sábado, septiembre 29, 2007

ALGO DE LOS POLÍTICOS A FECHA DE HOY


Digo yo que la ley es para todos. Y digo que las leyes injustas deben ser sustituidas tan pronto como se advierte que lo son. Lo que no puede ser es que, conforme a según qué circunstancias, un alcalde, un diputado, el dirigente de una formación política, por ejemplo, queden por encima de los demás ciudadanos si de cumplir las leyes se tata. Porque los independentistas están sujetos a la ley como lo están los republicanos y lo estamos los que no somos ni una ni otra cosa. Deben, debemos obedecer a los jueces y lo que los jueces hacen saber en sentencia pública y firme, también los que proclaman abiertamente sus disidencias, los que las tienen y manifiestan solo de “armario para dentro” y los de a pie. Probablemente las demandas de los que tienen una apreciación personal y distinta acerca de las banderas y su lugar en las fachadas de los edificios oficiales- ejemplo indiscutible de actualidad- deban ser discutidas, minuciosamente contrastadas en el lugar que corresponda y con todos los parlamentarios en el hemiciclo para escuchar sin ausentarse cuando comparecen los líderes minoritarios. Y luego, si place a la mayoría, como sucede en democracia, alumbrar un nuevo reglamentario o saldar el envite con el acuerdo de proseguir sin cambios. Por eso las autoridades hacen muy mal, dan un ejemplo de bastardía y deslealtad sin paliativos, cuando, precisamente, amparándose en la oportunidad de aceptar las resoluciones judiciales cuando les conviene, obran de tal modo que descansan en el celeste privilegio de su “olimpismo” cual si los valores de la democracia afectaran nada más al conjunto de los mortales asalariados y contribuyentes… Y digo yo, lo afirmo con la misma rotundidad, que es hábito de totalitaristas servirse del lenguaje para decidir quien accede a los púlpitos laicos. No digo ya para hacer una purga ideológica radical, sino para elaborar leyes con las cuales se declare digno o indigno de dar su opinión o un individuo cuyo pecado sea el de conocer nada más, de manera oral, el idioma oficial del país donde reside. Es el caso de la escritora Crsitina Peri Rossi, uruguaya de nacimiento, que ha sido apartada de la tertulia de TV3 donde participaba al no saber catalán. Se alude a una ley y la ley hay que cumplirla, pero normas como la que permite tal desaguisado mueven al enfrentamiento, a la división y son propias del opresor dictatorial partidario de "aparcelar" la vida dejando fuera a los que no comulgan con sus ideas. Son dueños de su forma de pensar todos estos, sí, y de conducirse como les salga de los sabañones mientras no dañen a terceros, pero deben saber que consentir la quema de un retrato del Rey o minusvalorar sus efectos como acto de relieve político no es acto de expresión libre alguna, sino manifestación de rechazo cuyo límite, se avisa, no queda o no se desea que quede en las formas en ese momento simbólicas. Porque los que no respetan la ley y los que elaboran cánones según los cuales se discrimina a las personas de una manera tan obvia, son los mismos que se dan codazos de complicidad simpatizando con los “pobrecicos”, encapuchados o a cara descubierta, que sirven y militan como carne de cañón de tanta guerra sin soldados. Los mismos que, conociendo las circunstancias del clima, de las grandes precipitaciones ocasionales, no solo no resuelven los problemas de infraestructuras que dan lugar a anegamientos, riadas, catástrofe y muerte, sino que abundan en el problema por incapacidad, desidia, negocio u olvido. Llega la gota fría y, en los mismos lugares sobreviene el horror, el escándalo de las aguas llevándose todo a su paso, las pérdidas materiales y las desgracias personales. Son esos tipos a los que pagamos, a los que encomendamos nos representen y nos ofrecen un fraude de vida día a día por toda cuenta de resultados. Son tan estúpidos como hacer una línea de metro en terrenos inundables, y la han hecho. Como ordenar que se tapie lo horadado por una tuneladora de modo que los “patrocinadores” de tal evento de ingeniería salgan en la foto cuando la máquina termina el gran agujero, y también… En fin, gente lista que no inteligente, pícaros con corbata, miserables en muchos casos: los protagonistas de esta historia de pelagatos que residen con sillón, minuta y privilegios en ayuntamientos, diputaciones, comunidades autónomas y administración del estado. Todo un panorama, ya que estamos en ello, sobre el que debieran reflexionar los votantes de las próximas generales.


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