Ha llegado el final de la siesta y las dudas del clima se han resuelto. Llueve sin contemplaciones. Llovió por etapas durante la mañana y el principio de la tarde, pero ya es un hecho. Llueve con calma, sin agobios, pero llueve sin ánimo de poner fin a la humedad que se precipita... No está mal, sobre todo cuando la temperatura del cuarto es acogedora, la radio "informa y entretiene" y escribo pensando en tí. Por cierto, para los lectores todos, como es primavera, encontré este soneto...
VIOLETA
Por Antonia Álvarez Álvarez
Aromada de amor, dulce y discreta,
escondida en la hierba y vergonzosa,
nace al sol de febrero que la esposa,
semioculta al abrigo de una grieta.
Eremita sin dueño y sin maceta,
humildemente bella y olorosa,
viene envuelta en verdor y es mariposa
que aletea en los versos del poeta.
Ramillete de añil, flor de lo umbrío,
pincelada de cielo y de dulzura
sin aderezos casi, ni atavío.
Hoy puse en un jarrón tu esencia pura
para empaparme en toda tu hermosura
y soñarte alhajada de rocío.
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