viernes, mayo 25, 2007

GRANADA


La tarde hubiera sido otra tarde de ser la compañía otra que la que fue. Frente al mar una chica contenta por haberse cortado el pelo, contenta, digo, una bella mujer, una vela al fondo, Santa Pola, Tabarca y el horizonte siempre con misterio, calma y conversación. Y, porque te querré también el día que me enseñes la Alhambra…




Granada


José Carlos Gallardo



Agua de sauce

y agua de avellano

y agua de mimbre:

las tres gracias verdes

del agua clara de la madrugada.

Para pedir el cielo,

agua de la mañana.

Para ir de rogativa,

un fresco

ramo de agua.

Chorro de anís,

la mano en medio de una plaza.

Para beberla, sólo

un vaso de alma.

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