EL LEÓN Y LA SERPIENTE DE CASCABEL
Por Ambrose Bierce
Un Hombre encontró en su camino a un León, y se puso a tratar de someterlo mediante la hipnosis; cerca había una Serpiente de Cascabel dedicada a fascinar a un pequeño pájaro.
-¿Cómo va lo tuyo, hermano? - el Hombre se dirigió al otro reptil, sin apartar sus ojos de los del León.
-Admirablemente -replicó la serpiente-. El éxito está asegurado; mi víctima se acerca y se acerca, a pesar de sus esfuerzos.
-Y la mía -dijo el Hombre- se acerca y se acerca a pesar de los míos. ¿Estás seguro de que todo marcha bien?
-Si dudas -replicó el reptil lo mejor que pudo, con la boca llena de pájaro-, sería mejor que abandones.
Un cuarto de hora después, el León, escarbándose pensativamente los dientes con las garras, le decía a la Serpiente de Cascabel que nunca, durante sus muchas y variadas experiencias al ser hipnotizado, se había encontrado con un hipnotizador tan ansiosopor abandonar su tarea.
-Pero -añadió con una amplia, inteligente sonrisa- yo le sostuve la mirada.
1 comentario:
exelente!!!
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