lunes, julio 19, 2010

CORRESPONDENCIA BREVE 1


1

Válida desde el primer día en que se lea hasta su olvido.

Podría ser que nos llegara la hora y el techo que nos hemos dado dejara de ser cobijo mutuo. Podría ser… Indudablemente, cuando a la muerte convenga, expiraremos, y es raro que lo hagamos a la vez. Pero, podría ser que la fecha de la divergencia fuera lectura de un recuerdo aciago mencionado por ambos como propio. No lo quiero y, sin embargo, podría ser. A ti te parece que mi desdén por el imperio de la carantoña es prueba cierta de un latido que descarto cobre pulso. Que quizás me aburro de ti. Y debo reconocer que he de mejorar mi caligrafía. Mis besos, los que te deparo pletóricos de ternura, los que van más allá de la conciliación o el deseo, deben a la contrariedad con la que recibo esa necesidad femenina- a veces exigencia- de salmodiar el afecto, debo, una emulsión espesa. Por eso escribo aquí y ahora que te quiero y que este amor, aunque llegara la hora, no de la muerte, de renunciar a nosotros dos juntos, es inquebrantable porque te elegí y me elegiste.

Es lo que cuenta.

sábado, julio 10, 2010

ESPAÑA 1 ALEMANIA 0


Hay cosas más importantes para mí que ver un partido de fútbol. Sin embargo, de no mediar algo sustancioso, me siento ante el televisor y contemplo, por ejemplo, las ocasiones deportivas en las que interviene la selección española. Disfruto con los lances deportivos de calidad, me alegro con las victorias y procuro no culpar al árbitro de los errores propios de los atletas, en este caso, vestidos de rojo y azul cuando las derrotas se producen. Sé gritar gol y me conduzco tan de natural manera que, si entusiasmado, procuro que las manifestaciones de tal contento sucedan sin imponer o arrastrar a los demás a algo que no deseen. Dicho esto, acordarse de la patria cual si el orgullo de ser de donde se nace consistiera en saludar al mundo por la vía del estruendo, simplemente porque un grupo de deportistas progresan en un torneo, linda con lo demencial. No comprendo como tanta gente se da a la violencia de acometer con su ensordecedora felicidad lo que puede ser el sosegado desinterés de otros muchos. Y no comprendo que esta “religión” la de los fanáticos y asimilados de un club, deportista, equipo nacional- ya que con el deporte hemos topado- que se da también en el mundo de la música popular o a favor de los “héroes de la fama”, tan del “becerro de oro”, insana cuan se denuncian insanas otras, pase por suceso normal y ocupe la casi totalidad del tiempo de duración de un telediario cuyos hacedores se recrean en mostrar modos energúmenos, expresiones sin sustancia y fondos equiparables a los de una secta. Porque, digo yo, nadie hace mal alguno divirtiéndose, es verdad, pero hasta en eso hace falta cerebro. Cerebro y, por lo tanto, inteligencia, educación, civismo, ausencia de desprecio para lo ajeno y de bravatas empleadas para imponer lo considerado unilateralmente como único... Oigan, que yo he asistido a magníficos espectáculos teatrales o recitales de música, durante los cuales la excelencia y el arte han predominado. Y, más allá de el aplauso sincero y los vítores aislados sin es que la cosa ha dado para tanto, muestra de la satisfacción de los asistentes, nadie se ha tirado dos horas circulando con su coche por la vía publica, llamando la atención con sonidos y velocidad, y enarbolando retratos, pongamos por caso, de Plácido Domingo tras una sublime interpretación de Otelo... Además, luego, si, como todavía puede suceder, las expectativas de victoria quedan reducidas a cenizas, viene la depresión fulminante cuando no el insensato impulso de arramblar con bienes públicos y particulares en clave ni mío ni de nadie. Por eso, el pulpo adivino, pulpo Paul, pronto con sitio entre sus colegas del tarot de la tele de madrugada, podría también ser engullido por una cuadrilla de forofos de la roja que festejaron el resultado que eliminó a Alemania sin reparar en la mejor humanidad de los teutones antes del enfrentamiento y después cuando su mal fario se consumó. Y esta posibilidad es algo que me malicio porque estos exaltados a los que me vengo refiriendo, me temo, no saben perder.

sábado, julio 03, 2010

NOTICIAS


Le reconoció. Dijeron su nombre durante la crónica de sucesos del telediario. Nombre y apellidos, tal y como podía leerse en el buzón. Al parecer sicario de una banda de delincuentes especialistas en el asalto a casas de campo…


- ¡Qué sorpresa!... Bueno, una persona normal. Y aquí mismo, puerta con puerta. Cinco años en el edificio y nada, sin problemas.


Se hubiera cruzado con él por la calle sin advertir su presencia, pero…
- Si dicen que era, debe serlo.


Luego continuó el almuerzo pensando en lo que iba a responder de presentarse los de la tele preguntando.

martes, junio 29, 2010

HORIZONTE TRANSPARENTE


A esas horas del día el alumbrado público es plenitud artificial. Del sol queda la luna, casi llena, nada más y, por, lo que respecta a esta calle, desde ventanas o balcones, apenas algún destello de televisión conectada para garantizar el sueño de los vecinos sino insomnes. Suenan los camiones de la basura a lo lejos y ronquidos de distinta tonalidad: de no ser por lo alargado de la emisión, de permanecer absorto en la escucha, podría dar fe de un paraje similar a esas lagunas pródigas en ranas y sapos como los de cuento. Es lo que percibo en medio de la calzada, sentado sobre la vieja silla de enea que he conservado conmigo. La tengo aún a pesar de haber acudido dos veces a comisaría, sin intención de hacerlo por mi parte, y tras ser atendido en urgencias, no fuera que la configuración de mi cerebro pasara por un momento crítico. Ya lamento que esté prohibido detenerse en medio de la vía pública y me hago cargo de que es cosa reprochable, pero fui sometido y autoricé- a la fuerza ahorcan- un reconocimiento médico a cuenta de lo acontecido y de la sospecha de que padeciera algún trastorno mental. Incapacidad cuya explicación consistente en aludir al empecinamiento- como lo llamaron- de sentarme interrumpiendo el tráfico, con el único propósito de observar el horizonte, sigue pareciéndome del todo incorrecto. Dicen que es una imprudencia actuar como lo hice, que si soy un suicida, que, por el contrario, participo de un entramado cuyo único propósito es estorbar el orden e inducir, por contagio, al caos y, salvado el complot al fin, observan en mí la encarnación de la tontería. Pero no, ni mucho menos. Seguramente en unos veinte minutos, cuando la ciudad comience a desperezarse, la primera “hornada” de automóviles, cual si aguardaran al principio de la avenida un banderazo de salida, avanzará al unísono y ocurrirá como esta tarde. Motocicletas, furgones, camiones, autobuses y turismos, sorteaban mi presencia cual la bestia evita al cadáver. “Olisqueaban” mi pellejo y continuaban quejándose a todo motor en busca de otra pieza con la que saciar su hambre. Sólo los peatones se agolpaban a uno y otro lado de la calle comentando mi presencia y valorando la oportunidad de unirse a mí, como no se cansaron de postular unos, o, los otros, satisfechos con que la policía llegara y además de retirarme del sitio dónde ahora estoy, descargara la ira de todos contra mis costillas....

El caso es que, este es mi lugar, lo tengo decidido. Disfruto del silencio, respiro conforme con el descanso de las multitudes, me mantengo sereno ante sus desgracias, atiendo lo que conviene en solidaridad con sus mejores propósitos, abandero sus alegrías y, sin asomo de intranquilidad, ahora cumplo con lo que pretendí. Ahora que el asfalto se refrescó. Ahora que la suave brisa no ha de sortear mil obstáculos antes de proporcionarme liviandad.

Cumplo porque puedo, sin originar protestas, partícipe de todo el horizonte y sus intereses. Contento de registrar lo que ocurre a través de los edificios, de los accidentes geográficos que correspondan y regalado por las expectativas que se derivan de apreciar, al fin, la naturaleza que intermedia hasta la orilla del mar y al pescador... Estará a punto de cobrar una pieza. La depositará en el cesto y puede que sea ese “pescaito” la fiesta en nuestro plato cuando el sol del día de hoy esté a mitad de su camino. Lo digo porque me reconozco en él. Porque conozco al pescador, que soy yo mismo, y nunca me he dejado en la estacada. De hecho carezco de intenciones contra mi persona.

Porque, de todos modos, bien acomodado como estoy y desde esta atalaya, si se mira, si se observa detenidamente y durante el tiempo necesario, de verdad que se ven prodigios.

sábado, junio 26, 2010

DRAGÓN


Se comerá el queso. Los ratones ponen un cascabel al gato y eso lleva su tiempo. Viene con otras orugas, seguramente en vías de perecer envenenadas con el insecticida que protege a los rosales del jardín. Sin embargo, a este gusano listo le irá mejor. Sabe que otros comen de lo que suele ponerse en las ratoneras, o eso dicen… Pero con tan buena mesa y mejor apetito acabará transformándose, además, en culebra. Y esto nada más que para empezar: de arrastrase por los suelos a reptil con alas que escupe fuego.

sábado, junio 19, 2010

¿Y QUIÉN MATÓ AL REY?


Dijo el sastrecillo homicida, “mato siete como mato al rey”. Y siete moscas menos. Eso ocasionó la muerte del sastrecillo, poco después, fulminado al pincharse con una de sus agujas, envenenada por un familiar ecologista y presidente de la Liga a Favor de la Conservación de los Insectos. Lamentable caso cuyo tóxico resultado tuvo que ver con el horror que supuso el aplastamiento de los siete dípteros a ojos vista del defensor de la naturaleza. Precisamente, otro que se fue con las Parcas apenas unos días después… Fue durante una multitudinaria fiesta en Palacio. Las confidencias de su amiga, también amante del naturalista por aquellas fechas, provocaron la rabia y el descontento asesino de quien fue alumna del sastre y se casara más tarde con un célebre director de periódico. Así pues, la diseñadora, buscó al defensor de la naturaleza y le empujó, aprovechando el mucho alcohol trasegado por los presentes y que el interfecto permanecía cerca de la barandilla de una terraza.

El periodista obró como procede para ensuciar el aire dando la noticia del asesinato del botánico y atribuyendo su mal fario a la cólera de un prestigioso banquero. Relacionar al que pereció desde tanta altura con el acaudalado prohombre, carecía de complicaciones. Bastaba con difundir el exabrupto que se escucho el mismo día de autos en voz de quien se deseaba en entredicho… Preguntado el capitalista por su elegancia y comentando lo que convenía tras la muerte del sastre, dijo:”Siete veces siete de de mi mismo puño firmado el encargo de que

Luego, como quiera que a partir de las noticias que surgieron, las tertulias en las que se hablaba de las mismas, las condenas populares- muchas- y las pocas absoluciones, mientras la policía investigaba y los jueces acudían a que se les plancharan las túnicas, la idea o propósito contaminante con la que el taimado jefe de plumillas medró a fin de exculpar a su famosa modista y popular consorte, se consolidó. Las bolsas bajaron, la economía se hizo añicos, cayó el gobierno y, ante todo esto, el rey, enterado de lo sucedido por algunos amigos con los que se trataba en la red social de aristócratas MAGESTYC, después de dejar escrito, “por siete que murieron me doy garrote”, al grito de “viva el prêt- à- porter”, se lanzó contra las puntiagudas aristas de su escritorio y se desnucó.

domingo, junio 06, 2010

INSUMISIÓN FRUSTRADA


Se hizo apóstata y lo manifestó públicamente poco antes de recibir la noticia de la boda de su hermana. Fecha hora y lugar: la catedral de la Almudena, Madrid… Un revés inesperado… Precisamente, para ser uno de los de la cuadrilla, le exigieron, ya que provenía de una familia católica apostólica y romana de toda la vida, negar la existencia de Dios y oponerse a todo trato con los curas. Y ahora, “seguramente por obra y gracia de mi familia, reaccionarios donde los haya”, podía quedar en entredicho su voto. Al fin y al cabo, ausentarse de la ceremonia era tanto como decir adiós a la asignación paterna- ¡oh querido dinerito!- y, después de todo, “da igual cuento te alejes: Él está en todas partes, ¿no?”…

domingo, mayo 30, 2010

ÉXITO CON ÁRNICA*


Mencionaron su nombre entre los diez autores distinguidos con sobresaliente tras ser evaluados los proyectos fin de carrera. Hubo un aplauso general en el aula y, a la salida, además de recibir numerosas palmaditas en la espalda, escuchó la palabra felicidades como un empalagoso mantra...

Luego, ya en el hospital, le fueron extraídos de la parte posterior del tronco, dagas, cuchillos y venablos, algunos de ellos envenenados...


*
http://www.saludparati.com/arnica.htm

sábado, mayo 22, 2010

SUCEDIÓ EN SÁBADO


Viéndoles al sol, con que sean mayores- quizás jubilados- y todo, es imposible que los imagine protagonizando disputas propias de los deportes multitudinarios, de los que dicen mueven masas… Juegan a la petanca y, aunque discutirán, que el ser humano se inclina sin esfuerzos por contrarrestar esa deriva en la mayoría de los casos, la sangre al río e incluso velatorio, son consecuencias que no puedo contemplar como reales en un colectivo así. Luego pienso que habrá otras actividades deportivas libres de altercados entre los propios participantes y ausentes de vandalismo- existente igual para las celebraciones como cuando sujetos a la contrariedad, la derrota ha sido noticia- digo, entonces, sin escándalos por parte de los seguidores o forofos. Por ejemplo, esa cosa precisa y tan leve que pudiera tomarse por cursi, consistente en empujar una especie de bola achatada “por los polos” hasta la apariencia de una rueda, que se desliza por la superficie de un pasillo “barrido” al paso del artefacto, puesto que conviene a fin de lograr una fricción menor, cuyo éxito se da por obtenido en el momento que la dicha pieza queda lo más cerca posible a una diana pintada en esa misma zona. Creo que le llaman CURLING, se juega sobre hielo, la bola que no es tal es una piedra de granito, y fue un invento de los escoceses según se cree… Pues bien, tampoco ahí, por mucha pasión que se ponga, encaja la suerte de trompadas tumultuosas, como en el Hockey, santo y seña de los que practican o contemplan tan singulares lances. En definitiva una visión de paz mediterránea y una evocación de estoicismo al final de un paseo feliz. La jornada había sido de mar avistado entre ese despropósito de cemento en el que se ha convertido la franja más cercana a las aguas del Mare Nostrum por el levante alicantino. Unas veces más cerca otras más lejos, pero impagable el olor, el color, la luz, el amable céfiro, el brioso romper de las olas y la compañía: encantadora al volante y generosa llevándome por el entramado sinuoso y a veces imprevisible de unas calles para cuyo tránsito se necesita mapa y brújula, para mi especial recreo: ¡cómo sabe ella de mis ganas de mar constantes y me premia, seguramente sin merecerlo- como lo hizo- con un paseo tan hermoso! Hubiera podido tomar la autovía cancelando así todo atisbo de dificultad en la circulación. Pero no. Persuadida de latir con bien cuando un bien me habita, y de ese mismo modo ungida, se da y yo, me alegro tanto de que me eligiera. Porque lo sabe y yo sé que es así, menciono sus galas sin nombrarla y le tengo reservados los abrazos que nadie recibirá y los besos que es imposible logren otros labios. No porque los destinados a ella, compañera de todos los días, sean físicamente distintos, tal vez sí en cuanto al ceremonial, sino porque lo que pongo en ellos cuando ha lugar a que sucedan, no lo ha recibido nadie antes ni lo recibirá nadie. Tampoco la querida amiga que venía a visitarnos, que ya había enamorado a las aguas temprano y que sedujo igual al sol: tan espléndida se veía. Fueron unas horas magníficas, conversando, recordando, compartiendo y prometiéndonoslas de futuro. La cita se produjo en un intervalo libre entre compromiso y compromiso de nuestra invitada y, cuando se fue, el oficio de las aguas continuó como si no se hubiera marchado porque la mar es muy suya. Las buenas gentes a las que aludí al principio, sin embargo, absorbían la rabia del sol, encorajinado por el ineludible adiós de esta Alicia nuestra, hasta multiplicarse en grados… Y, al fin, lo diré: hay tipos que tiene suerte con las mujeres y no por sus conquistas precisamente, que, casi siempre, consiguen ellas poner a sus pies a “donjuanes y casanovas”, sino porque son seres humanos que cuentan y ceden, ofrecen y permiten. Son de una amistad a prueba de bombas, de una lealtad inquebrantable, y generosas como sólo ellas lo son al natural. Hay tipos que tiene esa suerte, insisto, y yo soy uno de ellos. Porque las mujeres que me admiten en su galaxia, son buenas, pacíficas, inteligentes y guapas. Esto es lo que hay y ya hace horas que es domingo.

miércoles, mayo 19, 2010

EN EL REVERSO DE LA VIDA


Dice el locutor de televisión dando lectura a la parte verbal de una noticia ilustrada con imágenes a propósito:

-“En un cementerio se pueden hacer dos cosas: llorar o recordar…”

Y me pregunto, ¿sólo dos cosas?

Porque, se puede fumar, ir de paseo, meditar, tomar el sol, leer un libro, escuchar los trinos de los pajarillos, tararear una cancioncilla, aprenderse los epitafios, tener una cita, besarse, asistir a un parto, bromear, intercambiar teléfonos, cerrar un negocio, conceder un deseo, autorizar una fiesta, denunciar a un maleante, mascar chicle, bendecir la lluvia, saludar a los conocidos y como todo buen cadáver, jugar al mus- o al póker- con los demás espectros del lugar.

sábado, mayo 15, 2010

BOTELLÓN FINO Y RECORDATORIOS DE BAUTIZOS, COMUNIÓN Y BODA


Muchos de ellos, no sé cuantos, regresarán a los templos cuando de ceremonias de esponsales o pompas fúnebres se trate. Y, ¿pasa algo? No, que va, otros asuntos son los que de verdad importan. Pero, en estos días, jornadas propicias para la venta de flores y agosto de fotógrafos y operadores de vídeo- es temporada de bautizos, comuniones y bodas- los dichos llenarán los bancos corridos, saludarán al oficiante tras los altares, e incluso tragarán la sagrada forma. Todo vale y nada tiene valor. Y si lo tiene, es relativo, según se mire. ¿Por qué? Los motivos, todos de índole social y tendencia a la representación, son variados pero coincidentes. Al final se bautiza a los niños, reciben la comunión y se casan por la iglesia en edad de avizorar lo que luego será divorcio, porque qué dirán, y, si van a decir, que sea a causa del asombro: ¡cuantos invitados, qué lujo, vaya banquete…! Cuenta la notoriedad y la opulencia a favor de tales supuestos y se mancilla algo tan respetable como la religión. Un compromiso trascendente, para unos más que para otros, asumible o no- por suerte ya no es obligado- que, conlleva unos ritos y el trasfondo de los mismos, defraudados mediante comportamientos y fines propios de quienes se acreditan como profanadores de unas creencias así al servicio de un negocio. Y, lo más triste, es el engaño, la mentira de la que son víctimas los niños. Porque los adultos, por ejemplo, cuando se casan ante uno de esos curas de los que luego se dirán todo tipo de maledicencias añadiéndolos al saco de los pederastas- pues somos tan dados a atribuir podredumbre a todo el cesto de las manzanas cuando por una de ellas, o más, asoma el gusano- digo que, si añade otra impostura a la suma de malos tratos con la vida de los que nos hacemos protagonistas, allá películas. Mas, servirse de la inocencia de una criatura, adiestrada en la fe, que da su palabra al comprometerse, y luego, después del sarao, en tanto se hace balance y recuento de provechos, olvidado de todo lo que al inculcársele fuera santo y seña y a la merced de su propia voluntad, como si el trecho acometido no fuera más que pantomima necesaria, deja de cumplir los preceptos que prometió y no regresa a la casa donde se le recibiera como fiel excepto para el propio casamiento o las oraciones de cuerpo presente, supone parte de la medida de lo que es hoy en día ser padres. Algo abominable a mi juicio. Pero no importa, todo lo que digo no importa. Incluso alguno lo reconoce en privado y se excusa en determinados compromisos ineludibles: la familia, el trabajo, nuestra posición social, qué dirán los vecinos, no vamos a ser nosotros menos, viva la fiesta, etc. No sé siquiera si ponen la X en la declaración de la renta a fin de financiar a la iglesia tan responsable de todo esto como quienes visten a sus niñitos de Almirante y a sus niñas de novia. Porque en las parroquias se sabe que los niños comulgarán una vez y otra el día que den el sí y se pongan los anillos. Lo saben y lo consienten, no sea que sus actividades se resientan, registre un bajón estadístico más el crédito con el que cuentan y definitivamente otros tan santos o tan pecadores como ellos ocupen la atención del ser humano que necesita de Dios como de Santa Bárbara: cuando truena o cuando las Bolsas se desploman… No lo sé, y hay cosas más importantes, pero puesto que hemos hecho de la vida un circo, no el bueno de Ángel Cristo domador con sus leones, sino la opereta de callejón sucia y complicada como lo fue la vida privada de quien llamándose como se llamó derivó en demonio, ¡viva y muera el espectáculo! ¡Acabe la juerga que ya vendrán los barrenderos! Como en todo buen botellón.


EL ÚLTIMO AMOR


Acababa de besarla y llovía. Se sintió como Gen Kelly y danzó asombrado de sí mismo bajo el torrencial aguacero:

- Yo que venía preparándome para asumir el resto de mi vida sin romances, y, de pronto, un día cualquiera de una semana cualquiera de un mes cualquiera, una mujer me demuestra que, en verdad Cupido existe. ¡¡Oh San Valentín!!

Luego, por exaltación y ausencia de condiciones físicas, al pisar en una parte de la calzada donde el aceite de algún auto se resistía al imperio de las aguas, otro impredecible arrebato, esta vez con resultado de muerte por impacto en la nuca, puso fin a las inesperadas galas del amor.

Y es que, como se escucha durante los coros de la canción Pedro Navaja*…



*”… La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida, ¡ay Dios!”

sábado, mayo 08, 2010

SOLUCIÓN RICINO


Día de reflexión antes de las elecciones. Sede del Partido Participativo Positivista Sustantivo y Ocioso de la nación de Envidia.

- Hay que lograrlo sea como sea

- Pero no llegaremos, los sondeos nos dejan fuera de la mayoría.

- Nos respaldan los olivareros y el sector del aceite, ¿no?

- Sí

- Entonces, no importa: seremos bisagra. Con esos aliados tiempo hay para resolver los malestares y disgustos del tránsito.

viernes, mayo 07, 2010

OBSESIÓN


Algo bajo la tela de su camisa doblegaba la razón en mí. No curiosidad, era urgencia, imperio de ver y tocar. Ganas instintivas de algo festivo que pasara con esa parte de su cuerpo, con toda ella, y sucio y duraderamente mortal.

- ¿Una taza de café?

- Sí, por favor

Regresó con la merienda y al sentarse, por fin, el dulce cráter coronando la voluptuosa cumbre de su barriguita al descubierto porque se le desabrocharon dos botones.

Reía cuando, enseguida, dijo:

- Esto será todo por hoy.

Ya le había hecho las fotos para la revista y, desde entonces, busco ese mismo ombligo en todas las mujeres.

sábado, mayo 01, 2010

UNA NOCHE EN EL HOTEL PARADISO





Pareciera Alicante una ciudad vacía a eso de las ocho de la tarde. Escasa circulación, espacio de sobra para caminar y, y no. Aunque llovía durante un interludio entre amenaza y amenaza de tormenta, una pareja de novios buscaba, ¿cura? No lo sé pero, tal maniobra es seguro de alboroto popular: si hay casamiento se da convite y los buitres a las tajadas acuden. Por lo tanto, hubo suerte y al fin, sin contar con los de la “fiestrorra”, público de sobra para llenar el TEATRO PRINCIPAL, buena gente. ¿La cita? Con el HOTEL PARADISO, una propuesta escénica de la compañía alemana de teatro FAMILIE FLÖZ. Y, hora y media después, ¡albricias!: una función magnífica. Aplausos sin reserva, justo clamor e irrefrenable entusiasmo. Esa fue la opinión de quienes agradecíamos el esfuerzo, la demostración de talento, elegancia, lirismo y comicidad por parte de cuatro actores extraordinarios. Tres hombres y una mujer que encarnaron a propios y extraños dueños, empleados, residente s y pasajeros de un pequeño hotel de montaña. Un lugar de vida sencilla donde ocurren cosas, en ocasiones a medio camino de lo mágico, tantas veces acentuando lo sentimental y, nunca, favorables al aburrimiento. Un lugar peculiar expuesto con dos particularidades que de inicio movían a la curiosidad… Para los FAMILIE FLÖZ las máscaras son muy importantes. Por eso aseguran en la tarjeta que se entregó a la entrada antes de comenzar el espectáculo: “Las máscaras son elaboradas especialmente para cada nueva pieza, aunando en ellas el carácter de inspiración, herramienta y producto final.” Y en Hotel Paradiso nunca se ve el rostro de los intérpretes sino ese constante que hace al personaje sin otro matiz posible que el ofrecido por un embozo artesano que es al que se alude. Así, puesto que el espectáculo es- rigurosamente- sin palabras, el artista ha de servirse del resto de su cuerpo, no sólo para componer el personaje, sino para, lejos de la levitación del mimo, hacer lenguaje de la propia dinámica. ¿Y todo para qué? Para darnos una lección de belleza, de precisión, de limpieza, de gusto por las cosas y por como se hacen, por hacer que lo tierno parezca de aceptable tacto y lo cómico diversión y acontecimiento de risa que se disfruta sin despeinarse: en vez de una salva de carcajadas conviene y se percibe el cauce de un rio cristalino y feliz. Todo son detalles, preciosismo, eficacia, concilio y comunión… Sí, porque la historia fluía empapando el patio de butacas enseguida inmerso en la minuciosidad dialogada de un acontecimiento que apelaba a otros lenguajes. Existió complicidad y regocijo, creo, además, por parte de los miembros de la compañía, también los técnicos: sospecho que tan contentos como todos los demás dentro del edificio y eso, que no siempre ocurre, se pudo observar en los rostros satisfechos aunque fatigados de quienes, en verdad, tenían las claves de todo bajo las caretas para ese último momento de los saludos ya olvidadas. En fin, más que recomendable este trabajo y TEATRO, así, con mayúsculas, dosis de arte, de belleza, de gloria. Quien estuvo a mi lado lo postula como a incluir en el programa de escuelas e institutos, y no me parece mal. Sin embargo tengo mis dudas con la marabunta infantil y adolescente. Total, si no suena, a ellos les da algo y si la cara es escultórica, pensarán que es cosa de recién nacidos. Tan tontos les están ustedes criando que se perderán delicias como esta de la que doy cuenta ahora. Por lo tanto, si programan esta obra u otra de la misma compañía, cerca del domicilio donde residan, vayan y déjense de bautizos, comuniones y bodorrios. ¡¡Vayan!!

sábado, abril 24, 2010

CRÓNICA DE DOS AMORES EN UNO



No me importa, es necesario que lo diga así y me pertenezco: en ausencia de objetividad, con el único ánimo de compartir lo experimentado, puedo decir…

Joan Manuel Serrat- anoche lo decíamos mi niña- es un artista honesto que, además, por ser humano y falible- allá con sus mezquindades, cual desafecto implícito en los cotidianos actos de cualquiera, y acá con su gloria, perfil sabio del que muchos hemos hecho sintonía propia- es recolector de cariño verdadero. No se le endiosa- aunque hay para todo- se le sienta a la mesa y se le trata de amigo: ¿de qué otro modo?

Y, Miguel Hernández, es mí poeta o, mejor, yo soy, en todo lo de telúrica ambición, emoción, vibración y colosal “contaminante” de un horizonte válido en cuanto a que se persigan las más altas cotas de humanidad y admisible a todas luces si esas cotas, al fin, porque no siempre se puede todo en este mundo- ni el amor lo puede- son satisfactoriamente modestas, digo, yo soy, el constante cabo de vela que se prende para lo mejor de la vida usando la mecha de su palabra.

Dicho lo que se acaba de leer, asistir ayer, 23 de abril de 2010, un mes después de lo previamente acordado- el juglar hubo de resolver antes un asunto de salud que no admitía espera- no en vano su voz con la palabra del poeta (“Para la libertad sangro, lucho, pervivo. Para la libertad, mis ojos y mis manos, como un árbol carnal, generoso y cautivo, doy a los cirujanos”) nos lo viene recordando desde 1972- fue una de esas ocasiones de vida que, si se pierden y conocen en su justa dimensión, hacen incompleto el árbol curricular de uno.

En una entrevista que publicó el diario EL PAÍS, días antes, Serrat desgranaba la sustancia de cada una de las canciones de este retorno a Hernández- porque aunque nunca lo dejó hasta ahora no ha habido ocasión de dar preferencia a todos los resortes cuales fueron los de la vida del poeta a través de su palabra- y, acabado el recital, efectivamente: lo prometido fue deuda saldada.
No importa que algunos fueran a la fiesta, precisamente, de romería. Hay que saber a qué se va cuando uno es convocado y lo de ayer no era una cita con el Nano simplemente- que no es poco- sino un cara a cara con Miguel Hernández que, sin necesidad de espiritismos ni otro ritual que el de la música- magníficamente ejecutada por los intérpretes al servicio del bien de la partida en escena- el de la luz y la palabra, quiso proponernos Serrat.

Mas, ahora le toca al lector, hacer un ejercicio de buena voluntad y admitir de este cronista las salvedades técnicas que conectan con lo afirmado en un principio. En vez de narrar lo sucedido a partir del momento en el que los músicos irrumpieron en el escenario y se escuchara a Joan Manuel, primero con “Me llamo barro, aunque Miguel me llame…” para interpretar a continuación, a capella LLEGO CON TRES HERIDAS, obro en conciencia y propongo otras impresiones. Espero eso sí que, no por propias supongan cierto desdoro…

Lo sublime en materia de belleza, sea cuando atañe a los inherentes bienes de la naturaleza o en el caso de ser aludido el artificio humano, toda vez que sea arte limpio sin otro pretérito ni futuro cierto que el de lograr un eco de verdad en quien lo recibe, me embriaga, me produce un dolor que, lejos de asemejarse a ese otro del que gustan los masoquistas, es satisfacción tan empeñada en ocuparme que termina por quebrar algo dentro de mí y cuyo resultado son unos ojos inmediatamente humedecidos. No hablo de ningún éxtasis ni de otras manifestaciones entre lo carnal y lo místico. Es algo puro, personal y duradero, gracias a lo cual armo vivencias cuya provecho es parte de lo bueno que pueda ser y se reconocen en mí por siempre. Sé que no es fácil de comprender pero, por suerte, sobre todo, tengo a quien convive conmigo y con su solo respeto, primero, y disposición postrera al intercambio de emociones, hace que queden desterrados de mí todos los visos de “rara avis” que yo mismo pudiera atribuirme.

Por lo tanto, reunida la belleza, con talento presentada sobre un escenario enseguida, seguro de estar asistiendo a la alternancia entre el poeta mismo y el juglar- intermediario autorizado del poeta- me estremecí con los acentos y las melodías me recorrieron. Fui caja de resonancia de cada una de las palabras, fotógrafo necesario de todos los gestos, residente de los dolores, de los desafíos, de la ternura, de la pasión, de la desolación, del clamor que señala las sendas, los recovecos de lo que conviene tener siempre presente, de los peligros, de los lugares, de las fragancias y del amor. Fui masa conmovida, sombra de la palmera, huella de las abarcas, beso, padre y madre, soldado y me consagré a todo lo que sucedió.

En definitiva lloré en silencio y arrebatadoramente en paz.

Luego… “Es una historia conocida amigos…”- como ya cantó Serrát proponiéndonos una cita con José Agustín Goytisolo quien hizo lirica de quien fue hermoso por su lírica, Hernández- y cantando otra vez, como de nuevo, nos propuso un adiós con TODAS LAS BANDERAS.
Saludó, dio las gracias a quienes debía y sé, porque me lo dice quien se ha enterado y tiene crédito para mí que, los días que ha estado alojado en un hotel de la ciudad de la Dama y del Mistery el artista ha sido varón y ciudadano normal. Por eso se le quiere.

Hasta pronto Hijo de la Luz y de la Sombra.



lunes, abril 12, 2010

COSAS DE ANACLETO


Gracias al buen consejo de quien es responsable del orden y contenido de un cuaderno o espacio gráfico y de escritura- lo que se denomina bitácora o blog en INTERNET- conseguí un dispositivo electrónico que, instalado en el teléfono móvil que poseo, obra de igual manera que los artefactos propios y destinados a las actividades profesionales del famoso agente 007, cuya versión cañí, aquel Anacleto que creara para las páginas de las publicaciones de la editorial Bruguera el genial dibujante madrileño Manuel Vázquez Gallego, pervive en la memoria de los que hemos gustado de los tebeos de toda la vida… Pues bien, no sólo es capaz de detectar conversaciones desarrolladas a muy bajo volumen, sino que logra se escuchen sonidos guturales, jadeos y otros ruidos en el entorno colindante a una vivienda. Es decir: acoplado contra la pared de la casa en ese momento ocupada por quien desee enterarse de lo que corresponda, capta las presencias antes dichas siempre y cuando el radio de emisión no exceda los diez metros de distancia del lugar de escucha. Lo sé porque lo he probado esta tarde y funciona. Es una maravilla. Por ejemplo, gracias al invento del que les hablo, conozco lo mucho que imponen mis arrebatos de tos. Es uno de los síntomas característicos de la faringitis que sufro, virulenta como pocas y resistente, manifestado con el rigor apocalíptico de una mascletá valenciana. Al fin, tan de olímpica marca como para que, los canes alojados como mascotas de los propietarios que residen en el piso superior, pensando que ese trance expectorante antes narrado suponía en realidad clamor y protesta, ya que a la hora del paseo para los perros antes aludidos- de desigual raza, apariencia y tamaño- el estruendo de salto y carreras eufóricas consiguiente es como si la consistencia de lo inamovible fuera golpeada por las fuerzas de lo que no se puede detener, se llamen la atención mutuamente a los efectos de lograr un tránsito menos estruendoso… Satisfactorio, ¿verdad? No es que necesite utilizar un capricho tecnológico tan sofisticado porque, cuando en las alturas de aquí esta finca, hay traslado súbito de muebles a las doce de la noche, se escucha; cuando, a las siete de la mañana se da la salida a la maratón de los tacones escandalosos, se escucha. Se escucha, el televisor ajeno y el equipo de sonido y la hora de ejercicios tonificantes a la carta mediante archivo visible por alta definición, a horas en las que, si los gamberros no alcanzan, existen todas esas actividades y se realizan para que la rutina de lo desquiciante no se detenga. Por lo tanto, sentí curiosidad y cedí a sus influjos. Sé que somos unos maleducados irredentos capaces de rasgarnos las vestiduras al saber que hordas de eslavos y anglosajones vienen, previo pago, dispuestos a emplearse concienzudamente en aquello mismo a lo que les tenemos acostumbrados: jaranas de alcohol vocingleras y desconsideradas, sucias e impertinentes. Campeones de lo incívico, abundantes en lo que decimos nos repugna y bien pagados de nosotros mismos por todo ello. Lo sé, lo sé y es una de las cosas que, por lo visto, nos da de comer: a imagen y semejanza de nuestro ocio se labra nuestra fortuna turística. Así que, no nos llamemos a engaño: somos una comunidad que, pudiendo hacer gala del jamón y sus delicias elige peregrinar a las cochiqueras para darse un buen baño de mierda y eso es lo que hay.

















sábado, abril 03, 2010

EN PRIMAVERA USEMOS LA PIPILERA


Concluyen los días de LA PASIÓN. Las cofradías se retiran a sus lugares y la cuenta atrás en espera de la próxima Semana Santa, comienza. Entonces, como están acabando de hacerlo ahora, saldrán a PROCESIONAR, actividad que, sin embargo, no existe, al igual que no existe tal palabra. Es como uno de esos ríos cuyo lugar de nacimiento, el de toda la vida, está seco. Pues no es tal río. De modo que, si los del capirote y los costales, los penitentes y los que se someten a disciplina, perseveran en la necedad dicha, se condenan. Se condenan por ignorantes e insustanciales, por zoquetes. Pero no solo ellos, esa tontería de querer imponer términos a base de repetirlos- de incurrir por tanto en abominable desafuero- es propia de informadores, probablemente universitarios como los que están autorizados a hacer trampa en los exámenes- Sevilla por ejemplo- y prosiguen sin despeinarse contentos con el poco valor de su carrera y manifiestamente incapacitados para un oficio en el que el dominio y el uso correcto del idioma es esencial… Como todo esto lo veo en televisión deduzco que la infección debe ser pandemia a estas horas y agente que provocará la mutación de tantos. Porque es fácil decir que se va de procesión, que la procesión recorre las calles, pero mucho menos moderno. Menos glamuroso incluso. Vale más la impostura que jugársela a carta cabal. Quizás por eso, estos mismos días, al contemplar el paso de algunos participantes, a medio deshacerse de su indumentaria, me parece advertir en ellos, todo lo más, las ganas del figurante. El ansia por llegar, por ser reconocido y reclamar los minutos de gloria que un teléfono móvil o una cámara de video en poder de familiares, amigos o conocidos les hayan podido proporcionar. Desde luego ni rastro de misticismo, de emoción, de impresión alguna que no fuera dominada por el cansancio, tratándose como se trata de una experiencia religiosa que, es verdad, como dicen todos, “conocer lo que supone exige vivirlo”, y, conforme a la ilusión y el fervor como la esperan quienes en esas están debiera ser algo perfectamente manifestado siquiera en los ojos de los aludidos… Pero no, vale más el gusto de ser objeto e icono de espectáculo, parte de lo que ha de suceder para que los que colapsan las calles persuadidos de la importancia de lo que vendrá hasta el punto de traerse sus sillas y aprovisionarse de pipas para entretener las horas, aguanten carros y carretas para poder lucirse durante los días siguientes proclamando, sí, yo estuve allí… Por cierto, parece ser que son jornadas durante las cuales los productores de girasol compiten con los de maíz, repartidos los feligreses entre las salas de cine y el desfile de una imaginería y tesoro que se pretende dotado de animación. Al menos, y se hace en ciudades como Zamora, las autoridades reparten una bolsa llamada PIPILERA, de papel, con dios compartimentos: uno para la “carne” de la semilla y otra para el “pericarpo”, las cáscaras o pieles que se descartan. De esta forma las brigadas de limpieza han de cargar con menos trabajo y las calles se ven, luego del alejarse la marabunta, mucho más decorosas. En todo caso, démonos prisa. Con pipas o sin pipas, “procesionando” o a salvo de saetas, bandas de cornetas y tambores, guiones, nazarenos y madonas, falta poco para que acabe la jornada y no llegamos: resulta que acaban de anunciar en el telediario que hoy es el día internacional de la guerra o pelea de almohadas, World Pillow Fight Day en inglés… Sí, aunque les parezca que no, sí, sí y sí…



sábado, marzo 27, 2010

DE PRIMAS Y FUMEQUE

La primavera llegó, según dicen los meteorólogos, ya hace unos días. Me refiero al momento preciso, no hubo campanadas como durante el fin y el principio de año, no hubo disparo de cohetería, ni salvas militares, pero los especialistas dicen, a tal hora llega tal día, y ya está. No hay comité de bienvenida en los aeropuertos ni se sabe que haya descendido de ningún tren o barco, pero que está, está. Me figuro que deambula por ahí, eligiendo oficina, vestida de gabán y con paraguas dispuesta a administrar algo más de sol y que los jardines se manifiesten como propuesta contra asfáltica de un vergel… Aunque en las ciudades, entre la polución y el escaso espacio que les dejan a las flores no hay demasiado de lo que ocuparse. Sin embargo, los Fenicios, que, porque lo son, se dan mucha maña para obtener su botín, han debido hallarla y resolver diligentemente un asuntillo. Salvo los invidentes o los tan enfrascados en el meollo existencial de sus vidas como para permanecer impasibles- porque no se enteran- ante el mismísimo Godzilla que se presentase de pronto, en un ratito de asueto y benéfico paseo por las avenidas de notables burgos cuales aquellos en los que cada cual resida, se aprecia un fenómeno que delata la presencia de esa prima floreciente a la que añoramos muchísimo cuando el invierno nos aprieta las tuercas: sobre las aceras hay un brote de artefactos familiares cuyo núcleo principal es un tablero con cuatro patas. A su alrededor no menos de cuatro asientos y, pera completar el cuadro, en algunos casos, un farola de gas o estufa con alta peana… Así que, se va el frio rigores a cuestas, enseguida terminan de ponernos las macetas para que los alérgicos desistan del romanticismo de una rosa y las terrazas hurtan espacio a los viandantes. Es lo que tenemos. Por eso somos un país de sol y abierto a la calle. Y no sé si la ley permite fumar en esos reductos hosteleros sitos en la vía pública, pero, átense los machos, en algunos países ya se escuchan voces que aconsejan se prohíba fumar incluso en la propia casa. ¿Lo adoptará para nosotros durante esta encantadora primavera algún ministro o ministra de los de este gobierno experto en brotes verdes? No lo sé pero yo, que no fumo, me apresuro a encender un pitillito no sea que para cuando se consuma todo, además de ser verano, me aficione al tabaco y ya no pueda ahumar mi vida.

jueves, marzo 25, 2010

NO SERÍA


Si yo tuviera alas… no, no sería yo. Ni pájaro, ni mariposa abeja o langosta, ni ardilla planeadora, ni pétalo, ni semilla, ni ángel, ni fantasma, ni proyectil, ni ente o presencia alienígena, soy ni lo sería. No soy una alegoría ni una metáfora símil o toda otra figura que impera al condensarse la palabra original. No soy la lluvia, ni parto como el rayo de la nube al suelo o de la tierra al cielo. Evito la tinta del poeta no sea que vayan a confundirme. No soy la voz, ni el eco, ni la saeta o la daga midiendo la distancia exacta entre la vida y su conclusión. No soy una pajarita de papel a punto de desplegarse porque quisiera ser velero. No soy un alegre delfín, ni pez espada, ni orca. No soy la incógnita abisal ni el promedio épico del Himalaya. Y, si quiero volar, basta con que me lo proponga: no necesito alas… Algún día contaré mis aventuras por el endemoniado terreno de lo imposible recorriendo parajes que no recuerdo a horcajadas de una ola orgullo de todos los mares. Me las inventaré y se sabrá que, después de cualquiera de tus besos, un arrobo eólíco y atemperado de calor cual la fuerza succionadora de un tornado me pone a flote mientras abajo, el pavimento se queda frío. Frío como yo con alas, congelado, irreconocible.