sábado, abril 08, 2006

CRÓNICA MÁS O MENOS ROSA

Un cuento...

CRÓNICA MÁS O MENOS ROSA

Desde que Serrat interpretara por primera vez en público su canción DE CARTÓN PIEDRA, las maniquíes se niegan a comparecer en los comercios y escaparates de los mismos, sin colorete, sombra de ojos, rímel y barniz de labios: aunque fuera un loco, o le tomaran por enajenado, la crónica musical asegura que hubo un varón interesado en algo más que las galas de diseño o pret- â- porter, lucidas temporada tras temporada por todas ellas. Y eso del amor, con ser cosa de poetas y trovadores muy a menudo, es un bien que consideran merecerse, un derecho, una oportunidad. También ahora que se certifica la obsolescencia de las marionetas, apartadas de su lugar y sustituidas por los monigotes cibernéticos. Pero no desesperan. Consiguen inquietar a algunos, pero no desesperan. Y entre los damnificados por tal predisposición amatoria está George Clooney*, últimamente contrariado e inesperadamente huraño. En contra de lo que fue hasta ahora su talante en público, simpático y popular, evita toda respuesta cuando es reclamado mediante silbidos de admiración y deseo. Esto lo desconoce incluso su psiquiatra, mas, frecuentemente, al caminar de paso por las grandes avenidas, próximo a las cristaleras de algún famoso establecimiento de moda femenina, cual un Ulises receloso de melodías celestiales, él teme los requiebros que escucha, aunque es incapaz de percibir a qué personas corresponden. Diría que no se trata de hombres, que él sepa. Mujeres...


* Durante la lectura de este texto o su difusión es lícito intercambiar el nombre del guapo “astro” estadounidense por el de cualquier otro que se presuponga o aclame como nuevo símbolo sexual.

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