martes, enero 15, 2008

EL CABALLERO DE LA MANO EN EL PECHO


Hoy, porque sí, con un poeta en el museo...







Por Manuel Machado



Este desconocido es un cristiano

de serio porte y negra vestidura,

donde brilla no más la empuñadura,

de su admirable estoque toledano.


Severa faz de palidez de lirios

urge de la golilla escarolada,

por la luz interior, iluminada,

de un macilento y religioso cirio.


Aunque sólo de Dios temores sabe,

porque el vitando hervor no le apasione

del mundano placer perecedero,


en un gesto piadoso, y noble, y grave,

la mano abierta sobre el pecho pone,

como una disciplina, el caballero.

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