Me lo han explicado como paso a narrar… Es el portal de entrada a una escalera de vecinos. Ella y él coinciden esperando el ascensor y, tras el saludo protocolario que corresponde, dialogan. “Pareciera que alguien haya roto un frasco de perfume aquí”. “No, no es eso. Se trata de una nueva modalidad publicitaria. En este caso, el repartidor de propaganda, en vez de dejar sus afiches, pulverizó un aroma dejando al mismo tiempo una serie de pegatinas, como esta, en la que se da razón del producto y dónde puede adquirirse”… Y puede que estemos entrando en una nueva era de la propaganda. Triunfa la audiovisual, pero, domicilio a domicilio, los profesionales y empresas siguen considerando eficaz el reclamo en papel impreso. Sin embargo, para perfumes, detergentes, insecticidas, ambientadores, hornos artesanos de pan y pastelería o restauración, existe un campo de estímulo y operatividad bien amplio. Imaginen, por ejemplo, que, en idénticas condiciones a las descritas en el caso de los protagonistas que ilustran la proposición que están leyendo, llegan a su domicilio y, bien mientras revisan el correo o aguardando para subir a la planta donde viven, notan el penetrante olor de unas judías con chorizo de esas que, a los que les gustan, les entusiasma hasta la salivación. Y comprenden que no se trata de un efluvio propio de la casa, donde seguramente habrá excelentes cocineros y cocineras, sino de ese lugar común de acceso. Y advierten unas pegatinas a todo color, impregnadas de ese vaho alimenticio en las que se puede leer: CASA DE COMIDAS ANTÚNEZ. Especialidad en comidas caseras. Ollas, potes… Pruebe nuestras riquísimas Judías con Chorizo. CASA DE COMIDAS ANTÚNEZ, plaza del Buen Gusto sin número, Metrópolis… Y esto podría dar lugar a una nueva era, no sólo en el trato comercial, casi mejor que de boca a boca de nariz a nariz, porque los científicos se aplicarían a recuperar funciones nasales relacionadas con el olfato que mejorarían el uso que de ese sentido hacemos actualmente. Vamos, un cambio de esos que merecen el calificativo de notorio y que mueven a reconocer el ingenio humano como una de esas cosas de las que gozamos por suerte y concede cierto alivio a la existencia. Me imagino que la proliferación y mezcla de olores, si este envite de mercado sigue adelante constituirá un problema ciertamente desagradable y ocurrirá también que los particulares reforzarán sus medidas de seguridad para que, todo envío publicitario quede, como ya sucede con los ofertados en papel, en el exterior de los edificios. Pero, la vida sigue, consumir es uno de los latidos de la misma, nos guste o no, y atraer nuevos participantes a la feria diaria del "hiper" del barrio va a ser algo que se persiga, como hasta ahora o más, por unos medios u otros. Así pues, ojo, y narices en posición de huelan.
domingo, junio 03, 2007
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