A veces uno se levanta de la siesta con el regusto ansioso de una noche de verano. Luego se da cuenta que ni siquiera llegó la primavera pero el deseo no sabe nada de almanaques...
Casida de la alta madrugada
de Félix Grande
Cuando te acuerdes de mi cuerpo
y no puedas dormir
y te levantes medio desnuda
y camines a tientas por tus habitaciones
borracha de estupor y de rabia
en algún lugar de la Tierra
yo andaré insomne por algún pasillo
careciendo de ti toda la noche
oyéndote ulular muy lejos y escribiendo
estos versos degenerados.
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