El primer impulso cesa a orillas del abismo. "El mar no es más que un pozo de agua oscura, / los astros sólo son barro que brilla, / el amor, sueño, glándulas, locura, / la noche no es azul es amarilla*", escribe la poetisa en su soneto. Mas, no se inclinará el junco hasta partirse. Sólo cede a la fuerza, a la ley del viento, y hasta este se cansa de soplar. La noticia puede engendrar tormentas y la tempestad que surge en el propio pecho nublar la razón hasta percibir el mar de otro modo, como no se quiere al mar. Por eso busco en la voz de la poeta otro registro y ella corresponde...
El mar
Por Idea Vilariño
Tan arduamente el mar,
tan arduamente,
el lento mar inmenso,
tan largamente en sí, cansadamente,
el hondo mar eterno.
Lento mar, hondo mar,
profundo mar inmenso...
Tan lenta y honda y largamente y tanto
insistente y cansado ser cayendo
como un llanto, sin fin,
pesadamente,
tenazmente muriendo...
Va creciendo sereno desde el fondo,
sabiamente creciendo,
lentamente, hondamente, largamente,
pausadamente,
mar,
arduo, cansado mar,
Padre de mi silencio.
* Versos de un soneto de Idea Vilariño, poeta uruguaya nacida en 1920
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