lunes, noviembre 20, 2006
NOTICIA DEL DESTIERRO DE ROMEO
NOTICIA DEL DESTIERRO DE ROMEO
A modo de centón en prosa compuesto a partir de las dos últimas intervenciones de la AMA y de JULIETA, cuando acaba la segunda escena del acto tercero de Romeo y Julieta, original de William Shakespeare según versión de Marcelino Menéndez y Pelayo
Centón: (Del lat. cento, -ōnis).
1. m. Manta hecha de gran número de piezaspequeñas de paño o tela de diversos colores.
2. m. Manta grosera con que antiguamente se cubrían las máquinas militares.
3. m. Obra literaria, en verso o prosa, compuesta enteramente, o en la mayor parte, de sentencias y expresiones ajenas.
DICCIONARIO DE LA LENGUA ESPAÑOLAVigésima segunda edición.
AMA
¿Cómo puedes disculpar al que mató a tu primo?
JULIETA
Y, ¿cómo he de decir mal de quien es mi esposo? ¡Ay de mí! Antes querría que me pusieran pronto bajo tierra y sembraran berzas encima. Ahora acaba de irse de aquí con ceño muy torvo. Pues si vierais cómo se lamenta de aquello se os partiría el corazón. Vive mi esposo, a quien querían dar muerte, y su matador yace por tierra. ¿Qué puerta quedará segura cuando de todos los puntos de la rosa soplen los vientos? Ni una vez podrá conciliar el sueño. Su vida será la del condenado, y las tormentas agitarán sin cesar su nave. ¡Dios mío, y en mi casa! ¡No bastaba con la muerte de Teobaldo, o es que las penas se deleitan con la compañía y nunca vienen solas! ¿Por qué cuando dijiste: “Ha muerto Teobaldo”, no añadiste: “tu padre o tu madre o los dos”? Aún entonces no hubiera sido mayor mi pena. ¡Pero decir: “Romeo desterrado”! Esta palabra basta para causar la muerte a mi padre y a mi madre y a Romeo y a Julieta. ¡Oh que noble pensamiento trastornado! ¡Del cortesano, del soldado, del estudioso, tenía la agudeza, la espada, la lengua! La esperanza y la flor de esta hermosa nación, el espejo de la gentileza, el modelo de las buenas formas, aquel a quien todos miraban e imitaban, ¡perdido, destruido! Y yo, la más desolada e infeliz de las mujeres, que libé la miel de sus promesas melodiosas, tengo que ver ahora a aquel noble y soberano entendimiento, desacordado como el son de una armoniosa campana que se quiebra; y aquella apostura inigualable, y la florida juventud de su semblante, descompuestas por el delirio. ¡Triste de mí! ¡Haber visto lo que vi y ver ahora lo que veo. ¿Dónde están mi padre y mi madre? Dímelo
AMA
Llorando sobre el cadáver de Teobaldo. Juntemos las manos, hagamos una rueda, como hermanas enviadas del cielo y de la tierra. Tres ruedas por ti, tres por ti, tres por mi...
JULIETA
Más de una y más de veinte: tantas, que bastaría para llenar un mundo. Ellos con su llanto enjugarán las heridas. Yo, entre tanto lloraré por el destierro de Romeo. Tentada estoy casi de armar quimera a mi propia honradez. Seguramente me tendré yo misma en el concepto que tendría de mí quien ignorase completamente lo que soy... ¿Qué puede la sabiduría humana para devolverle la razón que le faltaba? Quien logre darle algún auxilio, disponga cuanto poseo. Pero yo moriré virgen y casada. ¡Adiós, escala de cuerda! ¡Adiós, nodriza! Me espera el tálamo de la muerte.
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Diálogo original:
AMA
¿Cómo puedes disculpar al que mató a tu primo?JULIETAY, ¿cómo he de decir mal de quien es mi esposo? Mató a mi primo porque, si no, mi primo le hubiera matado a él. ¡Atrás lágrimas mías, tributo que erradamente ofrecí al dolor, en vez de ofrecerlo al gozo! Vive mi esposo, a quien querían dar muerte, y su matador yace por tierra. ¿A qué ese llanto? Pero creo haberte oído otra palabra que me angustia mucho más que la muerte de Teobaldo. En vano me esfuerzo por olvidarla. Ella pesa sobre mi conciencia como puede pesar en el alma de un culpable el remordimiento. Tú dijiste que Teobaldo había sido muerto y Romeo desterrado. Esta palabra desterrado me pesa más que la muerte de diez mil Teobaldos. ¡No bastaba con la muerte de Teobaldo, o es que las penas se deleitan con la compañía y nunca vienen solas! ¿Por qué cuando dijiste: “Ha muerto Teobaldo”, no añadiste: “tu padre o tu madre o los dos”? Aún entonces no hubiera sido mayor mi pena. ¡Pero decir: “Romeo desterrado”! Esta palabra basta para causar la muerte a mi padre y a mi madre y a Romeo y a Julieta. “¡Desterrado Romeo!” Dime, ¿podrá encontrarse término o límite a la profundidad de este abismo? ¿Dónde están mi padre y mi madre? Dímelo
AMALlorando sobre el cadáver de Teobaldo. ¿Quieres que te acompañe allí?
JULIETA
Ellos con su llanto enjugarán las heridas. Yo, entre tanto lloraré por el destierro de romeo. Toma tú esa escalera, a quien su ausencia priva de su dulce objeto. Ella debía haber sido camino para mi lecho nupcial. Pero yo moriré virgen y casada. ¡Adiós, escala de cuerda! ¡Adiós, nodriza! Me espera el tálamo de la muerte.
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Se emplearon a fin del recreo que se leyó, los siguientes textos para ...
AMA:
Su propio parlamento en el original.
JULIETA:
Se suprime parte del original y se añaden, por orden de lectura...
- De LAS ALEGRES COMADRES DE WINDSOR, según versión de José A. Márquez, escena cuarta, acto tercero:
ANA.- “¡Ay de mí! Antes querría que me pusieran pronto bajo tierra y sembraran berzas encima.”
- De OTELO, según versión de Marcelino Menéndez y Pelayo, escena cuarta, acto tercero:
EMILIA.- “Ahora acaba de irse de aquí con ceño muy torvo.”
- De LAS ALEGRES COMADRES DE WINDSOR, según versión de José A. Márquez, escena cuarta, acto tercero
APRISA:- “Pues si vierais cómo se lamenta de aquello se os partiría el corazón.”
- De MACBETH, según versión de Marcelino Menéndez y Pelayo, escena segunda, acto primero
Bruja 1ª.- “... ¿Qué puerta quedará segura cuando de todos los puntos de la rosa soplen los vientos? Ni una vez podrá conciliar el sueño. Su vida será la del condenado, y las tormentas agitarán sin cesar su nave.”
- De MACBETH, según versión de Marcelino Menéndez y Pelayo, escena cuarta, acto segundo
Lady Macbeth.- “¡Dios mío, y en mi casa!”
- De HAMLET, según versión de Antonio Buero Vallejo, escena primera, acto tercero
Ofelia.- “¡Oh que noble pensamiento trastornado! ¡Del cortesano, del soldado, del estudioso, tenía la agudeza, la espada, la lengua! La esperanza y la flor de esta hermosa nación, el espejo de la gentileza, el modelo de las buenas formas, aquel a quien todos miraban e imitaban, ¡perdido, destruido! Y yo, la más desolada e infeliz de las mujeres, que libé la miel de sus promesas melodiosas, tengo que ver ahora a aquel noble y soberano entendimiento, desacordado como el son de una armoniosa campana que se quiebra; y aquella apostura inigualable, y la florida juventud de su semblante, descompuestas por el delirio. ¡Triste de mí! ¡Haber visto lo que vi y ver ahora lo que veo.”
AMA
Se añade...
- De MACBETH, según versión de Marcelino Menéndez y Pelayo, escena segunda, acto primero
LAS TRES BRUJAS.- “Juntemos las manos, hagamos una rueda, como hermanas enviadas del cielo y de la tierra. Tres ruedas por ti, tres por ti, tres por mi...”
JULIETA
Se añade..
- De OTELO, según versión de Marcelino Menéndez y Pelayo, escena tercera acto cuarto
Emilia.- “Más de una y más de veinte: tantas, que bastaría para llenar un mundo”
- De LAS ALEGRES COMADRES DE WINDSOR, según versión de José A. Márquez, escena primera, acto segundo
Señora Page.- “... Tentada estoy casi de armar quimera a mi propia honradez. Seguramente me tendré yo misma en el concepto que tendría de mí quien ignorase completamente lo que soy...”
- De EL REY LEAR, según versión de Blanco Prieto, escena cuarta, acto cuarto
Cordelia.- “... ¿Qué puede la sabiduría humana para devolverle la razón que le faltaba? Quien logre darle algún auxilio, disponga cuanto poseo.”
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