Si sigue soplando este "levechito", según me informan los nativos de aquí, durante la noche, burlando las alaracas solares y el calor que nos deja, habrá que darle gracias a la noche por ser sin brasas. Es que se agradece muchísimo dormir sin agobios...
CUANDO LA LUNA ES DE MELÓN
Por ANA AKHMATOVA
Ucrania (1889-1966)
Cuando la luna es de melón una tajada en la ventana
y en redor es la calina cerrada la puerta y la casa encantada
por las azules ramas de glicinas y en la fuente de arcilla hay agua fría
y la nieve del paño y arde una bujía de ceratal que en la niñez, mariposas zumban
la calma, que no oye mi palabra, retumba
entonces de lo negro de rincones rembrandtianos algo se ovilla de pronto
y se esconde allí a mano, pero no me estremezco, ni me asusto siquiera...
la soledad en sus redes me hizo prisionera
el gato negro el alma me mira, como ojos centenarios
y en el espejo mi doble es tal vez mi contrario.
Voy a dormir dulcemente, buenas noches, noche.
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