Es la última del verano. La última tarde aquí, en la "calle del mar". Y creo que, por ese Mediterráneo a menudo roto, pródigo en malestares que abundaron en la inoportunidad del baño- casi algún día de galerna- echaré de menos salir a la terraza, girar mi cabeza hacia la derecha y advertir los colores de ese día, el ímpetu de las aguas, la gala y efervescencia de sus encaladas olas rompientes, el nombre del día. Seguirá soplando el viento de levante o amagará un poniente manso, vendré a extasiarme con el horizonte de esta costa- ¿con qué costa pierdo yo el asombro?- pero, los que vienen son días que no se parecerán... Quedan días de risas y de tensión, de triunfo y de indisimulable disgusto. Pero fue la vida: quedan también días de amor suficientes como para compensar todo otro revés... Hasta mañana todavía de verano.
Tardes
Por Harold Alvarado Tenorio, poeta colombiano.
De Selección de poemas de ULTRAJES (1965- 2005)
http://www.omni-bus.com/n16/indicecreacion.html
Nada fue fácil para él.
Nada difícil.
El tiempo dispuso para su corazón
buenas y malas tardes
hasta cuando sufrió el desdén,
la frialdad, la escasez de una mirada.
Se duele el hombre en lo que ama
se duele la mujer.
Los tiempos han dispuesto
buenas o malas tardes.
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