miércoles, abril 05, 2006

MISS AURORI

Ha regresado y pone en los carteles que es la reina del circo. Hay fotografías en las que se la ve a caballo, sobre la pata de un elefante y me imagino que, como es la reina, montará sobre leones, panteras, cocodrilos y avestruces. Yo no he visto nunca una actuación de Miss Aurori. Ni de ella ni de nadie bajo la carpa, que es como me han dicho que se llama la tienda esa, grande y de lona dónde ocurren las funciones a las que van otros niños de mi cole. Dicen que mola mazo el circo, pero mi madre no quiere que ni mis hermanos ni yo vayamos tampoco este fin de semana porque pegan a los caniches trapecistas y a los papagayos cantores de la jungla. Dice que les maltratan para que hagan todas esas cosas asombrosas que tengo que imaginarme. El caso es que cuando vamos al zoo para ver a los delfines cuando saltan a por las sardinas que les dan los cuidadores, no dice nada... A veces hago dibujos y pinto a Miss Aurori metiendo la cabeza en la boca de un tigre de dientes de sable, fiera que vive solo en los circos porque la selva tiene menos árboles y encuentra poco sitio dónde esconderse de los cazadores. A mí me gustaría ser cazador para ver un tigre de esos. En las películas también salen cazadores y luchan con monstruos dinosaurios. A mi mamá no le importa que veamos como pelean Gozzilla y King Kong, o cuando dan una de guerra. Dice que todo eso es de mentira y que en los telediarios nunca dicen la verdad. El otro día mientras recogía mis soldaditos antes de irme a la cama vi una casa muy grande, redonda, con bancos donde señoras y señores daban muchas voces. Debían estar de fiesta. Pero no sé por qué me acordé de Miss Aurori y como aquel lugar se parecía a un circo, lo sé porque me lo han dicho mis amiguitos, pensé que estaría a punto de entrar a caballo. Seguro que venía en uno muy blanco, con unas crines largas y se levantaba quedando de pie sobre las patas traseras. Entonces todos iban a flipar con Miss Aurori. Aplaudirían contentos y comprarían palomitas. Es que patalean porque tarda en empezar la cabalgata, aunque no pasan frío como nosotros cuando los Reyes Magos en la calle. Lo que pasa es que en mi cole no hay ninguna niña que se llame Aurori. Unos chicos mayores, de los que van al instituto que hay cerca de mi casa, decían que era una risa. Que llamarse Aurori era mogollón de cursi. Y que molaba mucho más llamarse ZP, que tenía más carisma, que no sé lo que es. Y lo comparaban con HB. Claro que debieron equivocarse: es Harry Potter, HP... Yo tampoco estoy contento con mi nombre pero igual podía ser payaso de mayor. En los circos no debe importar el nombre que te hayan puesto. Lo que pasa es que a mi madre no le va a gustar que trabaje en un sitio dónde los animales son de mentira, como los de la tele.

1 comentario:

Anónimo dijo...

No se te entiende un carajo