De rojo y negro, piel morena, rasurado, el atril, una guitarra, dos muy buenos músicos haciendo la cobertura del espectáculo y un reencuentro en el Gran Teatro: esta noche Pablo Milanés. Parece que la vida no, pero como el maestro canta, "nos vamos poniendo viejos"... Y, viejos y todo, nos emocionamos y volvemos a hacer pinitos de cantor protegidos por la oscuridad en el seguro de la butaca. Un clásico, un tipo entrañable, una noche feliz, un día saldado con ventura. ¿Y la compañía?: la mejor.
En saco roto
Por Pablo Milanés
Guardo el dolor en un saco roto y mustio
donde el amor ya no puede convivir.
Guardo mis penas en los años que desuso
y despilfarro en mi incierto porvenir.
Llevo la trágica presencia de la vida
como la vara con que tengo que medir
lo que registra cada día mi pupila
y que incorporo lentamente a mi vivir.
Y así las cosas, hago el payaso aquí
soy el amante allá, soy como un maniquí
que se deja llevar para que el tiempo pueda pasar.
Caminaré entre la gente conmovida
me envolveré entre sus vicios y virtudes,
resistiré como un testigo que no pudo
cantar su tiempo solo en loas y felicidad.
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