lunes, agosto 20, 2007

EL ORIGEN


La tierra se movió en España antes de actuar igual empleándose trágicamamente por territorios del Perú. Muertos, desaparecidos, gentes heridas, enfermas, que lo han perdido todo. Y, como si la miseria quisiera revolcarse sobre sí misma, noticias que apuntan a la vergüenza: ayudas que no llegan o de las que algunos se benefician sin ser los destinatarios; saqueadores que, salvo los empujados a mostrase así por guardar la vida, mancillan el orgullo de un pueblo... aunque, también un gran movimiento solidario sin el cual todo propósito de cura, restablecimiento y vuelta a la normalidad sería caso más triste a buen seguro. El caso es que pienso en el hambre, más ahora que antes, de toda esta gente humilde- habituales receptores de la catástrofe- y en si tendrán pan o patatas. Patatas de las que gozamos en España porque los conquistadores, descubridores, colonizadores y viajeros, la trajeron para delicia de todos. La patata por la que seguro claman en esos lugares maltratados por la naturaleza ahora. Conforme a todo esto, lo que sigue tiene que ver con la patata, incluso encontré una leyenda peruana que copio a continuación así sirva de alimento espiritual a las gentes entristecidas por tanto dolor.




El Origen


Por Walter H. Wust


Texto basado en un mito recopilado en las alturas Andahuaylas, Apurimac, Perú.Publicado en el libro La papa tesoro de los Andes de la agricultura a la cultura.





CUENTA UNA VIEJA LEYENDA ANDINA que los hombres cultivadores de la quinua dominaron durante muchos años a los pueblos de las tierras altas y, a fin de dejarlos morir lentamente, les fueron disminuyendo la ración de alimentos para ellos y sus hijos.
Ya al borde de la muerte los pobres clamaron al cielo y Dios les entregó unas semillas carnosas y redondeadas, las cuales, después de sembradas, se convirtieron en hermosas matas que tiñeron de morado las gélidas punas con sus flores.
Los dominadores no se opusieron al cultivo, con la mañosa esperanza de cosecharlo todo para ellos, llegada la oportunidad. En efecto, cuando las plantas se amarillaron y los frutos parecieron maduros, los opresores segaron los campos y se llevaron todo lo que juzgaron era una óptima cosecha.
Desconsolados y moribundos de hambre, los vencidos pidieron otra vez clemencia al cielo y una voz les dijo desde las alturas: Remuevan la tierra y saquen los frutos, que allí los he escondido para burlar a los hombres malos y enaltecer a los buenos.
Y así fue, debajo del suelo estaban las hermosas papas, que fueron recogidas y guardadas en estricto secreto. Cada mañana, los hombres de las punas añadieron a su dieta empobrecida una porción de papas y pronto se restablecieron, cobraron fuerzas y atacaron a los invasores que, viéndose vencidos, huyeron para no regresar jamás a perturbar la paz de las montañas.
HISTORIA DE LA PAPA.
La papa o patata pertenece a la misma familia de plantas que el tabaco y el tomate y es oriunda de los Andes chilenos y peruanos. Se cultivó hace unos 4,000 años en áreas montañosas, donde a una altura de más de 14,000 pies no crecía el maíz, y fue el alimento principal de los incas.
El nombre viene de un vocablo usado por los indios del Caribe para denominar a la papa dulce batata. Los españoles llevaron la planta a Europa alrededor de 1570. A Inglaterra llegó sobre 1586, y aproximadamente en 1610 a Holanda, donde al principio sólo se usó como planta ornamental.

Debido a que es un fruto fácil de cosechar y poco costoso, los pobres fueron los principales consumidores del tubérculo comestible.

PRESERVACIÓN

Los incas preservaban las papas congelándolas primero y secándolas después. Después de recoger la cosecha las extendían sobre la tierra y las dejaban toda la noche expuestas al aire helado. Al día siguiente, hombres, mujeres y niños extraían el exceso de humedad pisándolas. Este método se repetía por varios días hasta que, libres ya de humedad, se secaban y se almacenaban. Estas papas secas eran conocidas como chuñu. Los conquistadores se dieron cuenta enseguida de que las papas eran un alimento ideal para las masas, al ver que los trabajadores de las minas sobrevivían gracias al consumo casi absoluto del chuñu.

RUMBO A EUROPA

Cuando los españoles empezaron a trasladar la riqueza minera de Perú a Europa, avituallaban los barcos con papas. Ya en 1573 la cosecha en España era lo suficientemente grande como para suministrar cantidades. A Inglaterra debe de haber llegado, alrededor de 1586, cuando Francis Drake la llevó desde Colombia después de hacer escala en Virginia, donde recogió a unos pobladores hambrientos. Fue debido a este incidente que hasta 1930, cuando un botánico aclaró la situación, se pensó que la papa era oriunda de Virginia; y no se cultivó en México hasta finales del siglo XIX.

PROPIEDADES CURATIVAS Y AFRODISÍACAS

En los círculos europeos se le atribuyeron propiedades medicinales y afrodisíacas. Se decía que era buena para evitar la desnutrición. Y que ya fuera hervida o asada, comida con sal, mantequilla, jugo de naranja o limones y azúcar, aumentaba la lujuria en ambos sexos.
Acusada de ser la causante de la lepra, fue excluida de la mesa de los franceses hasta 1780, hasta que un farmacéutico francés, A.A. Parmentier, sobrevivió gracias a ella cuando fue hecho prisionero por los prusianos.

ARMA DE GUERRA

Tan importante ha sido éste alimento que al arruinarse la cosecha de papas en Irlanda (entre 1845 y 1849) murieron 1 millón de personas y más de 1,250,000 irlandeses emigraron. Y en 1939 el gobierno alemán acusó a los británicos de enviar una plaga a sus campos de papas para subvertir el orden en el Tercer Reich. También en los años 50 los soviéticos acusaron a los norteamericanos de hacer lo mismo en Alemania del Este.

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