miércoles, enero 03, 2007

MI TREMENDA AMARGURA DE HOY


Es inútil continuar aguantándose la rabia. Se ha confirmado la muerte del primero de los desaparecidos en el atentado del treinta de diciembre de 2006 y lamentaré mucho contrariar a quienes piensen de otro modo, mas, afirmo sin reservas: no hay terrorista, sea culpable de quebrar la vida de otros, de colaborar para que tales atrocidades ocurran, protagonista o inductor de todo tipo de violencia, que merezcan algo distinto de pudrirse en los calabozos de la cárcel más sórdida sin que les falte nada para que su existencia se prolongue conforme a esas condiciones por muchos años. Se llama cadena perpetua y nada menos de esto, porque ajusticiarles como se hizo con el tirano Sadán Husein es ponerse a la altura de los asesinos, debieran recibir por muchos credos o banderas que digan sostener. No a la guerra se dijo, y jamás tan alto no a los terroristas, no a los asesinos. Nunca. Quizás por eso suman hoy dos personas muertas más. Tal vez tres porque desde Uruguay se reclaman noticias de un ciudadano que debía haber volado aquel fatídico día y al que no se encuentra en el país sudamericano ni en España… Esta es una de esas ocasiones en las que me avergüenzo de pertenecer a la humanidad. Por desgracia sólo una más: y esta es mi tristeza, mi tremenda amargura de hoy.

No hay comentarios: