no reflejaran nunca las blancas velas;
ni vierana las estrellas estupefactas
arribar a la orilla tus carabelas!
Libres como las águilas,
vieran los montes
pasar los aborigenes por los boscajes,
persiguiendo los pumas y los bisontes
con el dardo certero de sus carcajes.
Que más valiera el jefe rudo y bizarro
que el soldado que en fango sus glorias finca,
que ha hecho gemir al Zipa bajo su carro
o temblar las heladas momias del Inca.
La cruz que nos llevaste padece mengua;
y tras encanalladas revoluciones,
la canalla escritora mancha la lengua
que escribieron Cervantes y Calderones.
Cristo va por las calles flaco y enclenque,
Barrabas tiene esclavos y charreteras,
y las tierras de Chibcha,Cuzco y Palenque
han visto engalonadas a las panteras.
Duelos,
espanto,
guerra,
fiebre constante
en nuestra senda ha puesto la suerte triste:
Cristóforo Colombo, Pobre Almirante,
ruega a Dios por el mundo que descubriste!
Ruben Dario 1892.
miércoles, mayo 24, 2006
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario