domingo, enero 21, 2007

UNA DE LOCOS


UNA DE LOCOS

Por Cerinto de Coia

Juan, mi amigo, ha enloquecido. Era hombre normal ingeniero en la Citröen.De noche acudíamos al pub. Entre cuba libre y café irlandés se hablaba de política. Los domingos jugábamos al tute o íbamos al fútbol. A diario comprábamos la prensa, y a ambos nos gustaban las mujeres guapas transeúntes. Veíamos La Clave, el Un, Dos, Tres, y el Informe Semanal. Él prefería el yoga, yo el trote. Atentos a la vida cultural íbamos ya al cine club, ya a las sesiones de Amigos de la Ópera, ya a las conferencias. Él hizo un tiempo la meditación trascendental y yo me apunté en un orfeón.Mi amigo había estado en la emigración del Desarrollo. Volvió con los ahorros y se casó con una chica de la sociedad. Tuvieron un Seat Mirafiori. Compraron acciones de la Bolsa y fueron de veraneo a la Laponia. Les gustó. Les llegó el divorcio, repartieron bienes y él conoció a una chica nueva londinense. Fueron a veranear a las Canarias.Un día mi amigo enloqueció. Sin regatear se compró otro Mirafiori. Lo estafaron. En las barras americanas se hizo amigo de las chicas. Se le abrieron y una le lloró en el hombro. La regaló 200.000 pesetas. Ya en casa se negó a ver TV. Dio los libros al trapero y a un gitano la Hi-Fi. En la autopista pasó de los 200: lo multaron. Delante de un motel produjo abolladuras: lo multaron. Su madre quiso darle cocido los domingos y jamón y huevos las meriendas: la tiró por las escaleras. Salió desnudo a la terraza y vinieron los bomberos. No habló en comisaría, y al juez lo mandó a Filadelfia. Del juzgado lo enviaron a una clínica. Su director le ayudó a traer el dinero de Suiza. Salió para el manicomio sin un duro.Lo atiborraron de pastillas y de litio. Se apuntó a la ergoterapia, la rama de cerámica. Con los dedos modeló en barro campesinos de la tierra. La mujer del ergoterapeuta quiso ayudarlo y lo sedujo. Mal casada, a él le contaba ella sus cuitas afectivas. Que reñía el matrimonio, y los hijos la aburrían. A un siquiatra silencioso le contaba él a la semana las vivencias. Temprano un día, entró en el bar. Era la pausa del café, y quiso alternar con la docencia. Lo miraron como a un loco y se apartaron.Al fin salió curado y fue recuperándose. Ya trabaja, se ha comprado un Seat y se va a casar. Ya vuelve al pub.Mi amigo es de nuevo hombre normal.


http://www.letralia.com/108/letras08.htm

CERINTO DE COIA.

Profesor universitario (España, 1935) de física, química y matemáticas, traductor técnico y literario. Ha colaborado en el diario ABC de Madrid y otros diarios y publicaciones. Ha ganado tres premios literarios de relatos breves.

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