sábado, abril 29, 2006

EL DESAYUNO

Hoy también toca poesía, una "medicina" siempre útil y que no tiene contraindicaciones. Tal vez a algunos y algunas les sepa como dicen que sabía el aceite de ricino, pero eso solo son "leyendas urbanas".


LUIS ALBERTO DE CUENCA
(Madrid, 1950)
(La poesía de Luis Alberto de Cuenca representa como ninguna otra “la línea clara” de la última poesía española. Una escritura que se caracteriza por poetizar lo cotidiano, el uso del lenguaje coloquial y un amable sentido del humor)

EL DESAYUNO
Para J. B.

Me gustas cuando dices tonterías,
cuando metes la pata, cuando mientes,
cuando te vas de compras con tu madre
y llego tarde al cine por tu culpa.
Me gustas más cuando es mi cumpleaños
y me cubres de besos y de tartas,
o cuando eres feliz y se te nota,
o cuando eres genial con una frase
que lo resume todo, o cuando ríes
(tu risa es una ducha en el infierno),
o cuando me perdonas un olvido.
Pero aún me gustas más, tanto que casi
no puedo resistir lo que me gustas,
cuando, llena de vida, te despiertas
y lo primero que haces es decirme:
“Tengo un hambre feroz esta mañana.
Voy a empezar contigo el desayuno”.

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